El epílogo


Hay que recordar que Albert Amoldo Gore frente al republicano Bush, ganó el voto popular en las elecciones presidenciales del año 2000, con ventaja de 300,000 sufragios, pero los hermanitos Bush le hicieron una mala jugada, al manipular los 270 votos del Estado de Florida en favor del todavía presidente Bush, votos del colegio electoral, que en Estados Unidos tiene la última palabra.

Manuel López de la Parra
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 20 de octubre de 2007).


Estados Unidos no está en posición de atacar a Irán porque está inmerso en el conflicto de Irak, dijo el sábado el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Manouchehr Mottaki.

"Los estadounidenses nunca habían estado en una situación tan grave y esto se debe a sus propios actos," dijo sonriendo el ministro.

Washington pensó que podría dominar al mundo como la única superpotencia tras el colapso de la Unión Soviética, dijo Mottaki.

"Estados Unidos, en este momento, enfrenta un serio desafío en el sistema internacional (...) los estadounidenses están en una situación muy muy seria," sostuvo.

(V.Reuters del 20 de octubre de 2007).


"El problema de los refugiados es virtualmente ignorado en este país porque es otro recordatorio de que la ocupación de Iraq por los E.U.es un horrible fracaso. Con todo lo malo que Saddam Hussein era, es imposible creer que el pueblo iraquí está mejor ahora que antes de nuestra invasión. Es una vergüenza que hayamos dado asilo a tan pocos refugiados. La guerra preventiva opcional del presidente deberá ser juzgada por la historia como un crimen contra un pueblo que no nos había hecho daño."

James G.Whiteley Sr. / Paducah, Ky.

Inbox
(v.edición internacional de TIME del 29 de octubre de 2007).


En septiembre 16 un convoy de la empresa contratista de seguridad Blackwater mató a tiros a 17 civiles en una importante intersección en Bagdad occidental. La empresa alegó que sus hombres estaban respondiendo a un ataque al convoy, pero una investigación del Ministerio del Interior iraquí en la semana del tiroteo declaró que los contratistas habían disparado primero. El incidente desató el furor en E.U., donde fue usado por los críticos de la administración Bush como una prueba más de la mediocre planeación de la guerra de Iraq y las consecuencias de subcontratar demasiadas tareas militares.

Dentro de la embajada de E.U.en Iraq la discusión sobre la conducta de Blackwater se calentó. Historias de guardias de Blackwater arrojándole botellas llenas de agua a los peatones y de disparos indiscriminados de advertencia hicieron que algunos diplomáticos sintieran que sus detalles de seguridad estaban socavando sus esfuerzos para ganarse los corazones y mentes iraquíes. Algunos sienten que el equipo de seguridad diplomática, que es el encargado de supervisar a todos los contratistas que protegen al personal de la embajada, es demasiado cercano a dichos contratistas como para vigilarlos. "Son compañeros de parranda, y se cubren unos a otros", declaró un funcionario de la embajada de E.U.que sirvió recientemente en Bagdad.

Algunos congresistas estadounidenses han propuesto leyes para cerrar los huecos que exentan a los contratistas de cumplir las leyes tanto iraquíes como estadounidenses.

Brian Bennet
(v.pág.31 de la edición internacional de TIME del 29 de octubre de 2007).


Los gastos para las guerras en Iraq y Afganistán durante la próxima década le costarán a cada habitante de E.U. US$ 8,000, según estima un nuevo reporte congresional. "El número es tan grande que confunde a la mente", declaró un demócrata.

Asumiendo que Iraq cuenta por alrededor del 80%, la guerra de Iraq costaría US$ 1"900,000'000,000, incluyendo US$ 564'000,000 de intereses.

(V.USA Today del 24 de octubre de 2007).


Los militares de E.U.han tenido éxito al propinarle un golpe contundente a al Qaeda en Iraq, pero esto sólo ha servido para remarcar "el otro gran problema": el poder de las milicias shiitas.

El embajador Ryan Crocker declaró que la estrategia del "incremento", que consistió en 30,000 soldados adicionales en Iraq, ha reducido significativamente la violencia en Bagdad, en la exfortaleza de al Qaeda en la provincia de Anbar y en otras partes.

"Al Qaeda en Iraq ha demostrado una extraordinaria persistencia, pero es obvio que su capacidad ha sido fuertemente dañada".

Jaish al-Mehdi, también conocido como el Ejército Mahdi, es la temida milicia comandada por Moqtada al-Sadr, clérigo que ordenó un alto al fuego en agosto para reorganizarla, dado que se había dividido en facciones, muchas de las cuales estaban fuera de su control.

"Hemos visto al JAM militante transformarse en JAM Incorporated. Pueden no estarnos disparando ni a los soldados iraquíes, pero están controlando gasolineras, terrenos, comercio y servicios", comentó.

"Eso es un reto mayor para el estado y será un problema difícil de tratar, pero uno que habrá que enfrentar".

(V.Reuters del 25 de octubre de 2007).


George W.Bush ha abdicado su control sobre la misión militar y parece empantanado en el lado político de la ecuación iraquí. El mismo ha reprendido al inepto y no representativo gobierno de al-Maliki, pero parece impotente para influenciar las acciones de ese gobierno. Los muchachos de la cartelera de Bush, el general David Petraeus y el embajador Ryan Crocker, están realizando un excelente trabajo, pero carecen de rango para ejecutar políticas estratégicas regionales. La administración fue tan inepta al tratar con Turquía que su mediador designado, el general Joseph Ralston, recientemente renunció frustrado. El rechazo de Bush a incluir a los iraníes ha dejado el campo libre para que el minizar ruso Vladimir Putin se meta y logre una alianza. La secretaria de Estado está persiguiendo a una quimera israelo-palestina en momentos en que un incremento de presión diplomática estadounidense de alto nivel podría realmente lograr resultados en Iraq.

Joe Klein
(v.pág.20 de la edición internacional de TIME del 5 de noviembre de 2007).


Bush fracasó en el manejo de la guerra de Irak, infundió temor y falló.

Barack Obama, senador demócrata y precandidato a la Presidencia de E.U.
(v.pág.26 del periódico Público del 4 de noviembre de 2007).


Los militares de E.U.anunciaron el martes la muerte de 5 soldados más, convirtiendo a 2007 en el añó más mortífero para las tropas de E.U.a pesar del reciente apaciguamiento, de acuerdo a las cuentas de la Associated Press.

Al menos 852 militares estadounidenses han muerto en Iraq en lo que va del año. La suma anual más alta desde que inició la guerra en 2003.

Unos 850 soldados murieron en 2004, la mayoría en batallas más grandes y convencionales, como la campaña para limpiar Fallujah de militantes sunitas en noviembre y los choques con milicias shiitas en la ciudad santa -para esta secta- de Najaf, en agosto.

(V.Associated Press del 6 de noviembre de 2007).


A un año de los comicios presidenciales en Estados Unidos, la oposición a la guerra de Irak alcanzó el jueves un nuevo récord entre la población estadunidense, según la encuesta divulgada por la cadena CNN. Sólo 31% de esa población apoya hoy la invasión a Irak, frente a 68% opuesto directamente a ella. Otro 63% rechaza eventuales ataques aéreos sobre Irán -donde analistas alertan sobre la variante de que sea el ejército de Israel el encargado de desatar los fuegos, a cuenta del Pentágono-, y 73% rechaza la intervención de tropas terrestres contra la república islámica.

Otro 56%, según CNN, está descontento con los progresos de la "guerra al terrorismo", iniciada a comienzos de 2002 tras los atentados terroristas de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Irene Selser
(v.pág.39 del periódico Público del 9 de noviembre de 2007).


Tenemos miedo de hablar. Aunque tengamos la sociedad más libre del mundo, supuestamente, pienso que muchos estamos temerosos de alzar la voz. Y rebajamos a quien la alza. Se nos dice que no estamos apoyando a las tropas.

Meryl Streep

Si estás contra nosotros, no eres patriota.

Robert Redford
(v.pág.54 de la edición internacional de TIME del 12 de noviembre de 2007).


"George Bush se sirve de la estupidez como estrategia. Un líder estúpido llegará mucho más lejos que uno sabio."

Norman Mailer
(v.pág.46 del periódico Público del 11 de noviembre de 2007).


Los costos económicos de las guerras en Iraq y Afganistán se estiman en un total de US$ 1.6 billones [millones de millones] - más o menos el doble de la cantidad que la Casa Blanca ha solicitado a la fecha, de acuerdo a un nuevo reporte del Comité Económico Conjunto Demócrata en el Congreso.

El reporte intenta ponerle una etiqueta de precio a los 2 conflictos, incluyendo costos "ocultos" como pago de intereses por el dinero pedido prestado para pagar las guerras, inversiones perdidas, el costo a largo plazo de los cuidados de salud para los veteranos heridos y el costo de las desviaciones en el mercado petrolero.

Los US$ 1.6 billones, para el periodo de 2002 a 2008, se traducen en un costo de US$ 20,900 para cada familia de 4 miembros, explica el reporte. La administración Bush ha solicitado US$ 804,000 millones paras ambas guerras combinadas.

Para la guerra de Iraq solamente, el costo total económico se estima en US$ 1.3 billones para el periodo de 2002 a 2008. Eso significaría para cada familia US$ 16,500.

Los costos ecopnómicos futuros serán todavía mayores. El reporte estima que ambas guerras costarán US$ 3.5 billones entre 2003 y 2017. Bajo este escenario, le costarían a cada familia US$ 46,400.

Los precios del petróleo han aumentado desde el inicio de la guerra, de alrededor de US$ 37 por barril a más de US$ 90 en las semanas recientes. "Los efectos consistentes desde la guerra han afectado a los precios del petróleo", aunque la guerra de Iraq no es responsable de todo el incremento de precios petroleros, explica el reporte.

El reporte estima que los altos precios del petróleo han golpeado el bolsillo de los consumidores estadounidenses, transfiriendo "aproximadamente US$ 124,000 millones de los consumidores a los productores [de petróleo]" desde 2003 hasta 2008.

Al mismo tiempo, "la suma de intereses pagados por deudas relacionadas con Iraq desde 2003 hasta 2017 totalizarán US$ 550,000 millones". El gobierno debe pagar intereses por el dinero que pide prestado para financiar la deuda nacional, la cual llegó recientemente a US$ 9 billones por primera vez.

(V.Associated Press del 13 de noviembre de 2007).


Creo que la gente necesita calcular las consecuencias adversas para nuestros amigos y aliados en la región si nos retiráramos precipitadamente de Iraq.

John Bolton, exembajador estadounidense en la ONU
(v.pág.4 de la edición internacional de TIME del 26 de noviembre de 2007).


El exsecretario de Prensa de la Casa Blanca, Scott McClellan, culpa al presidente Bush y al vicepresidente Dick Cheney de hacer esfuerzos para engañar al público acerca del rol de funcionarios de la Casa Blanca en la revelación de la identidad de una agente de la CIA.

En un extracto de su próximo libro What Happened, McClellan recuerda la conferencia de prensa en 2003 donde declaró a los reporteros que los funcionarios Karl Rove y I. Lewis "Scooter" Libby "no estaban involucrados" en la fuga de información relacionada con la agente Valerie Plame.

"Existe un problema. Esto no era verdad", escribe McClellan, de acuerdo a un breve extracto dado a conocer el martes. "Sin saberlo pasé información falsa. Y cinco de los funcionarios de más alto rango en la administración influyeron para que lo hiciera: Rove, Libby, el vicepresidente, el jefe de staff del presidente y el presidente mismo".

El jefe de staff del presidente en ese tiempo era Andrew Card.

(V.Associated Press del 21 de noviembre de 2007).


En apoyo a una ley que terminaría con las operaciones de combate en Iraq para el 15 de diciembre de 2008, el teniente general retirado del Ejército Ricardo Sanchez declara que la mayoría de las tropas deberían regresar a casa para esas fechas, porque los iraquíes han fallado "en tomar las duras decisiones necesarias para traer la paz a su país".

(V.Associated Press del 22 de noviembre de 2007).


A 6 años de iniciada la cruzada antiterrorista del presidente George W.Bush para garantizar la seguridad de EU, un par de reconocidos juristas, los profesores David Cole y Jules Lobel, han publicado un libro: Less Safe, Less Free: Why America is Losing the War on Terror.

El libro evidencia cómo se está perdiendo la guerra contra el terrorismo y por qué nadie en EU ni en el resto del mundo vive hoy más seguro.

Inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el presidente Bush plantea la lucha contra el terrorismo desde 2 planos simultáneos. Uno exige el reforzamiento de la seguridad interna y el otro demanda una respuesta militar ejemplarizante.

Al fiscal general del estado John Ashcroft le ordena redactar proyectos de ley, ordenanzas y normas que aseguren "que algo como esto no vuelva a suceder". Mientras que en la oficina de la Vicepresidencia y en el Pentágono se gestan los planes para invadir Afganistán e Iraq.

Como la humillación, el dolor y la sorpresa del ataque terrorista, así como las peculiares características apátridas del enemigo, demandaban una respuesta rápida y contundente, 45 días después del atentado, el presidente firmaba la llamada Ley Patriota, que expandía las atribuciones de las autoridades para combatir el terrorismo en EU y en el mundo.

Y si bien la nueva ley transgredía peligrosamente los dominios de las libertades civiles al extender la autorización para el espionaje: telefónico, electrónico y de hábitos como el de la lectura; de expedientes médicos, financieros y de otros tipos, mientras concedía a los agentes de la ley y de inmigración facultades extraordinarias para detener y deportar a inmigrantes considerados sospechosos de "terrorismo", para la mayoría de los estadounidenses, el fin justificaba los medios.

Las violaciones a los derechos civiles se dispensaban en aras de una mayor seguridad nacional.

8 meses después, hablando ante los cadetes de West Point, el presidente subrayaba la insuficiencia de las doctrinas de disuasión y contención utilizadas durante la Guerra Fría como mecanismo de defensa, y anunciaba la adopción del principio de la guerra preventiva para "defender nuestra libertad y nuestras vidas". La Doctrina Bush se estrenaría el 20 de marzo de 2003, con la invasión a Iraq.

A más de 4 años de distancia, Cole y Lobel se plantean las preguntas que el mundo entero está pensando y en sus respuestas nos revelan los escalofriantes datos de sus investigaciones.

Mientras que en el 2001 hubo 1,732 ataques terroristas en el mundo, hasta 2006, suman 6,659; de 16 ataques insurgentes en Iraq hasta julio de 2003, entre mayo y julio de 2007 hubo 161.

De las 262 personas que en 2006 el Departamento de Justicia acusó de ser terroristas o de tener vínculos con terroristas sólo 2 han sido halladas culpables.

De los más de 5,000 extranjeros detenidos en Estados Unidos entre 2001 y 2003, ninguno de ellos ha podido ser convicto.
De los más de 80,000 extranjeros obligados a registrarse por ser considerados sospechosos, ni uno solo de ellos ha sido convicto por terrorismo o por tener vínculos con organizaciones terroristas.

De los más de 500 extranjeros deportados por su presunta vinculación con los atentados del 11/9, a ninguno se le ha probado nada.

De 775 detenidos en Guantánamo, a ninguno se le ha hecho juicio y nadie ha sido convicto de algún crimen.

Desde el 11/9 a la fecha no se ha detectado una sola célula de Al-Qaeda en territorio de EU.

Entre 2003 y 2007 el presupuesto aprobado para la guerra en Iraq asciende a 413,000 millones de dólares y el asignado a seguridad interna a 236,700 millones dólares.

Hasta el 16 de noviembre, 3,867 soldados norteamericanos han muerto en Iraq y se calcula que el número de civiles iraquíes muertos oscila entre 77,000 y 84,000.

No es de sorprender que los datos de Cole y Lobel coincidan con las percepciones del centenar de expertos en política exterior, republicanos y demócratas, ex secretarios de estado, ex funcionarios de la Casa Blanca, militares y académicos consultados por la revista Foreign Policy.

9 de cada 10 opinan que hoy el mundo es más peligroso, que la estrategia de seguridad nacional se ha deteriorado y que el estado de la guerra en Iraq es alarmante. 8 de cada 10 espera un nuevo ataque a EU semejante al del 11/9.

Dicho de otra forma, contrario a lo que dice el Presidente, hoy el mundo es más inseguro y los estadounidenses son cada día menos libres.

Sergio Muñoz Bata
(v.pág.15 del periódico Mural del 22 de noviembre de 2007).


Míster Bush es una persona realmente estúpida. La punta del iceberg que representa a millones y millones de personas. El problema es la gente americana.

Somos menos del 6% de la población mundial, pero consumimos el 25% de los recursos del planeta. Y así le gusta a la gente, [por esa razón] no hay oposición al sistema que nos rigió y nos sigue rigiendo. A los estadunidenses les gustan las guerras falsas. Bush ama la guerra, todo mundo lo sabe, excepto Estados Unidos. Es un hombre peligroso, no tengo respeto por él.

Morris Berman, escritor estadunidense
(v.pág.14 del suplemento "FILias" del periódico Público del 25 de noviembre de 2007).


El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, líder de los anglicanos en todo el mundo, lanzó un ataque a los Estados Unidos diciendo que ha perdido su alta estatura moral desde los ataques de septiembre 11 de 2001.

(V.Reuters del 25 de noviembre de 2007).


"Este problema iraní fue ocasionado por la invasión estadounidense a Iraq. Con ella los E.U. eliminaron al mayor enemigo de Irán y desestabilizaron la región, dejándole a Irán las manos libres para ocasionar problemas en el Medio Oriente. Creo que Arnold J.Toynbee advirtió que al amenazar a un pueblo, se ocasiona que éste se una y se fortalezca."

Cornelis Vrolijk / La Haya

"Si salimos de Iraq el año próximo, habrá una guerra civil. Si dejamos Iraq dentro de 4 años, habrá una guerra civil. La diferencia será el número de soldados estadounidenses que morirán posponiendo lo inevitable. Nada cambiará la enemistad que existe entre los grupos étnicos de Iraq. Quedarse en Iraq no resultará en algo que valga vidas estadounidenses. Necesitamos enfrentar la realidad y separanos de Iraq. Más importante: necesitamos volver nuestra atención hacia al-Qaeda y combatir al terrorismo, nuestro verdadero enemigo."

Joseph A.Rihn Jr. / Lititz, Pa.

"Parece que ahora ha quedado establecido que la aventura iraquí -incluyendo el incremento- ha sido un desastre para los E.U. No se ha ganado nada tangible para los estadounidenses ni para el pueblo iraquí, salvo deshacerse del tirano Saddam Hussein. El objetivo de forzar la democracia en la sociedad iraquí dividida en facciones no parece que vaya a tener éxito. Con el beneficio de mirar hacia atrás, podemos ver que la invasión de E.U.a Iraq fue un error táctico y que la pérdida de vidas y recursos estadounidenses ha sido en vano. Sería sabio de parte de los E.U.poner un alto a sus pérdidas en vez de sentarse sobre un falso orgullo y hundirse más profundamente en esta pesadilla."

Ajit P.Singh / Ludhiana, India

Inbox
(v.edición internacional de TIME del 3 de diciembre de 2007).


La debilidad actual de la administración estadounidense es no prestar suficiente atención a la historia. Hay una actitud, incluso en las universidades, que considera a la historia como algo remoto e inútil.

Umberto Eco, filósofo italiano
(v.pág.4 de la edición internacional de TIME del 10 de diciembre de 2007).


El general James T.Conway, comanadante del Cuerpo de Marines, declaró el miércoles que el Secretario de Defensa Robert Gates ha rechazado su propuesta de cambiar fuerzas de marines a Afganistán, reflejando en parte la preocupación de la administración Bush de que los recientes avances en seguridad en Iraq sean frágiles y reversibles.

(V.Associated Press del 5 de diciembre de 2007).


Aquellos en la administración Bush que parecían inclinados a forzar una confrontación militar con Teherán en algún momento del año que viene, se enfrentan ahora a mayores dificultades para defender su caso, luego del informe de las 16 agencias de inteligencia de Estados Unidos el cual minimiza el peligro nuclear de Irán. Así, la "guerra contra el tercer mundo" de George W.Bush está fuera de la agenda, al menos por ahora.

Este cambio sorpresa de opinión en el pensamiento estadunidense oficial, representado en el Estimado Nacional de Inteligencia (NIE por sus siglas en inglés), desclasificado por la CIA, también ha abierto una rara oportunidad para el diálogo sustantivo con Teherán que se extienda más allá de las conversaciones limitadas de este año sobre la seguridad iraquí.

A un nivel puramente personal, existen pocos motivos para creer que el famosamente terco Bush y su guerrero vicepresidente, Dick Cheney, admitirán de pronto que estaban equivocados, se traguen su enemistad y sean amables con Teherán. Resumiendo su enfoque, Hadley dijo que el NIE "confirma que teníamos razones para estar preocupados de que Irán busque desarrollar armas nucleares. A la vez, nos dice que hemos hecho algunos avances en el intento por asegurar que eso no suceda. Pero también que el riesgo de que Irán adquiera un arma nuclear sigue siendo un problema muy serio".

Un Israel ofendido, que cree que está en la mira de Irán, ciertamente tiene la segunda de las anteriores ideas. El 3 de diciembre, el ministro de Defensa, Ehud Barak, rechazó rotundamente el informe: "Es aparentemente cierto que en 2003 Irán dejó de perseguir su programa nuclear militar por un tiempo. Pero para nosotros, desde entonces aparentemente ha continuado con ese programa".

La decisión de hacer público el informe parece un caso de alta política de Washington -un golpe preventivo en contra de la Casa Blanca llevado a cabo por las agencias de inteligencia y los jefes militares que están determinados a no ser engañados, como lo fueron antes de la guerra en Irak, para producir inteligencia que se ajustara a una política preordenada. Que la CIA y otros se hayan sentido capaces de actuar así sirve de vara para medir la debilidad de Bush y de su propio enojo por la debacle de las armas de destrucción masiva de Irak. Pero, los espías admiten que aún no están seguros de las intenciones de Irán.

La ironía de esto es que habiéndose equivocado tanto sobre Irak, una comunidad de inteligencia escarmentada, pecando por el lado de la precaución, también podría equivocarse sobre Irán.

Simon Tisdall
(v.pág.40 del periódico Público del 7 de diciembre de 2007).


Bush reconoció haber escuchado en agosto que un nuevo análisis de inteligencia acerca del programa de bombas nucleares de Irán era inminente, pero -y aquí viene lo raro- no se molestó en preguntarle al Director Nacional de Inteligencia, Mike McConnell, qué pudiera contener. "Si eso es verdad", opinó el senador Joe Biden, "entonces éste es... uno de los presidentes más incompetentes en la historia moderna de los Estados Unidos".

La verdad acerca de Irán parece haber acabado con los últimos rastros de credibilidad de la brigada de la bomba-iraní en la Casa Blanca -especialmente la del vicepresidente Dick Cheney, quien ha estado confusa y altaneramente a favor de la guerra.

Al principio el neoconservador de abolengo Norman Podhoretz insistió: "La comunidad de inteligencia, que desde hace algunos años ha estado filtrando material calculado para debilitar a George W.Bush, está haciéndolo de nuevo. Esta vez el propósito es acabar con la posibilidad de que el presidente pueda ordenar ataques aéreos a las intalaciones nucleares iraníes". Pronto, incluso Podhoretz estaba en retirada.

Hace casi un año exacto, después de despedir a Donald Rumsfeld, el presidente se reunió con el Estado Mayor Conjunto y le preguntó a los jefes acerca de un ataque a Irán. Se le dijo que una campaña de bombardeo podría dañar severamente las instalaciones militares y nucleares de Irán, pero los jefes expresaron oponerse a tal golpe por el probable "contragolpe". Los iraníes, se le explicó a Bush, podrían hacerle la vida muy difícil a las tropas en el terreno iraquí. Podrían cerrar el Estrecho de Hormuz, creando con ello una crisis económica global. Y también podrían utilizar la amenaza de ataques terroristas apoyados por Irán dentro de Estados Unidos.

Tal parece que el presidente se esforzó poco para buscar cómo su administración podía sacar provecho de la chocante honestidad del reporte de inteligencia para conseguir una ventaja en sus tratos con Irán. "Podía heberle dicho a los iraníes: 'Este documento muestra que no estamos precipitándonos hacia la guerra. No estamos tratando de atraparlos'", comentó Kenneth Pollack, miembro del staff del Consejo de Seguridad Nacional durante la administración Clinton y autor de The Persian Puzzle. "'Pero nosotros -y el resto del mundo- estamos muy preocupados por su programa de enriquecimiento de uranio, así que sentémonos y hablemos acerca de él'".

El NIE representa otra promisoria oportunidad perdida. Imagínese si el presidente hubiera dicho: "Este reporte significa que no queremos la guerra. Queremos hablar, y todo -incluyendo el levantamiento de las sanciones económicas y nuestro reconocimiento de que ustedes son una potencia regional mayor- está en la mesa siempre que ustedes también pongan todo en ella. Eso significa no sólo su programa de enriquecimiento de uranio, sino también su apoyo a organizaciones terroristas". ¿Cómo podría Irán haberse negado a ello?

Pero esto hubiera requerido a algún otro presidente. Este presidente parece carecer del deseo, creatividad y paciencia para comprometerse en la más importante diplomacia que una nación puede enfrentar -con sus enemigos- sobre asuntos que pudieran significar la diferencia entre la guerra y la paz.

Joe Klein
(v.pág.22 de la revista TIME del 17 de diciembre de 2007).


Un millón de dólares se incrementa la deuda nacional de Estados Unidos cada minuto. 9.13 billones (millones de millones) de dólares es el valor de la deuda -US$ 30,000 por cada habitantes de los E.U.-; era de 5.7 trillones de dólares cuando el presidente George W.Bush asumió el cargo.

(V."Numbers" en la pág.16 de la revista TIME del 17 de diciembre de 2007).


A pesar de toda la retórica opositora, el Congreso de Estados Unidos -dominado por el partido demócrata en ambas cámaras- aprobó ayer recursos por más de 70,000 millones de dólares para las operaciones militares en Iraq y Afganistán en 2008.

"Este es un cheque en blanco. Los nuevos fondos representan un retroceso muy grande. Es un respaldo a la política de George Bush de una guerra interminable", lamentó Jim McGovern, representante demócrata de Massachusetts.

El objetivo original demócrata era usar la aprobación del presupuesto para forzar un cambio en la política de Bush para Iraq. Principalmente, buscaban fijar una fecha para el retiro de las tropas.

"Los estadounidenses tienen razón de sentirse frustrados porque no se hizo más para poner fin de manera razonable a la guerra en Iraq", dijo Harry Reid, jefe de los demócratas.

Sin embargo, fueron doblegados por el presidente y su partido, que estaban conscientes que los demócratas no podían frenar por mucho tiempo los recursos para las tropas desplegadas en el terreno.

El costo político de no mostrar apoyo para el ejército en tiempos de guerra, sería muy alto.

(V.pág.12 del periódico Mural del 20 de diciembre de 2007).


"Nadie dice nada acerca de dar vuelta a una esquina, ver luces al final de túneles, alguna de esas frases", declaró el general David Petraeus a periodistas el 6 de diciembre. "Nadie en uniforme está haciendo danzas de la victoria en la zona final".

Las palabras de Petraeus pueden haber estado dirigidas a Washington, donde algunos funcionarios de la administración han estado cacareando acerca del éxito de la estrategia de incremento militar. Los iraquíes viviendo en el exilio no necesitan que les digan que es muy pronto para celebrar.

El parlamento iraquí ha hecho pocos progresos en legislación crítica en más de un año. En parte debido a la masiva corrupción gubernamental, mejoras en servicios básicos como electricidad, agua potable y energéticos han quedado resagadas en comparación con las ganancias en seguridad. Bagdad tiene un promedio de 8 horas de electricidad diarias, aproximadamente la mitad que antes de la guerra.

Los militares estadounidenses han reclutado a miles de insurgentes sunitas para que se unan a la lucha contra los grupos yihadistas como al-Qaeda, pero las milicias shiitas responsables de la carnicería sectaria del pasado año permanencen casi intocadas. Los militantes sunitas están preocupados de que cuando las tropas de E.U.se retiren, las milicias shiitas reiniciarán sus pogroms.

Muchos califican al gobierno de al-Maliki como un títere de Irán -tan repugnante como al-Qaeda, si no es que más. En algunos vecindarios sunitas, exinsurgentes que patruyan las calles junto con tropas de E.U. consideran a las tropas iraquíes como el enemigo. Cuando los estadounidenses se marchen, esperan tener que luchar contras las fuerzas del gobierno.

Transparencia Internacional, que monitorea la corrupción en todo el mundo, recientemente calificó a Iraq como el tercer país más corrupto del mundo, adelante sólo de Burma y Somalia. Este verano el funcionario más alto anticorrupción buscó asilo en los E.U.por temor a ser asesinado; 31 de sus empleados han sido muertos en los pasados 3 años. Antes de dejar Iraq, el juez Radhi Hamza al-Radhi estimó que US$ 18,000 millones de dinero del gobierno habían desaparecido desde 2004. En octubre declaró a una audiencia congresional en Washington que la corrupción ha afectado "virtualmente a cada agencia y ministerio, incluyendo a algunos de los más poderosos funcionarios en Iraq". Mucho del dinero faltante estaba destinado a proyectos de infraestructura y a la mejora de los servicios básicos.

Funcionarios de E.U.pasan mucho tiempo coaccionando y halagando al liderazgo iraquí para que muestren algo de estadistas. En el parlamento los altercados sectarios y étnicos se confunden con diálogo político. Para estas fechas, hace un año, oficiales estadounidenses estaban presionando a políticos iraquíes para que dejaran de lado sus diferencias y pasaran algunas piezas cruciales de legislación -entre ellas un acuerdo para compartir los ingresos petroleros, un referéndum sobre el estatus de la rica ciudad petrolera norteña de Kirkuk y una ley que permitiera a miembros del partido Baath de Saddam Hussein regresar a trabajar en el gobierno. La administración Bush ha abandonado desde entonces muchas de esas metas, enfocándose en otras menos ambiguas, como que el parlamento pase el presupuesto anual y trabaje en lo general hacia la reconciliación nacional. La preocupación ahora es que si batallas políticas clave tienen lugar después de que los estadounidenses hayan retirado sus fuerzas, puedan extenderse a las calles en una confrontación entre milicias guerreras.

Bobby Ghosh
(v.pág.30 de la revista TIME del 24 de diciembre de 2007).


La Oficina de Contabilidad del Gobierno reveló en julio que aproximadamente el 30% de todas las armas que E.U.tenía destinadas para las fuerzas de seguridad iraquíes han desaparecido.

El descubrimiento de que soldados estadounidenses son sospechosos de ventas ilegales de armas en Iraq pudiera ser otro ejemplo, como dejar sin vigilancia los depósitos de armas, de cómo las acciones estadounidenses han puesto armas en las manos de los insurgentes antiestadounidenses. "[El problema] se origina en no haber contado con suficientes tropas", declaró un auxiliar del Congreso.

(V.pág.28 de la revista TIME del 31 de diciembre de 2007 - 7 de enero de 2008).


Muchos de los colegas de Petraeus en el Pentágono todavía se oponen a lo que está haciendo en Iraq. Creen que demasiadas tropas de EU y demasiado equipo están involucrados en una lucha cuyo resultado probablemente será inútil. Los líderes políticos iraquíes continúan recalcitrantes y su gobierno un revoltijo disfuncional. Las verdaderas lealtades de las fuerzas de seguridad iraquíes siguen en duda. Mucho del público estadounidense está cansado de la guerra, aunque la tolerancia por ésta parece estar subiendo en algunas encuestas al mismo tiempo que se abate la violencia en Iraq.

Los progresos incompletos que ha conseguido son resultado en partes iguales de la suerte y la habilidad. La revuelta tribal sunita contra la violenta opresión de los extremistas salafistas (principalmente al-Qaeda en Iraq) ya estaba encaminada cuando Petraeus llegó. Pero fue lo suficientemente listo para promoverla y fondear el Despertar de Anbar, a pesar de que el gobierno central iraquí dominado por shiitas se oponía. La pacificación de Anbar, la provincia más violenta en 2006, ha sido el éxito señalado de 2007.

La limpieza étnica en Bagdad ha limitado la lucha entre sectas.

De hecho, el general ha sido muy precavido en sus afirmaciones sobre la guerra, declarando repetidamente, para desmayo de muchos hacones, que "la victoria militar es imposible".

Joe Klein
(v.pág.80 de la revista TIME del 31 de diciembre de 2007 - 7 de enero de 2008).


"La última revelación sobre el desarrollo de la bomba nuclear iraní me ha llevado a la conclución de que la administración Bush/Cheney se cree tan lista, que no necesita inteligencia."

R.Bruce Erwin / Cadiz, Kentucky

"Tomará generaciones recuperarse del daño inflingido a nuestra nación por el fiasco que la Suprema Corte puso en la Oficina Oval."

Nicholas Zizelis / Nueva York

Inbox
(v.edición internacional de TIME del 14 de enero de 2008).


Escribí mi libro Memo to the President Elect para el próximo presidente, porque va a tener que hacer un trabajo muy duro. La reputación de Estados Unidos es la peor que haya tenido. Esta presidencia ha hecho una gran cantidad de daño, y estoy muy contenta de que ya vaya a terminar.

Madeleine Albright, exsecretaria de Estado
(v.pág.15 de la edición internacional de TIME del 21 de enero de 2008).


El ministro de defensa de Iraq ahora dice que las tropas estadounidenses serán necesarias hasta 2018.

(V.pág.7 de la edición internacional de TIME del 28 de enero de 2008).


A pesar de denunciar la influencia iraní en el nuevo Iraq, la administración ha gastado miles de millones impulsando a un gobierno iraquí cuyo líder toma muchas de sus iniciativas de Tehrán. Las amenazas de una posible acción militar estadounidense contra Irán han dado al presidente Mahmoud Ahmadinejad una excusa, ayudándolo a mantenerse en el poder al promover la solidaridad nacionalista. Las remociones de Saddam Hussein y del Talibán, combinadas con la disminución de la influencia militar de E.U.en la región, han creado un vacío que Irán está aprovechando para extender su influencia.

La última estrategia de Bush implica tratar de contener a Irán armando a contrapesos sunitas en la región, como Arabia Saudita y otros estados del golfo. Tal estrategia está fundada en el mantra de la guerra fría de que incluso si un régimen era un "hijo de puta", debería seguir siendo apoyado mientras fuera "nuestro hijo de puta". Esto no funciona. Washington apoyó tanto a Osama bin Laden como a Saddam en los 1980s basado precisamente en esta lógica, pero después del 9/11, Bush mismo reconoció que mimar a los enemigos de los enemigos de E.U.no los convertía en amigos, en vez de ello había ayudado a esparcir más extremismo. Y hoy los gobiernos árabes ya no pueden comprarse por un único ofertante. Evitando una asociación muy estrecha con Washington, ellos juegan con Rusia, China, India y otros que compiten por su afecto.

Una nueva política hacia Irán debería empezar con la premisa de que cualquier país que esté detrás de un problema puede también estar detrás de una solución. Ningún aspecto del enredo iraquí puede resolverse sin la participación de Irán. Washington tiene una mejor oportunidad de modificar la influencia de Irán en Iraq -y en Afganistán, los territorios palestinos y el Líbano- que de detenerla súbitamente.

Samantha Power
(v.pág.27 de la edición internacional de TIME del 28 de enero de 2008).


La guerra en Irak sólo ha envalentonado a Al Qaeda y ha tenido un impacto negativo en el combate al terrorismo, en la economía y en la política exterior de EE.UU., según un informe divulgado hoy por la Red de Seguridad Nacional.

El informe fue elaborado por un grupo de expertos en materia de seguridad nacional con afinidades al Partido Demócrata, y se apoya tanto en datos oficiales como en artículos de prensa para detallar lo que considera como un fracaso de la política exterior de Bush en Irak.

Entre otras quejas, el informe señala que la guerra en Irak, donde han muerto ya más de 3,900 soldados estadounidenses, le ha costado a los contribuyentes en EE.UU. más de un billón de dólares, sin una mejora previsible en el país árabe.

El grupo de expertos también asegura que la guerra en Irak ha dejado a Estados Unidos "sin una brújula estratégica" en sitios como Afganistán, Pakistán, América Latina y Africa.

(V.Agencia Efe el 24 de enero de 2008).


Bush se despide sin haber logrado las metas fundamentales de su presidencia antes y después del 11 de septiembre de 2001. Pre 11 de septiembre, Bush había prometido que conseguiría una reforma migratoria integral, que uniría a su país luego de la polarizante elección del año 2000 y que continuaría con el crecimiento económico heredado de Bill Clinton. Post 11 de septiembre, Bush prometió hacer de su país y del mundo un lugar más seguro, capturar a Osama bin Laden y terminar con Al Qaeda.

Por más que se rasque, Bush no pudo cumplir sus metas. El indudable liderazgo que consiguió para sí y para su país tras los atentados de 2001, se evaporó rápidamente. La invasión ilegal de Iraq terminó con el apoyo y la solidaridad internacional a Estados Unidos tras los ataques a Nueva York y Washington. Sin más, a diferencia de Bill Clinton y de otros ex presidentes estadounidenses, en su último discurso Bush no tuvo un legado que presumir, sino mucho que lamentar.

Hoy la única noticia buena sobre el discurso del Estado de la Unión es que fue el último pronunciado por Bush y que a éste le quedan poco más de 350 días en la Casa Blanca. La mala noticia es que realmente no importa tanto si la próxima persona que pronuncie ese discurso es del Partido Demócrata o del Republicano. Lo cierto es que quien llegue a la presidencia el año próximo tendrá realmente poco margen para enderezar el rumbo y poner un rápido orden al desastre de los 8 años de Bush.

Genaro Lozano
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 30 de enero de 2008).


Una petición con más de 436 firmas, o el 5% de los votantes requeridos para que fuera considerada, fue submitida el jueves en Brattleboro, Vermont, y aparecerá en las boletas de una votación que se llevará a cabo en la población el 4 de marzo.

La petición dice: "¿Debe el concejo dar instrucciones al procurador de la ciudad para que genere órdenes contra el presidente Bush y el vicepresidente Cheney por crímenes contra la Constitución, y publique esas órdenes para su consideración por otras autoridades, y debe ser la ley del pueblo de Brattleboro que la Policía de Brattleboro, persiga las órdenes arriba mencionadas, arreste y detenga a George Bush y Richard Cheney en Brattleboro si ellos no son debidamente enjuiciados, y los persiga o extradite a otras autoridades que pudieran tener una causa razonable para perseguirlos?"

(V.Associated Press del 30 de enero de 2008).


Obama habló contra la guerra antes de que empezara. Cuando llegó al Senado, Obama tuvo que tratar con la fea realidad sobre el terreno: E.U.tenía tropas allí; allí era el caos. El procedió a votar exactamente como otros senadores que se habían opuesto a la guerra: en favor de fondear a las tropas, con la esperanza de que progresaran. Al metastasiarse Iraq en una guerra civil, comenzó a votar por una retirada responsable.

Joe Klein
(v.pág.19 de la revista TIME del 11 de febrero de 2008).


Un año y 937 defunciones estadounidenses después, el incremento de tropas es un frágil y limitado éxito, una operación que ha ayudado a estabilizar la capital y sus alrededores pero que tiene pendiente encender las ganancias políticas que pudieran establecer las condiciones para una retirada mayor de E.U.

Petraeus y Odierno son rápidos para listar lo que no está funcionando bien. Las fuerzas de seguridad iraquíes son incapaces de montar operaciones sin el apoyo logístico de las fuerzas de E.U. Al-Qaeda en Iraq está en retirada, pero no ha sido eliminado, y todavía goza de rienda libre en algunas partes del país. Asesinatos, amenazas de muerte y secuestros son todavía algo usual; más de 100,000 piezas de concreto formando barreras anti carros-bomba serpentean alrededor de los barrios de Bagdad. Incluso Petraeus califica los progresos hacia la reconciliación política como "tenues". El mayor bloque sunita en el parlamento lo abandonó en agosto. En enero, el parlamento pasó una medida que haría extensiva a los exbaathistas y partidarios de Saddam la eligibilidad para servir en el nuevo gobierno, el cual es mayormente controlado por shiitas. El movimiento fue largamente pospuesto, y nadie sabe si la medida será alguna vez implementada.

"El mayor problema sigue siendo que se tiene un gobierno que es disfuncional y desorganizado, y eso es siendo benévolo", explica el representante Tom Cole, quien ha estado en Iraq 7 veces. Cole cree que la única cosa que forzaría a las diferentes facciones iraquíes a trabajar juntas es la amenaza de una retirada de E.U. -algo que el Grupo de Estudio de Iraq propuso hace más de un año.

El resultado final en Iraq está fuera de las manos de Petraeus y de los militares estadounidenses.

Michael Duffy y Mark Kukis
(v.pág.22 de la revista TIME del 11 de febrero de 2008).


En Iraq nunca tuvimos tropas suficientes para controlar el país.

John McCain, precandidato republicano a la Presidencia de EU
(v.pág.18-A del periódico El Informador del 18 de febrero de 2008).


El cantante neoyorquino Lenny Kravitz declaró que Estados Unidos "necesita un cambio drástico después de la era Bush". Calificó al presidente estadounidense como "uno de los peores de la Historia".

(V.pág.3-E del periódico El Informador del 27 de febrero de 2008).


El movimiento islámico talibán controla 10% del territorio de Afganistán, el gobierno del presidente Hamid Kazai maneja menos de un tercio y el resto del país está bajo control local, afirmó Michael McConnell, director de inteligencia de EU, al testificar ante la comisión de las Fuerzas Armadas del Congreso.

(V.pág.40 del periódico Público del 29 de febrero de 2008).


"Posiblemente la razón más importante de que la violencia en Iraq disminuyera sean los millones de refugiados iraquíes que han abandonado vecindarios escapando de la limpieza sectaria. Mucha de la violencia sectaria se ha detenido simplemente porque en muchos vecindarios iraquíes no queda ningún enemigo para matarlo."

Jim Bettag / De Soto, Mo.

Inbox
(v.edición internacional de TIME del 3 de marzo de 2008).


"Todo lo que los Estados Unidos han apoyado es ahora radioactivo, especialmente la democracia", comentó Rami Khouri, un periodista libanés. La administración ha presionado por elecciones en lugares tales como los territorios palestinos, donde los componentes esenciales de la democracia -una prensa libre, una economía libre, un estado de derecho- no existían. Los partidos religiosos ganaron, o ganaron impulso, en la mayoría de esas elecciones, y los E.U. dieron marcha atrás, rechazando aceptar la victoria de Hamas en los territorios palestinos, volviendo a abrazar a autócratas como Hosni Mubarak en Egipto. "Nuestros reformadores demócratas indígenas", agregó Khouri, "están en retirada en toda la región".

"Obama y Hyllary Clinton no pueden hablar en serio acerca de salir de Iraq en 12 a 16 meses", me dijo un bien informado jordano. "Si ustedes hacen eso, habrá caos. Los turcos atacarán por el norte. Los iraníes se apoderarán del sur". Señalé que lo mismo puede resultar si nos vamos dentro de 10... o 100 años, como John McCain a sugerido desafiantemente. "Sí, ustedes nos han creado un problemón", dijo, con no mucho conocimiento; el problema fue creado hace 90 años por los europeos que dibujaron líneas a lo tonto sobre un mapa que escasamente entendían. La irresponsable invasión de Bush ha arrojado una granada de mano sobre un castillo de cartas -y ahora está ahí el descubrimiento aturdiente de que sólo un cansado ejército de E.U. detiene una sangrienta revisión de fronteras.

En una encuesta sobre la actitud del público estadounidense, presentada por Steven Kull, de WorldPublicOpinion.org, la guerra en Iraq fue impopular, claro, y el 63% de los encuestados creen que el perentorio militarismo de Bush ha vuelto a los Estados Unidos menos seguros; 75% desearon que se trabajara para mejorar las relaciones con Irán a través de la diplomacia en vez de con amenazas.

Joe Klein
(v.pág.13 de la revista TIME del 3 de marzo de 2008).


Bush ha hecho tambalear la idea central de los Estados Unidos sobre sí mismos y la idea de la mayoría del mundo sobre los Estados Unidos. No podrá ser perdonado ni tampoco olvidado por ello.

Bob Geldof
(v.pág.22 de la revista TIME del 3 de marzo de 2008)


Hace 6 años no había terroristas en nuestra región. Tan pronto como otros comenzaron a llegar a este país [Iraq] y a la región, atestiguamos la presencia de los extremistas.

Mahmud Ahmadinejad, presidente de Irán
(v.pág.21-A del periódico El Informador del 3 de marzo de 2008).


A fines de este verano, 32,000 soldados estadounidenses estarán programados para estar en Afganistán, la cantidad más alta en 6 años de combate.

Aunque la administración Bush insiste en que las cosas están mejorando en Afganistán, los bombarderos suicidas y las bajas estadounidenses están aumentando. Y el Talibán acaba de amenazar a las empresas afganas de telefonía celular con atacarlas a menos que se apaguen durante las noches para que los insurgentes que carguen un teléfono celular no puedan ser rastreados electrónicamente.

El cambio de la administración Bush en cuanto a la fuerza de las tropas hace eco a lo que muchos demócratas han estado pidiendo desde el inicio de la guerra de Iraq. "Estamos pagando un precio terrible por desviar nuestras fuerzas y recursos a Iraq en vez de a Afganistán", declaró el senador Joseph Biden, presidente de el Comité de Relaciones Exteriores. Y podría empeorar: si la insurgencia talibán prevalece, el general retirado Anthony Zinni y otros temen que Pakistán, el vecino con armas nucleares de Afganistán, pudiera sumirse en el caos y la misma OTAN podría colapsarse.

Mark Thompson
(v.pág.10 de la revista TIME del 10 de marzo de 2008)


Estados Unidos ha puesto en riesgo mortal sus propios valores de libertad civil, mientras impone su propia idea de libertad a otros que pueden no desearla.

Bob Geldof
(v.pág.25 de la revista TIME del 10 de marzo de 2008)


La ciudad norteña iraquí de Rabiya, de 1.8 millones de habitantes, se creía pacificada desde 2003, cuando la 101 División Aerotransportada, bajo el entonces mayor general David Petraeus, llevó a cabo una estrategia de contrainsurgencia que muchos analistas militares calificaron como el modelo a seguir en el resto de Iraq. Pero los éxitos de Petraeus desaparecieron casi totalmente cuando la 101 Aerotransportada dejó la ciudad a principios de 2004; la policía de Mosul, entrenada por los E.U., colapsó y los insurgentes entraban y salían de la ciudad mientras mantenían batallas en otros lugares, tales como Ramadi, Samarra, Baqubah y Bagdad. Ahora, como máximo comandante en Iraq, Petraeus se ha pasado el año anterior luchando contra la insurgencia en esas áreas, llevando a muchos militantes a reunirse nuevamente en Mosul.

Para muchos soldados estadounidenses, Iraq es ahora un lugar muy familiar. Aunque la seguridad ha mejorado en algunas partes del país, las ganancias continúan siendo frágiles.

La ineptitud de la policía a contribuido a deshacer los éxitos estadounidenses de 2004, y hay pocos signos aún de que la policía sea capaz de quitarle las calles a los insurgentes.

En gran parte de Iraq, los estadounidenses continúan siendo los únicos garantes creíbles de la seguridad.

Mark Kukis
(v.pág.36 de la revista TIME del 10 de marzo de 2008).


El número de soldados heridos se ha convertido en una marca en los casi 5 años de la guerra de Iraq, ocasionados tanto por las bombas al lado de caminos, que son el arma preferida de los extremistas, como por los avances en la medicina de campo de batalla para salvar vidas.

Alrededor de 15 soldados son heridos por cada muerto, comparados con 2.6 en Vietnam y 2.8 en Korea.

Pero con esos soldados salvados viene un precio financiero, que un grupo de veteranos y algunas personas más dicen que el gobierno no está dispuesto a pagar.

Esos críticos agregan que las decenas de miles de soldados heridos en Iraq son parte de un juego político de cifras, uno que, aseguran, erosiona al sistema médico que debería encargarse de ellos.

La cifra más frecuentemente citada es de 29,320 soldados heridos en acción en Iraq hasta el martes pasado. Pero hay otros 31,325 tratados por lesiones no recibidas en combate y enfermedades hasta el 1o.de marzo.

"El Pentágono lleva 2 contabilidades", asegura Linda Bilmes, profesora en Harvard y experta en presupuestos y finanzas públicas, cuyo libro recientemente publicado, "The Three Trillion Dollar War", tiene como coautor al economista ganador del Premio Nobel Joseph Stiglitz.

"Es importante entender el número total de bajas porque el Gobierno de Estados Unidos es responsable del pago de la compensación por discapacidad y el cuidado médico de todas nuestras tropas, sim importar cómo se lesionaron", puntualizó Bilmes.

Veterans Affairs predice que tratará a 330,000 veteranos de las guerras de Iraq y Afganistán en 2009 -un 14% más del estimado para 2008 de 263,000- a un costo de US$ 1,300 millones.

En el presupuesto para 2009, la Casa Blanca solicitó US$ 93,700 millones para VA, incluyendo US$ 41,200 millones para tratamiento médico de todos los veteranos, no sólo los de Iraq y Afganistán. Es un incremento de US$ 2,300 millones sobre el presupuesto actual.

Pero los críticos alegan que eso no es suficiente para un sistema que tiene un atraso de alrededor de 400,000 reclamaciones y quejas médicas, especialmente en cuidados de salud mental.

VA "no solicitará suficientes recursos para atender a las tropas... de hecho esto es precisamente lo que ha sucedido en los pasados 3 años", agregó Bilmes.

(V.Associated Press del 6 de marzo de 2008).


El máximo comandante militar de los E.U.para el Medio Oriente renunció el martes en medio de especulaciones acerca de un desacuerdo sobre la política de E.U.en Irán. El secretario de Defensa Robert Gates declaró que el almirante William J.Fallon, cuya área de responsabilidad incluye a Iraq, solicitó permiso para retirarse y que Gates estuvo de acuerdo.

Fallon fue el sujeto de un artículo publicado por la revista Esquire que lo mostraba como opuesto a la política del presidente Bush sobre Irán. El artículo describió a Fallon como una voz solitaria contra una acción militar para detener el programa nuclear iraní.

(V.Associated Press del 11 de marzo de 2008).


El Comité de Asignaciones del Senado de EE.UU. deploró hoy el despilfarro y fraude "endémico" de los fondos estadounidenses en Irak, en momentos en que se calcula que el costo de la guerra superará este año los 605,000 millones de dólares.

Varios representantes del gobierno de Estados Unidos hicieron un repaso del manejo de los fondos destinados a la guerra en Irak, que el próximo 19 de marzo cumplirá 5 años.

El contralor general de Estados Unidos, David M.Walker, señaló en un informe de la Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO), divulgado durante la audiencia, que la falta de claridad sobre los requisitos, la mala gestión y escasa supervisión "han afectado negativamente los esfuerzos de reconstrucción y de apoyo en Irak".

Walker explicó que la mayoría del desperdicio de fondos no viola la ley pero sí está vinculado con una mala gestión que deriva de falta de liderazgo firme, y "acciones indebidas o supervisión inadecuada" por escasez de personal.

"Estados Unidos está entrando en el quinto aniversario de sus esfuerzos para la reconstrucción y estabilización en Irak, pero estos esfuerzos no han surtido el efecto deseado ni de forma constante, ni de forma económica o eficaz", resume el informe de la GAO.

Desde el año fiscal 2001, el Congreso de Estados Unidos ha aprobado cerca de 700,000 millones de dólares para la lucha global contra el terrorismo, y la mayoría de los fondos ha ido a las operaciones militares en Irak, según el informe de la GAO.

El Comité de Asignaciones mostró gran consternación porque la audiencia dejó en claro, a su juicio, que el abuso, despilfarro y corrupción en los contratos de Estados Unidos en Irak "son extensos" y le cuestan al fisco "miles de millones de dólares".

Asimismo, criticó las deficiencias en los mecanismos de control y supervisión del uso de fondos en Irak, además de que los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos para procesar judicialmente a los responsables del despilfarro "han sido insuficientes".

El comité también se quejó de que la corrupción en el sector petrolero iraquí es "prolífica" y beneficia a los insurgentes quienes, a su vez, "están atacando a las tropas estadounidenses".

"El fraude, el despilfarro, el abuso y la corrupción en Irak han obstaculizado la reconstrucción, la producción de petróleo no ha excedido los niveles de antes de la guerra, y los servicios de luz y agua potable no están disponibles para la mayoría de iraquíes", dijo el comité en un comunicado.

"Mientras tanto, los estadounidenses están pagando precios récord en las gasolineras" en este país, agregó el comité, que prometió convocar más audiencias en abril sobre el problema de fraude.

El comité también deploró que debido a los problemas de supervisión, "miles de armas" que Estados Unidos ha enviado a las fuerzas de seguridad iraquíes han sido robadas o han ido a parar a grupos insurgentes que atacan a tropas estadounidenses.

Citó como ejemplo el caso de 190,000 pistolas y rifles por los que el gobierno iraquí no ha rendido cuentas.

"La manera más eficaz de combatir a Al Qaida y otros insurgentes en Irak es suprimirles los fondos a través de medidas muy estrictas de rendición de cuentas sobre el dinero, tanto de Estados Unidos como de Irak", puntualizó el comité.

(V.Agencia Efe el 11 de marzo de 2008).


Año tras año, Rusia responde, acusando al reporte del Departamento de Estado de E.U. sobre las prácticas de derechos humanos alrededor del mundo de torcer la realidad y advirtiendo que Washington no tiene derecho a sermonear.

En una declaración a veces amarga y a veces sarcástica, el Ministerio del Exterior ruso explicó que el reporte sobre Rusia en 2007 era prejuicioso, erróneo, de fuentes pobres y contraproductivo.

El ministro dijo que el reporte reflejaba el "doble estándar" de un país que según él usa los derechos humanos como "herramienta de política exterior" mientras que evade el escrutinio de sus propias acciones.

"¿De qué otra manera puede uno explicarse que los Estados Unidos -que esencialmente ha legalizado la tortura, aplica la pena capital a menores de edad, niega su responsabilidad por crímenes de guerra y violaciones masivas de los derechos humanos en Iraq y Afganistán, rechaza unirse a una serie de tratados en la esfera de los derechos humanos- deformadamente comente sobre la situación en otros países?" preguntó.

"Mientras tanto, los E.U.utilizan la lucha para esparcir la democracia y la defensa de los derechos humanos como una cubierta, sin importar los problemas sistémicos dentro de su propio país", concluyó.

(V.Associated Press del 12 de marzo de 2008).


Desde la caída del régimen de Sadam Husein, la minoría cristiana en el país es objetivo frecuente de secuestros y ataques. Está compuesta por un millón de personas, en una población de 27 millones. Muchos se han ido al exilio, especialmente a Siria.

(V.pág.37 del periódico Público del 14 de marzo de 2008).


El Pentágono no encontró vínculos directos entre el régimen iraquí de Saddam Hussein y la red terrorista Al Qaeda tras revisar unos 600,000 documentos oficiales incautados durante la invasión estadounidense hace casi 5 años.

La existencia de armas de destrucción masiva y de una relación con Al Qaeda por parte de Hussein fueron 2 de los principales elementos esgrimidos por el gobierno estadounidense para justificar la invasión de Irak el 20 de marzo de 2003.

El informe fue publicado de manera muy discreta y, en lugar de colgarlo en la página web del Mando de Fuerzas Conjuntas y una sesión informativa de los autores, estuvo únicamente disponible por encargo y por correo.

Otros informes, como los de la comisión investigadora de los atentados del 11-S, habían llegado a la misma conclusión, pero el Pentágono pudo acceder a mucha más información, señalaron hoy los medios de comunicación estadounidenses.

El estudio desvinculó a Hussein de Al Qaeda, pero reveló "fuertes evidencias" que involucran a su régimen con el terrorismo "regional e internacional" con anterioridad a la denominada "Operación Libertad" estadounidense.

De acuerdo con el informe, los objetivos predominantes del terrorismo de estado del régimen de Hussein fueron ciudadanos iraquíes, dentro y fuera del país.

El régimen de Hussein cooperó a menudo directamente, aunque de manera cautelosa, con grupos terroristas cuando creía que podían ayudar al gobierno a alcanzar sus objetivos de largo plazo, indicó el informe.

El régimen documentó "cuidadosamente" sus conexiones con organizaciones "de terror" palestinos en "numerosos memorandos gubernamentales", reveló el Mando de Fuerzas Conjuntas.

Uno de esos documentos da cuenta del apoyo financiero iraquí a familias de los terroristas suicidas en Gaza y Cisjordania.

(V.Agencia Efe el 14 de marzo de 2008).


"La medida del éxito para el incremento [de tropas] fue el haber progresado en pasar una legislación en Iraq. A pesar del gasto de miles de millones de dólares y la pérdida de más de 900 bravos soldados e incontables ciudadanos iraquíes, muy poco se ha logrado en el frente político. En unos cuantos meses, puede que tengamos el mismo número de soldados estacionados en Iraq que antes del incremento y todavía tendremos que decidir si queremos seguir las recomendaciones del Grupo de Estudio sobre Iraq."

Larri Nicholl / Nauvoo, Ill.

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 17 de marzo de 2008).


Vale la pena recordar el desdén con el que la administración Bush miraba los fallidos esfuerzos de Bill Clinton para mediar en el conflicto israel-palestino. Para el equipo de Bush, la desesperada búsqueda de un acuerdo por Clinton -su secretario de Estado durante el primer término, Warren Christopher, visitó Israel en 35 ocasiones- fue un desperdicio de prestigio presidencial. Tenía el sabor de arrogancia utópica, como si los estadounidenses pensaran que podían lograr que un mundo revuelto se comportara como ellos querían.

Pero después de septiembre 11, Bush dejó de hablar de una política exterior "humilde" y en su lugar quitó a un dictador en Iraq y llamó a elecciones democráticas en todo el Medio Oriente. Y cuando los palestinos atendieron la llamada, Hamas ganó, refrescando el recuerdo de que el Medio Oriente es especialmente reacio a comportarse de la manera que los Estados Unidos desean.

Michael Grunwald
(v.pág.13 de la edición internacional de la revista Time del 17 de marzo de 2008).


Los iraquíes siguen huyendo de su país, 5 años después de la invasión estadounidense de marzo de 2003, y el éxodo sustenta el flujo de demandas de asilo en los países industrializados, señala el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU en un informe publicado este martes.

En 2007, el número de pedidos de asilo ante 43 países industrializados aumentó en un 10% hasta alcanzar 338,000 personas, contra 306,300 el año anterior, subraya el ACNUR.

Por segundo año consecutivo, Irak fue el primer país en cantidad de solicitantes, con más de un 10% del total (45,200 pedidos), prosigue el documento.

"Hay que tener presente, sin embargo, que los solicitantes de asilo iraquíes en los países industrializados sólo representan un 1% de los más o menos 4.5 millones de iraquíes arrancados a su suelo por el conflicto", anota el ACNUR.

Dos millones de iraquíes huyeron a Jordania y Siria, dos países vecinos que no figuran entre las naciones industrializadas y donde los servicios sociales y de salud están sumergidos por este flujo. Otros 2.5 millones se han desplazado dentro de las fronteras iraquíes.

El ACNUR lanzó este año un llamado para reunir una ayuda de 261 millones de dólares para las poblaciones de refugiados y desplazados por la guerra en Irak.

Estados Unidos sigue siendo el primer objetivo de los candidatos al asilo de diversas nacionalidades, con un total de 49,200 solicitudes en 2007, o sea 15% de todos los pedidos de asilo en los países industrializados, precisa el organismo de la ONU.

"En comparación con su población, sin embargo, Estados Unidos sólo ha recibido a un candidato al asilo por 1,000 habitantes, cuando esa cifra se eleva en promedio a 2.6 candidatos por 1,000 habitantes en los países de la Unión Europea", agrega el ACNUR.

Suecia es el segundo destino más solicitado, con un alza de 50% de los pedidos de asilo, o sea 36,200 en 2007, "principalmente debido a la llegada de numerosos candidatos al asilo iraquíes", precisa.

Después de Estados Unidos y Suecia, los principales países de destino de los candidatos al asilo en 2007 fueron Francia (29,200), Canadá (28,300) y Gran Bretaña (27,900). Grecia, Alemania, Italia, Austria y Bélgica también figuran en la lista de los 10 principales países que acogen a los desarraigados.

(V.Agence France-Presse del 17 de marzo de 2008).


No más mentiras sobre el tapete, nada de eso ahora que podemos ser sinceros para juzgar si Bush en Estados Unidos, Blair en Inglaterra y Aznar en España se equivocaron causando uno de los dislates diplomáticos más grandes desde los años de la postguerra.

Creo que podemos hacer un balance sobre la invasión de Iraq, donde hay quien cree que las cosas mejoraron para las mujeres, y para demostrarlo, sugerimos que acompañe usted a alguna de ellas, si es que se anima a caminar con usted por la calle principal de Basora en shorts o con una minifalda dejando ver su piel soleada. Ya usted nos dirá cómo le fue, si es que alcanza a contarlo.

Pero si queremos hacer un juicio, hagámoslo con Martín Samuel, del "London Times", tratando de contestar este cuestionario: ¿Está más segura la región? No. ¿Está más seguro el mundo? No. ¿Está la región del Oriente más segura? No. ¿Se ha pasado de una situación mala a una peor? Sí. ¿Se ha mejorado la imagen de Occidente en esos países? No. ¿Se encontraron armas biológicas? No. ¿Encontraron a Osama bin Laden? No. ¿Lo harán pronto? No. ¿Hay filas en el reclutamiento del Al Qaeda? Sí. ¿Se logró, por lo menos, un precio del petróleo más bajo? No.

Bueno, todo parece que este primer juicio entre el debe y el haber de Iraq es más que suficiente, así que, haga sus apuestas, que esto no se acaba hasta que se acaba.

Martín Casillas de Alba
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 18 de marzo de 2008).


En vísperas del quinto aniversario del inicio de la guerra de Iraq, la senadora demócrata y aspirante presidencial, Hillary Clinton, afirmó que su costo podría ascender a un billón de dólares y reiteró su idea de que Estados Unidos se retire de un conflicto "que no podemos ganar".

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 18 de marzo de 2008).


El ministro de relaciones exteriores de Iraq declaró que los riesgos de una guerra civil se han evitado después de 5 años de "lágrimas y sangre". Pero advirtió que una retirada abrupta de las tropas de E.U.borraría los avances en seguridad y otros logros, y tendría consecuencias desastrosas.

Hoshyar Zebari, un kurdo que pasó años oponiéndose a Saddam Hussein desde el exilio, había advertido que derrocar al dictador sería "la parte más fácil", pero "el día siguiente sería mucho más difícil a menos que hubiera alguna planeación, alguna preparación... y alguna participación real de los líderes iraquíes".

Consideró la la decisión de mayo de 2003 del Consejo de Seguridad de la ONU autorizando una ocupación comandada por los E.U. había sido "la madre de todos los errores" porque "cambió la misión de liberar al pueblo a ocupar el país".

"Tuvimos que luchar por casi un año para revertir el error", recordó, comentando que la decisión había generado la insurgencia antiestadounidenses entre los sunitas, quienes se sentían robados después de la salida de Saddam.

Zebari aceptó que el liderazgo iraquí necesita hacer mayores progresos hacia la reconciliación política, advirtiendo que la falla en lograr la democracia tendría consecuencias de amplio rango para la región y dejaría a Iraq vulnerable a influencias externas.

(V.Associated Press del 12 de marzo de 2008).


El coronel de la Reserva de los marines Matthew Bogdanos, quien dirigió la investigación militar del pillaje del Museo Nacional de Bagdad después de la caída de Saddam Hussein, reveló que tanto los insurgentes sunitas como al-Qaeda en Iraq y las milicia shiitas se están fondeando con el tráfico de antigüedades.

Bogdano hizo notar que el secuestro y la extorsión continúan siendo las principales fuentes de fondos de los insurgentes. Pero aclaró que la relación entre los grupos extremistas y el tráfico de antigüedades en Iraq es "innegable".

"Los talibán están usando el opio para financiar sus actividades en Afganistán. Bueno, no hay opio en Iraq", agregó. "Lo que tienen es una disponibilidad casi ilimitada de antigüedades. Así que las están aprovechando".

(V.Associated Press del 12 de marzo de 2008).


La visión de la administración Bush en 2003 -de que un Iraq sin Saddam Hussein sería un pacífico enjambre de democracia, la Alemania del Medio Oriente, y una fuente de fuerza estratégica para los E.U.- hace mucho que se mostró como exageradamente optimista. Ha sido reemplazada por el conocimiento de que Iraq es un estado frágil, una fuente de debilidad estratégica, y probablemente un drenaje de recursos estadounidenses en el futuro cercano.

En un punto básico la invasión de Iraq fue exitosa: el derrocamiento de Saddam Hussein. Puede no parecer tan importante hoy en día como lo fue hace tiempo, dado que la invasión no encontró ninguna de sus ocultas armas de destrucción masiva, y que las consecuencias no calculadas de su remoción han sido numerosas.

Pero muchos de los vecinos del Sr. Hussein lo consideraban una fuente de inestabilidad. Al menos un aliado de E.U.en la región está agradecido de que se haya marchado.

"Cualquier Iraq será mejor que un Iraq bajo Saddam, porque el Iraq de Saddam tenía la habilidad de amenazar a Israel", explica Shlomo Bron, importante miembro del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de la Universidad de Tel Aviv y exjefe de la División de Planeación Estratégica de la Fuerza de Defensa Israelí.

De los errores de juicio que cometieron los E.U. previamente al inicio de hostilidades, uno de los mayores fuel su error en predecir la reacción de la sociedad iraquí una vez que se liberara de la garra de Hussein. Empujada por extremistas, se dividió en agrupaciones étnicas y sectarias. Resultó que pocos iraquíes -o al menos, no los suficientes- habían estado a la espera del día en que pudieran fundar una democracia jeffersoniana.

"La principal lección de la invasión de Iraq es que no se puede hacer ingeniería con la sociedad", concluye Mr. Brom.

En este punto de su experiencia en Iraq, los E.U. ya no están intentando obtener una gran victoria, de acuerdo a un amplio rango de analistas de todo el mundo. Simplemente están tratando de evitar una derrota.

La duda más crucial: ¿es la actual declinación de la violencia sectaria una tendencia real... o están los sunitas y los shiitas simplemente rearmándose y organizando su tiempo?

Una pequeña buena noticia es que el país no se ha partido físicamente en 3 cantones sectarios, como algunos predijeron. Al menos no todavía.

Hoy los vecindarios de Bagdad están separados por millas de paredes de seguridad y barreras contra explociones.

Hasta el presente, la presencia de E.U.en Iraq favorece los intereses de Irán, al evitar que los radicales sunitas Wahhabi ayuden a los insurgentes sunitas desde algún estado sunita. Pero eso no quiere decir que Tehrán necesite facilitarle las cosas a las fuerzas estadounidenses. Muchos funcionarios de E.U. han acusado a Irán de pasarle armas letales a un conjunto de grupos de resistencia anti E.U.

La visión estratégica de Irán es una con un Tehrán ascendente, mientras que los E.U.permanenecen empantanados en Iraq y maniatados regionalmente por sus políticas proisralíes.

"Ahora los E.U. en Iraq es lo mejor para Irán, pero no deben estar seguros, no deben salir victoriosos", dice Amir Mohebian, editor político del periódico conservador Resalat en Tehrán.

"El asunto ahora, trágicamente, no es lo que sucede en Iraq, sino si el daño es limitado a Iraq o se expande a otros países en la región", declara James Steinberg, decano de la Escuela de Asuntos Públicos Lyndon B.Johnson en la Universidad de Texas.

El éxito en Iraq en este punto puede definirse como un país unido que no ofrezca santuario a los militantes islámicos y sea gobernado por un régimen estable que no esté bajo la influencia de un poder extranjero hostil, tal como Irán.

Ello, por ejemplo, es la línea base de Andrew Krepinevich, un veterano planeador del Ejército y ahora presidente del Centro para Asesoría Estratégica y Presupuestaria.

Lograr este relativamente estable estado pudiera tomar de 3 a 5 años más, si es que alguna vez se logra. Incluso entonces, los E.U. pudieran necesitar mantener un número sustancial de tropas en el país, para evitar que las facciones internas de Iraq peleen unas contra otras y para proteger a la nación de sus enemigos externos.

"Un resultado razonable sería algo como 30,000 a 40,000 soldados en Iraq por 25 a 50 años", concluye el Dr.Krepinevich.

Después de todo los E.U.han desplegado tropas en Alemania y Japón durante 63 años, y en Korea por 57. ¿Pudiera Iraq, al final, requerir de un compromiso similar?

(V.The Christian Science Monitor del 18 de marzo de 2008).


A 5 años de que el presidente George W. Bush ordenara la invasión de Iraq, el mandario dijo ayer que la acción para derrocar el régimen de Saddam Hussein en 2003 sobrepasó su cálculo en costos y duración.

"La batalla en Iraq ha sido más larga, más difícil y más costosa de lo que habíamos previsto, pero es una lucha que debemos ganar", declaró el mandatario en la sede del Pentágono, en momentos en los que 66% de la población estadounidense se opone al conflicto, de acuerdo con una encuesta de la televisora CNN.

"Todavía hay un trabajo duro que hacer en Iraq. Los avances que hemos logrado son frágiles y reversibles", agregó Bush.

Apoyados en el descontento de amplios sectores de la población con el conflicto, en el que han muerto casi 4,000 soldados y por lo menos 82,000 civiles, según la organización independiente Body Count, los aspirantes demócratas a la Casa Blanca afirmaron que el actual triunfo en Iraq pasa por una retirada rápida.

"Esta guerra ha durado más que la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Civil (de EU)", declaró Barack Obama en Carolina del Norte, al destacar que sacaría a las tropas del país árabe en 16 meses si gana la Presidencia en los comicios de noviembre próximo.

"Estoy convencida de que podemos comenzar (el retiro) en menos de 60 días y hacerlo de una forma cuidadosa", comentó por su parte Hillary Clinton en Michigan, al garantizar que pararía los combates en Iraq de inmediato y dejaría sólo una fuerza residual en el futuro.

"Falta mucho en los próximos meses para asegurar las ganancias hechas a un gran costo de sangre y dinero estadounidenses", opinó en tanto el virtual candidato republicano, el senador por Arizona, John McCain, de viaje en Israel.

(V.pág.12 del periódico Mural del 20 de marzo de 2008).


Hay que decidir entre irnos y darle una victoria a Al Qaeda y anunciar al mundo que ganaron, dejando que ese país [Iraq] se derrumbe, o saber si impulsamos una estrategia para triunfar. Al Qaeda está dispersándose. No está derrotada.

John McCain, candidato presidencial republicano
(v.pág.29 del periódico Público del 21 de marzo de 2008).


El Ejército estadounidense anunció hoy la muerte de cuatro militares en el sur de Bagdad, lo que eleva a 4,000 el número de soldados norteamericanos muertos en Irak desde el comienzo de la invasión de Irak, hace ahora 5 años.

Con motivo del aniversario, el presidente de EEUU, George W.Bush, pronunció un discurso en el que reconoció "el alto coste en vidas" de la guerra, pero aseguró que la invasión fue una decisión acertada y necesaria que no lamenta.

La mayoría de muertes en las filas estadounidenses se han producido como consecuencia de explosiones de artefactos en la carretera como el que causó la muerte de los cuatro últimos uniformados.

EEUU acusa a Irán de estar detrás de algunas de estas bombas equipadas para perforar el blindaje de los vehículos que los militares utilizan para patrullar Irak.

El muerto militar estadounidense número 1,000 llegó en septiembre de 2004; el 2,000 en octubre de 2005; mientras que la baja militar 3,000 tuvo lugar en diciembre de 2006.

(V.Agencia Efe el 24 de marzo de 2008).


Bush dice que escuchará a los comandantes en el campo de batalla... excepto si ellos dicen algo que no le guste, en cuyo caso los despedirá.

Almirante estadounidense retirado
(v.pág.14 de la edición internacional de la revista Time del 24 de marzo de 2008).


Después de la invasión de Iraq en 2003, el Ejército de E.U.construyó un helipuerto en el sitio donde se encuentra lo que queda de Babilonia. Un reporte del Museo Británico reclama que los soldados destruyeron antiguos pavimentos de piedra con los tanques, descuidadamente llenaron costales de arena para construcción con preciosos artefactos y cavaron trincheras -una de ella de 170m de largo- a través de depósitos arqueológicos. Todo esto puede privar al mundo de los últimos tesoros de Babilonia.

William Lee Adams
(v.pág.63 de la edición internacional de la revista Time del 24 de marzo de 2008).


Antes de que se iniciara la guerra, McCain predijo que la victoria sería contundente y se lograría en tiempo récord. Nunca imaginó que los iraquíes serían capaces de presentar el tipo de resistencia que han venido presentando.

El fue uno de tantos senadores que, sin contar con las pruebas necesarias, acusó a Sadam Hussein de mantener arsenales con las llamadas armas de destrucción masiva y fue uno de los mayores promotores de su derrocamiento.

Una vez iniciada la guerra, McCain criticó al entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld por enviar a combate un número insuficiente de tropas. Aunque predijo que el Ejército norteamericano sería aclamado por el pueblo iraquí por su misión liberadora.

A McCain habría que reprocharle también el haberse inclinado, desde finales de los años 90, en favor de políticos iraquíes deshonestos como Ahmed Chalabi, y de haber promovido apoyos monetarios que después harían posible que éste y su camarilla recibieran millones de dólares generosamente donados por los descuidados funcionarios de la administración de George W.Bush, y que sólo se interrumpieron cuando sus malos manejos fueron denunciados por la CIA.

Finalmente habría que dejar constancia del grave error que acaba de cometer durante una conferencia de prensa en Bagdad, donde en su afán por culpar al gobierno iraní de armar a los extremistas iraquíes confundió a chiitas con sunitas, sembrando la duda de si realmente tiene la experiencia que dice tener sobre la región.

Sergio Muñoz Bata
(v.pág.12 del periódico Mural del 27 de marzo de 2008).


Cuando los estadounidenses invadieron Iraq hace 5 años, la mayoría de la gente que define la política exterior de Estados Unidos creyó dos cosas. Primera: que los militares de E.U.no podían perder. De Panamá hasta Kosovo y de la Guerra del Golfo hasta Afganistán, habían tenido una fila de triunfos guerreros desde finales de los 1980s. La derrota en Vietnam parecía tan relevante como la guerra de 1812. Segunda: los políticos creyeron que la gente en Iraq deseaba que los E.U.ganaran.

Hoy estamos en los 70s otra vez. Los republicanos todavía asumen que la fuerza -o cuando menos la amenaza creíble de la misma- es lo único que regímenes como el de Irán entienden. Pero no se escucha a muchos conservadores hacer eco al gran "wilsonismo" de la segunda toma de posesión de Bush, en la que aseguró que "los intereses vitales de Estados Unidos y nuestras más profundas creencias son ahora uno". La especie de crecimiento más rápido en política exterior derechista es la que el editor del National Review, Rich Lowry llama halcones de "al diablo con ellos": conservadores a los que no les importa como los no estadounidenses manejen sus sociedades mientras que no amenacen a los E.U.

Entre los demócratas, el halconismo está pasado de moda, pero el humanitarismo sigue fuerte. En un artículo en Foreign Affairs del pasado verano, Obama explicó que muchos en todo el mundo asociaban los discursos de libertad de Bush con "guerra, tortura y cambios impuestos de régimen". Su solución: ayudar al progreso de la libertad con dinero, no con armas.

Peter Beinart, miembro del Council on Foreign Relations
(v.pág.26 de la edición internacional de la revista Time del 31 de marzo de 2008).


Como ha escrito el editor de The Atlantic, Andrew Sullivan, con el 11 de septiembre, Bush desperdició la oportunidad de unir al país. Por el contrario, con la guerra de Irak lo que ha hecho durante estos años ha sido polarizar a la sociedad y establecer en perspectiva un escenario como el que se vivió durante la guerra de Vietnam.

Jorge Medina Viedas
(v.pág.15 del periódico Público del 6 de abril de 2008).


¿Y?

Dick Cheney, vicepresidente de E.U., después de que se le dijo que dos tercios de los estadounidenses no apoyan la guerra en Iraq
(v.Verbatim de la edición internacional de la revista Time del 7 de abril de 2008).


"No se equivoquen", concluyó en un reporte el general retirado de los marines James Jones, comandante supremo de la OTAN en Europa hasta 2006, "la OTAN no està triunfando en Afganistán. A menos que esta realidad sea entendida y se tomen acciones rapidamente, el futuro de Afganistán es sombrío".

Los Estados Unidos, cuyas fuerzas armadas están tensadas como una cuerda de piano, se están viendo forzados a despachar otros 3,200 marines a Afganistán.

La mayoría de los europeos reconocen que si se permite que el gobierno actual de Hamid Karzai en Kabul fracase y el país regrese al gobierno Talibán, la inestabilidad resultante podría crear nuevos refugios seguros desde los que el Talibán y al-Qaeda podrían amenazar tanto a Esuropa como a los Estados Unidos. Aún así parece muy fácil ignorar las consecuencias de la inacción de Occidente.

Andrew Purvis
(v.pág.24 de la edición internacional de la revista Time del 7 de abril de 2008).


Una reducción importante de las fuerzas en Iraq podría provocar el fracaso total del estado iraquí, caos en gran escala e incluso genocidio.

Extracto del informe de seguridad del Ejército de Estados Unidos
(v.pág.23-A del periódico El Informador del 7 de abril de 2008).


Qué sorpresa tan grande, tan increíble me produjo la noticia de que míster Bush se siente atormentado por la suerte de los 4,000 soldados estadounidenses muertos que se ha llevado la guerra de Iraq.

Y todavía no ha terminado el mandato de ese presidente. ¿Cuántos más añadirá a esta contabilidad?

Imagino una fila integrada por 4,000 jóvenes que han perdido la vida, y uno tras otro le dicen a George Bush su pensar después de muerto.

Muertos ¿por qué? Por una causa que a ellos, jóvenes con porvenir, no les iba ni les venía.

En la noticia que comento informan que los iraquíes muertos pasan de 80,000, muchachos con derecho a la vida. Vivirían bien o mal antes de la invasión norteamericana, bajo el régimen de un tirano, pero vivían. Actualmente ese país está desordenado. Grupos de diferentes ideas se matan. Quien pase por una calle no sabe de dónde ni cuándo va a llegarle el explosivo que se lleve su vida, y esto mismo les sucede a iraquíes y norteamericanos.

Nadie encontró las armas de alto poder con las que míster Bush acusó que Saddam Hussein -destrucción masiva- podría deshacer el mundo.

No se encontraron, porque no las había, y a cambio han muerto jóvenes de los dos países y de los que han ayudado, por una causa increíble en una mente cuerda.

Hay petróleo y eso ha sido la desgracia.

¿Cómo acabará esta guerra? La mayoría de los estadounidenses desean que sus hijos regresen a casa. Si vuelven y dejan desguarnecido a Iraq, los iraquíes se matarán entre sí, debido a sus diversas opiniones políticas. Tan poco les importa morir que se inmolan, forrados de bombas.

Míster Bush ha creado en esa zona de Asia, un drama genial al que no se le ve el fin.

Aunque poco cabal siga siendo la cabeza de míster Bush, no cabe duda de que algo le queda para preguntarse:

-Pero ¿qué he hecho?

Que se siente pesaroso por los soldados que han muerto por él, no arregla nada ni tampoco la mala fama con que le recordará la historia.

Sufre, dice, por las familias que han perdido hijos en este feroz juego belicoso, les hablará de la patria, palabra siempre mal empleada, porque la verdadera patria son esos jóvenes muertos.

Que digan que ha sido un éxito esta misión, esta concluida misión, de la que nadie ve la conclusión ni el éxito, es una especie de mala broma intencional con enormes manchas de sangre.

Nuestra sorpresa, repito, es que a míster Bush le duela la tragedia, aunque, tal vez, eso sea sólo una postura teatral. Que el remordimiento le acompañe toda la vida, esto sí puede ser verdadero.

Gabriel Paz, escritora
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 9 de abril de 2008).


El gobierno afgano del presidente Hamid Karzai sigue siendo demasiado vulnerable, pese a los millonarios recursos invertidos por Estados Unidos y sus aliados europeos en los años anteriores. El sur afgano aún es escenario de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de la OTAN y rebeldes talibanes, al tiempo que los traficantes de goma de opio están incrementando sus ingresos y su influencia en el gobierno afgano, por lo que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas ha advertido en varias ocasiones que Afganistán corre el riesgo de convertirse en un estado fallido.

Genaro Lozano
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 9 de abril de 2008).


El comandante de las fuerzas estadounidenses en la ocupación de Iraq pidió la suspensión por tiempo indeterminado del retiro de efectivos en los próximos meses, ya que de lo contrario estarían en peligro los recientes avances en materia de seguridad.

Durante una audiencia en el Senado, el general David Petraeus también dijo que la situación había mejorado desde su comparecencia anterior ante el Congreso en septiembre, pero que seguía siendo inestable, y los avances, reversibles.

Petraeus recomendó un "período de consolidación y evaluación" de 45 días a partir del retiro, en julio, de las fuerzas adicionales enviadas a Iraq el año pasado. No dijo cuándo deberían reanudarse los retiros después de la pausa.

En la actualidad hay 160,000 soldados en Iraq, y el Pentágono estima que habrá 140,000 cuando se complete el retiro previsto en julio.

(V.pág.7-A del periódico El Informador del 9 de abril de 2008).


"Insultamos a Eliot Spitzer por contratar prostitutas y herir terriblemente a su familia. ¿Pero quién más salió herido? Nadie. Mientras tanto, dos ejecutivos políticos de alto nivel -responsables por la muerte y heridas terribles de miles de personas al servicio de E.U. y de decenas si no es que de cientos de miles de iraquíes, billones de dólares de endeudamiento, descompostura total del Medio Oriente y destrucción del buen nombre de nuestra nación- se sientan seguros en sus oficinas, sin siquiera una amenaza de juicio político y listos a huir hacia el retiro sin siquiera un araño cuando termine su periodo. Comprar sexo aparentemente es peor que las pérdidas de la sangre, el tesoro y la reputación de nuestra nación. ¿Valores estadounidenses? Se fueron por el sanitario."

William Majors / Woodland Hills, Cal.

"Juzgando por los comentarios de colegas y amigos de toda Europa, parece que todo el mundo se está burlando de los E.U., un país que reeligió al presidente más absurdo de la historia. Si creen que las elecciónes de E.U. pueden restaurar la fe del mundo en ustedes, están tristemente equivocados. Va a costar más trabajo que eso."

Andy Deakin / Viena, Austria

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 14 de abril de 2008).


El éxito del incremento de tropas ha creado en los iraquíes una cultura de dependencia de las tropas es.tadounidenses.

Para muchos habitantes de Bagdad ahora hay una nueva ansiedad: ¿Qué pasará cuando los estadounidenses se marchen? "¿Si Petraeus se va, o si envía a casa a 50,000 soldados, sobrevivirá la paz? No lo creo", declara Mithal Alussi, ministro seglar del parlamento con reputación de hablar sin rodeos.

Muchos creen que el incremento ha llegado a los límites de sus posibilidades. Las estadísticas de violencia han estado aumentando desde el inicio del año, y hay señales de que los escuadrones de la muerte shiitas están de nuevo a la caza: después de un lapso de varios meses, cuerpos mutilados de sunitas están apareciendo nuevamente en los basureros. El gobierno oculta las estadísticas de muertes y crímenes, con lo que sólo aumenta los rumores sobre nuevas atrocidades sectarias.

Primero llegó una lluvia diaria de fuego de morteros y cohetes atacando la Zona Verde. En años anteriores, los cohetes eran disparados usualmente desde el oeste por insurgentes sunitas. Ahora llegan de la parte oriental de la ciudad, dinde el Ejército Mahdi es más fuerte.

El primer ministro al-Maliki ha estado buscando una victoria militar que pueda presumir como de su gobierno y no de la milicia de E.U. En marzo 24 hizo un viaje sorpresivo a la ciudad sureña de Basora y anunció que personalmente iba a supervisar un asalto contra el Ejército Mahdi, que lucha contra otras 2 milicias shiitas por la supremacía ahí. Fue el mayor ejercicio militar iraquí desde la caída de Saddam, contando con 30,000 soldados y policías. Los militares de E.U., deseosos de mostrar el crecimiento de la competencia de las fuerzas iraquíes, les permitieron tomar el mando. Gran error. Las operaciones fueron un desastre. Después de un día de intensa lucha, los comandantes iraquíes reconocieron que habían subestimado la fuerza del Ejército Mahdi. Al-Maliki se vio sin dientes y tonto; al-Sadr más fuerte y peligroso que nunca.

En el distrito de Adhamiyah, un vigilante sunita me comenta que no puede haber reconciliación entre las sectas "mientras que Muqtada [al-Sadr] viva". Luego hace una sombría predicción. "Ahora, los estadounidenses quieren que luchemos contra al-Qaeda, y está bien. Pero sabemos que la verdadera lucha será en el futuro, con el Ejército Mahdi. Nos estamos preparando para ella". En Ciudad Sadr se preparan para la misma bartalla. "Los estadounidenses los protegen [a los sunitas] por el momento, pero sabemos quiénes son; tenemos listas. Cuando llegue el momento sabremos qué hacer con ellos".

Los habitantes de Bagdad, atrapados entre los 2 extremos, saben que lo único que se interpone en el camino de otra conflagración sectaria son los militares de E.U. Esto puede explicar por qué todos los iraquíes que me ofrecen su visión de la política estadounidense parecen estar rezando por una victoria de McCain. Una presencia militar estadounidense de 100 años, como la que mencionó McCain, puede parecer mucho; sospecho que la mayoría de los iraquíes estarían felices con 5.

El Ejército Mahdi puede haber cesado el fuego, y los insurgentes sunitas pueden estar actuando como amigos de Estados Unidos, pero ambos están a la espera. A menos que los estadounidenses tengan un cambio grande de idea acerca de mantener una presencia militar sustancial y agresiva en Iraq, todas las ganancias del año pasado no valdrán nada.

Bobby Ghosh
(v.pág.19 de la edición internacional de la revista Time del 14 de abril de 2008).


El hecho de que John Yoo es profesor de leyes en Berkeley y sea tratado como un experto respetable y serio por nuestras instituciones refleja la destrucción completa, en los últimos 8 años, de cualquiera que fuese la autoridad moral que tenía Estados Unidos. Comportándonos según los estereotipos de las tiranías, ahora somos un país que literalmente exenta del gobierno de la ley a sus funcionarios más altos, y hemos decidido que no debería haber consecuencias cuando cometen felonías serias.

Como era su objetivo, el memorando de John Yoo provocó directamente una serie de crímenes de guerra en Guantánamo e Irak. El motivo por el que un oficial de un nivel relativamente tan bajo del Departamento de Justicia pudo emitir opiniones tan influyentes y extraordinarias es que trabajaba directamente con, y al mando de, los 2 funcionarios más importantes de la administración: el consejero de la Casa Blanca de Bush, Alberto Gonzales, y el consejero (y actual jefe de gabinete) de Dick Cheney, David Addington. Juntos crearon y autorizaron deliberadamente un régimen de tortura y otros métodos brutales de interrogatorio, que son crímenes de guerra muy serios.

Si escribir memorandos autorizando la tortura no lo convierte en un criminal de guerra en EU, entonces ¿qué hace falta para serlo?

Esto es lo que es y lo que hizo John Yoo: "Depende de por qué piensa el presidente que tiene que hacer eso". Yoo no era sólo un profesor de leyes teorizando sobre la legalización de la tortura. Era un funcionario del gobierno que, en concierto con otros colegas, se dedicó a habilitar un régimen de tortura brutal y sistemático, y lo logró. Si este nivel de criminalidad depravada no es suficiente para removerlo del reino de la respetabilidad y la seriedad -si no resulta en un proceso por crímenes de guerra-, entonces no hay nada que lo sea.

Mientras que los memos de tortura de Yoo fueron finalmente rescindidos por funcionarios del Departamento de Justicia posteriores, las teorías subyacentes de poder ejecutivo omnipotente siguen en su mayoría vigentes. La administración sigue adoptando precisamente las mismas para afirmar que tiene el poder de violar un grupo completo de leyes y detener incluso a ciudadanos estadunidenses, detenidos en territorio de EU, como "combatientes enemigos".

El Departamento de Justicia no es la ley. No está por encima de la ley y no hace la ley. Sólo tiene la tarea de hacerla cumplir. No convierte en legal una conducta tan abiertamente ilegal con sólo afirmarlo.

Adoptar este concepto erróneo de que el Departamento de Justicia tiene la autoridad para dar inmunidad a cualquier conducta de altos funcionarios del gobierno o a actores privados es una receta para el caos. Permite al presidente violar la ley, o autorizar a otros a que lo hagan, simplemente haciendo que sus nombrados políticos en el Departamento de Justicia -incluyendo a ideólogos como John Yoo- declaren que pueden hacerlo.

La realidad política es que los altos funcionarios del gobierno en EU nunca van a ser responsabilizados de crímenes de guerra. En la práctica, la "ley internacional" existe como un instrumento justificatorio para que los países poderosos impongan su voluntad a aquellos con menos poder, y los tribunales de crímenes de guerra casi siempre son una forma de justicia del victorioso. Por tanto, ni John Yoo ni David Addington ni Alberto Gonzales, ni seguramente sus jefes, a cuyo mando trabajaban, se estarán sentando en un banquillo acusados de haberlos cometido.

No es agradable pensar que altos funcionarios del gobierno del país en el que uno vive son criminales de guerra -eso es algo que sólo tienen las dictaduras-, pero agradable o no, eso es indudablemente lo que tenemos.

Glenn Greenwald
(v.pág.28 del periódico Público del 13 de abril de 2008).


Varios líderes demócratas de la Cámara de Representantes de EE.UU. repitieron hoy su denuncia de la guerra en Irak al indicar que el conflicto armado le ha costado a la economía aproximadamente 1"300,000'000,000 de dólares desde el 2003.

En un comunicado los legisladores dijeron que los "costos directos" de la guerra en Irak ya alcanzaron los 526,000 millones de dólares, lo que equivale a una deuda de 16,500 dólares para cada familia estadounidense de 4 miembros, o cerca de 3,000 millones de dólares para cada distrito electoral del país.

(V.Agencia Efe el 14 de abril de 2008).


El plan de batalla de Petraeus aparentemente incluye un movimiento anti-sadrista, el cual puede significar un aumento de violencia tan extenso y virulento como la peor insurgencia sunita. ¿Es por ello que el general quiere una "pausa" en el retiro de los E.U.este verano?

¿Cuál pudiera posiblemente ser la razón para esto? Quizá sea que el Ejército Mahdi de al-Sadr es la fuerza más poderosa opuesta a bases estadounidenses de largo plazo en Iraq -y que una presencia permanente ha sido el verdadero objetivo de la administración Bush en esta guerra. Sospecho que la cuestión central en Iraq ahora no es si las cosas van a mejorar sino si la intención de una presencia de largo plazo, neocolonialista, hará que la situación empeore sin posibilidad de recuperación.

Joe Klein
(v.pág.15 de la edición internacional de la revista TIME del 21 de abril de 2008).


El gobierno de Estados Unidos carece de un plan integral para desmantelar los santuarios terroristas en las zonas tribales del norte de Pakistán, señaló hoy un informe de la Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO).

"No se ha desarrollado un plan integral para cumplir con las metas de seguridad nacional de Estados Unidos en las zonas tribales", tal como lo exigió una ley aprobada por el Congreso, dijo la GAO, que realizó la investigación a petición del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.

En octubre de 2007 el Departamento de Estado había determinado que Pakistán registró un progreso "significativo" hacia la eliminación de santuarios terroristas en las zonas tribales, señaló el análisis.

Sin embargo, la GAO determinó que, pese a los esfuerzos militares del gobierno de Islamabad, las autoridades estadounidenses coinciden en que Al Qaeda "ha regenerado su capacidad de atacar a EE.UU. y ha logrado establecer un santuario seguro" en las zonas tribales.

Estados Unidos ha otorgado a Pakistán, un aliado clave en la lucha contra el terrorismo, más de 10,500 millones de dólares para actividades militares, económicas y de desarrollo.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Pakistán retiró su apoyo a los talibanes, aceptó aliarse con EE.UU. y desplegó, según el Departamento de Estado, 120,000 soldados en la zona fronteriza, una región donde las tribus habían gozado de autonomía.

Sin embargo, el informe de la GAO destaca que las zonas tribales no tienen presencia del estado y, por lo tanto, "atraen a extremistas y terroristas que buscan un santuario seguro".

Según la GAO, de los casi 5,800 millones de dólares que EE.UU. destinó expresamente a las zonas tribales y la región fronteriza con Afganistán entre 2002 y 2007, aproximadamente el 96% fue para reembolsar al gobierno paquistaní por sus operaciones militares.

El gobierno de George W.Bush "ha despilfarrado miles de millones de dólares de los contribuyentes, al no hacer cumplir una ley promulgada precisamente para protegernos de ataques terroristas", dijeron los senadores demócratas Tom Harkin y Bob Menéndez en un comunicado conjunto.

Menéndez señaló que en vez de "cazar a los terroristas", la red terrorista Al Qaeda se ha "rejuvenecido en el área que se supone debería estar sellada".

"No podemos permitir que el gobierno de Bush continúe en este sendero sin rumbo y de despilfarro y esperar un cheque en blanco de los contribuyentes", agregó.

(V.Agencia Efe del 17 de abril de 2008).


Algo pasó; algo ocurrió que hizo que el país de "la democracia ejemplar" rompiera su sana trayectoria histórica, para ofrecer un triste escenario donde mentir ha sido la constante; entonces, la ciudadanía estadounidense, en altos porcentajes, no se siente ya confiada... y la del mundo sólo mira con temor esos principios rotos.

Los hallazgos sobre este quebranto son muchos; uno de ellos, el que una agencia estadounidense -que trabaja sobre la transparencia de la política en los medios de comunicación, y que hizo un estudio sobre sus políticos- ha encontrado que no sólo altos funcionarios, sino el propio presidente Bush ha mentido a sus votantes en más de 900 veces, a través de los medios. Más de 900 veces en que el dirigente estadounidense rompió los principios que han regido a ese país; mentiras que van desde la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq, hasta el ocultamiento de sus intereses petroleros en esa región del mundo. Mentiras que también cubren los intereses de Cheney, su vicepresidente, y su vinculación como co-dueño de Haliburton; jugosos contratos obtenidos sin licitación para la reconstrucción de Iraq, país que primero bombardean y luego reconstruyen...

Lourdes Bueno
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 21 de abril de 2008).


Según encuesta de USA Today, el 28% de los estadounidenses aprueba la gestión de Bush, el 69% la desaprueba y el 3% no opina.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 23 de abril de 2008).


El ejército y las fuerzas policiales iraquíes necesitan años de mejoras antes de contar con los recursos humanos y técnicos necesarios para poder asegurar su territorio, según un nuevo informe que se hace público hoy.

El informe lo elaboró el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Irak, un grupo creado por el Congreso para supervisar las tareas de reconstrucción en el país árabe y que está capitaneado por Stuart Bowen.

El estudio señala que según las cifras oficiales de Bagdad, las fuerzas de seguridad contaban con 530,000 personas en marzo, pero Bowen y su equipo mencionan que un número "sustancial" de los funcionarios de seguridad fueron asesinados, están heridos, de baja laboral o simplemente nunca aparecen en el trabajo.

El estudio concluye que dadas esas circunstancias es necesario analizar con cautela las cifras oficiales.

El Congreso ha destinado 20,000 millones de dólares desde el 2003 para el entrenamiento y mejora de las fuerzas militares y la policía iraquí.

La Casa Blanca asegura que no se ha establecido una fecha fija para que las fuerzas iraquíes asuman la seguridad del país.

(V.Agencia Efe del 25 de abril de 2008).


Una encuesta de CNN/Opinion Research Corp. dada a conocer el jueves indica que 71% de los estadounidenses desaprueban la forma como Bush está haciendo su trabajo de presidente.

"Ningún presidente había tenido un porcentaje de desaprobación tan alto en una encuesta de CNN o Gallup; de hecho, es la primera vez que un presidente rompe la marca de 70%", comentó Keating Holland, director de encuestas de CNN.

"El porcentaje de aprobación de Bush, que es del 28%, sigue siendo mejor que los más bajos de todos los tiempos: Harry Truman y Richard Nixon (22 y 24%, respectivamente), pero incluso ellos nunca tuvieron una desaprobación de más del 70%. El récord anterior es de Truman, con una desaprobación del 67% en enero de 1952", agregó Holland.

El porcentaje de desaprobación de Nixon, en agosto de 1974, fue del 66%.

La encuesta indica que el apoyo a la guerra en Iraq nunca había sido tan bajo. 30% de los encuestados están a favor, mientras que 68% se oponen a ella.

(V.CNN del 1o.de mayo de 2008).


El presidente de Estados Unidos, George W.Bush, envió hoy al Congreso un proyecto de ley que pide 70,000 millones de dólares para los gastos de la guerra en Irak y Afganistán, informó la Casa Blanca.

Según los analistas, con la partida solicitada hoy los gastos de las guerras en Irak y Afganistán y la lucha contra el terrorismo se elevan a 875,000 millones de dólares.

(V.Agencia Efe del 2 de mayo de 2008).


"Me enferma ver una fotografía de George W.Bush con una lágrima en el ojo ocasionada por una baja en la guerra de Iraq. La muerte de Monsoor y la de decenas de miles más no tenían que haber sucedido. Bush y Dick Cheney son finalmente los responsables de esta tragedia."

Steven T.Callan / Palo Cedro, Cal.

"Lloro cada vez que veo al presidente Bush, sabiendo lo que sus acciones le han costado a esta nación."

Jinny Lee / Melrose, Fla.

"El testimonio del general David Petraeus ante el Congreso repitió lo que muchos militares y expertos políticos han estado diciendo durante algunos años: no es posible una victoria militar en Iraq, y debido a que el ambiente político está tan fracturado por diferencias sectarias, una victoria política sigue en duda. La administración Bush nunca entendió la cultura y no estudió la historia del Medio Oriente. Básicamente somos un ejército cristiano peleando una guerra en un país islámico. Esto es, y siempre será, una fórmula para el desastre."

Joseph Rizzuto / Los Gatos, Cal.

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 12 de mayo de 2008).


Un reporte del inspector general especial para la reconstrucción de Iraq, del Departamento de Defensa, de abril 25, informa que las fuerzas iraquíes están todavía a años de distancia de poder defender independientemente a su país. Entre otras cosas, comenta el reporte, las fuerzas de seguridad iraquíes todavía se apoyan fuertemente en las fuerzas de la coalición para soporte logístico, y la escasez de oficiales "en todos los niveles operacionales y tácticos" es tan grave que podría tomar una década remediarla. Oficiales del Pentágono estiman que sólo dos tercios de la tropas iraquíes se presentan a cumplir con su deber.

Esto es una mala señal para todo el ambiente de seguridad iraquí, el cual se ha deteriorado agudamente desde principios del año. Muchas de las ganancias que se lograron con el incremento se han perdido ya.

Abigail Hauslohner
(v.pág.29 de la edición internacional de la revista Time del 12 de mayo de 2008).


En abril de 2004, la milicia de al-Sadr atacó a las fuerzas de la coalición y tomó el control de la mayoría de las capitales provinciales en el sur de Iraq. En respuesta, el presdente Bush declaró oficialmente a al-Sadr enemigo y ordenó a los militares capturarlo o matarlo. "No podemos permitir que un hombre cambie el curso de un país", expresó en una video-teleconferencia. "Debe ser eliminado". No obstante, en menos de una semana la Casa Blanca metió reversa y ordenó a las fuerzas de la coalición abandonar la misión. La cobertura negativa de los medios estaba poniendo en peligro la transferencia de soberanía a Iraq, planeada para julio 1o.de 2004, la que estaba fuertemente ligada a la campaña de reelección de Bush.

La reversa fue el punto de inflexión en la ascensión de al-Sadr al poder. Le dio legitimidad e incrementó su estatura dentro de una comunidad iraquí más amplia. La Casa Blanca entregó este problema al nuevo gobierno iraquí con el claro acuerdo de que no sería arrestado, sino convertido en parte del proceso político.

Como un fiero oponente de lo que él llama "la ocupación estadounidense", al-Sadr, de 34 años de edad, apela a las masas shiitas pobres y por tanto controla la estabilidad del sur de Iraq. Incrementando el nivel de violencia a voluntad, es capaz de controlar el ambiente en que se pelea la guerra, interrumpir el progreso político de Iraq y afectar la opinión pública estadounidense. Hoy, mientras Iraq se encamina a elecciones provinciales, está en posición de alterar los eventos mundiales. Continuará inevitablemente como un poder político mayor en la escena iraquí.

Teniente general Ricardo Sánchez, comandante de las fuerzas de la colición en Iraq de junio de 2003 a junio de 2004
(v.pág.40 de la edición internacional de la revista Time del 12 de mayo de 2008).


Si es verdad, como dijo el presidente George W.Bush el 20 de septiembre del 2001, cuando se dirigió a una sesión solemne de las dos cámaras del Congreso, que la razón por la que los terroristas odian a Estados Unidos es por las libertades de ese país, los terroristas han conseguido un triunfo mayor al que pudieron haber soñado. Han logrado, después de todo, que "la tierra de los libres y el hogar de los valientes" elimine todo respeto a las garantías individuales para un número importante de detenidos.

Sergio Sarmiento
(v.pág.6 del periódico Mural del 8 de mayo de 2008).


El aspirante presidencial demócrata Barack Obama dijo el viernes que las "fallidas políticas" del mandatario George W.Bush han fortalecido a enemigos de Estados Unidos como Irán y el grupo palestino Hamas.

En respuesta a un comentario de Bush el jueves en que dijo que aquellos que desean dialogar con Irán son los que fueron complacientes con los nazis antes de la Segunda Guerra Mundial, Obama acusó al presidente de lanzar "exactamente el tipo de ataque atroz que ha dividido al país y que nos distancia del mundo".

"Si George (W.) Bush y John McCain quieren tener un debate sobre cómo proteger a Estados Unidos, ese es un debate que estaría feliz de tener en cualquier momento (...) Ellos deben responder por el hecho de que Irán es el mayor beneficiado estratégico de nuestra invasión a Irak. Las políticas de George (W.) Bush fortalecieron a Irán," señaló.

"Van a tener que explicar por qué ahora Hamas controla (la Franja de) Gaza. Hamas, que fue fortalecido porque Estados Unidos insistió en que deberíamos tener elecciones democráticas en la Autoridad Palestina," agregó Obama.

(V.Reuters del 16 de mayo de 2008).


EE.UU. distribuyó 8,200 millones de dólares en 5 años por contratos en Irak sin seguir prácticamente ninguna de las normas de gasto y a veces sin un simple justificante de en qué se usó el dinero, según reconoció hoy el Pentágono.

Por ejemplo, no encontró ninguna explicación para el pago de 134.8 millones de dólares a los aliados de Estados Unidos, como Reino Unido, Polonia y Corea del Sur.

También revela que en una ocasión el Gobierno de Estados Unidos entregó 320 millones de dólares en dinero iraquí, que había sido congelado en el exterior, a un funcionario de ese país en concepto de salarios.

Sin embargo, no se determinaba para qué ministerio iba destinado o el número de funcionarios que serían retribuidos, según afirmó ante los legisladores Mary Ugone, la viceinspectora general del Pentágono.

El informe también indica que el Pentágono pagó 11.1 millones de dólares a la empresa estadounidense IAP sin que haya ningún registro del servicio prestado por ella.

Otros informes en el pasado han constatado la falta de control de los fondos estadounidenses e iraquíes para la reconstrucción del país mesopotámico, pero es la primera vez que el propio Pentágono reconoce los errores.

(V.Agencia Efe del 22 de mayo de 2008).


Bush tuvo interés en las elecciones palestinas. Su administración las había exigido, ignorando las silenciosas objeciones de los israelíes y de la Autoridad Palestina, quienes sospechaban que los terroristas de Hamas, proveedores de servicios a la población, podrían triunfar. Muy pronto, después de declaraciones iniciales corteses, Bush cambió de dirección y, junto con algunos aliados de E.U.en Europa, se negó a tratar con el gobierno de Hamas a menos que reconociera a Israel. El mensaje para los activistas demócratas en la región fue claro como el cristal: Queremos elecciones a menos de que no nos gusten los resultados de las mismas. Esta es la evidencia principal de la incoherencia de la política exterior de Bush.

Joe Klein
(v.pág.19 de la edición internacional de la revista Time del 26 de mayo de 2008).


Cuando ha tratado con conflictos árabes internos, la administración Bush nunca ha podido respaldar al equipo ganador; invariablemente ha tenido expectativas poco realistas en los partidos moderados y subestimado a los grupos extremistas.

No es la primera vez en el Medio Oriente que la administración se encuentra escasa de buenas opciones. Ya no puede contar con Siniora y las fuerzas de seguridad ibanesas para que detengan el crecimiento de Hizballah. La única manera de lograrlo es presionar a Israel para que regrese el territorio en disputa que conquistó en 1967. Ello le quitaría a Hizballah el pretexto para armarse.

Pero Israel no ha dado señal de que vaya a hacer tal concesión, y pocos en el Líbano tienen esperanza de que Nasrallah y su milicia se debiliten en el corto plazo.

Walid Jumblatt, uno de los líderes de la coalición gobernante, y jefe hereditario de la minoría druza musulmana, exvasallo del régimen sirio que había volteado sus lealtades hacia la administración Bush después de la invasión de Iraq, cuando por corto tiempo pareció que el poder militar estadounidense transformaría la región, parece estar listo para un nuevo cambio. Jumblatt declaró que ha hablado con la embajada de E.U.para darles un sombrío diagnóstico. "Los Estados Unidos han fallado en el Líbano. Tenemos que esperar para ver las nuevas reglas que Hizballah, Siria e Irán pondrán. Ahora ellos pueden hacer lo que se les antoje".

Andrew Lee Butters
(v.pág.38 de la edición internacional de la revista Time del 26 de mayo de 2008).


El virtual candidato republicano a la presidencia, John McCain, reconoció que los estadounidenses están cansados de la guerra en Iraq, pero sostuvo que retirar al Ejército "sería un error de proporciones históricas colosales".

"Nuestra derrota en Iraq sería catastrófica, no sólo para Iraq, sino para nosotros", dijo.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 27 de mayo de 2008).


El exsecretario de Prensa de la Casa Blanca Scott McClellan escribe en unas nuevas memorias que el presidente Bush se apoyó en una agresiva "campaña de propaganda", en lugar de en la verdad, para vender la guerra de Iraq.

La Casa Blanca de Bush tomó "una decisión de alejarse de la franqueza y la honestidad cuando esas cualidades eran más necesarias"; en momentos en que la nación estaba al borde de la guerra, escribe McClellan en el libro "What Happened: Inside the Bush White House and Washington's Culture of Deception".

La forma como Bush manejó el tema de Iraq "casi garantizó que el uso de la fuerza fuera la única opción viable", expone el libro. "En la era de campaña permanente, todo consistía en manipular las fuentes de opinión pública en beneficio del presidente".

McClellan calificó a la guerra de Iraq como un "serio error estratégico", un calificativo sorpresivamente duro por parte de un hombre que en ese tiempo era la leal voz pública de la Casa Blanca. "La guerra de Iraq no era necesaria", concluye.

McClellan admite que algunas de sus propias palabras en el pódium de la sala de prensa de la Casa Blanca resultaron estar "malamente desviadas", pero dice que eran sinceras en esa época.

"Me quedé corto de ser la clase de servidor público que deseaba", escribe McClellan. También culpa a los medios cuyas preguntas él capoteaba, llamándolos "cómplices facilitadores" en la campaña de la Casa Blanca para manipular a la opinión pública hacia la necesidad de la guerra.

McClellan dibuja un retrato de su exjefe como listo, encantador y políticamente experto, pero sin voluntad de reconocer errores y susceptible a sus propias exageraciones. Bush "se convence a sí mismo acerca del traje que necesita en el momento". También critica a Bush por su "falta de curiosidad".

(V.Associated Press del 28 de mayo de 2008).


Scott McClellan en su libro acusa al ex estratega y asesor de Bush, Karl Rove, y al jefe del equipo del vicepresidente Dick Cheney, Lewis "Scooter" Libby, de haberlo engañado a propósito del papel que ellos jugaron en la revelación del nombre de la agente Valerie Plame Wilson.

Bush también fue engañado, "pero los más altos funcionarios de la casa Blanca, que sabían la verdad -incluidos Rove, Libby y posiblemente el vicepresidente Cheney- me autorizaron y me estimularon a que repitiera una mentira", dice McClellan.

El habitualmente jovial ex vocero también resultó feroz a la hora de juzgar la "negación" inicial de la Casa Blanca acerca de la devastación provocada por el huracán Katrina en 2005 y la improvisada respuesta del gobierno.

"La percepción de esta catástrofe fue empeorando por anteriores decisiones del presidente Bush, incluyendo en primer lugar y antes que nada el haberse "precipitado a una guerra" en Irak con un "cronograma inapropiado" y "sin haber preparado el posconflicto".

(V.Agence France-Presse del 28 de mayo de 2008)


"Han pasado más de 5 años desde la 'misión cumplida' de Bush en Iraq. ¿Cuándo van a dejar los militares y la administración de mentirnos acerca del 'progreso' conseguido por las fuerzas iraquíes? La situación empeora día a día, y las fuerzas iraquíes desertan, se pasan al enemigo, o simplemente rechazan luchar. El gobierno iraquí nunca se hará responsable de su propio país si no es forzado a ello. Nuestras tropas deberían marcharse ahora. Esto obligaría al gobierno iraquí y a sus servicios armados a hacerse responsables o morir en el intento."

Bruce McPhee / West Yarmouth, Mass.

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 2 de junio de 2008).


La presión norteamericana es fuerte, las últimas encuestas arrojan que 70% desean que se termine la ocupación en Iraq.

De seguir así la opinión, McCain se verá muy presionado en la campaña y si ganara las elecciones buscaría un retiro escalonado, no un retiro total inmediato.

Son muchas las empresas que involucran a republicanos que resultarían afectadas: Contratadoras de personal, los tristemente célebres interrogadores de supuestos terroristas, agencias de seguridad... por lo menos, calculo, le llevaría un año.

Mireille Méjan Carrer, profesora-investigadora de la Universidad Panamericana
(v.pág.13-A del periódico El Informador del 2 de junio de 2008).


McCain dice que sería irresponsable un retiro de tropas, pues Iraq aún no tiene las condiciones para garantizar de manera autónoma su seguridad y podría estallar una guerra civil.

Dada su estirpe militar y experiencias, como el haber sido prisionero en la Guerra de Vietnam, McCain confiere relevante importancia al poderío militar estadounidense y su despliegue global.

Aun cuando se desmarcara de la administración Bush, en realidad comulga con la realpolitik republicana: las sanciones y el uso de la fuerza son las mejores herramientas para alcanzar los objetivos planeados.

Silvia Figueroa González, directora del Departamento de Comunicación y Relaciones Públicas del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara
(v.pág.13-A del periódico El Informador del 2 de junio de 2008).


El presidente George W.Bush y su gabinete político relataron mal la relación de Saddam Hussein con el terrorismo e ignoraron las dudas de las agencias de inteligencia acerca del programa de armas de destrucción masiva de Iraq cuando construían un caso para ir a la guerra, reportó el comité de inteligancia del Senado el jueves.

El reporte muestra a una administración que "llevó a la nación a la guerra basada en premisas falsas", según el presidente del comité, el senador demócrata John Rockefeller.

El comité estudió los mayores discursos ded Bush, del vicepresidente Dick Cheney y de otros funcionarios previos a la invasión a Iraq, comparando las principales afirmaciones con la inteligencia disponoble en ese momento.

Las afirmaciones de que Iraq tenía una sociedad con al Qaeda estaban equivocadas y sin soporte de inteligencia, expresó el reporte.

Agrega que las afirmaciones de Bush y Cheney de que Saddam estaba preparado para armar grupos terroristas con armas de destrucción masiva para atacar a los Estados Unidos, contradecían la inteligencia disponible.

Tales afirmaciones tuvieron una fuerte resonancia con en el público estadounidense, todavía impactado por los ataques de al Qaeda de septiembre 11 de 2001. Las encuestas mostraron que muchos estadounidenses creían que Iraq había intervenido en los ataques, incluso mucho después de que Bush reconoció en septiembre de 2003 que no existía evidencia de que Iraq estuviese involucrado.

El reporte también expone que las afirmaciones de la administración previas a la guerra sobre las armas de destrucción masiva iraquíes estaban respaldadas, en la mayoría de los casos, por la inteligencia disponible de los E.U., pero los funcionarios fallaron al no reflejar el debate interno sobre esos descubrimientos, que resultaron falsos.

(V.Reuters del 5 de junio de 2008).


De repente la dinámica regional ha cambiado. La familia real saudí está segura contra cualquier amenaza. Ella puede comprar paz en la península. Los altos precios del petróleo hacen que incluso los iraquíes piensen que puede ser tiempo de bombear más petróleo en vez de estar peleando. Ciertamente los iraníes, saudíes y kuwaitíes están pensando en las maneras de entrar en acción, y todos tiene los medios y la situación geográfica para beneficiarse de un renacimiento petrolero iraquí. La guerra en Iraq no empezó por el petróleo -un punto que hemos demostrado muchas veces- pero bien pudiera ser controlada por causa del petróleo.

En Iraq -aunque no en Afganistán- la guerra ha pasado regionalmente a segundo término a causa de los altos precios del petróleo. Los países exportadores están en posición de hacer dinero, incluso los iraníes están buscando cómo activarse; es difícil encontrar la forma de hacerlo sin involucrar a los gigantes petroleros occidentales; y esto requiere enterrar el pleito con los Estados Unidos. Grupos como al-Qaeda y Hezbollah son decididamente secundarios ante estas consideraciones.

George Friedman
(Stratfor)


19 soldados de E.U. fueron muertos en Iraq en mayo, la cifra mensual más baja desde que la guerra comenzó. La disminución en las bajas estadounidenses se ha dado al asumir las fuerzas iraquíes un mayor papel en los combates. 98 miembros de la seguridad iraquí fueron muertos en mayo, junto con 553 civiles. "Este progreso es frágil", advirtió un vocero militar.

(V.pág.19 de la edición internacional de la revista Time del 16 de junio de 2008).


Al mismo tiempo que las guerras en Afganistán e Iraq han tensado a los militares de E.U.hasta el punto de rompimiento, el Pentágono ha aprobado silenciosamente el uso de antidepresivos para las tropas estresadas.

Es posible que los antidepresivos y los auxiliares para dormir sean usados para estirar una fuerza ya tensa todavía más. "Esto es lo que pasa cuando tratas de pelear una larga guerra con un ejército que no fue diseñado para una guerra larga", comenta Lawrence Korb, jefe de personal del Pentágono durante la administración Reagan.

"¿Estamos tratando de parchar lo que es esencialmente una fuerza insuficiente de combate?" pregunta el Dr.Frank Ochberg, veterano psiquiatra y miembro de la directiva fundador de la International Society for Traumatic Stress Studies.

Muchos soldados experimentan un común pero estremecedor desajuste en la vida de combate: mientras que casi 2 tercios de los soldados encuestados en Iraq en 2006 conocieron a alguien que había sido muerto o herido, menos del 15% estaban seguros de que ellos hubieran matado realmente a un enemmigo en respuesta. Ese desbalance entre ver de cerca el precio de la guerra y sentirse incapaz de hacer mucho al respecto, sugiere la encuesta, contribuye a sentimientos de "intenso temor, desamparo y horror" que plantan las semillas del agotamiento mental.

Mark Thompson
(v.pág.33 de la edición internacional de la revista Time del 16 de junio de 2008).


La Corte Suprema de Estados Unidos declaró ayer que la Constitución garantiza a los detenidos de Guantánamo el derecho de recurrir a la justicia federal, decisión que no devuelva la libertad a los presos, pero supone un nuevo revés para la administración Bush. Se trata de la tercera vez que el más alto organismo judicial del país rechaza argumentos del gobierno sobre el centro de detención de la base estadunidense en Cuba, que aún alberga a unos 270 prisioneros, a pesar de la reprobación internacional.

En 2004 y luego en 2006, los jueces habían estimado que los detenidos podían recurrir a la justicia federal. Pero entonces se habían apoyado en textos legales modificados luego por el Congreso. Por 5 votos contra 4, la Corte estimó que si bien Guantánamo es oficialmente territorio cubano, la base funciona de hecho como un territorio estadunidense donde se debe aplicar la Constitución.

"Los demandantes se benefician del privilegio constitucional del habeas corpus", decidió la Corte Suprema en un fallo redactado por el juez Anthony Kennedy. El presidente estadounidense, George W.Bush, anunció que acepta, aunque desaprueba, la decisión de la Corte Suprema.

Esta decisión "ayuda a restaurar la credibilidad de Estdos Unidos, como heraldo y modelo del estado de derecho en el mundo", saludó, por su parte, el presidente del Colegio de Abogados estadunidense, William Neukom.

La resolución "repudia con fuerza la esencial desigualdad de la fallida política de la administración en Guantánamo. También debería marcar el comienzo del fin del procedimiento de los tribunales militares de excepción", agregó Steven Shapiro, director jurídico de la ACLU, la poderosa organización defensora de las libertades civiles.

De este modo se abren las puertas de los tribunales federales a los detenidos que quieran denunciar eventuales maltratos y sobre todo la legalidad de los tribunales militares de excepción, invalidados en junio de 2006 por la Corta Suprema pero reintaurados unos meses más tarde por el Congreso.

(V.pág.38 del periódico Público del 13 de junio de 2008).


En relación con la población, la presencia militar en Afganistán es la cuarta parte de la que estaba en Bosnia y en Kosovo, y la ayuda no sobrepasa la mitad.

La amenaza pesa sobre la OTAN en Afganistán, dándole algún sentido a la posición radical del ex canciller alemán Helmut Schmidt: no tenemos nada que hacer en un país que los occidentales -y los rusos- nunca han comprendido.

La presencia de soldados extranjeros ha llegado a 70,000 desde el inicio de la ocupación, y según el presidente Karzai -que a duras penas controla la capital del país, Kabul- la seguridad sigue siendo "el mayor desafío". Karzai cifró en poco más de 50,000 millones de dólares su plan para obtener esa seguridad, que incluiría desarrollo en infraestructuras, educación y agricultura, en un país donde el analfabetismo afecta al 60% de la población, la natalidad (6.4 niños por madre) es una de las más altas del mundo, y la esperanza de vida es de tan sólo 47 años.

Daniel Vernet
(v.pág.40 del periódico Público del 13 de junio de 2008).


Endémica bajo Sadam Husein, al menos para su entorno y sus aliados, la corrupción en Irak se generalizó desde la invasión anglo-estadunidense del país en marzo de 2003. Según Transparency International, la organización independiente que difunde, cada año, un panorama de la corrupción en el mundo, en 180 países, solamente Birmania y Somalia son hoy más corruptos que Irak.

Según el Pentágono, 527,000 millones de dólares fueron destinados, de septiembre de 2001 a fines de diciembre de 2007, a la "guerra contra el terrorismo":

Según el estadunidense Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, el costo total del conflicto en Irak sobrepasará los 3,000 mdd. De todas las pesquisas sucesivas realizadas por las diferentes agencias estadunidenses de vigilancia y de control presupuestario en los últimos años, se sabe que "muchos miles de millones de dólares" invertidos por la administración Bush en la expedición de Irak "desaparecieron" en medio del desorden imperante. Por primera vez, se menciona una cifra global en una investigación profunda difundida la semana pasada por la cadena BBC, y es astronómica: 23,000 millones de dólares se habrían "perdido, robado" o al menos "no justificado" desde hace 5 años según el Tesoro de EU.

En la línea de mira de los investigadores de la revista Panorama están los contratistas, estadunidenses y otros, que abastecen en principio a los 151,000 soldados del ejército de EU desde el agua mineral, enviada cada día de EU hacia Irak vía Kuwait, a las hamburguesas y las papas fritas pasando por las verduras, las frutas, la leche, los chocolates, las armas, las municiones y todo lo demás. Los contratistas civiles, que son más numerosos que los soldados -163,000 en el último conteo-, se ocupan también de la reconstrucción, del petróleo, de la justicia y de la policía y están presentes en todos los ámbitos de los ministerios iraquíes.

Patrice Claude
(v.pág.40 del periódico Público del 13 de junio de 2008).


La Cámara de Representantes aprobó asignar 162,000 millones de dólares para que George W.Bush pueda seguir adelante con las operaciones militares en Irak y Afganistán hasta que concluya su periodo. Aliados republicanos del mandatario estadunidense proveyeron el margen de victoria necesario en la votación de 268 a favor y 155 en contra.

(V.pág.40 del periódico Público del 13 de junio de 2008).


Charlie Black, un importante consejero del candidato presidencial republicano John McCain, comentó que otro ataque terrorista en suelo estadounidense sería una "gran ventaja" para el candidato de su partido.

(V.Associated Press del 23 de junio de 2008).


Líderes de los E.U.y la OTAN han solicitado más tropas para contrarrestar la creciente amenaza de la insurgencia afgana, pero con pocos resultados. La guerra en Iraq se ha llevado la parte del león de los recursos estadounidenses, y otras naciones occidentales están reluctantes a involucrar más tropas. "Afganistán es de una vez y media el tamaño de Iraq, y tiene una población estimada de entre 3 y 5 millones más que Iraq", explica el general Dan McNeil, excomandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán. McNeil señala que hay sólo 65,000 soldados internacionales en Afganistán, en comparación con casi el doble en Iraq. El esfuerzo en Afganistán, dice, "requiere más máquinas voladoras, más unidades maniobrables y más inteligencia".

Aryn Baker
(v.pág.34 de la edición internacional de la revista Time del 30 de junio / 7 de julio de 2008).


El talibán se ha convertido en una insurgencia con fuerte capacidad de recuperación y podría aumentar sus ataques este año, indicó un informe del Pentágono divulgado hoy.

El estudio predijo que la milicia islámica disputará al gobierno de Afganistán el control de las zonas rurales, especialmente al sur y al este.

"El talibán probablemente también intentará aumentar su presencia al oeste y al norte", alertó el informe de 72 páginas.

El Departamento de Defensa definió la situación como "frágil", tras un aumento de la violencia el año pasado.

Más de 6,500 personas han muerto como consecuencias de atentados suicidas, de minas y de los combates en general, según el estudio, titulado "Informe sobre el progreso hacia la seguridad y estabilidad en Afganistán".

Reconoció que la policía nacional de Afganistán no está suficientemente desarrollada para cumplir sus funciones debidamente.

Dijo que se ve obstaculizada por "la corrupción, un número insuficiente de entrenadores y asesores estadounidenses y la falta de un esfuerzo unificado por parte de la comunidad internacional".

(V.Agencia Efe del 27 de junio de 2008).


La mayoría de las tropas de infantería del ejército estadounidense habrán terminado sus labores en Irak a mediados de 2009, aseguró hoy el teniente general James Dubik en el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.

Según Dubik, la retirada de las tropas de infantería podría producirse entre abril y agosto del próximo año.

No obstante, el teniente general advirtió que las fuerzas estadounidenses todavía se necesitarán en Irak por un tiempo más para prestar apoyo aéreo y entrenamiento a las tropas de ese país.

En este sentido, rehusó especificar cuándo podrán abandonar la nación árabe todas las tropas estadounidenses, al afirmar que eso depende de cuándo complete el gobierno iraquí ciertas tareas como comprar sus propios aviones para la Fuerza Aérea.

Señaló también que las fuerzas de seguridad iraquíes han aumentado de 444,000 en junio de 2007 a 566,.000 en mayo de este año y que la calidad de las tropas de ese país ha mejorado.

Sin embargo, destacó que el liderazgo de las mismas es todavía mejorable y que permanecen dentro de sus filas signos de "sectarismo".

La mejora en materia de seguridad en Irak ha sido "espectacular", pero este progreso puede sufrir un revés y obstaculizar o frustrar el avance, advirtió el teniente general.

Las fuerzas iraquíes controlan actualmente nueve de las 18 provincias del país y en enero del próximo año podrían dominar en todas, auguró Dubik.

Las declaraciones de Dubik se producen en un momento en el que el Gobierno iraquí presiona a Washington para que establezca un calendario de retirada de sus tropas.

Los 2 países negocian en la actualidad un pacto que siente las bases para la permanencia de las tropas estadounidenses en Irak más allá de diciembre, cuando expira el mandato de la ONU que legaliza la presencia de cerca de 150,000 soldados.

La Casa Blanca, por su parte, reiteró hoy su rechazo a fijar un calendario de retirada de sus tropas en Irak e insistió en que una salida estará condicionada a la situación sobre el terreno.

(V.Agencia Efe del 9 de julio de 2008).


Vincent Bugliosi, en su libro The Prosecution of George W.Bush for Murder, está consciente del reto de convencer a sus lectores de que un presidente puede ser juzgado por asesinato en una corte estadounidense. El expone su caso metódicamente -Bush mintió deliberadamente para llevar a la nación a una guerra y es por tanto responsable de las muertes de más de 4,000 soldados estadounidenses- con montones de evidencia de fuentes públicas, así como teoría legal y precedentes. El trabajo resultante es un ejercicio fascinante para una escuela de leyes.

Gilbert Cruz
(v.pág.17 de la edición internacional de la revista Time del 14 de julio de 2008).


El mayor Mike Shervington, comandante de una compañía de tropas británicas estacionadas en las colinas que rodean la villa de Kajaki Olya, en Afganistán, cree que requiere al menos de otros 100 soldados para echar fuera a los insurgentes de su área, pero las tropas extranjeras están ya muy estiradas en la provincia de Helmand, y otras áreas tienen prioridad. Sin tropas adicionales, no tiene esperanza de ganarse la confianza y cooperación de los lugareños. Ni pueden separarlos de su única fuente de ingresos: el cultivo de amapolas que abastece al comercio de opio. "Estoy seguro de que en todo Helmand es igual que aquí", comenta Shervington. "Hay otras compañías batallando tanto como nosotros. Todos queremos tener éxito. Pero no tenemos suficientes tropas".

Hay sólo 8,500 soldados británicos en Helmand. De acuerdo con la doctrina de contrainsurgencia del ejército estadounidense, Helmand requiere de al menos 25,000 soldados para asegurarse -casi la mitad de las tropas extranjeras en Afganistán. Oficiales de la OTAN califican al esfuerzo en Afganistán como una "operación de economía de fuerzas", lo que significa que las pocas tropas disponibles tienen que ser utilizadas estratégicamente. En Helmand, eso significa que las tropas están concentradas en las áreas urbanas.

Todo lo que Shervington puede hacer es caminar dentro de su área de operaciones como un león enjaulado, impotente contra las fuerzas del Talibán que se burlan de él desde el otro lado de las rejas. "Hablamos grandilocuentemente acerca de construir escuelas y clínicas, pero no hacemos nada", le dice a sus soldados en una reunión después de un patrullaje. "La gente quiere seguridad. A menos que podamos proporcionarles algo permanente en vez de dádivas, ellos se marcharán".

Aryn Baker
(v.pág.19 de la edición internacional de la revista Time del 14 de julio de 2008).


"La guerra es la paz", "La libertad es la esclavitud" y "La ignorancia es la fuerza" son las 3 únicas verdades, dirigidas a ciudadanos que no ven, no oyen y no hablan, repetidas hasta el hartazgo por el Partido, el Ministerio de la Verdad y la Policía del Pensamiento en la novela 1984, de George Orwell.

Esta parece ser la línea predominante en Washington: el miércoles pasado, el Senado estadunidense, controlado por el Partido Demócrata, aprobó por 69 votos contra 28 una ley sobre escuchas telefónicas por parte de los servicios de inteligencia, un programa tenazmente impulsado por presidente George W.Bush.

La votación del Senado actualiza la Ley de Supervisión de Datos de Inteligencia sobre Extranjeros, promulgada en 1978, que no tomaba en cuenta nuevas tecnologías de comunicaciones, como teléfonos celulares, internet y correos electrónicos. La aprobación de la Ley de Escuchas Telefónicas resultó un triunfo para Bush.

La medida incluye la protección retroactiva para las compañías de telecomunicación ante demandas legales por la interceptación de líneas a pedido del gobierno sin que mediara orden de un juez, además de inmunidad judicial "por su futura cooperación" con las agencias de seguridad. De esta forma, de un plumazo las empresas se librarán de 40 demandas por su complicidad en el programa de espionaje. El periódico USA Today reveló que la Agencia de Seguridad Nacional, experta en espionaje electrónico, diseñó una gigantesca base de datos de llamadas telefónicas de millones de ciudadanos estadunidenses que, en su mayoría, no son sospechosos de haber cometido crimen alguno.

El Reino Unido tampoco se queda atrás. Se estima que es el estado con más amplio control visual tecnológico del mundo: según expertos en inteligencia, maneja cerca de 1’300,000 cámaras de video. Y a todo esto se suma Echelon, la mayor red de espionaje del planeta para interceptar comunicaciones electrónicas, operada por la comunidad UKUSA (Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda). Se calcula que este sistema captura comunicaciones por radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y mails en casi todo el globo e intercepta más de 3,000 millones de comunicaciones por día.

Roberto Bardini
(v.pág.39 del periódico Público del 11 de julio de 2008).


Parecería que el gobierno iraní entiende bien la dinámica política y económica que vive en este momento su enemigo acérrimo. Esta es, tal vez, la razón de que se haya envalentonado en el tono y la posición.

Ana María Salazar
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 12 de julio de 2008).


Las guerras se han pretendido justificar mintiendo. En agosto de 1964 el presidente Lyndon Johnson denunció que los vietnamitas habían atacado 2 buques de los Estados Unidos en el Golfo de Tonkin. Fue el pretexto maquinado para invadir Vietnam, lanzando sobre el país indefenso miles de soldados y aviones bombarderos. Su popularidad subió a las nubes, y tanto demócratas como republicanos fueron un partido único contra la agresión comunista. Cuando habían muerto miles de vietnamitas, en su mayoría mujeres y niños, Robert McNamara, ministro de Defensa de Johnson, confesó que el ataque del Golfo de Tonkin no había existido. Los muertos no resucitaron. En marzo del año 2003, el presidente Bush denunció que Iraq estaba a punto de aniquilar el mundo con sus armas de destrucción masiva, las armas más letales jamás inventadas. Iraq fue invadido y despedazado, y otra vez, demócratas y republicanos fueron una sola voz contra la presunta agresión terrorista. Cuando fueron masacrados miles de hombres, mujeres y niños, Bush confesó que las armas de destrucción masiva nunca habían existido, habían sido inventadas por él... En las elecciones presidenciales siguientes, los gringos lo recompensaron reeligiéndolo. Hoy, la gran mayoría de los norteamericanos lo detestan. No es verdad que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, los gringos se merecen uno peor.

Flavio Romero de Velasco, licenciado e Derecho y en Filosofía y Letras y exgobernador de Jalisco
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 19 de julio de 2008).


Estados Unidos violó las Convenciones de Ginebra al recurrir a la tortura en la "guerra contra el terrorismo", al punto que la administración Bush podría ser juzgada por crímenes de guerra, según un libro publicado esta semana que cita un informe secreto de la Cruz Roja. En El Lado Oscuro, la periodista Jane Mayer, especialista en cuestiones de inteligencia y antiterrorismo de la revista The New Yorker, presenta en 392 páginas una síntesis de hechos publicados y otros menos conocidos sobre el tema.

"La historia interna sobre cómo la guerra contra el terrorismo se convirtió en guerra contra los ideales de EU", menciona entre otras pruebas un informe no desmentido de la Cruz Roja Internacional. Según el libro, la Cruz Roja entrevistó a 14 prisioneros y entregó en 2007 su informe a la Agencia Central de Inteligencia, que lo transmitió al presidente George W.Bush y su secretaria de Estado, Condoleezza Rice.

(V.pág.25 del periódico Público del 20 de julio de 2008).


Tenemos que ser tan cuidadosos para salir como fuimos descuidados para entrar.

Barack Obama, candidato demócrata a la Presidencia de los E.U.
(v.pág.37 de la edición internacional de la revista Time del 21 de julio de 2008).


Seth Jones, experto en terrorismo de la Rand Corp., comenta que Pakistán se ha convertido en el hijastro olvidado, sólo tercero o cuarto en una lista de intereses estratégicos de E.U.que inicia con Iraq y Afganistán. "La más seria amenaza para los Estados Unidos desde el exterior procede de los grupos militantes que operan en Pakistán".

Aryn Baker
(v.pág.41 de la edición internacional de la revista Time del 21 de julio de 2008).


Lo que ha faltado desde hace mucho en nuestro debate nacional es una discusión honesta y seria acerca de las cosecuencias estratégicas de nuestra presencia a largo plazo en Iraq.

Esta guerra nos impide enfrentar casi toda amenaza seria que encaramos, desde una resurgente al-Qaeda en Afganistán hasta el intento de un régimen hostil en Irán de hacerse con armas nucleares para diseminar la ideología extremista alrededor del mundo.

Debemos reconocer que el frente central en la guerra contra el terrorismo no es Iraq, y nunca lo fue. El frente central está en Afganistán y Pakistán. Es inaceptable que casi 7 años después del 11 de septiembre, los responsables del ataque sigan libres. Si ocurre otro ataque en nuestra patria, lo más probable es que venga de la misma región donde se planeó el 11 de septiembre. Y así hoy día tenemos 5 veces más tropas en Iraq que en Afganistán.

No podemos permitirnos otros 4 años de confusión y prioridades desviadas.

Barack Obama, candidato demócrata a la Presidencia de los E.U.
(v.pág.19 de la edición internacional de la revista Time del 28 de julio de 2008).


"Patriotismo es lo que contuvo a los medios de comunicación de cuestionar los planes para invadir Iraq antes de que empezara la guerra. El miedo de ser etiquetado como no patriota es lo que contuvo a más legisladores de votar contra la autorización de la invasión. Los E.U.tienen una larga historia de no vivir de acuerdo a sus ideales. Esto es debido a que se da más importancia a expresiones huecas de honor y amor al país que a que toda la gente sea tratada con equidad. Tendemos a excusar nuestros errores del pasado, y continuamos repitiéndolos una y otra vez."

Mary Brewerton / Denver

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 4 de agosto de 2008).


Instalaciones milirtares estadounidenses en Iraq fueron dañaas o destruidas por 283 incendios de origen eléctrico en un periodo de 6 meses, y 13 estadounidenses se electrocutaron desde 2003, convirtiendo a los problemas de cableado en el mayor riesgo fuera del combate para la seguridad. Una investigación del Senado reveló que el contratista KBR Inc. contrató trabajadores sin experiencia y civiles iraquíes que no hablaban inglés para construir algunas de esas instalaciones.

(V.pág.6 de la edición internacional de la revista Time del 4 de agosto de 2008).


Dios lo ayude, presidente de los Estados Unidos: [es usted] un total fracaso, perdiendo toda credibilidad ante el pueblo estadounidense en cuanto a la economía, la guerra, la energía... el tema que usted elija.

Nancy Pelosi, vocera de la Cámara de Representantes
(v.Verbatim de la edición internacional de la revista Time del 4 de agosto de 2008).


Tiene razón el enjuto Obama cuando dice que la guerra no está en Irak; que se encuentra en Afganistán. No es baladí que, en su periplo por diversos países, el primero en visitar fuera Afganistán. Porque Irak fue una farsa se vea por donde se vea. La venganza de los más relevantes políticos de la administración estadunidense contra Irak quedó reflejada en la desaparición de uno de los mayores sátrapas de los últimos cincuenta años: Sadam Husein. Sadam, el dictador que aniquiló a miles de personas por falsas delaciones o, sencillamente porque sí; el tirano que dejó morir a su pueblo para vivir, él y su familia, en la opulencia estrafalaria; el salvaje que mandó matar incluso a miembros de su propia familia. Y con su desaparición también lo hizo su partido el Baaz y todas las rémoras que lastraba.

Que Sadam Husein era un tirano todos lo sabemos; como todos sabemos también lo que conducían las venas que transitaban por el trasfondo iraquí. Eran venas de sangre negra; negra y rica, rica y jugosa. Por eso ocurrió aquella invasión disfrazándola de lucha por la libertad del pueblo iraquí.

Pero en Irak no estaban las respuestas a las preguntas del terrorismo. Y eso lo sabían. Distinto fue que, una vez consumada la invasión naciera una insurgencia tan terrible como los méritos expeditos de Sadam. Seguramente si no se hubiese producido la invasión jamás hubiese existido la barbarie de la insurgencia en forma de bandoleros musulmanes. Pero en fin, ya no vale lamentarse sino intentar arreglarlo.

Por eso me gusta la postura de Barack Obama referenciándose a Afganistán. Dice que ese es el lugar para acabar con el terrorismo abstracto que tanto daño hace a Occidente.

No hay terroristas de Al Qaeda en Irak. Tal vez nunca los hubo. Porque el único Al Zarqawi -el terrorista jordano que quiso convertirse en un Robin Hood sanguinolento- fue fruto de la avasalladora respuesta a Irak.

Los tiros no van por ahí y Obama lo sabe muy bien. Los tiros están en Afganistán y en la frontera con Pakistán. Es ahí donde los talibanes se han hecho fuertes y muchos jóvenes son reclutados en las madrasas -escuelas coránicas- para convertirse en terroristas que dan su vida por Alá.

Dice Obama que si gana las elecciones sacará a las tropas estadunidenses de Irak en un plazo de 16 meses. Pero es una canción tan manida como repetitiva. Tan repetitiva como vacua. Es muy probable que Obama tenga la voluntad de querer retirar a las tropas, pero también es cierto que el petróleo es muy tentador; mucho más cuando el barril crece de modo imparable y el oro negro escasea cada vez más.

Ahora bien si de verdad queremos luchar contra el terrorismo invisible y oscuro, la búsqueda continúa estando en Afganistán.

En los casi 3,000 kilómetros de frontera que separa el país de Karzai del de Musarraf deambula todo un reguero de terroristas donde se mueven a sus anchas. Van libres gracias a la impunidad que les otorgan las tribus fronterizas. Unas tribus tan poderosas que ni los mismos soldados paquistaníes se atreven a pisar su territorio.

Mientras tanto las guerrillas de los talibanes se perfeccionan, organizan y ejecutan sus acciones terroristas. Ya han muerto miles de soldados -también españoles- y pueden caer muchos más si Barack Obama no traslada a los soldados a Afganistán.

En octubre del 2001 en las inexpugnables montañas que separan Afganistán de Pakistán, los talibanes escribieron muchas pancartas donde se podían leer leyendas que decían que las tropas aliadas se convertirían en enormes fosas humanas. No les faltaba razón. Al Qaeda no está instalada en Afganistán. Lo está por todo el mundo. Pero una de sus principales sucursales es Afganistán. Y a todo esto ¿dónde está Bin Laden?

Alberto Peláez
(v.pág.29 del periódico Público del 3 de agosto de 2008).


"Los terroristas son móviles y se dirigieron de todas partes hacia Iraq porque los E.U.estaban allí. Ahora Afganistán se está volviendo popular, y los terroritas fluirán hacia allí. El problema es que ninguna fuerza extranjera moderna, incluyendo a la antigua Unión Soviética, ha tenido éxito en Afganistán. ¿Será por eso que los E.U.escogieron atacar terroristas en Iraq?"

Charles Langhorn / Auburn, Cal.

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 18 de agosto de 2008).


"A finales de 2011, las tropas estadounidenses se retirarán de Irak", afirmó Mohammed al Haj Hammud, precisando que las negociaciones sobre los 27 artículos del pacto de seguridad entre Irak y Estados Unidos habían concluido.

El acuerdo ya fue aprobado por el presidente estadounidense, George W.Bush, añadió.

Sin embargo, el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, afirmó que el acuerdo aún debe ser finalizado. "Aún hay discusiones en marcha", dijo.

El negociador iraquí, por su parte, señaló que "existe una cláusula que estipula que la retirada podría llevarse a cabo antes de 2011 y que la presencia puede también ser prolongada hasta después de 2011, en función de la situación. Las 2 partes están de acuerdo en ello".

Más allá de 2011, o sea 8 años después de la invasión de Irak por las fuerzas de la coalición, quedarán en Irak "cierto número de tropas, en apoyo o para entrenar a las fuerzas iraquíes", precisó Hammud.

"Las tropas de combate se retirarán de las ciudades iraquíes en junio de 2009", indicó Hammud.

Los más hostiles a este pacto son los partidarios del jefe radical chiita Moqtada Sadr, rechazan todo acuerdo y reclaman la partida pura y simple de los 142,000 soldados estadounidenses.

El Consejo de Seguridad de la ONU decidió en diciembre de 2007 prolongar "por última vez" el mandato de la fuerza internacional hasta el 31 de diciembre de 2008.

(V.Agence France-Presse del 22 de agosto de 2008).


Se ha afianzado en EU -y en el mundo entero- la convicción de que su poder se ha debilitado en el planeta. Baste algunos ejemplos: la irrefrenable recuperación en Afganistán de los talibanes -con auxilio de una tan campante Al Qaeda-, sacados del poder por Bush a fines de 2001 tras la invasión a ese país en castigo por su involucramiento en el 11-S, y el fracaso del unilateralismo bushiano que ha encontrado su tumba en Georgia. La "loca aventura" geoestratégica de Bush en Irak, por la cual el planeta también ha pagado los costos, fortaleció el poderío petrolero de Rusia y, con él, su retorno como potencia de primer rango.

Irene Selser
(v.pág.37 del periódico Público del 29 de agosto de 2008).


El presidente Bush no entiende que Afganistán y Pakistán son el frente central en la guerra contra el terrorismo, y no Iraq.

Barack Obama, candidato demócrata a la Presidencia de EEUU
(v.pág.6-A del periódico El Informador del 10 de septiembre de 2008).


El Secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, compareció hoy en el Congreso junto con el jefe del Estado Mayor Conjunto, el almirante Mike Mullen, para exponer el desarrollo de las guerras de Irak y Afganistán.

Según Gates, "la lenta retirada de las tropas de Irak esta justificada por varias circunstancias preocupantes, incluido el lento progreso del desarrollo político del país".

Aunque subrayó que ha habido avances en Irak, Gates señaló que las tensiones entre grupos sectarios todavía existen y amenazan los recientes progresos alcanzados en seguridad, por lo que aseguró que será necesario seguir teniendo presencia en el país.

"Quisiera instar a nuestros dirigentes a que tengan en cuenta que vamos a estar involucrados en Irak durante los próximos años, aunque de forma diferente y cada vez más limitada", dijo.

En cuanto a la guerra de Afganistán, ambos incidieron en la necesidad de reforzar la seguridad y presionar a Pakistán para evitar que los talibanes crucen la frontera.

El almirante Mullen admitió que la estrategia seguida hasta ahora en Afganistán no está teniendo el éxito que esperaban por lo que están perfilando otra nueva "más global".

(V.Agencia Efe del 10 de septiembre de 2008).


Durante los últimos 8 años hemos tenido un presidente y un vicepresidente que nos han dicho, básicamente, que nuestro uso del petróleo es un derecho otorgado por Dios.

Thomas Friedman
(v.pág.4 de la edición internacional de la revista Time del 15 de septiembre de 2008).


El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, acusó hoy al ex administrador estadounidense para Irak Paul Bremer de haber cometido muchos errores "no menos graves que los crímenes de los terroristas".

Según un comunicado de la oficina presidencial, citado por la agencia de noticias "Asuat al Iraq" (Voces de Irak), Maliki criticó a Bremer durante una visita a la provincia de Kerbala, al sur de Bagdad.

"Bremer cometió muchos errores similares a los peligros que causa el terrorismo en todas las instituciones del estado. Aún padecemos esos errores y trabajamos para remediarlos", se quejó.

El que fuera administrador provisional de Irak en los primeros meses tras el derrocamiento de Sadam decretó el 23 de mayo de 2003 la disolución del ejército iraquí y de la policía para crear desde cero nuevas instituciones, decisión que más tarde ha sido juzgada errónea.

Tras dejar el cargo, el propio Bremer ha llegado a reconocer "errores" en su gestión como la política para erradicar del poder al partido Baaz, de Sadam Husein.

(V.Agencia Efe del 13 de septiembre de 2008).


Más allá quien sea el nuevo presidente de los Estados Unidos, éste enfrentará un difícil dilema: seguir con la estrategia en Iraq -ir lentamente reduciendo la presencia de tropas extranjeras a pesar del cansancio ante la guerra que existe en Estados Unidos, continuar protegiendo el país ante actos terroristas de grupos musulmanes fundamentalistas, al mismo tiempo enfrentando un Estados Unidos en una grave crisis económica, a pesar de lo que diga el presidente Bush.

Los Estados Unidos están a poco menos de 3 meses de elegir a su nuevo presidente, lo cual podría significar un cambio sustancial en la estrategia contra el terrorismo, una nueva visión, algo. Sin embargo, atendiendo estrictamente a los perfiles de McCain y Obama y a la situación del país, es previsible que, en lo general no, pero en lo que se refiere a Afganistán y Paquistán, de convertirse en presidente, Obama deberá justificar con hechos las declaraciones que con tanta fuerza ha sostenido.

A pesar del panorama de regionalización del conflicto y de debilidad ideológica del movimiento, que lo condenará tarde o temprano al fracaso, expertos en seguridad nacional no descartan la posibilidad de que se presente un ataque terrorista (islámico), porque aún existen células sumamente interesadas en pasarle factura a Estados Unidos y afectar severamente sus intereses. Lo sorpresivo de esta crónica de un ataque terrorista anunciado no radica en que se vaya a presentar, sino en que los expertos se preguntan por qué todavía no se ha dado. El siguiente presidente, ya sea Obama o McCain, no la tendrá fácil.

Ana María Salazar
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 13 de septiembre de 2008).


"¿Por qué nos odian?", se preguntó, unos días después del atentado terrorista, el presidente George W.Bush, mientras su país y el mundo se estremecían en ese 11 de septiembre de hace 7 años, que pretendió ser una respuesta criminal a las injerencias de la potencia planetaria en Medio Oriente y Asia central. Pero, en vez de tomarse el trabajo de comprender las causas de los sentimientos antiestadounidenses, el gobernante se dio a la tarea de multiplicarlas y profundizarlas. Con el pretexto de vengar los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono y de fortalecer la seguridad de sus conciudadanos, Bush ordenó un sangriento ataque contra Afganistán y la ocupación militar de ese infortunado país.

Además, ante la sociedad norteamericana, Bush se hizo dueño de un discurso alarmista y mentiroso para concitar el respaldo de la población a su desbocado militarismo, y en marzo de 2003 atacó a Iraq y hundió a su gobierno y a varios de sus aliados en una guerra genocida, ilícita y corrupta que ha causado cientos de miles de víctimas, daños materiales incalculables y una situación de catástrofe no muy distante a la extinción nacional, así como la muerte de unos 4,500 estadounidenses, entre militares y paramilitares -muchos más que los fallecidos el 11 de septiembre de 2001-, más de 30,000 heridos, muchos de ellos con daños permanentes. Económicamente hay dispendio o desvío de cientos de miles de millones de dólares y una degradación política, moral y diplomática como no recordamos.

Martha González Escobar, divulgadora científica de la Universidad de Guadalajara
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 13 de septiembre de 2008).


Cálculos actuariales -del tipo de los que usan las aseguradoras- hablan de 1 probabilidad en 6 de que la señora Palin -ésa que cree que Dios mandó a Estados Unidos a la guerra en Iraq, que Dios creó al hombre y eso es lo que debe enseñarse en las escuelas y no la teoría de Darwin, y que ninguna mujer tiene derecho a abortar ni siquiera si ha sido violada- sea la primera presidenta de los Estados Unidos [por la muerte de McCain, actualmente de 72 años].

Rossana Fuentes Berain, profesora e investigadora de la Universidad de Guadalajara
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 13 de septiembre de 2008).


De acuerdo a una encuesta levantada el 26 y 27 de septiembre por USA Today/Gallup, sólo el 27% de los estadounidenses aprueban la actuación de George W.Bush como presidente.

(V.AOL News del 1o.de octubre de 2008).


Israel dice con la boca chica que si tiene que bombardear Irán, se basta y se sobra con sus posibilidades bélicas. Pero en el fondo no es así. Israel ha pedido ayuda en varias ocasiones a la administración Bush. Pero éstos, enfangados en la invasión de Irak y la contienda afgana, lo han rechazado hasta que la situación con el régimen de los ayatolás pudiese ponerse caliente, casi hasta el punto de ebullición.

Alberto Peláez
(v.pág.23 del periódico Público del 5 de octubre de 2008).


Ahora parece claro que George W.Bush será recordado por desastres simétricos. Su presidencia inició con la destrucción de las Torres Gemelas por terroristas de al-Qaeda. Está terminando con la devastación de los billones gemelos -el dinero gastado en una tonta guerra en Iraq (US$ 653,000 millones y contando) y en el recate de la industria financiera que se volvió un cerdo salvaje durante la Era de Desregulación iniciada por Reagan. Bush ha revivido al Gran Gobierno de la peor forma podible: la clase media pagará, a perpetuidad, por los pecados de los poderosos.

Joe Klein
(v.pág.30 de la edición internacional de la revista Time del 6 de octubre de 2008).


La adminsitración de Bush dijo: ¡Confíen en nosotros! Terminaremos con el bloqueo en Washington. Contamos con excedentes hasta donde alcanza la vista. Encontraremos las armas de destrucción masiva; seremos bienvenidos como libertadores; la insurgencia se encuentra en sus últimos momentos. Nosotros no torturamos. Nadie pensó que los diques se romperían; la FEMA está realizando un trabajo excelente; haremos lo que sea necesario para reconstruir. La economía está fundamentalmente fuerte, y más recortes en los impuestos la harán todavía más fuerte. Podemos salvar la seguridad social permitiéndoles invertir sus beneficios en el mercado de valores.

Fue impactante ver a los republicanos de la Cámara de Representantes distanciarse de Bush ahora que ha llegado el momento de recoger el tiradero, ya que por 8 años han sido su más leal apoyo para la economía, para Iraq, para casi todo con excepción de los esfuerzos de Bush para controlar los subsidios agrícolas.

Michael Grunwald
(v.pág.23 de la edición internacional de la revista Time del 13 de octubre de 2008).


Sólo 9% de los estadounidenses sienten que el país va en la dirección correcta, según la última encuesta Gallup -el número más bajo en la historia de las encuestas. "Yo no quiero otros 4 años de Bush, y aquí está McCain votando de acuerdo con él el 90% de las ocasiones", declaró Ben Humphreys...

David von Drehle
(v.pág.33 de la edición internacional de la revista Time del 13 de octubre de 2008).


Con un país al borde del cataclismo financiero y 2 guerras abiertas en Iraq y Afganistán, el presidente, George W.Bush, apura los últimos 100 días de su mandato mientras se desliza por la pendiente del caos y la impopularidad con los peores índices de aceptación, desde la renuncia de Richard Nixon (24%) y un déficit presupuestario que rondará los 500,000 millones de dólares en 2009, el más abultado en la historia del país.

Hace casi 8 años, Bush, juraba como 43 presidente de Estados Unidos. En su discurso de aceptación, prometía el inicio de una nueva era de "poderío militar, con menos impuestos y más compasión hacia los más pobres", mientras los ecos de las protestas le gritaban "!Presidente bastardo!", "¡Fraude!" y "¡Golpe de estado!"

Hoy, aún antes de terminar su mandato, Bush ya encabeza la lista de los peores presidentes en la historia de Estados Unidos, mientras una legión de analistas, hacen inventario de un mandato y un presidente que, aseguran, es el principal artífice de una crisis sin precedentes desde los años de la Gran Depresión.

"George W. Bush se ha ganado su lugar entre los peores presidentes en la historia de Estados Unidos", aseguró James Thurber, de la Universidad Americana.

Hoy, son muchos los que consideran que el verdadero mandato de Bush se inició aquel 11 de septiembre del 2001, cuando los ataques terroristas le permitieron sacudirse el estigma del fraude electoral en Florida.

(V.pág.13-A del periódico El Informador del 13 de octubre de 2008).


A menos que Dick Cheney invente alguna trampa por ahí, yo creo que Obama ya es el presidente para fortuna del mundo, porque es un hombre muy inteligente. [Cheney] es un diablo, es un hombre malvado que siempre está inventando alguna cosa y además es un mal tipo, le tirotea a sus compañeros de caza, acaba tiroteándolos en vez de tirotear a los ciervos, es muy peligroso Cheney.

Carlos Fuentes
(v.periódico El Universal del 20 de octubre de 2008).


Los Estados Unidos, una nación que eligió presidente a George W.Bush 2 veces, enfrentan críticas constantes por todo, desde su falta de acción con respecto al calentamiento global hasta su fe en un capitalismo desencadenado, que últimamente ha producido la propagación del contagio económico desde los bancos estadounidenses hacia el resto del mundo. Pero lo más dañino para la reputación mundial estadounidense ha sido la invasión de Iraq, que desde el principio muchos europeos vieron como una aventura peligrosa. "Existe la preocupación porque los Estados Unidos siguen su propio camino en vez de escuchar a sus aliados o buscar la aprobación internacional", comenta Andrew Kohut, presidente del Pew Research Center de Washington. "La guerra en Iraq es la muestra del mal comportamiento de los Estados Unidos".

William Lee Adams
(v.pág.44 de la edición internacional de la revista Time del 27 de octubre de 2008).


El fiasco en Iraq ha resultado en que no haya nuevas generaciones de pueblos o países dispuestas a seguir el liderazgo estadounidense.

Michael Elliott
(v.pág.33 de la edición internacional de la revista Time del 3 de noviembre de 2008).


Cuando Bill Clinton dejó la Casa Blanca, las arcas de estado se situaban con un superávit de 600,000 millones de dólares. Ahora que se va Bush deja la misma cifra, pero en negativo.

Hay que acordarse cómo llegó al poder: dirimiendo su victoria en los tribunales de tercer pelo en el Estado de Florida después de luchar hasta el último voto contra su contrincante, Albert Gore. Una vez en el poder, fue de mal en peor. Primero el atentado brutal contra la Torres Gemelas y el Pentágono. Después, sus "conquistas" en Oriente Medio que dejaron un saldo de miles de muertos y un déficit en las cuentas del estado que parecían agujeros negros estelares. Ahora, se nos va Bush por la puerta falsa, como si un prestidigitador le hiciera desaparecer en su último acto de magia. Porque es lo que ha hecho Bush: magia pura y dura, una política virtual cimentada en zancos con efectos grandilocuentes como el miedo a la inseguridad que le ha dado réditos durante 2 legislaturas.

Alberto Peláez
(v.pág.23 del periódico Público del 2 de noviembre de 2008).


Frustración y disgusto después de las elecciones de 2000... Gore ganó, Gore fue electo presidente, y le quitaron el triunfo a través de maniobras políticas y legales, y desde entonces hemos tenido este extraño sentimiento de estar en un mundo paralelo, un mundo que no pedimos pero que obtuvimos de todas maneras. En el otro mundo, Al Gore está terminando ahora su segundo periodo presidencial, nunca invadimos Irak, tal vez el 11 de septiembre nunca pasó, porque la gente de Clinton estaba a punto de descubrirlo, y luego la gente de Bush ignoró todas las advertencias, así que creo que ése es el origen de todo.

Paul Auster, escritor estadounidense
(v.pág.4 del suplemento "Visor" del periódico Público del 2 de noviembre de 2008).


El costo de la guerra en Iraq supera los 526,000 millones de dólares, el pago a las empresas contratistas encargadas de los servicios de guerra alcanza los 2,000 millones de dólares diarios. Por más que Estados Unidos fuera una gran potencia económica, estas cifras sobrepasan la capacidad de cualquier nación.

Quien pudiera creer que la guerra valió la pena, el resultado real es que el gobierno impuesto a Iraq ha hecho los acuerdos petroleros con Exxon Mobil, empresa norteamericana, Shell que es holandesa, Total compañía francesa, BP del Reino Unido, además de empresas chinas y rusas. O sea que para los Estados Unidos una mínima ganancia, compartida con países que ni siquiera apoyaron la guerra.

Mireille Méjan Carrer, catedrática de Ciencias Empresariales de la Universidad Panamericana
(v.pág.17-A del periódico El Informador del 3 de noviembre de 2008).


Ocho años después del arribo de Bush a la Casa Blanca, los estadounidenses finalmente parecen reaccionar a la que ha sido la peor Presidencia de la historia.

Genaro Lozano
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 5 de noviembre de 2008).


Yo sí creo que este triunfo de Obama representa un parteaguas definitivo en el horizonte histórico de los Estados Unidos y esto con una ventaja adicional: ya no veremos al imbécil de Bush que graciosamente se va a la goma (he is going to the rubber) después de haber hecho en su poderoso país el tiradero más grande de la historia y de haber echado a andar una guerra interminable y una catástrofe financiera de incalculables dimensiones.

Esta es la ingrata herencia que recibirá Barack Obama.

Sólo la sabiduría cósmica podrá discernir a quién le fue mejor, quién ganó en esta contienda, si a Obama que tiene que secar e higienizar el regadero de baba que dejó Bush, o a McCain flotando cual boya marítima en su alberca haciéndole quirúrgicas maniobras a sus gordas.

Germán Dehesa
(v.pág.1 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 6 de noviembre de 2008).


"Nosotros mismos nos colocamos en la posición de pelear simultáneamente 2 guerras, y eso está llevando a demandas que compiten por recursos escasos", declara John Nagl, oficial retirado del Ejército que ayudó al general David Petraeus con el borrador del nuevo manual de contrainsurgencia del Ejército.

El teniente coronel Ali Habbas Hamad, subcomandante de una brigada de la policía iraquí, explicó que nunca habría podido hacer su trabajo sin la ayuda del grupo local de Despertar que el gobierno está desbandando, preocupado porque la lealtad de sus miembros es incierta. Hamad piensa que esto es un error. "Alguna de esta gente ayudó a al-Qaeda [sólo] porque necesitaban los fondos", dijo. "Todos ellos han pasado por 4 años de guerra. Si el gobierno no los trata con respeto ni les ayuda a conseguir empleo, regresarán a guerrear".

Es un cuento conocido. Lo que se requiere en Dora [vecindario al sur de Bagdad] es energía elécrtrica y agua confiables. Hamad comenta que ni un solo funcionario del gobierno se ha aparecido allí durante su estancia. "Nuestros funcionarios sólo se preocupan por ellos mismos", declara en un tono que deprimiría a cualquier líder estadounidense. "Ellos están en el poder por 4 años, así que hacen tanto dinero como pueden y después planean dejar el país. Lo que necesitamos es un dictador".

Andrew Lee Butters
(v.pág.33 de la edición internacional de la revista Time del 10 de noviembre de 2008).


Aunque todavía es un trabajo inconcluso, el Estimado sobre Afganistán de la Inteligencia Nacional, que aparecerá después de las elecciones en E.U., retrata un país en una "espiral descendente", declara un oficial del Pentágono que fue entrevistado acerca del reporte. Las razones clave: un Talibán revitalizado, fuerzas inadecuadas de los E.U. y la OTAN, los fondos generados para el Talibán por los narcóticos, y un gobierno tan consumido por la corrupción y la ineficiencia que no puede ofrecer una alternativa razonable a los insurgentes.

Al este de Kabul, Saeed Shah comenta que él no estaba a favor del Talibán cuando éste estaba en el poder. Pero su alguna vez pacífico distrito ha atestiguado una ola de criminalidad y violencia -10 soldados franceses fueron masacrados por los insurgentes en agosto- que lo hacen extrañar al viejo régimen y su burda pero efectiva justicia. "Sí había dureza, pero también había paz", declara. "Podías dejar abierta tu tienda toda la noche y nadie se robaba nada". En el sur y el este, donde la insurgencia está más fuerte, simplemente no hay suficientes tropas. Los soldados pueden limpiar el terreno, pero cuando retornan a sus barracas por la noche, los insurgentes aterrorizan a la población local por ayudar a las fuerzas extranjeras y del gobierno. Si los afganos temen que los maten por cooperar con el gobierno, no lo harán.

La solución más obvia -un "incremento" al estilo de Iraq- es improbable que suceda. El presidente Bush ha prometido enviar 8,000 soldados más antes de dejar su puesto, y ambos candidatos presidenciales prometieron al menos 2 brigadas adicionales. Pero las tropas no llegarán lo suficientemente rápido ni en la cantidad necesaria. Afganistán es un tercio mayor que Iraq, y su terreno es mucho más difícil. El experto en contrainsurgencia John Nagl ha estimado que se necesitarían 600,000 soldados -incluyendo a los afganos- en el país para controlar la amenaza de al-Qaeda y el Talibán. Actualmente hay unos 65,000 soldados de la coalición (incluyendo a 33,000 de los EU) en el terreno, además de 70,000 del ejército afgano -de los cuales menos de la mitad pueden operar por sí mismos- más una fuerza policiaca inefectiva. Iraq, en contraste, cuenta con 160,000 soldados de la coalición y casi 600,000 soldados profesionales de la fuerza nacional de seguridad. "El negocio total de entrenar, equipar y desplegar al ejército y la creación de infraestructura, toma tiempo", explica el comandante de la OTAN. "La única forma de comprar tiempo es traer más fuerzas de la alianza o de la coalición".

Pero la mayoría de los países de la OTAN o no pueden o no quieren enviar más tropas, y las fuerzas armadas de los EU están demasiado adelgazadas entre 2 guerras.

Saeed Shah concluye: "El Talibán nos dio una dictadura de terror, Karzai nos ha dado una dictadura de sobornos, lo que queremos ahora es una dictadura de leyes".

Aryn Baker
(v.pág.33 de la edición internacional de la revista Time del 10 de noviembre de 2008).


Estados Unidos necesita cambiar el reinado de "confiar en falsas leyes disfrazadas con ropajes de la razón" -para usar palabras de John Milton. Atacar a Iraq por una relación imaginaria con 9/11 fue estúpido. Contar con servicios de salud impagables no es una manera razonable de operar una sociedad rica. Destruir el ambiente no es inteligente. Repartir un poco la riqueza en una sociedad profundamente desigual no es una idea tan ofensiva.

Amartya Sen, Premio Nobel
(v.pág.47 de la edición internacional de la revista Time del 17 de noviembre de 2008).


Los humanos "somos animales educados, pero animales", afirmó hoy en México el escritor español Juan Goytisolo, quien agregó que para intentar entender a la especie escribió su última novela, "El exiliado de aquí y allá".

"Sólo al entender que somos animales" se puede comprender y tomar conciencia de "todos los horrores que causamos y la sinrazón total del universo en que vivimos", aseguró Goytisolo (Barcelona, 1931) en la presentación de su libro.

Como ejemplo, citó los 8 años "de reinado" del presidente estadounidense, George W. Bush, los que describió como "una locura".

Aseguró que fue Bush el que lanzó al mundo al terrorismo y a la guerra que vive Irak, y que el terrorismo islamista "era previsible" desde mucho antes.

Explicó que su origen se observa en conflictos como los de Bosnia, Argelia y Chechenia "o la despiadada ocupación por parte de Israel del territorio palestino", ya que la minoría musulmana casi laica fue tan asediada por los occidentales que acabó radicalizándose y eso se convirtió en el germen del terrorismo actual como el de Al Qaeda.

(V.Agencia Efe del 19 de noviembre de 2008).


"Bush es quizá el peor presidente que hayamos tenido nunca o, espero, que vayamos a tener alguna vez. La primera elección, en 2000, fue fabricada, manipulada y finalmente robada. La segunda, en 2004, fue realmente ganada por Bush. Para citar la frase que él mismo encontró tan difícil de repetir: Si nos engañan una vez, es culpa de ellos. Si nos engañan dos veces, es culpa de nosotros."

Linda Calcagno Melchione / Easton, Mass.

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 24 de noviembre de 2008).


"De repente los medios se dan cuenta del desastre que George W.Bush ha sido, no sólo para su país, sino para el mundo entero. La incompetencia de Bush debería haber sido obvia desde el principio de su cataclísmica presidencia, y nadie habló de destituirlo incluso después de que fue evidente que la administración mintió acerca de sus motivos para ir a la guerra. Bill Clinton casi perdió su presidencia debido a un affair! Me enferma pensar que Bush segirá en su puesto hasta enero 20. Quítenlo ahora, y permitan que Obama empiece a reparar el daño que ha sido inflingido a los EU y al resto del mundo. Estos 8 años bajo Bush no sólo han sido desperdiciados, fueron un retroceso en la evolución geopolítica de la raza humana."

Alexander Schneider / Brixlegg, Austria

"El veredicto internacional sobre la presidencia de Bush es claro: la victoria de Obama ha traído ya más alivio al mundo que el que la caída de Saddam Hussein nunca trajo."

Paul Wigelius / Estocolmo

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 1o.de diciembre de 2008).


Desde el Campo David, el presidente de Estados Unidos en funciones, George W.Bush, declaró ayer que lo que más lamenta de su periodo presidencial, es el error de Inteligencia acerca de que Iraq tenía armas de destrucción masiva y remarcó que no estaba preparado para enfrentar una guerra cuando asumió su mandato.

Sin embargo, Bush declinó hacer especulaciones respecto a si igual habría decidido declarar la guerra si la Inteligencia hubiese dicho que Iraq no poseía armas de destrucción masiva. "Esa es una pregunta interesante. Es un volver atrás que no puedo realizar".

(V.pág.10-A del periódico El Informador del 2 de diciembre de 2008).


"Llevar a un país a la guerra, motivado por el imperialismo y las utilidades, con un casus belli de evidencia inventada y mentiras, es un crimen monstruoso. Es inocente pensar que Bush será juzgado algún día, pero Cheney, Rumsfeld, Wolfowitz y los otros sí podrían. Esto mostraría al mundo que Estados Unidos, en los hechos, no siempre actúa con impunidad. De cualquier manera, todavía esperamos escuchar algún tipo de admisión o disculpa de la administración en sus días finales; y la actitud del Pentágono hacia las víctimas civiles causadas por sus tropas deja mucho que desear. Sin buscar activamente un rendimiento de cuentas moral (y legal), Estados Unidos nunca recuperará la confianza y autoridad que ha perdido."

Barry Meggs / Dublín

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 8 de diciembre de 2008).


Que los EU tengan poco más de un presidente en este momento es consecuencia, principalmente, de los tiempos económicos anormales. Esta humillación final parece particularmente apropiada para George W.Bush. Al final de una presidencia de ineptitud estúpida, se ha convertido en el más lisiado de todos los patos posibles.

La imagen en traje de piloto en la cubierta de un portaaviones bajo el letrero de " Misión Cumplida" es uno de los 2 momentos definitorios del fracaso de Bush. El otro es la foto de Bush mirando desde el Air Force One, viendo impotente la destrucción ocasionada por el huracán Katrina. Esta es una presidencia que se balanceó entre esos dos polos: arrogancia escandalosa e incompetencia paralítica.

Al final, no será la la parálisis creativa la que defina a Bush. Será su pereza intelectual, en el país y en el exterior. Bush nunca entendió, ni le importó, el delicado balance entre libertad y control que se necesitaba para que los mercados funcionaran. Nunca entendió, ni le importó, el delicado balance entre libertad y equidad necesario para mantener una clase media fuerte, requerida tanto para le prosperidad como para la democracia. Nunca consideró las complejidades de la culturas que estaba invadiendo. Nunca entendió que la fe, sin el acompañamiento de un escepticismo rigoroso, es una receta para la miopía y la pendejez. El es ahora menos que un presidente, y es lo apropiado. Nunca fue mucho presidente.

Joe Klein
(v.pág.21 de la edición internacional de la revista Time del 8 de diciembre de 2008).


El presidente saliente de EE.UU., George W.Bush, repasa hoy su política en Oriente Medio para admitir que los planes no siempre salieron como esperaba y cita como ejemplo la guerra en Irak, que ha resultado más larga y costosa de lo que pensó. Defiende la decisión de ir a la guerra, una determinación que, según él, "no puede verse aislada del 11-S" aunque reconoce que el entonces presidente iraquí, Sadam Husein, no estuvo relacionado con los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra EE.UU.

Tras el 11-S, puntualiza, Sadam Husein representaba "un riesgo que no podíamos correr".

(V.Agencia Efe del 5 de diciembre de 2008).


La secretaria estadounidense de Estado, Condoleezza Rice, asumió responsabilidad por fallas en la ocupación en Iraq, tras la invasión en marzo de 2003.

"Yo también asumo responsabilidad por eso. Simplemente no teníamos la estructura correcta", dijo Rice a la cadena Fox News, cuando se le preguntó si los errores deben ser atribuidos al entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

Rice, que era asesora de Seguridad Nacional del presidente George W.Bush al comenzar la invasión, dijo que el asunto de Iraq estuvo a cargo del Departamento de Defensa, a diferencia de Afganistán, donde se adoptó una estructura de Naciones Unidas.

"Por eso, el presidente ha dicho ahora que necesitamos un cuerpo civil de respuesta que pueda hacer esas actividades. Pero, claramente, no tuvimos la estructura correcta".

(V.pág.21-A del periódico El Informador del 8 de diciembre de 2008).


"La política exterior de la administración Bush es meramente una búsqueda de petróleo. Si los E.U.hubieran actuado en serio para derrotar al terrorismo y estabilizar el mundo, Iraq todavía sería gobernado por Saddam Hussein y Somalia sería una región bajo el control estadounidense. Somalia es el lugar donde se apoya al terrorismo y se amenaza a los intereses mundiales dando refugio a piratas que lanzan ataques sobre una de las más importantes rutas comerciales del mundo. Esas son verdaderas amenazas."

Daniel Hokfelt / Jönköoing, Suecia

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 15 de diciembre de 2008).


Los abusos contra presos en Abu Ghraib y Guantánamo fueron responsabilidad del ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld y otros altos funcionarios del gobierno del presidente George W.Bush, según un informe del Senado de Estados Unidos presentado ayer.

El informe elaborado por el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado afirma que la autorización para usar métodos de tortura durante los interrogatorios de presos provino de Rumsfeld y otros funcionarios y consideró que los mismos no se deben achacar a soldados o interrogadores individuales. "El abuso de detenidos bajo la custodia de EU no se puede atribuir simplemente a 'malas hierbas' que actuaban por su cuenta", señaló el informe dado a conocer por los senadores Carl Levin, demócrata, y John McCain, republicano. El documento asegura que "altos funcionarios del gobierno de EU solicitaron información sobre cómo usar técnicas agresivas, redefinieron la ley para crear una apariencia de legalidad y utilizaron (esas técnicas) contra los detenidos".

Hasta ahora, la Casa Blanca había asegurado que el uso de estas técnicas había partido de oficiales intermedios en la cadena de mando, que se quejaban de que los métodos tradicionales no rendían resultados sobre detenidos adiestrados para resistir los interrogatorios. Sin embargo, los legisladores, que tardaron 18 meses en redactar su informe, consideran que el origen del uso de estos métodos es un memorando firmado por Bush el 7 de febrero de 2002 que declara que las Convenciones de Ginebra no protegen a los detenidos sospechosos de ser miembros de la red terrorista Al Qaeda o del movimiento talibán.

Pocos meses más tarde, altos cargos del gobierno, entre ellos la entonces consejera de Seguridad Nacional y actual secretaria de Estado, Condoleezza Rice, participaron en una reunión en la que se abordó el uso de técnicas coercitivas. "Es particularmente preocupante que altos funcionarios aprobaran el uso de técnicas de interrogación (...) modeladas en parte según las tácticas de los chinos comunistas para lograr confesiones falsas del personal militar estadunidense", detalla el informe. El entonces jefe del Estado Mayor de EU, el general Richard Myers, es también criticado porque optó por reducir una revisión legal y política de los métodos de interrogación utilizados.

(V.pág.41 del periódico Público del 12 de diciembre de 2008).


George Bush es el principio del fin del imperio americano. Ocho años de la historia del país que serán recordados como un periodo clave. Alguien que no sabía Historia fue capaz de cambiar el rumbo de la misma. Lo que vamos a echar de menos de Bush es que nuestro presidente no sepa hablar inglés.

Oliver Stone, cineasta estadounidense
(v.pág.61 del periódico Público del 12 de diciembre de 2008).


Tras 7 años de guerra, el país ofrece un muestrario único de problemas: insurgencia rural, santuario enemigo en la vecina Pakistán, debilidad crónica del gobierno afgano, floreciente tráfico de drogas, infraestructura mal desarrollada y un terreno hostil al invasor.

Michael R.Gordon
(v.pág.26 del periódico Público del 14 de diciembre de 2008).


Ni los propios talibanes se imaginaron, en noviembre de 2001, que podrían volver. La Alianza del Norte de Massud les había aniquilado desde los países vecinos. Había dejado la sangre de sus hombres en carreteras angostas afganas. Los bombardeos de los B-52 estadunidenses hicieron el resto. El mullah Omar desapareció como si se le hubiese tragado la tierra. Los reductos del talibán eran tan pequeños que apenas sí existían en el mapa afgano. Estados Unidos había "derrocado" a, tal vez, al régimen más cruento y cruel de los últimos cien años. Aquel, cuyos cronistas relataron las experiencias más bestiales contra el ser humano.

Limpiaron de talibanes gran parte del territorio afgano pero cometieron muchos errores. El general Dostum, uno de los tipos más sanguinarios, siguió haciendo de las suyas en la ciudad norteña de Mazar-I-Sharif. Los bombardeos fueron tan indiscriminados que mataron a miles de talibanes. Pero también a muchos civiles. Helicópteros de dobles aspas y mucho dolor, abducían a los supuestos terroristas y se los llevaban a la base caribeña estadunidense de Guantánamo.

Pero no sólo a ellos. No había distingos. Igual se llevaban a terroristas confesos como a supuestos talibanes o a civiles que se dedicaban a las plantaciones de opio. Incluso raptaron a gente que deambulaba por las carreteras de arena afgana. Todo aquello fue alimentando un rencor mientras Occidente no se daba cuenta. Bush estaba más ocupado en su guerra particular de Irak que en el reducto afgano. Las canonjías económicas se multiplicaron con la excusa de Al Qaeda, las supuestas armas de destrucción masiva y Sadam. Además aquello vendía y vendía bien. En ese enredo murieron miles de soldados estadunidenses. Irak acaparaba las portadas y los flashes mientras los talibanes se hacían fuertes.

La Coalición Internacional tenía destacados a miles de soldados. Había estadunidenses, británicos, franceses, canadienses, italianos y españoles. Pero la cantidad era irrisoria, casi marginal. No podían hacer frente a un grupo de talibanes que dejaron de ser grupo para convertirse en ejército.

El año pasado controlaban la mitad de Afganistán. En las postrimerías de este 2008 tienen el poder del 72% del territorio afgano. Haciendo una reconquista silente, callada; pero firme al mismo tiempo. Y ahora, hay que actuar de nuevo. Y hacerlo en serio, porque así, como en Irak nunca se refugió Al Qaeda, en Afganistán sí. Afganistán representó el refugio del guerrero, la morada de los terroristas y de nuevo hoy hay que intentar dejarles en la mínima expresión.

Claro que el 2008 no es el 2001. Ahora estamos en una posición de debilidad. Una contienda en Afganistán supondría un desembolso de miles de millones de dólares que la coalición internacional debe usar para tapar el agujero negro de la economía mundial.

Es verdad que Estados Unidos tiene un armamento muy importante. Las armas se construyen para utilizarlas. De lo contrario, hay que destruirlas y resulta muy caro. Pero no pueden hacer sólo una campaña contra Afganistán a base de bombas. Además podrían hacer enormes daños a la población civil como lo han hecho en los últimos años. Se requiere de infantería, una infantería preparada y los países occidentales más potentes se encuentran con la soga económica al cuello. Primero hay que arreglar las maltrechas economías globales. Luego meterse en esas batallas.

Pero el terrorismo yihaidista es un hecho. Como también que seguirá actuando. Por eso, no podemos dejar que los talibanes anden con impunidad por Afganistán ni mucho menos, que cada vez se hagan más fuertes.

Alberto Peláez
(v.pág.25 del periódico Público del 14 de diciembre de 2008).


Zapatazos para Bush.

Un periodista iraquí llamó "perro" al presidente estadounidense, George W.Bush, y sin más, le lanzó sus zapatos.

Bush se agachó para evadir ambos zapatos y ninguno de los proyectiles improvisados golpeó al mandatario estadounidense. El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, intentó bloquear el segundo con su brazo. Lanzarle los zapatos a alguien es un insulto en Medio Oriente. Una multitud se abalanzó contra el agresor, quien fue derribado al suelo por los agentes de seguridad, que se alejaron con él en medio de quejidos. El reportero se llama Muntadar al-Zeidi y es corresponsal del canal iraquí Al-Baghdadia, con sede en El Cairo.

(V.primera plana del periódico El Informador del 15 de diciembre de 2008).


[El vicepresidente] Cheney dijo que estaba en conocimiento de las tácticas de interrogación usadas contra Khalid Sheikh Mohammed, el supuesto cerebro de los ataques del 11 de septiembre, incluyendo la práctica del ahogamiento simulado.

Cuando se le preguntó si pensaba, en retrospectiva, que algunas de las tácticas fueron demasiado lejos, Cheney dijo, "No lo pienso".

Ante la pregunta de si acaso creía que el uso reportado de ahogamiento simulado contra Mohammed era apropiado, Cheney respondió, "Lo creo".

El vicepresidente fue consultado sobre cuándo podría cerrar Estados Unidos de manera responsable la prisión en Bahía de Guantánamo, Cuba, establecida para albergar prisioneros en la guerra contra el terrorismo iniciada por el presidente George W.Bush luego de los ataques del 11 de septiembre del 2001.

"Bueno, yo creo que eso podría ocurrir con el final de la guerra contra el terrorismo", dijo Cheney, agregando que nadie sabe cuando ocurrirá eso.

"En guerras anteriores, siempre hemos ejercido el derecho de capturar al enemigo y de retenerlo hasta el final del conflicto. El mismo principio básico debería aplicarse aquí respecto a nuestro derecho para capturar al enemigo y retenerlo", agregó Cheney.

El vicepresidente hizo notar que en muchos casos los países de los cautivos no los querían de vuelta y que ninguna otra nación está dispuesto a acogerlos.

(V.Reuters del 16 de diciembre de 2008).


"Creo que los republicanos deberían enfocarse en el 2020. Es lo que tomará, y quizá más, que los estadounidenses olviden la miserable incompetencia de los pasados 8 años."

Tom Davis / Seattle

"Barack Obama tiene un enorme trabajo para reparar los daños hechos por nuestro peor presidente."

Bill Gottdenker / Mountainside, N.J.

Inbox
(v.edición internacional de la revista Time del 22 de diciembre de 2008).


Bush llegó a Irak a despedirse de sus tropas y a ultimar acuerdos con el gobierno establecido bajo su protección. Hace cinco años y medio ordenó invadir a ese país en busca de armas de destrucción masiva que no pudieron ser halladas por la sencilla razón de que no existían. Cuando esa verdad se impuso, el pretexto para la ocupación militar giró hacia el establecimiento de la democracia: tras el arresto y ejecución de Saddam Hussein. Pero el resultado ha sido contrario a cualquier buena intención que se proclame. Irak ha padecido más de un lustro de destrucción y muerte. En su territorio se libran varias guerras y el gobierno local patrocinado por Estados Unidos es incapaz de garantizar la seguridad que es deber del estado proveer a sus ciudadanos.

En su exasperación, Muntader al Zeidi no se limitó a insultar a Bush y a lanzarle 2 zapatazos. Le puso dedicatoria: "éste es un regalo de los iraquíes, es un beso de despedida, perro", espetó mientras disparaba el primer proyectil. Fue más específico con el segundo: "Esto es de parte de las viudas, los huérfanos y de aquellos que fueron asesinados en Irak". El periodista hacía presente el enorme costo humano al que Bush manifiesta ser ajeno. De no serlo, se hubiera abstenido de viajar a Bagdad, pero evidenció que la gran tragedia que asestó a ese país es para su conciencia un acto de gobierno susceptible de ser bien evaluado al hacerse el balance de sus 8 años al frente del país más poderoso de la Tierra.

. Más de un millón de personas han muerto en los diversos frentes abiertos en aquel país. La cifra puede ser mayor, pues por su propia naturaleza es imposible precisar la pérdida de vidas en un país donde extensas áreas están sustraídas al poder del Estado y de las fuerzas ocupantes, y donde hierve la resistencia contra la invasión. El principal intruso lleva la cuenta exacta de sus bajas pero no se interesó nunca por aproximarse siquiera a conocer el número de los iraquíes caídos por la violencia de todo género que no ha dejado de imperar allí desde el 20 de marzo de 2003.

El mismo domingo en que Bush eludía la ofensa de obra, y no entendía la de palabra que profirió su agresor (que hablaba en árabe), el diario The New York Times ofreció a sus lectores un resumen del informe oficial sobre la reconstrucción de Irak, un fracaso que pasará a la historia como síntesis de derroche y desorganización. El gobierno de Bush gastó en ella 100,000 millones de dólares (4 veces la suma que el Congreso negó a la industria automotriz para no arrastrar en su quiebra a la economía real norteamericana).

Pese al voluminoso gasto aplicado a la reconstrucción (que en rigor estricto sólo debía haberse iniciado tras la pacificación del país invadido), nada en Irak es igual a lo que ocurría antes de la ocupación. No se ha alcanzado el nivel de producción petrolera previo a la invasión y el resto de la actividad económica se mantiene en niveles precarios, los suficientes para dar satisfacción a la miríada de empresas contratistas que han sido las únicas gananciosas de este lance que no honra a los Estados Unidos.

No es disculpable el arrebato del joven periodista que agredió a Bush. Su gesto, sin embargo, es nimio, se borra ante la evidencia del crimen contra la humanidad cometido por el presidente Bush al invadir a ese país, cuya dictadura no era defendible, pero cuyo pueblo merece un mejor destino.

Miguel Angel Granados Chapa
(v.periódico El Siglo de Durango del 18 de diciembre de 2008).


El vicepresidente electo de Estados Unidos, Joseph Biden, dijo que siente "pena" por el mandatario George W.Bush, tras el reciente incidente en el que un periodista iraquí le arrojó sus zapatos.

"El presidente Bush, a diferencia del vicepresidente Cheney, tras una reflexión está comenzando a reconocer algunos de los serios juicios erróneos, si no errores, que ha cometido".

Durante la campaña para los pasados comicios presidenciales del 4 de noviembre, Biden calificó a Cheney como uno de los vicepresidentes "más peligrosos" en la historia del país.

En una entrevista Biden dijo que Cheney está "totalmente equivocado" sobre la autoridad del poder ejecutivo en tiempos de guerra, y prometió restaurar el balance entre el presidente y el vicepresidente.

Señaló que las recomendaciones que Cheney ha dado al presidente Bush "no han sido saludables" para la política exterior ni la seguridad nacional de Estados Unidos.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 23 de diciembre de 2008).


"Bajo Bush, no ocurrieron actos violentos contra los E.U.después del 9/11. Pero el costo ha sido un 9/11 legal y espiritual cada día a partir de entonces."

Abraham Sadegh / Fallon, Nevada

"El problema, en primer lugar, es que Bush carecía de intelecto; es un estúpido, plano y simple. Y Estados Unidos fue estúpido al elegirlo la primera vez, y luego increíblemente estúpido al reelegirlo en 2004. Sin caer en romanticismos, Obama me parece inteligente; E.U.se ha redimido parcialmente al elegirlo. Desafortunadamente para Obama, tiene que arreglar el lío que 8 años de estupidez han dejado tras de sí. No lo envidio en lo más mínimo."

Alex Potter / Claremont, Sudáfrica

(V.Inbox de la edición internacional de la revista Time del 29 de diciembre de 2008 / 5 de enero de 2009).


Puede que Iraq tenga más futuro ahora que bajo Saddam, pero los iraquíes nunca estarán agradecidos por haber sido invadidos.

En los E.U.se está dibujando el final de una historia diferente: una que empezó con Bush desafiante arriba de un cerro de escombros en el ground zero y empezó su caída en espiral cuando se paró frente a un mal pensado cartel que decía: MISION CUMPLIDA. En casa, el zapato lanzado al presidente causó más diversión que enojo. De ahí los apuros de su administración en sus días finales, impopular en casa y no amada ni por aquellos por quienes ha gastado la sangre y el tesoro estadounidense para liberarlos de la tiranía.

Al arrojarle sus zapatos, al-Zaidi puede haberle hecho un favor a Bush. En una entrevista el día siguiente, el presidente aceptó por primera vez que al-Qaeda no tenía presencia en Iraq antes de la invasión estadounidense, y agregó: "¿Y qué?". En otro ciclo noticioso, su admisión hubiera dominado los encabezados: que después del engaño de la excusa original de Bush para la guerra -las armas de destrucción masiva de Saddam- su argumento de que Iraq era un enlace crucial en la guerra global contra el terrorismo tampoco se sostenía. Gracias a al-Zaidi nadie escuchó la caída del otro zapato.

Bobby Ghosh
(v.pág.15 de la edición internacional de la revista Time del 29 de diciembre de 2008 / 5 de enero de 2009).


Una revisión a la reconstrucción de Iraq concluyó que, el proyecto de US$ 117,000 millones durante 5 años, ha sido en su mayor parte inefectivo. El reporte, compilado por la Oficina del Inspector General Especial para la Reconstrucción de Iraq, encontró que la mayor parte del trabajo positivo simplemente llevó al país de regreso a los niveles anteriores a la invasión. Una pobre planeación, la falta de supervisión y un vacío de seguridad -el exsecretario de Estado Colin Powell es mencionado declarando que el Departamento de Defensa infló los números de las fuerzas de seguridad iraquíes- también tuvieron un rol importante.

(V.pág.16 de la edición internacional de la revista Time del 29 de diciembre de 2008 / 5 de enero de 2009).


Después del huracán Katrina, se colapsó la demanda de las cualidades que le faltaban a Obama como candidato: jactancia vacía, apuntar con el dedo, apuñalar por la espalda y años de experiencia dentro de un gobierno incapaz de entregar agua embotellada a los ciudadanos atrapados en una de las grandes ciudades de los E.U. Nos veremos libres de las bravatas de "vivo o muerto", de las fanfarronadas sobre "las puertas del infierno", del melodrama con "la llamada telefónica de las 3 a.m.

David Von Drehle
(v.pág.46 de la edición internacional de la revista Time del 29 de diciembre de 2008 / 5 de enero de 2009).


El 75% de los estadounidenses está contento de que el presidente George W.Bush termine su gestión, según una encuesta de la cadena CNN. Tan sólo 23% cree que echará de menos al presidente saliente.

El sondeo también revela que 40% de los encuestados considera que Bush ha tenido una mala gestión del país y 28% cree que ha sido el peor mandatario de la historia. 31% opinó que ha sido un buen presidente.

El analista político de la CNN, Bill Schneider, dijo: "El público ha perdido por completo la confianza en este presidente".

(V.pág.7-A del periódico El Informador del 27 de diciembre de 2008).


En este año que empezamos se nos marcha Dick Cheney ¡Qué tristeza! El prohombre encarnado en vicepresidente de los Estados Unidos; el luchador contra la iracundia de sus enemigos los demócratas. Cómo vamos a echar de menos al legendario buen hombre que defendió a capa y espada la invasión de Irak y que, en ocasiones, resultó más desalmado que su jefe. Cómo vamos a echar de menos su egregio busto griego intelectual sólo que con lentes. El buen hombre que defendió la elevación de la libertad encarnada en los derechos del hombre con el símbolo de Guantánamo. Sí, de la libertad de Guantánamo. Como lo leen. Aquellos infelices disfrazados de naranja de Florida e ignominia. Sí, la libertad porque en Guantánamo le cercenaban todas, absolutamente todas las libertades menos las del sentimiento y del pensamiento. Porque con la tortura se pueden "cantar" tantas barbaridades como quieran escuchar los verdugos aunque no sean verdad.

Todo eso daba igual. La putrefacción de Guantánamo necesitaba retroalimentarse y se llevaron a los terroristas -todos supuestos, algunos tan solo trabajadores del campo y del opio afgano-. Pero ahí estaba Cheney; Dick con su lugarteniente, el secretario de Defensa del gobierno en el Pentágono, Donald Rumsfeld, maquinando la tortura más cruel.

Por eso, para terminar el año, Dick nos dejó hace unos días, una entrevista a modo de testamento. Y quedaron grabados profundos pensamientos. Dick, por ejemplo, estaba de acuerdo con la táctica de la asfixia. Consiste en poner al reo boca arriba, paralizándole el cuerpo con ataduras. Después se le coloca un saco y se le fuerza para abrir la boca. Comienza entonces a verter agua mientras el torturado no puede respirar. El agua entra en los pulmones provocándole una sensación de asfixia. La angustia es indescriptible. Dick está de acuerdo con la táctica y con otras más hasta reventar el cuerpo y la mente de los presos de Guantánamo. Debe ser muy divertido. Claro que creo que no se lo han hecho a él.

Alberto Peláez
(v.pág.19 del periódico Público del 28 de diciembre de 2008).


Los pesados zapatos que atravesaron en veloz vuelo la sala de prensa ubicada en la llamada Zona Verde de Bagdad y que iban dirigidos (con impecable puntería, por cierto) a la odiosa persona de George W.Bush, están llamados a ser los más célebres de la Historia. No me cabe duda de que su vuelo iba acompañado del dolor, la impotencia, el coraje de millones de seres humanos que cada día, a lo largo de siete años, han visto cómo su país se deshace en pedazos víctima de la rapiña y la ambición de una camarilla de gánsteres que, lejos de estar en la cárcel, como debiera ser, han estado al mando del país más poderoso de la Tierra desde que se inició el milenio.

Francisco Rebolledo
(v.pág.9 del suplemento "Visor" del periódico Público del 28 de diciembre de 2008).


Se aduce que la llegada de Obama a la Presidencia de Estados Unidos llevará a la merma de los enfrentamientos bélicos, pues seguramente se adoptará una vía más diplomática que la de su antecesor, que está siendo despedido por la opinión mundial, con ostensibles muestras de repudio y rechazo. Basta con recordar lo acaecido en su postrera visita a Bagdad.

Bush, hay que reconocerlo, deja una herencia nefasta pues la intervención militar en Iraq y Afganistán, en su dizque lucha contra el terrorismo, seguirá existiendo por bastante tiempo más.

Manuel López de la Parra
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 3 de enero de 2009).


El reconocimiento del presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, de que su país sufrirá un déficit de presupuesto de cuando menos un billón (un millón de millones) de dólares al año es cuando menos escalofriante. Una parte importante de la actual crisis económica surge del hecho que el presidente George W.Bush, quien heredó un superávit fiscal, provocó un déficit de presupuesto de más de 400,000 millones de dólares anuales. Hoy la perspectiva es que el faltante se expanda de manera astronómica en los próximos años. Aun si esto resuelve algunos problemas de corto plazo, crea también riesgos enormes en el largo plazo.

Sergio Sarmiento
(v.periódico El Siglo de Durango del 8 de enero de 2009).


Bush el Pequeño.

La medida del fracaso de Bush como presidente no son sus promesas rotas o sus metas incumplidas. Todos los políticos rompen sus promesas, y ninguno logra las metas de su elevada retórica. Pero Bush resalta por abandonar las promesas y metas por las que fue elegido, tomar las opuestas y luego fracasar en alcanzarlas.

En 2000, Bush criticó a sus predecesores por iniciar guerras sin una "estrategia de salida". En 2008 deja a su sucesor una guerra que ha durado más años que la intervención estadounidense en la 2da.Guerra Mundial, sin una salida a la vista. Bush fue elegido advirtiendo contra el uso de tropas de E.U.para "construcción de naciones" -lo que significa cualquier objetivo más allá de la inmediata necesidad militar. Luego, una vez en el puesto, prometió llevar la democracia a todo el Medio Oriente y terminó destruyendo a Iraq como nación en nombre de salvarla.

Bush deja la escena justificando todavía su desastre en Iraq sobre las bases de que la intelegencia previa a la guerra mostraba que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva. El reconoce que la inteligencia estaba equivocada pero sostiene que se apoyó en ella de buena fe. ¿A quién le importa? Lo que importa es si había armas de destrucción masiva, no lo sinceramente que él creía que las hubiera. Las armas de destrucción masiva fueron su justificación para la guerra. ¿Cómo explica a las familias de los muertos en la guerra por qué una guerra debe continuar incluso cuando el hombre que la inició se basó en un error?

Michael Kinsley
(v.pág.48 de la edición internacional de la revista Time del 12 de enero de 2009).


El presidente de EU, George W.Bush, rechazó una petición efectuada por Israel, que quería ayuda para bombardear Irán.

Bush optó por autorizar un plan encaminado a sabotear el presunto programa de armas nucleares de Teherán, informó ayer The New York Times.

(V.pág.22 del periódico Público del 11 de enero de 2009).


A pocos días de que oficialmente termine la pesadilla creada por la imprudencia y la impericia del presidente George W.Bush, se impone revisar el lamentable legado que sus 8 años en el poder le dejan al país y al mundo.

Desde mi perspectiva, Bush es directamente responsable del desprestigio moral del país y de la declinación de su influencia en el mundo. Finco su responsabilidad en un conjunto de decisiones irresponsables que comienzan con su imprudente decisión de invadir Iraq sin motivo que justificara la agresión.

También critico su desprecio a las convenciones, tratados y leyes que norman las relaciones entre estados soberanos; su abominable justificación de la práctica de la tortura; su imperdonable condonación a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos de los prisioneros de guerra y de los derechos civiles de las personas a quienes el Gobierno ha espiado sin causa legal justificada o les ha "transportado" a otros países, en operaciones secretas, para que ahí fueran torturados.

También le culpo por haber debilitado los vínculos con Europa a tal extremo que hoy, tanto los pueblos como los gobiernos de la Unión Europea aguardan con esperanzada ansiedad el arribo de la nueva administración para retomar el rumbo de la cooperación y el respeto.

Bush es también responsable del deterioro económico del país porque su rigidez ideológica le impidió intervenir a tiempo para rectificar la ruta. Instalado en el Olimpo de la pureza conservadora, plácidamente toleró la corrupción que condujo al país a la crisis hipotecaria que generó las dificultades del sistema bancario nacional, de la industria aseguradora y de la automotriz.

Evidentemente, mi visión del desempeño de la administración no es compartida por los operadores políticos de George W.Bush, que hoy se afanan masajeando un delirante mensaje sobre los "logros" de una de las administraciones más nefastas para el país y para el resto del mundo.

Esta misión de rescate la encabeza el propio presidente.

De la invasión de Iraq lo que lamenta es el letrero de "Misión Cumplida" en el portaaviones en el que aterrizó disfrazado de piloto de guerra a unas semanas de tomar el país árabe. No le aflige la muerte de miles de iraquíes y soldados americanos por una invasión que nunca debió suceder. No le mortifica haber asustado a la ciudadanía con peligros inexistentes ni haber inventado vínculos entre Saddam Hussein y los terroristas de Al-Qaeda.

Dos temas que según su propia confesión, le incomodan son el trato dado a los presos en Abu Ghraib y el haber descubierto, tarde, que Iraq no tenía en su poder las famosas armas letales que le sirvieron de pretexto para la invasión. Sigue pensando, sin embargo, que sin las detenciones extrajudiciales y las confesiones obtenidas mediante tortura no hay manera efectiva de proteger la seguridad nacional.

Bush ha dicho que la historia le absolverá... el juicio de la historia será implacable.

Sergio Muñoz Bata
(v.pág.11 del periódico Mural del 15 de enero de 2009).


George W.Bush desde el lunes se soltó dando discursos que pretenden pomposamente hablar de "su legado", expresión que me parece cínica por decir lo menos. Si a tu país lo dejas ensartado en la más compleja y profunda crisis financiera, si tu mandato de 8 años incluye también una guerra que está matando a sus jóvenes y prolongándose absurdamente, si has sido el hazmerreír de todo el mundo y nada haz hecho por el buen nombre de tu país que, me consta, es mucho mejor que sus políticos (suele suceder); si tus espaldas cargan con todo esto, ¿cómo te atreves a hablar de "legado"? George W.Bush: no te recordaremos ni con alegría, ni mucho menos con agradecimiento.

Germán Dehesa
(v.pág.1 de la sección "Comunidad" del periódico Mural del 15 de enero de 2009).


"Esta no es la América que conozco", dijo el presidente George W.Bush después de las primeras, horrendas fotografías de tropas estadounidenses torturando prisioneros en la prisión de Abu Ghraib en Iraq que salieron a la luz en abril de 2004. El presidente no estaba diciendo la verdad. "Esta" era la América que el había autorizado el 7 de febrero de 2002, cuando firmó un memorándum declarando que la Tercera Convención de Ginebra -la que se refiere al tratamiento de los prisioneros enemigos tomados en tiempo de guerra- no se aplicaba a los miembros de al-Qaeda o el Talibán. Esa firma llevó directamente a los abusos en Abu Ghraib y la Bahía de Guantánamo. Esta fue su más insensible y despreciable acción. Esta permanece en el corazón de la vergüenza nacional que fue su presidencia.

Los E.U.necesitan una justificación legal cuando torturan gente, y la administración Bush orgullosamente la creó. Memos autorizando el uso de técnicas "mejoradas" fueron redactados en la Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia. El vicepresidente Dick Cheney y su nefasto ayudante David Addington metieron la mano en el proceso. Los memos fueron aprobados por el consejero legal de Bush, Alberto Gonzalez. Un memo listando técnicas de interrogación específicas que pudieran utilizarse para torturar prisioneros como Mohammed al-Khatani se le pasó al secretario de Defensa Donald Rumsfeld. Este lo firmó en diciembre 2 de 2002.

Es probable que no les vaya a pasar mucho a los funcionarios de la administración Bush que perpetraron lo que muchos estudiosos consideran como crímenes de guerra. Si Barack Obama realmente quisiera ser astuto, podría perdonar a Bush, Cheney y Rumsfeld por la posible comisión de crímenes de guerra. Entonces ellos tendrían que vivir con el reconocimiento oficial de su ignominia a perpetuidad.. Habría algún reconocimiento oficial por el gobierno de los E.U.de que las políticas de la administración Bush fueron reprensibles, y muy posiblemente ilegales, y que los E.U.ya no estarán más en el negocio de la tortura.

Joe Klein
(v.pág.11 de la edición internacional de la revista Time del 19 de enero de 2009).


El valiente.

Después de un par de periodos presidenciales, los malos manejos en todas las áreas políticas -exterior, doméstica y hasta extraterrestre- comienzan a tomar sentido. Cuando George W.Bush entró en la Casa Blanca, en enero de 2001, heredó paz y prosperidad. El ejército, la Constitución y Nueva Orleans estaban intactos y el país tenía un superávit presupuestal de 128,000 millones de dólares. Ahora está a punto de salir, dejando a sus sucesores una gran deuda a pagar.

¿Cuán mal están las cosas? "En una recesión promedio perdemos alrededor de 3% del PIB, que es de aproximadamente 500,000 millones de dólares", dijo el economista de UCLA, Lee Ohanian. "No es inconcebible que esto sea 2 veces peor, lo que se acercaría al billón de dólares".

Linda Bilmes, profesora en Kennedy School of Government, en Harvard y coautora con el economista Joseph Stiglitz del libro The Three Trillion Dollar War dice: "Creo que la cifra de 3 billones de dólares sigue siendo buena. Esencialmente tomamos la cantidad de dinero que hemos gastado hasta la fecha, el mínimo que necesitaremos gastar en los beneficios de incapacidad de los veteranos, las armas que se han usado, los intereses del dinero que nos han prestado. También se incluyen algunos de los costos económicos, como padres y cónyuges de los veteranos que tuvieron que dejar sus empleos cuando éstos volvieron. Y los costos de los problemas del petróleo".

El daño a la imagen de EU podría ser largo. Karen Greenberg, directora ejecutiva del Centro para la Ley y la Seguridad de la Universidad de Nueva York dice que la mancha en la reputación de EU entre los extranjeros y, para el caso, los estadunidenses, no se quitará jamás.

Nuestros métodos en la guerra contra el terrorismo, dice Greenberg, expusieron una falla fundamental en la habilidad de la democracia para lograr éxitos políticos. "El costo más grande de la tortura fue que erosionó la confianza del pueblo estadunidense".

Pero también hay costos cuantificables en detener a combatientes enemigos indefinidamente y crear comisiones militares para juzgarlos.

Vincent Rossmeyer y Gabriel Winant
(v.pág.22 del periódico Público del 18 de enero de 2009).


Ahora todos se dieron cuenta de que Bush era un imbécil. La prensa, incluso la de Estados Unidos, no ha dejado de vapulearlo, sobre todo desde el episodio del zapatazo en Bagdad. En los medios alternativos, la figura de Bush siempre fue la del villano a vencer, el blanco de las críticas y los insultos; en la prensa formal, Bush era un mal presidente. Pura coherencia.

Si todos sabían que Bush no era apto para el puesto, ¿por qué lo eligieron en las elecciones del año 2000? Más allá de la idea del fraude electoral, es evidente que muchísima gente votó por él en contra del demócrata Al Gore. Lo peor vino 4 años después, un atentado en Nueva York y una guerra en Afganistán, cuando los estadunidenses lo reeligieron por holgada mayoría sobre el demócrata John Kerry. Si se trataba de un tarado, ¿por qué fueron a las urnas a votarlo masivamente? Si no estaba calificado, ¿por qué gobernó durante 8 años el país más poderoso del mundo?

Quizá nadie supo que Bush no cumplía el perfil de presidente (poco probable). O quizá sí y todos lo dejaron hacer y deshacer (más probable). En realidad, se repitió constantemente, los que gobiernan son los halcones, ¡son los halcones! Y en esa presidencia compartida, a Bush le tocó el papel de imbécil.

Ahora le restriegan su papel de idiota... y los medios se solazan. He visto publicadas las "mejores fotos" en las que el gran Bush aparece más imbécil que de costumbre; he visto los "mejores bushismos", con las frases más delirantes expresadas por el texano; he visto incluso panegíricos para pedirle a Bush que se quede en la presidencia y nos siga regalando su humor de Polivoz.

Y como ya se va, hay que hablar mal de él, al cabo ya no será el presidente de Estados Unidos. Pero si en esta comedia a Bush le tocó el papel de bufón, ¿cuál les tocó a los demás? ¿A los que votaron por él? ¿A los medios condescendientes?

José Soto
(v.pág.31 del periódico Público del 18 de enero de 2009).


Los sondeos revelan las mayores esperanzas de éxito para un nuevo presidente. Mientras se releva a quien quedará como uno de los peores de la historia, cuya cola es una secuela negativa de abiertas mentiras, atropellamientos de derechos humanos, tráfico descarado de influencias, privilegios económicos exorbitantes a sus secuaces y el consentimiento criminal a la violación de los pactos internacionales que su mismísimo país impulsó fuertemente en tiempos pasados.

Dos guerras inconclusas de cuestionada legalidad, baja autoestima nacional, la peor imagen internacional habida, la paranoica crisis que será aún peor que la gran depresión del siglo pasado. Una crisis que es en principio y finalmente una crisis de confianza, de percepción, de credibilidad.

Norberto Alvarez Romo, presidente de Ecometrópolis, A.C.
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 20 de enero de 2009).


Termina una era e inicia otra, y nada podría representarlo mejor que la forma en la que el ahora ex vicepresidente Dick Cheney asistió a la ceremonia, en una silla de ruedas que, como una brutal metáfora, representa el daño que los 8 años de la presidencia de Bush le hicieron a su país y al mundo.

Termina una vieja era con George W.Bush como su máximo representante. Un hombre al que no le importó profundizar las diferencias entre conservadores y liberales para impulsar su agenda; un hombre que usó el miedo como mecanismo de gobierno, que abusó del poder que le fue conferido y que lo usó con engaños, con falta de transparencia, dejando un legado funesto tanto al interior de su país, como en el mundo.

Genaro Lozano
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 21 de enero de 2009).


El ex vicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney criticó a su antiguo jefe George W.Bush por no haber indultado a Lewis "Scooter" Libby, condenado por perjurio en el caso de la filtración a la prensa del nombre de Valerie Plame una agente encubierta de la CIA. "Creo firmemente que se hubiera merecido el perdón presidencial. Obviamente no estoy de acuerdo con la decisión de Bush".

(V.periódico El Universal del 24 de enero de 2009).


Para conseguir la ayuda de Irán en Iraq -y persuadirlo de abandonar su búsqueda de una bomba nuclear-, los E.U.tendrán que abandonar sus esfuerzos por cambiarle el régimen, callar sus preocupaciones sobre los derechos humanos y aceptar una esfera de influencia iraní en el Golfo Pérsico. Los opositores de Obama es probable que describan ese tipo de acuerdos como derrotistas, como una admisión de los límites del poder de E.U.en el Medio Oriente. Pero esos límites ya existen; sólo que los E.U.no los han reconocido.

La más grande contribución de E.U.a la democracia viene del poder de su ejemplo. Al definir la guerra contra el terrorismo como un estado de emergencia permanente durante el que los derechos humanos y las libertades civiles no funcionan, Bush ha dañado la causa de la libertad mucho más de lo que sus altivos discursos la han impulsado.

Peter Beinart, miembro senior del Consejo de Relaciones Exteriores
(v.pág.31 de la edición internacional de Time del 2 de febrero de 2009).


Con respecto a Irak una cosa es la firme voluntad del presidente [Obama] y otra muy distinta la situación sobre el terreno. El testamento que dejó Bush en Irak, fue de tal magnitud que va a tener que recomponer un rompecabezas que hoy no hay quien lo arregle. Además no podemos olvidar que en la antigua Mesopotamia sigue habiendo mucho petróleo y el oro negro es muy tentador.

Alberto Peláez
(v.pág.21 del periódico Público del 1o.de febrero de 2009).


"No hay razones estratégicas ni políticas para convertir la guerra contra los insurgentes talibanes en Afganistán en una prioridad y enviar refuerzos. Sacar nuestras tropas de Irak para enviarlas a Afganistán será el casi perfecto ejemplo de ir de la sartén al fuego", escribió el ex senador de Dakota del Sur y ex candidato demócrata a la presidencia (1972), George McGovern, en la carta (The Nation) que envió al presidente Barack Obama.

Representante histórico del ala progresista de los demócratas, McGovern dice a Obama que tiene razones para creer que "algunos de nuestros más altos comandantes militares comparten en privado este punto de vista. Y también así una amplia y creciente parte de su partido y de sus simpatizantes", y de paso recuerda que en Afganistán fue derrotado el imperio británico, y que la derrota y el gasto en ese país "ayudó a empedrar la vía del colapso de la Unión Soviética". El poderío militar estadunidense no garantiza una victoria porque "la lógica no siempre prevalece en el sur de Asia". McGovern subraya que además de ser una sociedad de clanes, los "señores de la guerra" que pululan y guerrean en cada montaña afgana tendrán una razón para unirse frente a "la invasión de su país por un poder extranjero, sea británico, ruso o estadunidense".

Le dice a Obama que "el poder militar no es la solución al terrorismo", y que es la guerra en Irak y "el apoyo a regímenes represivos como los de Arabia Saudí y Egipto, o nuestro apoyo a Israel" lo que incentiva "el impulso terrorista contra nosotros". McGovern va más allá y le aconseja a Obama el cierre "de las imponentes bases militares estadunidenses en esa sección del globo, que tan poco expanden nuestra seguridad y que tanto resentimiento local producen".

El ex general canadiense Lewis MacKenzie y primer comandante de la fuerza de paz de la ONU en Sarajevo, la ex Yugoslavia, piensa que Obama sigue en Afganistán el rumbo trazado por la administración de George W.Bush (Globe and Mail), y agrega que en Sarajevo conoció el enviado de Obama para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, "el hombre de Bill Clinton en las negociaciones de los Balcanes", y que no tiene dudas "que hace que las cosas se hagan, y usualmente con la fuerza militar".

McGovern dice que "algunos de mis compatriotas me consideran como muy idealista. Pero a veces el idealismo es el mejor realismo", y le sugiere a Obama "una realmente audaz esperanza" para su administración: "5 años de tiempo de descanso sin guerras, a menos que, por supuesto, haya una genuina amenaza para la nación".

Rocco Marotta
(v.pág.31 del periódico Público del 6 de febrero de 2009).


Hoy ya nadie cree la patraña de que la democracia se implanta por la fuerza. El realismo ha vuelto a reinar en este país y nadie se hace ilusiones de que Iraq, Afganistán o Paquistán de pronto se convertirán en los nuevos paradigmas de la democracia liberal, donde, además de celebrar elecciones más o menos aseadas, se respeta el estado de derecho, la libertad de expresión y de prensa y la separación de poderes.

Sergio Muñoz Bata
(v.pág.10 del periódico Mural del 12 de febrero de 2009).


"Después de ver la toma de posesión de nuestro 44o. presidente, sentí que me quitaban de la espalda 8 años de opresión."

Deborah Schlegel / Washington, Iowa

(V.Inbox de la edición internacional de la revista Time del 23 de febrero de 2009).


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, va a pedir al Congreso 200,000 millones de dólares para financiar las guerras del país.

Por otra parte, el presidente estadunidense dijo ayer al Congreso que "revisará" su plan de retirar las tropas estadunidenses de Irak de aquí a 2010 si la violencia empeora, dijo un legislador.

(V.pág.34 del periódico Público del 27 de febrero de 2009).


El Departamento de Justicia difundió 9 documentos que indican que luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001, el gobierno de Bush determinó que ciertos derechos constitucionales serían ignorados durante las acciones posteriores.

Apenas 2 semanas después, los asesores legales del gobierno ya estaban probando mecanismos para grabar conversaciones telefónicas en Estados Unidos sin mediar órdenes judiciales.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 3 de marzo de 2009).


El presente para Obama es oscuro, muy oscuro. Ahora ¿Y si hubiera una guerra? ¿Podríamos imaginarnos un segundo 11 de septiembre? ¿Cómo lo manejaría? Porque es cierto que artillería tiene hasta el cansancio. Lo que no tiene es la infantería. Bueno, si la tiene pero es sumamente costosa. Y lo que no tienen es el dinero que se cayó en el agujero del déficit que creció y creció y creció durante la etapa de Bush hasta convertirse en esos agujeros negros siderales que fagocitan a los planetas.

Cada vez que, decenas de miles de soldados se movían por el desierto iraquí, el desembolso para el contribuyente estadunidense era para echarse a temblar. Hacían ciudades enteras de un costo inimaginable para estar tan solo unas horas. Hoy lo que tiembla es la banca y las entidades financieras y los fondos y los pequeños y medianos negocios y los contribuyentes y los servicios y el sector inmobiliario y de la automoción. Todo tiembla en este terremoto global que sacude al planeta con tsunamis y bocanadas de caos y destrucción.

Alberto Peláez
(v.pág.25 del periódico Público del 8 de marzo de 2009).


El vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, citó la situación de Iraq, donde la minoría sunita fue incluida en el gobierno, comprobando que "la idea de que cada sunita insurgente pertenecía a Al Qaeda simplemente no era cierta".

(V.pág.10-A del periódico El Informador del 11 de marzo de 2009).


La primera conferencia como ex presidente de Estados Unidos que dará hoy George W.Bush en Canadá puede salirle cara, toda vez que un grupo de abogados quiere procesarlo por crímenes contra la humanidad.

Abogados Contra la Guerra remitió cartas en febrero al primer ministro canadiense, Stephen Harper, y a sus ministros de Justicia, Inmigración y Seguridad Pública solicitando que las autoridades impidan la entrada de Bush al país porque así lo demandan las leyes canadienses.

De permitírsele el ingreso, los abogados han solicitado el enjuiciamiento del controvertido ex presidente estadounidense, de acuerdo con la Convención Contra la Tortura de la ONU, y siguiendo el ejemplo del caso del juez español Baltasar Garzón contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet.

"De acuerdo con nuestra Ley de Inmigración, cuando se sospecha que una persona ha cometido esos crímenes y hay indicios razonables de que podría haber estado implicado, no es admisible en el país", explicó la abogada Gail Davidson, una de las fundadoras de la referida agrupación.

"Las pruebas de su implicación en crímenes contra la humanidad, y especialmente en tortura, son tan abrumadoras que mucha gente, como el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D'Escoto, han concluido que la administración Bush y George W.Bush son culpables de establecer un sistema de tortura y tienen que ser llevados ante la ley y castigados".

A pesar de las solicitudes de Abogados Contra la Guerra, ni el gobierno canadiense ni la Policía Montada, encargada de investigar supuestos criminales de guerra que se encuentran en el país, han contestado las cartas enviadas, por lo que Davidson es consciente de que son escasas las posibilidades de que Ottawa actúe contra el ex mandatario.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 17 de marzo de 2009).


El presidente Barack Obama dijo que la "guerra contra el terrorismo" del ahora ex vicepresidente Dick Cheney exacerbó el sentimiento antiestadunidense y no hizo que Estados Unidos fuera más seguro, rechazando sus críticas, en una entrevista de CBS que será transmitida hoy domingo de noche. "¿Cuántos terroristas fueron realmente llevados a la justicia gracias a la ‘filosofía’ promovida por Dick Cheney? Eso no le dio seguridad a Estados Unidos. Lo que hizo fue promover el sentimiento anti-estadunidense", declaró Obama. Cheney, vicepresidente de George W.Bush durante 8 años, hasta el 20 de enero, acusó el domingo pasado a Obama de haber hecho al país más vulnerable al volver a hablar acerca de los métodos de detención e interrogatorio a los que son sometidos los sospechosos de terrorismo, y estimó que el cierre de la prisión de Guantánamo (Cuba) era un "error".

Obama también dijo que Estados Unidos no había podido impedir a los prisioneros liberados regresar a las filas de los terroristas. Pero también afirmó que el trato de los detenidos de Guantánamo por la administración de George W.Bush "encerrados durante varios años sin juicio, acusación ni acceso a abogados" no era viable.

Obama firmó en enero un decreto ordenando el cierre de aquí a 2010 de la prisión de Guantánamo y el respeto de la convenciones de Ginebra.

(V.pág.20 del periódico Público del 22 de marzo de 2009).


Un informe confidencial de la Cruz Roja Internacional revelado hoy relata en detalle las torturas cometidas por la CIA en prisiones secretas durante la administración de George W.Bush y califica la supuesta participación de personal médico como "una grave violación de la ética médica".

El texto, titulado "Informe de CICR sobre el tratamiento de 14 detenidos de alto valor bajo la custodia de la CIA", está fechado el 14 de febrero de 2007 y fue enviado al entonces abogado general en funciones de la CIA, John Rizzo.

El documento se centra en 14 personas detenidas entre marzo de 2002 y mayo de 2005 en Pakistán, Dubai, Tailandia y Djibouti.

Los detenidos son de nacionalidad palestina, yemení, saudí, paquistaní, malaya, indonesia, somalí, tanzana y libia.

En sus conclusiones, el informe señala que "CICR sigue seriamente preocupada por la suerte de otras personas previamente bajo custodia del programa de detención de la CIA" y de las declaraciones "del presidente Bush de que las autoridades de EE.UU. tienen la intención de seguir con la práctica".

Algunas de las torturas descritas por los prisioneros fueron confinamiento solitario de forma continua hasta durante tres años, asfixia con agua, posiciones forzadas prolongadas, golpes utilizando un collar, palizas, confinamiento en cajas, mantenerlos desnudos de forma constante durante meses, privación de sueño.

Además, algunos fueron amenazados con ser infectados con el virus VIH, sodomía y violaciones a sus familiares.

(V.Agencia Efe del 7 de abril de 2009).


Como una bola de nieve que baja por la montaña, el caso en contra de los crímenes cometidos por el gobierno de George W.Bush, empieza a crecer y a ganar intensidad. Recientemente la revista "The New Yorker" publicó un artículo en el que reseña el libro "Equipo de tortura", del abogado británico Philippe Sands. En ese libro, el autor predijo que "en el futuro cercano, 6 funcionarios de alto rango de la administración Bush serán arrestados por haber cometido tortura, violando el derecho internacional".

El pasado 17 de marzo, un grupo de abogados españoles de la Asociación por la Dignidad de los Presos y las Presas presentó una querella en una corte española en contra de 6 funcionarios de alto nivel del gobierno de Bush. Los 6 funcionarios en cuestión son Alberto Gonzalez, John Yoo, Douglas Feith, William Haynes II, Jay Bybee y David Addington.

El juez español Baltasar Garzón, famoso por haber tratado de enjuiciar a Pinochet, tomó el caso en contra de los funcionarios de Bush, bajo el argumento de la jurisdicción universal -un principio del derecho internacional, según el cual se da prioridad al concepto de justicia sobre el de territorialidad y por ello cualquier persona, sin importar su nacionalidad, país de residencia o lugar donde cometió el crimen, puede ser juzgada por los tribunales de cualquier país, si cometió un crimen contra la humanidad, como el genocidio.

La reciente decisión de Obama de dar a conocer una serie de documentos redactados por funcionarios del Departamento de Justicia, en torno a técnicas de interrogación a sujetos detenidos por cargos de terrorismo, fundamenta aún más la posibilidad de enjuiciar a esos seis funcionarios que persiguen los españoles. De igual forma esos documentos y un informe del Senado apuntan también al mismo ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld, a la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice y al ex vicepresidente Dick Cheney.

Al mismo tiempo empieza a crecer la presión por parte de los medios de comunicación estadounidenses, por parte de algunos senadores y por parte de varios organismos para que la Administración de Obama juzgue a quienes hayan aprobado o conocido la existencia de esos interrogatorios con técnicas de tortura.

Enjuiciar a esos 9 funcionarios estadounidenses no le regresaría la vida a los civiles muertos en Iraq, pero sí permitiría mandar un poderoso mensaje al ex presidente Bush, quien aún espera cómodamente en su rancho que la historia juzgue su "legado" en el futuro y le erija las estatuas de bronce, pese a todo...

Genaro Lozano
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 29 de abril de 2009).


Los 8 años del gobierno de George W.Bush en Estados Unidos representan el manual electoral perfecto sobre la política del miedo y el poder que ésta tiene para movilizar a los ciudadanos a las urnas.

Tras los atentados, el Partido Republicano armó toda una estrategia electoral en la que, empezando por el presidente y hasta la base de la pirámide del partido, los candidatos republicanos armaron un discurso en el que mandaron al electorado el mensaje básico formulado en la premisa de que "sólo el Partido Republicano sabe cómo enfrentar el terrorismo" y "un voto por los demócratas pone en peligro a Estados Unidos".

El resultado de esa estrategia le aseguró a los republicanos una ventaja legislativa en el 2002 y le aseguró a Bush la reelección en el 2004.

Genaro Lozano
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 13 de mayo de 2009).


En respuesta a intensas críticas de los republicanos, la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, acusó ayer a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y a la administración de George W.Bush de engañarla acerca de las prácticas de ahogamiento simulado de detenidos y negó en forma rotunda haber sido cómplice en su uso.

"Al contrario... nos dijeron en forma explícita que el ahogamiento simulado no se estaba usando", dijo Pelosi en conferencia de prensa, en referencia a un informe formal que recibió de la CIA a finales del 2002. Pelosi dijo que se enteró meses después que la CIA le había informado a otros legisladores que estaba usando esa técnica en sus interrogatorios.

(V.pág.34 del periódico Público del 15 de mayo de 2009).


¿Por qué razón Obama se metió a fondo en Afganistán y agitó el avispero paquistaní? "Olvidemos la obsesión de los medios de la corriente dominante con Al Qaeda, Osama bin Laden ‘muerto o vivo’, los talibanes -neo, moderados o clásicos- o esta ‘guerra contra el terror’ (...) Esas son diversiones comparadas a los altos intereses en ese juego puro y duro de geopolítica que se desarrolla a lo largo de los oleoductos y gasoductos del planeta", escribe Pepe Escobar, corresponsal del Asia Times Online y autor de varios libros, el último de ellos Obama does Globalization.

Escobar dice que la "guerra contra el terror", rebautizada como "la Larga Guerra" por el Pentágono, tiene una gemela "parcialmente oculta", la guerra mundial por la energía, que ahora se llama "la Guerra Líquida" porque sus vasos sanguíneos -dice- son los ductos que se entrecruzan en "los campos de batalla imperiales" del planeta, en la Cuenca del Cáucaso y Africa, y cuyo tablero de ajedrez es el conjunto de Eurasia, una región que él bautizó como "Ductolandia". Y para este analista geopolítico, como para muchos otros, siempre es divertido que "jamás se lean las palabras ‘Afganistán’ y ‘petróleo’ en la misma frase".

Fue James Carter quien lanzó las guerras modernas por la energía, y el cerebro fue su consejero de seguridad nacional, Zbigniew Brzezinski, quien en 1997 escribió el libro The Grand Chessboard, donde expone la manera de aferrarse a la "supremacía mundial" mediante "la emergencia de un buen grupo de ‘socios estratégicamente compatibles’ (,,,) en los lugares donde los flujos energéticos son más fuertes". Y esta estrategia debía crear "un sistema de seguridad trans-euroasiático más cooperativo (...) para entregar sus bienes energéticos". El plan de Brzezinski, dice Escobar, fue copiado por los neoconservadores del Proyect for a New American Century, el "laboratorio de ideas" de George W.Bush y Dick Cheney.

Crisis financiera o no, el petróleo y el gas natural son las llaves a largo plazo de la transferencia inexorable del poder económico de Occidente a Asia. Quienes controlen "Ductolandia" -la cuenca del Cáucaso-, controlarán lo que suceda y "no hay un terrorista en el mundo ni tampoco una ‘Larga Guerra’ que pueda cambiar esto", escribe Escobar.

¿Por qué meterse más en Afganistán y forzar a que Pakistán intervenga, aun a riesgo de que vuele en pedazos lo poco que queda de su "unidad nacional"? Porque Barack Obama sigue en el "ducto" de la intervención de Estados Unidos en la región.

Rocco Marotta
(v.pág.35 del periódico Público del 15 de mayo de 2009).


El director de la Agencia Central de Inteligencia, Leon Panetta, dijo a la revista "The New Yorker" que el ex vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, parece desear otro atentado terrorista para demostrar que está en lo cierto al criticar a la administración Obama.

El ex número dos de la Casa Blanca ha dicho en varias entrevistas que cree que Estados Unidos está menos seguro desde la llegada al poder del actual presidente Barack Obama y ha criticado al mandatario por solicitar el cierre de la prisión militar de Guantánamo.

Además durante los últimos meses ha defendido la simulación de ahogamiento practicada como método de interrogación a sospechosos de terrorismo que la administración del presidente George W.Bush practicó.

(V.pág.26-A del periódico El Informador del 15 de junio de 2009).


El abandono del excepcionalismo estadunidense que prevalecía bajo la administración Bush, de dar lecciones a todo el mundo pero aislarse para escapar al enjuiciamiento de los demás países. Ahí se siente un cambio profundo. Obama se expresa siempre con claridad sobre las deficiencias y defectos de su propio país y está dispuesto a jugar al mismo nivel que los demás, con mucho respeto hacia sus amigos como hacia quienes debe convencer de la buena fe de los estadunidenses.

Louise Arbour, ex jueza de la Suprema Corte de Canadá, ex Fiscal jefe para crímenes de guerra del Tribunal Penal Internacional para Ruanda y la ex Yugoslavia, y del 2004 al 2008 Comisionada de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos
(v.pág.34 del periódico Público del 19 de junio de 2009).


Soldados estadunidenses y polacos causaron graves daños a las ruinas de la antigua ciudad de Babilonia en Irak, según indica un informe realizado por científicos internacionales para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. El documento indica que las tropas de ocupación retiraron entre 2003 y 2004 tierra en un área de 9 kilómetros cuadrados, entre la que había partes aún no excavadas de la ciudad del período persa. También sufrieron daños los dragones la famosa Puerta de Ishtar.

"Se presume que los soldados intentaron sacar trozos de piedras para obtener souvenirs", dijo ayer en París John Curtis, conservador del Museo Británico de Londres. También los pesados aviones militares causaron importantes daños, entre otros a la ruta de procesión por la Puerta de Ishtar, de 2,600 años de antigüedad. Asimismo, la residencia del rey de Babilonia Nabucodonosor II, que reinó entre el año 604 y 562 antes de Cristo, estuvo rodeada desde abril de 2003 a diciembre de 2004 por una base de las tropas de ocupación.

Originalmente, los soldados instalaron esa base para proteger a Babilonia de ladrones y vándalos. Sin embargo, el campamento fue ampliado. "Es posible que los militares no hayan reconocido que se estaban moviendo sobre un área arqueológica y simplemente la destruyeron", dijo la experta Margarete van Ess del Instituto Arqueológico Alemán. Grandes partes de la ciudad no habían sido excavadas y posiblemente se consideraron "colinas de basura en el paisaje".

Los investigadores criticaron que desde que se devolvieron a los iraquíes los sitios históricos se hizo poco para su preservación.

(V.pág.40 del periódico Público del 10 de julio de 2009).


Los estadunidenses ya no tienen que decir que son de Canadá cuando viajan al exterior."

Madeleine Albright, exsecretaria de Estado de E.U.
(v.pág.24 del periódico Público del 2 de agosto de 2009).


Un día después de adelantar su intención de atacar en su libro de memorias a su antiguo jefe, el ex presidente George W.Bush, el ex vicepresidente Dick Cheney intentaba quitar hierro al asunto y filtraba a través de distintos mensajeros que su intención "no es atacar personalmente a George W. Bush, sino defender su propio legado".

En medio de acusaciones de traición y deslealtad, el ex vicepresidente intentaba así tranquilizar a los incondicionales del clan de los Bush que se han tomado muy a pecho la publicación en The Washington Post de los supuestos reclamos que Cheney estaría destilando contra el ex presidente en su libro:

"Lo que Dick Cheney ha dicho es que en el libro no habrá ataques personales, sino que solamente dejará en claro su postura frente a temas que marcaron el segundo mandato de Bush".

Para la mayoría de los analistas, la defensa de Cheney de sus posturas está en relación directa con las dudas y distanciamiento del ex presidente frente a temas como la práctica de la tortura en interrogatorios contra prisioneros de Al Qaeda, el fin de las cárceles clandestinas de la CIA, su resistencia a respaldar un ataque de Israel contra Irán, el despido del polémico secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y su negativa a perdonar a Lewis "Scooter" Libby, el ex jefe de gabinete de Cheney que fue procesado y condenado por filtrar la identidad secreta de la agente de la CIA, Valerie Plame.

(V.pág.9-A del periódico El Informador del 15 de agosto de 2009).


El ex secretario de Seguridad Interna, Tom Ridge, afirma en un nuevo libro que fue presionado por otros miembros del gabinete del entonces presidente George W.Bush para elevar el nivel de alerta terrorista del país justo antes de las elecciones presidenciales del 2004.

Ridge dijo que se opuso a elevar el nivel de alerta de seguridad pese a la insistencia del ex secretario de la Defensa, Donald H.Rumsfeld, y del entonces secretario de Justicia, John Ashcroft, de acuerdo con un texto publicitario sobre el libro, difundido por la editorial de Ridge.

El ex funcionario dijo que ese episodio lo convenció de llevar adelante sus planes de dejar el gobierno. Renunció el 30 de noviembre del 2004.

(V.Associated Press del 20 de agosto de 2008).


Mesopotamia ha vivido en guerra durante 5,000 años. Los periodos de supuesta paz, son en realidad etapas en las que ha permanecido bajo un imperio conquistador, como fue el caso del Imperio Otomano, o bien, bajo dictadura, como ocurrió con Sadam Hussein, y antes con una supuesta monarquía impuesta por Inglaterra.

Fue habitada por varias etnias en luchas constantes: sumerios, caldeos, asirios, elamitas, amonitas. Hoy sus descendientes no lograrán jamás unificarse, lucharán hasta lograr su independencia.

No son 3 países, son 4: kurdos al norte, asirios al oeste, sunitas al centro y chiítas al sur, estos 2 últimos conformados por varias etnias, pero unidos por el grupo musulmán al que pertenecen.

La guerra solamente sirvió para enriquecer a gente allegada a Bush, a quienes se encargó contratar mercenarios, abastecer tropas, comprar armas... el gran negocio de la guerra, pero Estados Unidos no obtuvo petróleo, los kurdos lo tienen concesionado a Francia y Rusia, Basora está en poder de Inglaterra y los pozos de Bagdad y alrededores fueron dinamitados.

Al igual que en Vietnam, los estadounidenses salen derrotados y dejando en un caos a Iraq.

Mireille Meján Carrier, especialista en terrorismo y Medio Oriente de la Universidad Panamericana
(v.pág.14-A del periódico El Informador del 24 de agosto de 2009).


Barack Obama ayer reconoció que no le será posible cumplir su promesa de cerrar la cárcel de Guantánamo en enero de 2010. Los detenidos tendrían que ser dejados en libertad por las violaciones a sus garantías individuales y la falta de pruebas en su contra. Obama tampoco está pudiendo retirar las tropas estadounidenses de Iraq y se está viendo obligado a aumentar las que tiene en Afganistán.

Sergio Sarmiento
(v.periódico El Siglo de Durango del 19 de noviembre de 2009).


El fundador de la red terrorista Al Qaeda Osama bin Laden estuvo indudablemente al alcance de los soldados estadounidenses en las montañas del oriente de Afganistán cuando líderes militares estadounidenses tomaron la costosa y crucial decisión de no perseguirle con una fuerza excesiva, reveló un reporte del Senado.

El documento asegura que el fracaso a la hora de matar o capturar a bin Laden en su momento más vulnerable, en diciembre de 2001, tres meses después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, ha tenido consecuencias por encima del destino de un hombre.

La huida de bin Laden generó la base de la insurgencia revitalizada afgana de la actualidad e intensificó la disputa interna que hace peligrar Pakistán, indicó el documento.

Empleados del Comité de Relaciones Exteriores del Senado prepararon el reporte a petición de su presidente, el senador John Kerry.

Kerry -un candidato presidencial en 2004- lleva tiempo asegurando que el gobierno de George W.Bush perdió una oportunidad de oro para atrapar al líder de al-Qaida y sus aliados cuando éstos se escondían en la zona montañosa del este de Afganistán, tan sólo 3 meses después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.

"Sacar al líder al-Qaida del campo de batalla hace ocho años no habría eliminado la amenaza extremista mundial", dice el informe. "Pero las decisiones que facilitaron su huida a Pakistán permitieron a bin Laden emerger como una potencial figura simbólica que continua atrayendo un flujo continuo de dinero y que inspira a fanáticos alrededor del mundo".

El fracaso que representa no haber atrapado a bin Laden es una "oportunidad perdida que alterará para siempre el curso del conflicto en Afganistán y el futuro del terrorismo internacional", dijo el reporte.

El documento indica que bin Laden estaba categóricamente escondiéndose en las montañas de Tora Bora cuando Estados Unidos disponía de los medios para un rápido asalto.

(V.Associated Press del 29 de noviembre de 2009).


Osama Bin Laden estaba en la mira de las fuerzas estadounidenses a finales de 2001, pero se escapó porque el entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, rechazó los llamados que pedían más refuerzos, según un informe del Senado estadounidense.

El informe señala directamente a Rumsfeld, quien ignoró el pedido de más refuerzos cuando Bin Laden estaba rodeado en cuevas y túneles en un área montañosa del este de Afganistán, conocido como Tora Bora.

"Menos de 100 comandos estadounidenses estaban en el lugar, con sus aliados afganos, y pidieron refuerzos para lanzar una operación de asalto, lo que fue rechazado".

"La solicitud para que tropas estadounidenses bloquearan los caminos de montaña que conducían al santuario (de Bin Laden) hacia Pakistán, también fue rechazada", agregó el informe.

(V.pág.18-A del periódico El Informador del 30 de noviembre de 2009).


Ocho años más tarde de su discurso de victoria, el tono optimista y providencial de George W.Bush cedería el paso a la agonía de un país en bancarrota, con 2 guerras abiertas, con una pésima reputación internacional, con la amenaza nuclear de Irán y Corea del Norte, con una crisis energética y la sensación de que todo se encontraba a la deriva. "Todo ha sido un reflejo del fracaso de su estilo de liderazgo durante los 8 años de su mandato", sentenció la influyente revista The Economist al emitir su veredicto de una presidencia que nacería entre la duda y el escándalo de unas elecciones que hoy forman parte de uno de los más oscuros pasajes de la democracia estadounidense.

(V.pág.33-A del periódico El Informador del 14 de diciembre de 2009).


El ex primer ministro británico, Tony Blair, pidió cuestionar cómo sería el mundo si Saddam Hussein siguiera en el poder en Bagdad y sugirió que una operación militar como la desarrollada para derrocar a su régimen hace 8 años, podría ser conveniente en la actualidad contra el Gobierno de Irán.

Blair compareció durante más de 6 horas ante la comisión independiente que investiga la guerra de Iraq, en una comparecencia en la que no hubo lugar para la autocrítica ni para el arrepentimiento y en la que el ex líder laborista optó por aplicar la estrategia de que "la mejor defensa es un buen ataque".

(V.pág.9-A del periódico El Informador del 30 de enero de 2010).


El ex presidente estadounidense George W.Bush y los principales responsables de su administración supieron que en la cárcel de Guantánamo, Cuba, había prisioneros inocentes, según un documento revelado ayer por el diario británico "The Times".

El documento es una declaración firmada por el coronel Lawrence Wilkerson, asesor del ex secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, para respaldar una demanda judicial presentada el jueves por Adel Hassan Hamad, un sudanés detenido en Guantánamo entre 2003 y 2007, por su supuesta pertenencia a Al Qaeda.

Se trata del primer testimonio por escrito de un ex alto funcionario de la administración Bush que reconoce que Washington mantuvo a numerosos reclusos en la base naval de la isla de Cuba a sabiendas de que no pertenecían a grupos terroristas, pero que era "políticamente imposible liberarlos".

El presidente George W.Bush utilizó como justificación en la lucha contra el terrorismo, los ataques que sufrieran el 11 de septiembre de 2001, 2 símbolos de la cultura y el poder estadounidense: el World Trade Center y el Pentágono. Horas después, el mandatario advirtió: "Cualquier nación que continúe albergando o apoyando al terrorismo será considerada un régimen hostil por los Estados Unidos".

El 26 de octubre de ese año, Bush firmó una Ley llamada USA-Patriot Act, que recortó considerablemente las libertades públicas y civiles dentro del territorio norteamericano. Permitió a los departamentos de inteligencia detener e interrogar a todo aquel que para los agentes pareciera sospechoso, sin mediar argumentos probatorios.

Una de las irregularidades, entre otras, ejecutadas en nombre del combate al terrorismo, fue que el FBI recurriera falsamente a "emergencias" entre 2002 y 2006 para efectuar espionaje telefónico, sin mediar permiso para ello.

El primero de marzo de 2010, el mandatario Barack Obama firmó una prolongación de la controvertida ley antiterrorista, que da al ejecutivo y a los órganos judiciales más poderes para controlar a sospechosos de terrorismo.

"Hablé del tema de los detenidos de Guantánamo con el secretario Powell. Me enteré de que creía que no sólo el vicepresidente Dick Cheney y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, sino también el presidente Bush, estaban implicados en todo el proceso de toma de decisiones de Guantánamo", escribió el coronel Wilkerson.

Agrega que los 3 funcionarios de alto nivel rechazaron liberar a los prisioneros sobre los que había constancia de su inocencia, porque resultaba "políticamente imposible".

En su testimonio, Wilkerson afirma que la Casa Blanca tuvo la certeza de que la mayoría de los 742 prisioneros enviados inicialmente a Guantánamo en 2002 eran completamente inocentes.

El militar explicó que esos detenidos nunca vieron a un soldado de Estados Unidos cuando fueron detenidos y que la mayoría de ellos fueron "vendidos" por Afganistán y Pakistán por 5,000 dólares por cabeza.

Wilkerson indica que Cheney y Rumsfeld se opusieron a revisar sus casos y a liberarlos porque "los métodos para las detenciones (de terroristas) habrían sido desvelados", algo que "no era aceptable y hubiera socavado seriamente" el trabajo de la administración.

(V.periódico El Informador en línea del 10 de abril de 2010).


Si dudan que lo más importante es la aprobación paterna, pregúntenle a George Bush Jr., el hombre que logró convertirse en presidente de Estados Unidos sólo para contrariar al padre que lo veía como un paria. Anunció esta semana que publicará sus memorias en noviembre. Bush Jr. vivió en primera fila la transformación del mundo tras el 9/11, y el comienzo de un nuevo siglo con nuevas reglas producto de aquel aciago día. Nos mintió a todos y se embarcó en 2 guerras absurdas y complejas. Gobernó para quienes lo llevaron al poder, las petroleras, los fabricantes de armas, la nomenclatura más pura. Dejó la presidencia en medio del más absoluto descrédito y reprobado por todos, incluido aquel de quien más añoraba ser aprobado: su padre. Mucho debe tener para decir entonces el vaquero imbécil que nunca debió ser presidente.

Antonio Salcedo Morales
(v.pág.3 del suplemento "ocio" del periódico Público del 30 de abril de 2010).


El 11 de septiembre sirvió de pretexto para lanzar una guerra convencional contra un enemigo arbitrariamente designado -ese Sadam Hussein que no tenía ni armas de destrucción masiva ni nada que ver con los atentados de las Torres Gemelas- pero los resultados, en lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo, son bien magros. Para mayores señas, Osama Ben Laden sigue ahí, en algún lugar, bien vivito y coleando.

Román Revueltas Retes
(v.pág.4 del periódico Público del 2 de mayo de 2010).


En el mes de noviembre de 2006, las elecciones representaron para George W.Bush un verdadero terremoto político, ya que fue reprimido severamente por el electorado. Su arrogante suficiencia fue castigada. El votante entendió que lo engañaron con lemas fáciles y virtudes prestadas: "Los Estados Unidos son la última gran esperanza de la libertad humana" (Bush); "Los Estados Unidos se bastan a sí mismos, no requieren de una ilusoria comunidad internacional" (Condoleezza Rice); el desprecio soberano del vicepresidente Chenney a la minoría parlamentaria; la incompetencia militar del depuesto secretario Rumsfeld; el cínico empleo del miedo y la religión.

Todo este tinglado de mentiras e incapacidades, se cayó estrepitosamente con las elecciones. El elector, al fin, se percató que la guerra de Iraq fue un gran montaje de mentiras, nunca hubo armas de destrucción masiva, lo único cierto es que Iraq tenía el ambicionado petróleo que el vicepresidente Dick Chenney explota a través de la poderosa petrolera Halliburton.

Hoy, Iraq es lugar de cita del terrorismo mundial y el espejismo democrático de Bush que pretendió extender la democracia desde el Mar Mediterráneo al Mar Caspio, ignorando las profundas divisiones religiosas, políticas y tribales que separan a suníes, chiitas, kurdos, y a sus respectivos aliados en Saudí, Arabia, Afganistán, Pakistán y, sobre todo, Irán.

En resumen: engaño, burla y prepotencia.

Flavio Romero de Velasco, licenciado e Derecho y en Filosofía y Letras y exgobernador de Jalisco
(v.pág.2-A del periódico El Informador del 17 de julio de 2010).


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció en cumplimiento de su promesa electoral, la orden de que el 31 de agosto acaben las operaciones de combate de tropas norteamericanas en Iraq, dando por finalizada una participación militar que dura más de siete años. Una guerra generada por especulaciones de su antecesor George W.Bush, que termina sólo con perdedores.

Durante un año adicional, hasta finales de 2011, quedarán sobre el terreno 50 mil soldados estadounidenses, para labores de supervisión y de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes.

A la par de la invasión de las tropas aliadas comandadas por Estados Unidos, en 7 años los civiles iraquíes han padecido los conflictos étnicos que se acentuaron ante la falta de un líder tras el arresto y la muerte de Sadam Hussein (13 de diciembre de 2003 y 30 de diciembre de 2006). Los conflictos entre chiítas (60 a 65% de la población), sunitas y kurdos, todos musulmanes, son ancestrales; unos por poder, otros por rivalidad religiosa o bien por aires independentistas. Los chiítas vivieron años de pavor cuando Hussein, un sunita, los persiguió. Esas afrentas no se olvidan y es aún motivo de venganzas.

La estela de muerte de la guerra y la postguerra en Iraq deja cifras escalofriantes. Un estudio de la agencia privada de encuestas británica ORB, publicado por el diario inglés "The Guardian" el 16 de septiembre de 2007, situaba el número total de muertos en 1'200,000 entre población civil, soldados iraquíes e insurgentes.

El 6 de octubre de 2009 los últimos datos confirmados por el Pentágono, desde que comenzó la invasión de Iraq, señalaba que habian muerto 4,332 militares estadounidenses.

Los refugiados, según el Gobierno de Bagdad, rondan los 2.5 millones, así como alrededor de un millón de heridos.

Los estragos de más de 7 años en guerra son palpables. "The Economist" informó en marzo que la población no puede contar con el gobierno para la provisión de la infraestructura básica. Sólo 25% de los iraquíes tiene electricidad, el mismo porcentaje que tiene acceso a un sistema de salud adecuado. Hay desnutrición en 22% de la población, y el país figura en la posición 162 del ranking de ingresos per cápita.

El sector privado está en situación precaria. Según tropas estadounidenses, el desempleo es de 80% y el gobierno es el mayor empleador. Un dato positivo es el de la inversión extranjera en el sector del petróleo. Bagdad tiene acuerdos con multinacionales que podrían multiplicar la producción y los ingresos del estado en los años venideros.

En 2003, secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, anunció que el costo económico de acabar con Sadam Hussein estaría entre los 50,000 y 60,000 millones de dólares. 5 años después, el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, decidió analizar el verdadero precio de la guerra. El resultado fue el libro "The Trillion Dollar War", cuya principal conclusión es que el coste alcanzará finalmente los 3 billones de dólares, porque engloba en sus presupuestos todos los gastos que genera la ocupación, de la atención sanitaria y las pensiones de incapacidad de alrededor de 30,000 lisiados, y viudedad de militares y familiares.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 3 de agosto de 2010).


El mismo día que la Casa Blanca declaró que el plan de retirada de Iraq está "en el objetivo", el más alto general del ejército iraquí anunció en Bagdad que las fuerzas iraquíes están lejos de tener la capacidad de asegurar su país una vez que los soldados estadounidenses se retiren el próximo año.

El teniente general Babakir Zebari estimó que pasarán 10 años más antes de que los militares iraquíes puedan cumplir sin el apoyo de las fuerzas de E.U. "Si se nos preguntara acerca de la retirada, yo le diría a los políticos: los E.U.deben permanecer hasta que el ejército iraquí esté completamente preparado en 2020".

(V.Aol News del 12 de agosto de 2010).


Los líderes militares estadounidenses heredaron un estrategia fallida para la guerra de Afganistán al final de la administración Bush y todavía están trabajando para "refinar conceptos".

El general David Petraeus declaró que "cuando muchos de nosotros salimos de Iraq a fines de 2008 y empezamos a observar a Afganistán, nos dimos cuenta de que no teníamos las organizaciones requeridas para la campaña civil/militar de contrainsurgencia".

"Durante los últimos 18 meses" -Bush dejó la Casa Blanca hace 18 meses- "lo que hemos tratado de hacer en Afganistán es de obtener las premisas correctamente por primera vez" explicó Petraeus. "Necesitábamos refinar conceptos... construir, en algunos casos, conceptos que no existían" 7 años después del inicio de la guerra afgana en octubre de 2001.

Uno de esos conceptos, dijo, era si incluir a exinsurgentes antiestadounidenses en la estructura civil postguerra de Agfanistán.

"Si no quiere verse obligado a matar o capturar a cada tipo malo en el país, tiene que reintegrar a aquéllos que deseen reconciliarse y volverse parte de la solución en vez de seguir siendo parte del problema", agregó.

Otro concepto es el nivel apropiado de involucramiento, "sobre todo los recursos".

"Para fines de agosto habremos casi triplicado el número de fuerzas estadounidenses en el terreno" desde que el presidente Barack Obama llegó al cargo en enero de 2009.

(V.msnbc del 15 de agosto de 2010).


El presidente Bush en su enajenación, consideró al derrumbe soviético como triunfo de los Estados Unidos, sin percatarse que en el mundo se conformaba con autonomía una gran realidad global: China, la India, Europa, Rusia, Japón y Brasil, que se yerguen frente a la disipación del poder norteamericano desprestigiado mundialmente por su fracaso en Iraq.

Flavio Romero de Velasco, licenciado e Derecho y en Filosofía y Letras y exgobernador de Jalisco
(v.pág.2-A del periódico El Informador del 21 de agosto de 2010).


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, eludió toda forma de triunfalismo para confirmar, en un mensaje a la nación, el final de trayecto para una guerra de ocupación en Iraq que ha dejado sin aliento a la economía estadounidense y la nación iraquí a merced del caos político y la zozobra.

Según las más recientes encuestas realizadas por Gallup, poco más de 53% de los ciudadanos consideran que la historia dictaminará que la guerra en Iraq fue un "completo fracaso", mientras que sólo 42% consideran que el veredicto final será de "éxito".

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 1o.de septiembre de 2010).


El ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaró que la guerra de Iraq y la posterior presencia de tropas extranjeras en el país han lanzado a la nación "varias décadas hacia atrás".

"Nunca compré la idea de que las tropas iban a ser recibidas con flores y alegría, a nadie le gustan los invasores".

La guerra fue su peor momento como secretario general de la ONU, reveló, y juzgó adecuada la decisión del Consejo de Seguridad de la organización de no apoyar la intervención militar encabezada por Estados Unidos y el Reino Unido.

"Siete años después, ¿valió la pena? La invasión ha hecho que Iraq retroceda 2 décadas" y tardará mucho tiempo en estabilizarse.

En el mensaje del retiro de tropas, el presidente Obama afirmó que su país gastó más de un billón de dólares en 7 años y 5 meses de guerra.

(V.pág.8-A del periódico El Informador del 8 de septiembre de 2010).


Desoyendo las demandas de que renunciara debido al escándalo de la prisión de Abu Ghraib, el secretario de Defensa Donald H.Rumsfeld declaró al Congreso que había encontrado la manera legal de compensar a los detenidos iraquíes que sufrieron "lamentable y brutal abuso y crueldad a manos de unos pocos miembros de las fuerzas armadas de los Estados Unidos".

"Es lo correcto", declaró Rumsfeld en 2004. "Y es mi intención ver que lo hagamos".

Seis años después, el Ejército de E.U. no puede documentar un solo pago por abuso de prisioneros en Abu Ghraib.

Ni tampoco los más de 250 iraquíes o sus abogados que buscan ahora compensación en las cortes de E.U.

(V.Aol News del 26 de septiembre de 2010).


El presidente Bush pudo escoger no hacer una guerra en Iraq. Sin su invasión, seguramente seguiría mandando Saddam Hussein. Habría también menos ciudadanos iraquíes y norteamericanos muertos e Irán sería mucho menos peligroso.

Carlos Elizondo Mayer-Sierra
(v.pág.7 del periódico Mural del 14 de octubre de 2010).


El portal de noticias en internet WikiLeaks reveló ayer 400,000 documentos militares estadunidenses secretos sobre la guerra de Irak en los que se habla de torturas y otros crímenes de guerra, así como de la existencia de 15,000 víctimas civiles más de las que se conocieron en un primer momento.

Según cálculos de los medios que habían tenido acceso previo a los documentos -entre otros Der Spiegel, The New York Times y The Guardian- la cifra de muertos durante la guerra de Irak ascendería a más de 110,000, de los cuales 63% serían civiles, unos 66,000.

"La guerra de Irak fue en todos los rincones un baño de sangre", afirmó el editor de WikiLeaks y, defendiendo la publicación de documentos secretos, añadió: "La primera víctima de la guerra es la verdad (...) esperamos corregir algunos de los ataques a la verdad ocurridos antes de la guerra, durante la guerra y que han continuado desde que oficialmente concluyó".

(V.pág.26 del periódico Público del 24 de octubre de 2010).


El ex presidente de Estados Unidos, George W.Bush, aprobó que agentes de la CIA sometieran a un presunto terrorista a la tortura de ahogamiento simulado, publicó ayer el diario The Washington Post.

El diario afirmó que la aceptación de Bush está contenida en su libro autobiográfico Decision Points, que saldrá a la venta el próximo martes y que fue leído por una persona cercana al ex mandatario.

En el libro, Bush narró que al ser cuestionado por la CIA sobre si debía someter a ahogamiento simulado a Khalid Sheik Mohammed, respondió "demonios que sí". Expertos en derechos humanos dijeron al rotativo que la aceptación de Bush podría tener consecuencias legales, debido a que la practica es considerada ilegal.

(V.pág.37 del periódico Público del 5 de noviembre de 2010).


El expresidente reconoció que además de Jalid, 2 personas más fueron sometidas a esas prácticas.

Amnistía Internacional llamó al gobierno estadounidense a enjuiciar a Bush por su "confesión". La tortura fue un método utilizado por agentes de la CIA, quienes decían que eran "técnicas de interrogatorio mejoradas" utilizadas con detenidos acusados de terrorismo.

(V.pág.13-A del periódico El Informador del 10 de noviembre de 2010).


El excanciller alemán Gerhard Schröder y un grupo de altos exfuncionarios gubernamentales han tachado de mentiroso al expresidente de Estados Unidos, George W.Bush, por algunas afirmaciones que aparecen en sus memorias sobre la relación con Alemania.

Bush asegura en su libro que Schröder le había ofrecido su apoyo para una invasión militar a Iraq en un encuentro en la Casa Blanca el 31 de enero de 2002 y que luego, por consideraciones electorales, se había convertido en uno de los principales opositores a la intervención militar.

"El ex presidente no dice la verdad", dice Schröder en declaraciones difundidas por la página del periódico "Vorwärts", órgano de difusión del Partido Socialdemócrata Alemán.

Schröder aclara en las declaraciones que lo que dijo es que, si se demostraba que Iraq, como Afganistán, apoyaba el terrorismo internacional, Alemania ayudaría a combatirlo.

"Sin embargo, la relación de Iraq con el terrorismo internacional resultó falsa y fue algo escenificado como se vio a lo largo de 2002".

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 11 de noviembre de 2010).


Sin más ayuda -y rápida- las fuerzas de seguridad iraquíes no podrán proteger a la frágil nación de insurgentes e invasores después de que las tropas estadounidenses se retiren al final del año, de acuerdo al reporte semestral del inspector general para la reconstrucción de Iraq, que también señala datos de la embajada de E.U. en Bagdad mostrando que el gobierno, la economía, los sistemas legales y servicios básicos como la electricidad y el agua continúan inestables.

Achaca a la corrupción en las fuerzas militar y policiaca el desperdicio de recursos y la mala planeación para operar sus bases y mantener su equipo.

Más de 200 iraquíes -en su mayoría fuerzas de seguridad y chiitas- han sido asesinados por ataques insurgentes en las pasadas 2 semanas.

La falta de percepción de mejoras en los sistemas de agua, drenaje y electricidad pudieran llevar a levantamientos populares, más que los desacuerdos sectarios o políticos.

(V.Associated Press del 30 de enero de 2011).


El jefe del Pentágono bajo el gobierno de George W.Bush, no se arrepiente de haber conducido a Estados Unidos a la guerra de Iraq por las supuestas armas de destrucción masiva, ni de las torturas en la prisión de Abu Ghraib, aunque en sus memorias lamenta no haber dimitido antes.

El próximo martes saldrá a la venta el libro "Known and Unknown" ("Lo que sabemos y lo que desconocemos"), un título que evoca a una de las frases más conocidas de Donald Henry Rumsfeld.

A los 75 años, el ex capitán de la Marina de Guerra, que dirigió el Pentágono entre 2001 y 2006, atribuye la invasión a Iraq a los errores de los servicios de espionaje e inteligencia.

Incluso sostiene: "Sin duda, y tomando en cuenta los hechos disponibles para el presidente Bush en 2003, yo hubiese tomado la misma decisión".

Pero ahora en el libro señala que quizá su única equivocación fue declarar que "sabemos dónde tienen esas armas". "Debería haber usado la frase 'sitios sospechosos'".

Con el mismo estilo, Rumsfeld elude su responsabilidad por los abusos generalizados de los detenidos en Afganistán y en Iraq. De lo que sí se arrepiente es de no haber dimitido a finales de 2004, cuando se publicaron las fotografías de la prisión iraquí de Abu Ghraib. Según Rumsfeld, él le ofreció la dimisión 2 veces a Bush y el presidente la rechazó. Bush destituyó a Rumsfeld hasta noviembre de 2006, tras los resultados negativos de las elecciones legislativas.

(V.pág.9-A del periódico El Informador del 5 de febrero de 2011).


La aventura americana en Iraq ha demostrado las limitaciones de todo poder en esta tierra, aún de aquellas superpotencias que llegaron a creer que todo se podía resolver con la fuerza. Estados Unidos está experimentando una crisis de capacidad ante lo limitado del triunfo en aquel país y la guerra que continúa en Afganistán, debido en gran parte, a las dificultades que sufre la economía del país, exigida por semejantes esfuerzos.

Sergio A.López Rivera
(v.Razón y Acción del 17 de abril de 2011).


Estados Unidos ha gastado 784,294 millones de dólares en el conflicto de Irak.

(V.pág.9 del periódico Mural del 23 de junio de 2011).


La organización Amnistía Internacional decidió arruinar la fiesta de lanzamiento del libro In my Time del ex vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, demandando al fiscal general, Eric Holder, la apertura de una investigación criminal contra el ex número 2 de la administración de George W.Bush por el papel que jugó en las detenciones ilegales y la práctica de tortura tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

'El ex vicepresidente, junto con otros altos cargos de la administración Bush, confeccionaron políticas que institucionalizaron la tortura, las detenciones arbitrarias y la práctica de desapariciones', aseguró Tom Parker, director de Políticas sobre Terrorismo, Contraterrorismo y Derechos Humanos de AI.

'Este tipo de abusos fueron utilizados por Estados Unidos en otras naciones y por ello se han iniciado procesos en distintas cortes internacionales', añadió Parker, aludiendo a los procesos iniciados en distintas cortes de Europa para arrojar luz sobre el programa de detenciones, tortura y desapariciones practicadas en países como Afganistán, Polonia, Rumania o Lituania, que se plegaron a las peticiones de Washington.

En el libro que salió a la venta este martes, Cheney defiende los métodos empleados en los interrogatorios en la lucha contra el terrorismo, incluyendo el uso de prácticas como el 'waterboarding', o simulación de ahogamiento.

Para Cheney, esos actos no fueron más que "interrogatorios duros", y no torturas, porque, según explica, gracias a este tipo de técnicas se consiguió extraer información que salvó vidas. En su libro, Cheney no escatima críticas contra figuras como el ex secretario de Estado Colin Powell, a quien acusa de confundir al Bush al expresarle sus dudas sobre la guerra en Irak; incluso, el ex vicepresidente admite que propuso que Powell fuera destituido.

Las críticas al libro no se han hecho esperar. El diario The Washington Post indicó que, aparte de resultar "complaciente y triunfalista", la obra no aporta nada nuevo o de valor para que los historiadores puedan desentrañar lo que se considera una de las etapas más turbias en la historia reciente de EU.

(V.pág.10-A del periódico El Informador del 4 de septiembre de 2011).


Con el 11 de septiembre se colapsaron nuestras coordenadas del bien y el mal. En su lugar se impuso la perversa estrategia del siempre poderoso único e imbatible imperio de los Estados Unidos: la guerra total, sin límites, y sin coordenadas claras acerca del bien y del mal. El único criterio legitimador en adelante sería la fuerza y la eficacia de sus efectos, por más deshumanizantes que sean.

Tengo sentimientos muy encontrados en esto de las celebraciones de la desgracia. Mi memoria histórica sigue resistiéndose a los simplismos ideológicos. Me trae a la mente esos otros "11 de septiembre" que han marcado mi conciencia preguntona. Los bombardeos criminales de Estados Unidos sobre Hanoi y todo el territorio vietnamita, incluyendo el uso de armas químicas de destrucción masiva (esas precisas que nunca le encontró a Irak). Murieron sobre 3 millones de vietnamitas, de los cuales 2 millones eran civiles. Y no contentos con esto les aplicaron el famoso napalm en 1989. Y en Panamá, donde murieron 10,000 civiles panameños como resultado de otra de sus invasiones en nombre del bien estadounidense.

Hacia afuera, lo que siguió al S11 fue una carrera militar que tras 2 guerras ha quemado billones sin resultados claros. Internamente, creó un aparato de seguridad tan grande y secreto que nadie sabe cómo opera. Un reporte del Washington Post señala que 1,271 agencias gubernamentales y 1,931 compañías privadas trabajan en contraterrorismo e inteligencia, la mayor parte de sus resultados ceros efectivos. EU fue a la guerra y se disparó en el pie.

Y Estados Unidos sigue esparciendo entre su población la impotencia del miedo. Por eso provoca paranoia entre sus propios habitantes. "Tenemos información de que un nuevo ataque está próximo a suceder. Mantengan la calma. Estamos investigando...". Y, mientras tanto, la población en general, mientras viva bajo el miedo, más control del gobierno sobre sus apanicados borregos.

Mientras tanto el mundo, por ende, vivimos sujetos a los caprichos de una inseguridad que exige odiosas concesiones a la dignidad y privacidad: ingresar a EU requiere someterse a la presunción de criminalidad a menos que uno demuestre lo contrario.

Carlos Corvera Gibsone
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 11 de septiembre de 2011).


El brutal costo económico de las guerras de Iraq y Afganistán, el descrédito moral de Estados Unidos a escala mundial y, sobre todo la manera en que el dolor del pueblo norteamericano fue canalizado en una cruzada vengativa, rabiosa e intolerante, serán vistos por los historiadores como un punto de inflexión en la declinación del imperio.

Los daños son morales tanto como materiales.

Desde la patraña de una guerra en nombre de armas de destrucción masiva que no existían, con Guantánamo y Abu Ghraib incluidos, hasta los 4 trillones [¿billones?] de dólares gastados, que equivalen a los déficits presupuestales acumulados de 2005 y 2010 que hoy tienen de rodillas al gobierno norteamericano (las cifras provienen de The Economist).

Se estima que cerca de 140,000 personas murieron en estas guerras, incluyendo los 6,000 soldados de la alianza.

Peor aún, estos conflictos provocaron casi 8 millones de refugiados.

Hoy en día el mundo árabe está más desestabilizado que hace 10 años, y la población de procedencia islámica en los países europeos ha crecido y generado aun mayores riesgos de desestabilización.

Bin Laden en gran medida logró su objetivo. Destruir las torres no era la meta, sino el medio para provocar exactamente la respuesta que consiguió del gobierno de Bush. Medio centenar de individuos, incluidos los suicidas inmolados, consiguieron desatar una guerra internacional entre el oeste y el este.

A la visión fanática de Al Qaeda de un mundo divido entre fieles e infieles, la Casa Blanca respondió con la noción no menos simplista y maniquea de un universo partido entre los luchadores por la libertad y los enemigos de ella. Los que no están con nosotros, están contra nosotros. En el choque de civilizaciones, ambas respondieron con la peor versión de sí mismas.

La verdadera tragedia no fue la destrucción de las torres, pese al dolor que infligió de tantas maneras. La verdadera tragedia fue la abismal destrucción que desencadenó la respuesta furiosa y visceral.

Por cada uno de los fallecidos aquel 11 de septiembre, 50 personas morirían en los siguientes años y varias miles más verían destruidas sus vidas.

Una banda de extremistas logró que los 8 años del gobierno de Bush quedaran cruzados por la obsesión de la guerra contra el terrorismo.

Por impactante que fuese el ataque en Manhattan, la respuesta tenía que ver más con un trabajo de inteligencia militar y estrategia diplomática para reducir a Al Qaeda, que con una conflagración en contra de estados árabes "desagradables".

Jorge Sepeda Patterson
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 11 de septiembre de 2011).


El ex jefe del Mosad, Shabtai Shavit, cree que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha mostrado "inocencia" al afrontar las posibles consecuencias de la Primavera Árabe, y que Occidente se enfrenta al riesgo de una "islamización" en el mundo árabe.

"Obama prefirió a las masas antes que a sus aliados históricos en la región. Prefirió a las masas a pesar de no tener líderes, ni plan ni agenda (política)", dijo Shavit en el discurso de apertura de la XI Conferencia Mundial Antiterrorista, en la que se analiza el impacto de la Primavera Árabe y el fenómeno del terrorismo una década después del S11.

Según el experto, que dirigió el servicio de espionaje de Israel entre 1989 y 1996, el actual ocupante de la Casa Blanca debió haber seguido una doctrina mucho más "pragmática" para evitar la anarquía, y en la que los históricos líderes de la región permanecieran en sus cargos para efectuar las reformas de democratización que exigía la población.

En su lugar, agregó, se dejó llevar por el "idealismo liberal" de quienes en su juventud habían sido testigos de la caída del Muro de Berlín y el desmoronamiento de la antigua Unión Soviética, pero "el mundo árabe no es Europa oriental".

(V.pág.15-A del periódico El Informador del 12 de septiembre de 2011).


El pasado lunes escuché cómo el presidente Barack Obama anunciaba el final de la guerra. Las tropas se están retirando.

Mucho ha cambiado desde que la guerra empezó. Muchos soldados han hecho de ésta la misión de sus vidas. Casi 4,500 de ellos murieron en una guerra iniciada para encontrar armas de destrucción masiva que no existían y derrocar a un dictador que nada tenía que ver con el 11 de septiembre o con Osama Bin Laden, aunque así fue promovida.

Saddam era brutal. No tenía respeto por la vida de su gente. Enterraba a sus enemigos en fosas comunes. Stalin era su héroe. El hijo de Saddam, Uday Hussein, era diabólico, psicótico y, según múltiples testimonios, un violador. Pero los iraquíes han vivido un infierno total durante la guerra -se calcula que 150,000 de ellos murieron, la mayoría a manos de otros iraquíes, según algunos estimados del gobierno de Iraq.

A pesar de la intención del presidente Bush al promover esta guerra, lo que terminó haciendo es reemplazar a un dictador por un estado regido por shiitas que está cercano a Irán. Posiblemente éste no era el plan.

Los Estados Unidos quieren castigar económicamente a Irán, mediante sanciones para que abandone su programa nuclear. Pero los Estados Unidos han creado oportunidades para Irán en Iraq, y esto podría ayudar a inutilizar esas sanciones.

Bienvenidos a Shia-stan.

Richard Engel
(v.msnbc del 14 de diciembre de 2011).


La guerra, lanzada por el ex presidente George W.Bush, le costó la vida a 4,500 soldados estadounidenses -además de 30,0000 heridos-.

Según la Casa Blanca, la invasión tuvo un costo de un billón de dólares. En total, 1.5 millones de estadounidenses sirvieron en Irak.

Hay quienes critican la estrategia de la salida. Los detractores acusan al presidente Obama de acabar la guerra demasiado rápido para beneficiar su campaña por la reelección en 2012, y advierten que la retirada podría envalentonar a una insurgencia aún activa, así como al vecino Irán.

"Las fuerzas de seguridad iraquíes han adquirido en los últimos años la capacidad de administrar las amenazas interiores (...) Pero aún no han adquirido la aptitud de controlar las amenazas externas", dijo el general Robert Caslen, comandante de la oficina responsable por la cooperación de seguridad en Irak.

(V.pág.11 del periódico Mural del 15 de diciembre de 2011).


Estados Unidos creyó que eliminando al dictador Sadam Husein, ex agente de la Agencia Central de Inteligencia estadunidense, ganaría automáticamente la confianza de los iraquíes.

Pero este guión fracasó rápidamente debido a sus errores, en particular el desmantelamiento del ejército y de los servicios secretos o la depuración despiadada de los ex miembros del Baas, el ex partido en el poder.

De esta manera dejaron el campo libre a una muy violenta insurrección y no pudieron impedir una sangrienta guerra confesional entre chiitas y sunitas, antes la minoría gobernante favorable a EU, ahora despojada del poder y en situación de debilidad.

Los estadunidenses reconstruyeron a partir de cero el ejército, la policía y las instituciones, al tiempo que reactivaban la economía moribunda favoreciendo el consumo gracias a importaciones sin derechos de aduana de automóviles y electrodomésticos, a pesar de que los servicios básicos como la electricidad y el agua potable seguían siendo aleatorios.

Es a partir de 2007 y sobre todo de 2008 cuando Estados Unidos consiguió cambiar el curso de la guerra que estaba perdiendo y envió 170,000 soldados al terreno para paralizar la acción de los insurgentes.

También debió favorecer el retorno de jefes tribales sunitas exasperados por los abusos cometidos por los combatientes de Al Qaeda, inicialmente recibidos como protectores frente a los chiitas que se estaban apropiando del poder.

(V.pág.38 del periódico Milenio Jalisco del 16 de diciembre de 2011).


La actual crisis política en Iraq tiene como telón de fondo un creciente movimiento de las provincias para declararse autónomas, siguiendo el ejemplo del Kurdistán, lo que reduciría el poder del gobierno central y facilitaría, en caso extremo, iniciativas separatistas.

Las provincias de Saladino, Diyala y Al Anbar han mostrado interés en obtener la autonomía.

La autonomía regional es impulsada por los sunitas, quienes en 2005 boicotearon las elecciones justo porque la Constitución sancionaba el federalismo. Ahora han dado un giro en reacción a la creciente marginación que perciben en su contra, según políticos como el presidente del parlamento, Osama al Nuyaifi.

(V.pág.11 del periódico Mural del 22 de diciembre de 2011).


Miles de muertos, una nación en llamas, perspectivas económicas dudosas y un futuro sombrío, aparecen como el legado de la intervención de Estados Unidos en Iraq.

Barack Obama, cumpliendo una de sus promesas de campaña y con una crisis de deuda que amenaza su reelección, decidió proclamar el cierre de la misión y agradeció a las fuerzas armadas de Estados Unidos "que dieron su vida en la batalla por la democracia". A 8 años de que las fuerzas de la coalición aterrizaran en Iraq, la pregunta sigue en el aire ¿cuál fue el motivo de la intervención? ¿El Iraq pos Hussein es mejor que el dirigido por el autócrata? ¿Saddam representaba una amenaza para Occidente?

Las particularidades iraquíes no debieron de haber sido soslayadas. La complejidad étnica: chiías, sunitas, kurdos y baazistas del viejo régimen, buscaban imponer sus condiciones en el nuevo régimen.

Actualmente, la dispersión del poder complica la gobernabilidad mínima del país.

La herencia de Estados Unidos en Iraq es compleja: una alianza de gobierno débil que mantiene en el trono a Nuri al Maliki; la exclusión institucional de los kurdos; una economía que no cuenta con bases sólidas para asegurar empleos y crecimientos; y una política energética subyugada a los intereses más amplios de las petroleras de Occidente.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 28 de diciembre de 2011).


La administración Bush engañó al pueblo estadounidense acerca del inminente peligro representado por muchos detenidos en Guantánamo -los "peores de los peores" según los definió el secretario de Defensa Donald Rumsfeld- cuando muchos de ellos eran simplemente inocentes espectadores, según un ex alto funcionario del Departamento de Estado.

El coronel Lawrence Wilkerson, quien fue jefe de asesores del secretario de Estado Colin Powell, declaró que el presidente George W.Bush, el vicepresidente Dick Cheney y Rumsfeld sabían que muchos detenidos no habían hecho nada malo pero los mantuvieron prisioneros por razones políticas o de imagen pública.

Wilkerson dijo que se enteró durante discusiones con Powell que "el presidente Bush estuvo involucrado en todas las decisiones sobre Guantánamo" y que Cheney había perfeccionado el arte de manipular a su jefe "explotando sus instintos de cowboy".

(V.Care2 Causes & News del 11 de enero de 2012).


La CIA videogrababa los interrogatorios, entre ellos los de 2 líderes de Al Qaeda capturados en 2002, Abu Zubaida y Abd al-Rahim al-Nashiri, el autor intelectual de la ataque suicida que casi hundió al destructor USS Cole en Yemen en 2000. En 2005, tras ser promovido como director de Operaciones Clandestinas, el número 2 de la agencia, José A.Rodríguez ordenó que se destruyeran para evitar que alguna vez se identificara a los interrogadores. Esa decisión fue la que lo metió en problemas legales, y fue investigado por el Congreso de Estados Unidos que tenía la intención de cobrarle la factura de la guerra contra Iraq al ex presidente George Bush, y acusado por el Departamento de Justicia de haber violado la ley.

Durante los 3 años que duró la investigación del Congreso sobre la destrucción de las cintas, Rodríguez nunca reveló ningún nombre de funcionario o agente de la CIA que hubieran estado al tanto o participado en los interrogatorios, lo que le granjeó un enorme respeto dentro de Langley donde vieron que estaba dispuesto a pagar él solo el costo de las prácticas que desarrollaron. Rodríguez confiaba a sus colegas en la CIA -y quedó documentado en un correo electrónico de uno de los directores de la agencia que llegó al Congreso- que "el calor de destruir las videograbaciones es nada comparado con lo que sería si fueran del dominio público. Fuera de contexto nos harían ver terrible y sería devastador". A finales de 2010, el Departamento de Justicia decidió que no presentaría cargos en su contra y recuperó su libertad plena.

En ese entonces no sabía el gobierno del presidente Barack Obama que esas técnicas les darían una alegría. Los interrogatorios durante el liderazgo de Rodríguez en la lucha contra el terrorismo lograron quebrar a Abu Zubaydah, número 3 de Al Qaeda, que había sido detenido y casi muerto en Pakistán en un enfrentamiento con el ejército nacional. Zubdaydah, luego de ser tratado de sus heridas, fue sometido al "pocito", que le dieron a la CIA la primera gran fotografía de la organización de Bin Laden, que terminó con su ubicación y ejecución.

El gobierno de Obama dejó de perseguirlo y su promesa de campaña de cerrar Guantánamo en el primer año de administración porque vieron que les estaba dando resultados en el aniquilamiento de células terroristas en el mundo. Pero las prácticas instrumentadas por Rodríguez nunca fueron aceptadas. El "pocito", que llaman en inglés waterboarding, fue definido por el presidente Obama como "tortura", y prohibió que se volviera a realizar. Rodríguez replicó en el libro Hard Measures: "No puedo decirles cuánto nos ha disgustado a mí y a viejos colegas sentir que nos clasifiquen como ‘torturadores’ por el presidente de Estados Unidos".

Para la historia, el método de Rodríguez fue rechazado por Obama por violar las garantías individuales. Pero al mismo tiempo, el ex jefe de Estación de la CIA en México y hoy director de seguridad global de IBM, es el héroe de la guerra contra el terrorismo, al cual llegó mediante la dialéctica maquiavélica de el fin justifica los medios.

Raymundo Riva Palacio
(v.pág.4-B del periódico El Informador del 6 de mayo de 2012).


El gobierno estadounidense, junto a otras potencias extranjeras, apoyó decididamente la rebelión de 2011 en contra de Muamar Gadafi, quien durante 42 años había detentado el poder en Libia. Finalmente logró derrocarlo en 2011. Gaddafi fue muerto el 20 de octubre de 2011 por un grupo de esos rebeldes respaldados por Washington.

Nadie puede defender el régimen represor de Gadafi. Pero al igual que en Irak o Afganistán, sumidos en espirales de violencia desde que las tropas estadounidenses los "liberaron" de sus dictadores, es claro que quitar a un gobernante fuerte suele dejar un vacío de poder que ni siquiera la mayor potencia del mundo puede llenar con facilidad.

El nuevo gobierno revolucionario libio no estuvo detrás del ataque realizado en Bengasi este 11 de septiembre -aniversario de los atentados de 2001 en Nueva York y Washington- que cobró la vida del embajador Christopher Stevens y otros tres diplomáticos. Pero este ataque nunca habría podido llevarse a cabo en los tiempos en que Gadafi mantenía un estricto control sobre el país.

La ausencia de Gadafi ha permitido el fortalecimiento de los grupos islamistas radicales. Ésta parece ser una constante en los países musulmanes cuando se elimina a los dictadores laicos. Algunos de los nuevos gobernantes son moderados, como el presidente Mohamed Morsi de Egipto, pero representan una recuperación de la vieja tradición de que en el Islam el gobierno y la religión no pueden estar separados.

Irak y Afganistán son los dos experimentos que Washington ha buscado presentar como éxitos en la construcción de democracias en los países árabes una vez que han sido eliminados sus regímenes autoritarios anteriores. Pero en ambos casos es evidente que sin el apoyo militar estadounidense los nuevos gobiernos estarían condenados al fracaso y serían desplazados por integristas. Los estadounidenses no entienden por qué se les ve como villanos cuando ellos han derrocado a gobernantes autoritarios, pero no hay duda de que la imagen de Estados Unidos está empeorando en el cercano oriente.

La muerte de los diplomáticos estadounidenses en Bengasi podría ser una simple anécdota en el camino para construir una democracia en Libia. Sin embargo, está presente como nunca la amenaza de que se presenten nuevos hechos de violencia y que éstos afecten a representantes de un gobierno, el de Washington, que ha buscado presentarse como liberador, pero es percibido como abusivo por buena parte de la población árabe.

El ataque de Bengasi se registra en un momento en que Estados Unidos y otros países están buscando derrocar al gobierno de Bashir al-Asad en Siria. Una vez más, este régimen autoritario no estaría en riesgo de caer de no ser por el apoyo que las potencias les están dando a los rebeldes. Pero quizá el caso de Bengasi haga reflexionar ahora al gobierno de los Estados Unidos. Si bien es muy fácil para la mayor potencia militar y económica del mundo derrocar a un gobierno autoritario, el problema real surge en el momento en que trata de colocar en su lugar a un nuevo régimen que realmente pueda mantener el control del país.

Sergio Sarmiento
(v.periódico El Siglo de Durango del 13 de septiembre de 2012).


Las cosas tendrían que estar muy claras: Barack Obama evitó que ocurriera una terrorífica depresión económica (ha habido una Gran Recesión, que no es lo mismo y que, por si fuera poco, la heredó de su antecesor); rescató a la industria automotriz de Estados Unidos y ayudó a preservar cientos de miles de empleos; ha logrado hacer crecer una economía que se estaba desplomado cuando llegó a la Casa Blanca (aunque ese incremento no sea suficiente); ha intentado implementar políticas de creación de empleo y estímulo económico (el problema es que han sido saboteadas por los republicanos en el Congreso); ha trasformado el sistema de salud con una reforma sanitaria que, con el propósito de brindar una cobertura universal a los ciudadanos, coloca a la Unión Americana, finalmente, a la par de otras naciones modernas comprometidas con el contrato social; decretó la ley Dodd-Frank, la reforma más importante ocurrida desde la Gran Depresión de 1929, para regular las actividades del sector financiero y proteger los intereses de los consumidores; en lugar de proseguir la costosísima y caprichosa guerra de Iraq, logró eliminar a Osama bin Laden, responsable directo de los atentados del 11 de septiembre y a quien la administración de George W.Bush, luego de declarar hostilidades contra el enemigo equivocado, jamás logró localizar; apoyó los movimientos insurgentes de la primavera árabe y autorizó la intervención de las fuerzas militares de Estados Unidos para derrocar el régimen de Muamar el Gadafi; su Gobierno se opuso a las leyes del estado de Arizona que criminalizaban a los inmigrantes ilegales; apoyó el matrimonio legal entre parejas del mismo sexo; en fin, contra viento y marea -esto es, afrontando los embates de una oposición declaradamente obstruccionista y desleal (tal parece ser la triste realidad de la política mundial)-, ha logrado gobernar muy eficazmente un país que se encontraba al borde del abismo cuando él tomó las riendas del poder.

Pero, entonces, ¿por qué está tan cerrada esta elección presidencial y por qué hay tanta incertidumbre acerca de su posible triunfo? Es un hecho, por lo pronto, que los votantes tienen muy mala memoria y que, a estas alturas, no responsabilizan a George W.Bush, antecesor directo de Obama, por las malas cuentas entregadas. Y eso que estamos hablando, ahí, de uno de los peores presidentes que ha tenido Estados Unidos en toda su historia, un tipo que dilapidó arbitrariamente el superávit fiscal que le dejó Bill Clinton, que redujo los impuestos a los más ricos de los ricos (justamente, el propio Mitt Romney ha reconocido que él paga menos tributos que su secretaria), que admitió el uso de la tortura en Guantánamo, que redujo las libertades de los ciudadanos al permitir que pudieran ser detenidos sin proceso y sin garantía alguna, que mintió descaradamente para comenzar una ruinosa guerra contra un régimen que no tenía nada que ver con los ataques de Al Qaeda, que contribuyó al deterioro de la imagen de Estados Unidos en el mundo y que, el día mismo de los ataques contra el territorio de su país, se quedó absolutamente pasmado, sin reaccionar durante larguísimos minutos, en una escuela de párvulos que visitaba. Si ahora pudiera haber alguna duda acerca de las capacidades del Commander in Chief, pues qué podemos entonces decir de los reducidos tamaños de aquel hombre anestesiado mientras los aviones de los terroristas se empotraban en el Pentágono y las Torres Gemelas.

Nada de esto, sin embargo, parece mitigar siquiera la feroz embestida de un partido Republicano donde la moderación no tiene cabida alguna porque ha sido secuestrado por los extremistas de la derecha religiosa. Y, para mayores señas, ahí tienen ustedes a Paul Ryan, candidato a la vicepresidencia, ardiente promotor de que los estados de la Unión persigan criminalmente a las mujeres que abortan, de que se privatice la seguridad social y, entre otras medidas, de recortar en un tercio el presupuesto de educación.

Román Revueltas Retes
(v.periódico Milenio Jalisco en línea del 4 de noviembre de 2012).


Diez años y 60,000 millones de dólares de los contribuyentes después, Iraq sigue tan inestable y descompuesto que incluso sus líderes se preguntan si los esfuerzos estadounidenses para reconstruir la nación dañada por la guerra han valido la pena.

En su reporte final al Congreso, el inspector general especial para Iraq Stuart Bowen concluyó claramente: Desde la invasión hace una década este mes, los EUA han gastado demasiado dinero en Iraq a cambio de muy pocos resultado.

El esfuerzo de reconstrucción "creció hasta un tamaño mayor del que se había anticipado", declaró Bowen. "No hay suficientes resultados para la cantidad de fondos gastados".

El primer ministro Nouri al-Maliki comentó que los fondos estadounidenses "pudieran haber traído un gran cambio a Iraq", pero frecuentemente fueron insuficientes. "Había despilfarro de dinero", agregó al-Maliki, un musulmán shiita cuya secta incluye a más del 60% de la población iraquí.

El vocero del parlamento Osama al-Nujaifi, el funcionario más alto de la secta musulmana sunita, dijo a los auditores que los esfuerzos de reconstrucción "tenían generalmente resultados desfavorables".

"Ustedes piensan que si le meten dinero a un problema lo pueden arreglar", declaró a los auditores el funcionario del gobierno kurdo Qubad Talabani, hijo del presidente iraquí Jalal Talabani. "Esto no fue pensar con estrategia".

A la fecha, los EUA han gastado más de US$ 60,000 millones para ayudar a Iraq a levantarse. El gobierno de Iraq sigue plagado con corrupción y luchas internas. Las calles de Bagdad todavía sufren de bombas mortales casi diariamente. Un cuarto de la población del país de 31 millones vive en la pobreza, y muy pocos cuentan con energía eléctrica confiable y agua potable.

En total, incluyendo todos los costos militares y diplomáticos, los EUA han gastado 767,000 millones de dólares desde la invasión, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.

(V.Huffington Post del 6 de marzo de 2013).


10 años y 122,000 muertos después, el nuevo Iraq tiene poco que ver con aquel "modelo de democracia para la región" que les prometiera George W.Bush. Esa cifra es la que facilita el contador del Iraqi Body Count, una organización sin ánimo de lucro que contabiliza las víctimas mortales civiles desde la invasión y que se actualiza a diario con fuentes contrastadas. Pero una famosa y polémica proyección de The Lancet elevaba su número a 650,000 hasta 2006, lo que haría que ahora rondaran en un millón. La distancia entre las expectativas que se crearon con el derribo de Saddam y la realidad es igual de enorme.

"Tenemos una paz, una seguridad y un sistema político muy frágiles. A pesar de la nueva constitución y las 2 elecciones, no se han puesto las bases para un sistema democrático sólido", explica Hanaa Edwar, secretaria general de Al Amal, una ONG que promueve la sociedad civil, activa desde 1992 pero que sólo en 2003 pudo instalarse en Bagdad. "Queda mucho por construir: el respeto de los derechos humanos, la igualdad de género, la justicia social... Está siendo un parto muy complicado".

La constitución de 2005 establece las bases necesarias para ello pero, como recuerda un europeo que ha pasado la mayor parte de la década asesorando al gobierno iraquí, no se ha desarrollado. "Nadie se atreve a tocar nada por temor a que el precario equilibrio (étnico y sectario) alcanzado salte por los aires", apunta desde el anonimato porque no está autorizado a hablar con la prensa.

"Se hizo deprisa y corriendo. Con actores que ya no están en el poder (a excepción del presidente Yalal Talabani, en la actualidad de baja) y los nuevos no entienden aquel texto constitucional, o se opusieron directamente a él, como es el caso de Múqtada al Sadr o Nuri al Maliki (2 actores clave en la actualidad)", explica el interlocutor. Desde posturas políticas distintas, ambos dirigentes chiíes se opusieron al federalismo y el estado centralizado que ha mantenido y reforzado el segundo como primer ministro es la clave.

El problema arranca del Consejo de Gobierno nombrado por los ocupantes en el verano de 2003. Se distribuyeron los 25 sitios de acuerdo con cuotas sectarias que dieron carta de naturaleza a unas diferencias que hasta entonces se mantenían en segundo plano. Los iraquíes empezaron a verse (y a actuar) de acuerdo con ese estereotipo. Y los nuevos dirigentes políticos lo han explotado desde entonces.

El empate virtual en las últimas elecciones entre la Alianza Nacional del primer ministro, Nuri al Maliki, y el bloque Iraquiya de Ayad Alaui, forzó un gabinete de unidad nacional en el que están representados la mayoría árabe chií y las minorías árabe suní y kurda, pero que ha trasformado el encaje de bolillos sectario en parálisis política absoluta.

Faltos de cultura política, embrutecidos por 3 décadas de tiranía y guerras, los iraquíes no tienen rivales políticos sino enemigos. Se pierde o se gana. Además, se están quedando sin mediadores.

Otra figura respetada para esa función era el presidente Talabani, a quien la enfermedad ha sumido en el silencio. Sólo el guía espiritual de los chiíes, el ayatolá Ali Sistaní, parece servir de freno a los excesos autoritarios de Al Maliki, tal vez consciente de que el agravamiento del sectarismo sólo puede terminar dando la razón a quienes profetizaban la fractura de Iraq en tres entidades nacionales.

Más grave aún para el día a día inmediato de los iraquíes, en vez de "un país económicamente próspero que iba a arrastrar a los vecinos" como auguraba Estados Unidos, Iraq se ha convertido en el 8o. más corrupto del mundo, según el índice que elabora anualmente Transparency International. Así que los enormes ingresos del petróleo, que el año pasado alcanzaron los 73,000 millones de euros, no se han traducido en una mejora generalizada y equitativa del nivel de vida de los iraquíes.

Aunque los salarios de los empleados públicos van de los 400 euros de un maestro a los 800 euros de un policía, frente a apenas un euro que oficialmente cobraban en los últimos años del régimen de Saddam, la mayoría aún sobrevive haciendo chapuzas o trabajos informales, sin seguro médico ni posibilidad de cobrar una jubilación.

Ni siquiera en los barrios típicamente chiíes, como Al Kadhimiya o Ciudad Sadr, los más "beneficiados" por un gobierno afín, se han asfaltado las calles o hay un sistema de recolección de basura.

A pesar de los 60,000 millones de dólares que Estados Unidos invirtió en la reconstrucción, la única influencia visible que ha dejado el país es el look macarra-militar, que los soldados iraquíes reproducen sin complejo.

El tráfico y la penuria de los servicios públicos son sin duda lo que más irritación causa entre los iraquíes. El sistema educativo está destrozado. El transporte público es una quimera. Gran parte de la población sigue sin agua potable. Y aunque el abastecimiento de electricidad se ha duplicado entre 2004 y 2012, no ha conseguido acabar con el desquiciante runrún de los generadores y el olor a gasolina que inunda la ciudad.

"Se está agrandando la brecha entre ricos y pobres", constata Hanaa Edwar que también recuerda que tres décadas de guerras han dejado 1.5 millones de viudas sin fuente de ingresos. Además, todavía hay 1.3 millones de desplazados que no han podido volver a sus casas porque están destruidas o porque han sido ocupadas por otras familias. "Se necesitan 2 millones de viviendas en todo el país, al menos una cuarta parte de ellas en Bagdad", señala Ghada al Siliq, una arquitecta que trabaja como consultora para el ayuntamiento de la capital.

Ni había armas nucleares o biológicas en Iraq, ni Bagdad patrocinaba el terrorismo islamista. La campaña que destruyó las estructuras militares y políticas de la dictadura alumbró una guerra civil con decenas de miles de muertos, la mayoría a manos de las milicias surgidas del vacío de poder. Una década y un billón de dólares después, nadie puede asegurar que el país árabe vaya a pervivir como un estado unificado y democrático.

Sobre el papel, el gobierno soberano iraquí armoniza los intereses de la mayoría chií y las minorías suní y kurda. En realidad, un primer ministro de tendencias dictatoriales, el chií Nuri al Maliki, llegado al poder en 2005, ejerce un férreo control sobre decenas de servicios de seguridad y busca perpetuarse al final de su 2o. mandato, contra lo decidido por el parlamento. Los suníes, dominantes con Saddam, son ahora los oprimidos, en abierta rebelión contra el gobierno. En el norte, los kurdos, virtualmente independientes y engrasados por su petróleo, quieren saber poco o nada de su pertenencia a Iraq.

Bush y Blair ignoraron las fuerzas que desataría el derrocamiento del tirano. No sólo eran falsos los presupuestos que justificaron la invasión, cuyo eco resuena hoy en la pasividad de la política de Obama en Oriente Próximo; también han resultado serlo sus supuestas consecuencias. Ni la democracia ha echado raíces, ni el terrorismo ha sido extirpado de un Iraq laboratorio en buena medida del fanatismo islamista. Tampoco Bagdad se ha convertido en estrecho aliado de EU (es más bien el Irán chií el que profundiza su penetración) ni en su privilegiado proveedor de crudo.

Pocos en Iraq creen posible regresar a la salvaje guerra civil de hace pocos años. Pero también pocos creen en el progreso de un país dividido, cuyos dirigentes están más atentos a la intriga sectaria que al hecho de que casi la mitad de la población adulta no tenga trabajo; o a que Bagdad, donde habita 20% de los iraquíes, siga siendo territorio de los dinamiteros, pese a su asfixiante telaraña de seguridad.

(V.pág.12-A del periódico El Informador del 25 de marzo de 2013).


Tanto en Iraq como en Afganistán, países donde Estados Unidos intervino tras los atentados del 11S, las muertes por atentados terroristas se elevaron entre 7 (Iraq) y 24 veces (Afganistán).

A 12 años de la tragedia en Nueva York, los resultados de esta guerra frontal contra el terrorismo distan mucho de ser los esperados por el gobierno de Washington. A la fecha, y según un informe que elabora el Departamento de Estado, de los Estados Unidos, y corroborado por el índice Global de Atentados Terroristas, de 2003 a 2012, se cuadruplicaron los atentados terroristas a nivel mundial, tocando en 2007 su punto máximo de víctimas mortales (22,000). Al año sigue habiendo en torno a 10,000 víctimas producto de atentados terroristas.

A inicios de 2013, el FBI publicó una investigación que causó revuelo a nivel internacional y que revela el aumento de los puntos conflictivos en materia de terrorismo global. Y que las naciones más afectadas por este esparcimiento de los "santuarios terroristas", eran precisamente las regiones donde Estados Unidos había decidido intervenir. Los datos de Iraq son escalofriantes. En 2003, poco antes de la invasión, en Iraq había poco más de 50 atentados al año, con un saldo mortal de 294 personas. El año pasado se detectaron 1,228 atentados (más de 3 al día en promedio), mientras que el saldo mortal se elevó hasta 1,798.

El complejo laberinto iraquí en el que se metió Estados Unidos tras los ataques del 11S, obligó a que Washington cambiara su estrategia. Los datos son reveladores: tras casi una década de intervención en la vieja Mesopotamia, murieron casi 200,000 iraquíes y 4,200 soldados aliados. Y al final todo fue un fracaso: en Iraq no se ha podido formar una coalición de gobierno capaz de sacar al país y hasta el año pasado comenzó a crecer a tasas nada despreciables (11%). Justo en 2007, cuando las muertes por atentados terroristas en Iraq (más de 5,000 anuales), Estados Unidos decide cambiar y adopta el ''código Petraeus''. Una serie de negociaciones políticas con grupos antes considerados terroristas. La estrategia tiene éxito, y desde esa fecha ha existido una reducción de muertes por atentados terroristas en el caso de Iraq. Y aunque todavía Medio Oriente se encuentra lejos de los niveles de violencia de 2002-2003, las negociaciones han traído una reducción abrupta en las muertes por atentados.

Enrique Toussaint
(v.pág.9-A del periódico El Informador del 11 de septiembre de 2013).


La Casa Blanca reconoció por vez primera que la enorme recolección de datos de actividades de estadounidenses -en Internet y telefónica- por la NSA fue autorizada por el presidente Bush en las semanas que siguieron al ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. "El presidente Bush emitió autorizaciones aproximadamente cada 30 a 60 días", escribió James R.Clapper Jr., director de inteligencia nacional.

Alegando que puede continuar ejerciendo su privilegio de secretos de estado para bloquear información y que no sea utilizada en una corte, el Departameto de Justicia ha solicitado al juez de distrito Jeffrey S.White que deseche el caso sobre si estos programas violaron la Primera o Cuarta Enmiendas de la Constitución.

Steven Musil
(v.c|net News del 22 de diciembre de 2013).


El presidente Obama se planteó terminar con la escalada militar iniciada a partir del 11 de septiembre. Las intervenciones en Iraq y Afganistán habían costado mucho en términos económicos y políticos en Estados Unidos. La caída de Osama Bin Laden y el anuncio del regreso de las tropas desplegadas en Iraq significó un punto culminante en el camino hacia una política externa con menos riesgos bélicos. Pero en muy poco tiempo el panorama ha cambiado radicalmente porque hay ahora mismo grandes amenazas: la más importante es la extensión del llamado Estado Islámico en el territorio de Siria e Iraq, que supone el crecimiento de un ejército de radicales profesionales que se han propuesto dominar a base del exterminio grandes extensiones en ambas naciones.

La amenaza de Estado Islámico se convirtió la semana pasada en un desafío directo al gobierno de Obama con la decapitación del periodista norteamericano James Foley. Días antes el presidente había autorizado el bombardeo en Iraq para debilitar a los yihadistas. Ahora el tono de la administración que buscó una política menos bélica se ha transformado hasta llegar a la amenaza abierta a los combatientes islámicos al señalar que si tocan a norteamericanos irán por ellos a donde se encuentren. Esto significa simplemente que los atacarían en Siria y que la intervención ahí sería un movimiento bélico muy peligroso dada su ubicación geográfica y política.

De hecho, en las últimas semanas las operaciones militares autorizadas por la administración han ido creciendo, incluyendo los esfuerzos por rescatar a norteamericanos secuestrados en Iraq y Siria, que han sido infructuosas. Los tambores de guerra comienzan a sonar a lo lejos, la tecnología sofisticada se apresta a contribuir en procesos que buscarían ser "quirúrgicos" pero que pueden desencadenar operaciones de gran calado.

(V.pág.7-A del periódico El Informador del 24 de agosto de 2014).

El presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado proporcionó ayer nueva información que, aseguró, evidencia que el gobierno del presidente George W.Bush engañó a la nación en el periodo previo a la invasión y guerra en Irak.

En un discurso ante el pleno de la cámara alta, el senador demócrata Carl Levin citó un cablegrama de 2003 de la Agencia Central de Inteligencia de EU que advierte a funcionarios del gobierno de Bush (2000-2008) que no se refieran a afirmaciones de que Mohamed Atta -el hombre que encabezó el secuestro de los aviones utilizados en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001- se reunió con un funcionario iraquí de inteligencia en la República Checa, previo a los ataques contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono.

Levin asegura que funcionarios de Bush usaron la reunión no confirmada para ligar a Irak con los ataques y justificar la invasión estadunidense a ese país (2003-2011).

"Hubo una campaña acordada por parte del gobierno de Bush para vincular a Irak con el horror de los ataques del 11-S en la opinión pública. La campaña tuvo éxito", dijo Levin, y citó encuestas de opinión de esa fecha que muestran que muchos estadunidenses creían que el entonces dictador iraquí Sadam Husein -ex informante de la CIA- estuvo involucrado en los ataques. "Por supuesto, las conexiones entre Sadam y el 11 de septiembre o Al Qaeda eran ficción".

Levin aludió a la presentación el 9 de diciembre de 2001 del vicepresidente Dick Cheney en el programa de televisión Meet the Press. Cheney dijo: "Está bastante bien confirmado que él (Atta) fue a Praga y se reunió con un funcionario de alto rango del servicio de inteligencia iraquí en Checoslovaquia en abril pasado, varios meses antes del ataque".

Levin dio a conocer una carta que recibió a inicios de este año del director de la CIA, John Brennan donde éste ofrece declarar sobre el cablegrama: "No existe un solo USG (miembro de contraterrorismo de EU) o experto del FBI que haya dicho que tienen evidencia o conocimiento de que (Atta) ciertamente estuvo en Praga. De hecho, el análisis ha sido más bien lo contrario".

(V.pág.28 del periódico Milenio Jalisco del 12 de diciembre de 2014).

El costo total de las guerras llevadas a cabo por Estados Unidos tras los ataques terroristas que sufrió el 11 de septiembre de 2001 asciende hasta 2014 a 1.6 billones de dólares, de acuerdo con un cálculo elaborado por el Congreso.

Difundido este mes, el cálculo pretende hacer un balance final luego de que las tropas de Estados Unidos en Afganistán se hayan retirado por completo, al menos en sus modalidades de efectivos de combate, y luego de 4 años de haber concluido la invasión en Iraq.

La cifra incluye el costo de las operaciones militares, el apoyo a las bases, el mantenimiento del armamento, el entrenamiento de fuerzas de seguridad iraquíes y afganas, la reconstrucción, ayuda exterior y costos de las embajadas.

Elaborado por el Servicio de Investigación del Congreso (CRS, por sus siglas en inglés), el cálculo incluye además el costo de los cuidados de salud para los veteranos que regresan de las operaciones militares en Estados Unidos tras los ataques de 2001.

Del total, el documento estableció que Estados Unidos gastó 686,000 MDD en Afganistán y acciones relacionadas contra el terrorismo, lo que equivale a 43% del gasto.

En tanto, la operación de Iraq costó 815,000 millones de dólares, lo que equivale a 51% del gasto.

Asimismo, 27,000 millones de dólares fueron asignados a proveer de mayor seguridad en las bases militares de Estados Unidos, y 81,000 millones de dólares fueron para el financiamiento de guerra que no se consideró directamente relacionado con Afganistán e Iraq.

El CRS destacó que el presupuesto solicitado por el gobierno federal para cubrir los gastos de las guerras en 2015 fue de 73,500 millones de dólares, de los que 58,100 millones serán destinados a Afganistán.

La solicitudes para este nuevo año no incluyeron los gastos de las operaciones para brindar asistencia a los insurgentes en Siria, ni la ayuda al gobierno de Iraq para contrarrestar el avance del grupo terrorista Estado Islámico.

El cálculo difundido por el CRS resulta muy conservador respecto de otros estudios difundidos por académicos sobre el costo financiero de las guerras emprendidas por Estados Unidos en el siglo XXI.

Un estudio de la Universidad de Boston estimó que el costo de las guerras en Iraq y Afganistán, así como la asistencia para Pakistán, asciende a 4.4 billones de dólares, incluidos costos de salud para veteranos discapacitados e intereses de la deuda relacionada con las intervenciones.

(V.pág.11-A del periódico El Informador del 29 de diciembre de 2014).

Luego de la invasión estadounidense a Irak en 2003, al destruir la estructura civil y militar de Sadam Hussein, que era sunita, y sustituirla con una administración chiíta, los sunitas quedaron dispersos y se reagruparon luego en ISIS, grupo terrorista que controla una parte de Irak y tiene acceso al petróleo que vende a lo largo de la frontera con Turquía.

"De la misma forma como en su momento USA financió al terrorismo de Osama Bin Laden para que atacara la invasión soviética en Afganistán, así también USA ha financiado al movimiento islámico ISIS (...) Quienes deciden la política exterior de USA en Oriente Medio decidieron armar a los islamistas porque el presidente de Siria es un aliado de Rusia. Estos islamistas son ahora ISIS y usan armamento americano".

"Cada vez más los países se van involucrando más y más directamente en las guerritas en Medio Oriente: Irak, Irán, Siria, Israel, USA, Arabia Saudita, Turquía. El riesgo es que se convierta aquello en una guerrota".

Julio Ríos
(v.pág.5 de La gaceta de la Universidad de Guadalajara del 26 de enero de 2015).

Iglesias quemadas en Níger; niños cristianos vendidos como esclavos, crucificados o enterrados vivos en Siria; una escuela católica, en Pakistán, asaltada por una turba de estudiantes musulmanes provistos de palos y barras de hierro; en Siria, 2 jóvenes crucificados -uno de ellos delante de su padre, a quien luego asesinaron- por no haber renegado de su religión cristiana; en peligro de muerte, cientos de cristianos asirios capturados por el Estado Islámico, en la provincia nororiental de Jazira, en Siria; 300,000 cristianos "preparados para el martirio", en las palabras de monseñor BasharMatiWarda, arzobispo de Erbil, Iraq; centenares de niños, mujeres y hombres masacrados, en Camerún, por los militantes del grupo terrorista nigeriano BokoHaram; en Somalia, una decena de cristianos arrojados al mar y exterminados a balazos por los terroristas del movimiento yihadista islámico Al-Shabad; en Kenya, jóvenes estudiantes cristianos asesinados al perpetrar, esa misma organización, un abominable ataque (147 muertos) a la Universidad de Garissa en el que matan, antes de ejecutar a los católicos, a los muchachos, ya varios profesores, de manera indiscriminada...

Las naciones de Occidente sí habían reaccionado, así fuere de manera parcial, luego de los atentados del 11 de septiembre: George Bush, mezcclando arteramente la gimnasia con la magnesia, decidió atacar un país que no tenía nada que ver con los actos terroristas. Pretextando que había armas de "destrucción masiva" en Iraq, algo que no pudo nunca comprobar, lanzó la guerra más costosa, inútil y arbitraria que haya podido emprender la Unión Americana, acrecentando colosalmente el déficit de las cuentas públicas de su país, dilapidando tontamente colosales sumas de dinero y, al final, desestabilizando por completo una región que, bajo el férreo mando de Sadam Hussein, no sólo había mantenido unos remarcables niveles de bienestar económico sino que no exhibía los aterradores niveles de violencia y descomposición que estamos viendo en estos momentos. Lo mismo puede decirse, desafortunadamente, de Libia. Gadafi, un tipo tan impresentable como Sadam, gobernaba un país con un índice de desarrollo humano comparable, si no superior, al de México. Hoy, la antigua colonia italiana es poco menos que un estado fallido.

A los cristianos, miren ustedes, los protegían unos dictadores. Y, en este sentido, la torpeza de las potencias occidentales ha sido absolutamente colosal. Ésa es la triste realidad.

Román Revueltas Retes
(v.periódico Milenio Jalisco en línea del 5 de abril de 2015).

Guía para el Medio Oriente y el Golfo Pérsico.

Paco Calderón
(v.5 de abril de 2015).


EU se retiró de Irak, y aunque creyó marcharse habiendo entrenado y preparado lo suficiente al ejército de ese país para responder ante amenazas, cuando ISIS lanzó su ofensiva el pasado junio, el ejército iraquí salió prácticamente huyendo, y hoy Washington tiene que regresar a rescatarlo. Pero ISIS no puede entenderse sin la guerra civil siria, o sin la Primavera Árabe, la que a su vez es consecuencia de una combinación de factores políticos y económicos conectados con la crisis hipotecaria de 2008 en Occidente.

Mauricio Meschoulam
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 25 de abril de 2015).

La ausencia de resistencia militar sobre el terreno está permitiendo que el Estado Islámico (IS) avance de forma imparable en Siria e Irak. Con la conquista hace cuatro días de Ramadi -a muy pocos kilómetros de Bagdad- y la toma ayer de la histórica ciudad de Palmira, el califato proclamado por Abubaker al Bagdadi en junio de 2014 da un salto cualitativo en su ofensiva, se hace con el control de un importante eje de comunicaciones y se acerca peligrosamente a Damasco, que es, junto con la capital iraquí, uno de sus principales objetivos estratégicos. En apenas un año, el IS ha conseguido el dominio de casi la mitad del territorio sirio y de un tercio del iraquí, en los que ha desplegado un régimen de terror, provocando un masivo éxodo de personas que huyen de los despiadados métodos asesinos de las milicias yihadistas y que acaban, muchas de ellas, en manos de las mafias que comercian con su desesperado intento de conseguir refugio en Europa.

El ejército sirio de Bashar Asad a duras penas puede frenar al IS y los bombardeos que desde el pasado 23 de septiembre lleva a cabo la coalición internacional encabezada por EEUU no han supuesto un obstáculo real a las pretensiones expansionistas de Al Bagdadi, que, a diferencia de Al Qaeda, ya cuenta con un territorio bastante amplio sobre el que desplegar su supremacía religiosa. Tal y como auguraban muchos analistas diplomáticos y militares, la única forma de frenar la descomposición de Siria e Irak y hacer retroceder al IS pasa por la articulación de una fuerza bélica de intervención terrestre en la que no sólo participen las potencias occidentales sino también sus aliados en la zona, especialmente Irán y Arabia Saudí, una complicada opción dada la intrincada maraña de intereses cruzados en juego.

La guerra por la hegemonía en el mundo islámico entre suníes y chiíes hace imposible un entendimiento entre ambas potencias, representantes de cada una de las ramas del islam y de una forma de entender la sociedad y la religión. Además, una de ellas, Irán, está en pleno desarrollo de su programa nuclear; la otra, tiene absoluta capacidad económica para adquirir la tecnología necesaria en cualquier momento. Pero la consolidación de un estado terrorista en la región que ha hecho saltar por los aires las fronteras existentes desde hace casi un siglo, que se financia a través del saqueo de las ciudades que toma al asalto y a la venta en el mercado negro de petróleo robado, que aplica una política implacable de exterminio étnico y religioso, y que, finalmente, exporta el terrorismo islámico al resto del mundo, debería ser suficiente razón par aunar esfuerzos que permitan luchar por su destrucción definitiva. El IS no es sólo un peligro en la región, sino que su mera existencia amenaza la seguridad internacional.

Con la entrada en el milenario enclave de Palmira, el IS asesta un duro golpe simbólico al régimen sirio, tanto por lo que representa la ciudad para la historia del país como por encontrarse ahí la cárcel de Tadmor, una de las más brutales prisiones políticas utilizadas por Asad para la represión de los disidentes. Por otra parte, la toma de la ciudad tendrá, como ya ocurrió en otras como Nínive, Hatra o Ninrud, graves consecuencias para el legado histórico y artístico. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980, las ruinas de los siglos I y II serán, casi con toda seguridad, arrasadas por los fanáticos convencidos de que todo aquello que no pertenezca a la cultura islámica merece ser destruido. Una razón más para ser conscientes de la dimensión del envite.

(V.Editorial del periódico El Mundo en línea del 21 de mayo de 2015).

Existe esa migración ocasionada por factores socioeconómicos de expulsión y de atracción. Pero además, hoy tenemos que añadir los impactos de las guerras del siglo XXI ocasionados en parte por la debilidad estructural de los estados-nación, la proliferación de actores no-estatales violentos, quienes a veces más poderosos que esos estados, los someten, los penetran, chocan con ellos o contra otros actores no-estatales. Y en esas circunstancias, la corresponsabilidad de las grandes potencias no puede ser sobrestimada.

El colapso del régimen talibán en Afganistán a raíz de la intervención de EU y sus aliados ayudó, sí, a reducir la presencia de Al Qaeda en ese territorio, pero generó una situación de conflicto sin salida. La invasión de Washington a Iraq terminó con Hussein, pero activó un conflicto que lleva 12 años y del que ISIS es un mero subproducto. Los ataques de la OTAN a Libia acabaron con Gadhafi, pero hoy tenemos una Libia trastornada por una guerra civil que no cede.

La cantidad de gente desesperada que necesita huir del infierno en el que vive sólo se incrementa.

Mauricio Meschoulam
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 29 de agosto de 2015).

El precandidato a la presidencia estadounidense, Donald Trump, dijo ayer que el mundo sería un lugar mejor si gobernantes como Saddam Hussein o Muamar Gadafi estuvieran todavía en el poder.

"Ahora mismo es mucho peor que nunca antes con Saddam Hussein o Gadafi", dijo Trump.

"Quiero decir, mira lo que pasó. Libia es una catástrofe. Libia es un desastre. Irak es un desastre. Siria es un desastre. Todo Oriente Medio."

"Saddam era un tipo horrible, pero Iraq era con él mejor que ahora", aseguró el precandidato.

(V.pág.17-A del periódico El Informador del 26 de octubre de 2015).

Daesh (por sus siglas en árabe), también conocido como "Estado Islámico de Irak y Levante" (que de "Estado" no tiene nada), no es estrictamente un grupo terrorista. Es ante todo un proyecto político, nutrido por la barbarie y apoyado en el terror como herramienta. Viene gestándose hace una década por lo menos y ha recibido una bocanada de oxígeno con la catástrofe geopolítica que representa la descomposición de Irak y más recientemente de Siria. Había estado enfocado, hasta ahora, en librar una guerra de guerrillas en contra de Bagdad y Damasco, la oposición y fuerzas rebeldes moderadas sirias, grupos locales kurdos y poblaciones musulmanas consideradas como enemigas o infieles. Los ataques en París no cuadran en principio con este patrón y por ende podría ser aún prematuro ratificar que los ataques en Francia fueron orquestados por la cúpula de Daesh, si bien es un hecho que su naturaleza parece descartar la posibilidad de que sean obra de individuos actuando en solitario. Sin embargo, de corroborarse sería -junto con la amenaza emitida este lunes de atacar suelo estadounidense- la 1a. ocasión en que Daesh conduce un atentado sofisticado y relevante fuera de su teatro natural de operaciones. Ello tendría consecuencias significativas por el cambio que implica transitar de una estrategia regional a una global, a la vez que podría constituir una vulnerabilidad. Daesh construyó su éxito, al igual que Al Qaeda, en golpes mediáticos y el uso sofisticado de redes sociales para reclutamiento y propaganda. Pero a diferencia de Al Qaeda, busca crear un califato, lo cual implica obtener control territorial, que es precisamente a lo que se ha dedicado en Irak y Siria. Eso circunscribe su alcance, acota su expansión (porque jordanos, turcos o kurdos lo resistirán) y limita el apoyo que podría obtener entre poblaciones de origen musulmán en Europa.

La decisión de atacar París -y los blancos específicos en una urbe cosmopolita y liberal- no es sólo una expresión ideológica de rechazo a todo lo que representa la capital de la república francesa: tolerancia, diversidad cultural y el cuestionamiento constante a todo y de todos. Pone de relieve que contrario al choque de civilizaciones postulado por Samuel Huntington, lo que está en juego no es Occidente contra el resto del mundo; es una lucha entre sociedades abiertas y cerradas; entre el mundo y Daesh. Se abren enormes retos en días y meses venideros. Atestiguaremos un nuevo tipo de conflicto, fluido, con y sin fronteras, con y sin Estados. El vacío generado por la falta de apetito para prevenir el colapso de Estados ha sido llenado por Daesh. Estamos ante la contradicción, al igual que en 1939, de democracias que tendrán que usar la fuerza para salvaguardar principios por los cuales se rigen.

Prever dónde será el siguiente atentado es generalmente un juego de tontos; los terroristas planean pero también son oportunistas, y mucho dependerá de la habilidad de servicios de inteligencia y policiacos desplegados para detenerlos.

Arturo Sarukhán
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 18 de noviembre de 2015).

Ya no están Saddam Hussein, Muammar Gadhafi ni Hosni Mubarak, los hombres fuertes que tenían mecanismos para desactivar a estos radicales en sus países. ¿Y ahora qué?

Ana Paula Ordorica
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 18 de noviembre de 2015).

Entre los mecenas del Estado Islámico están países del G-20, Arabia Saudí, los Emiratos, Kuwait y Qatar.

Raúl del Pozo
(v.pág.12 del suplemento El Mundo.es del periódico Milenio Jalisco del 20 de noviembre de 2015).

Tal y como lo constatamos hoy, la guerra internacional contra el terrorismo radical islámico, creada y promovida por Estados Unidos hace década y media a raíz del 11-S, ha sido un fracaso. Ni los riesgos de ataques terroristas han disminuido ni la democracia o un régimen general de libertades han podido enraizarse en quienes fueron objeto central de la cruzada post-2001, Afganistán e Iraq, primordialmente.

El paradigma de la guerra contra el terrorismo radical islámico se enfrenta al hecho de tratarse de una realidad que es suma interminable de contradicciones en las que muy poco es lo que parece a primera vista. El régimen en Arabia Saudita, tradicional aliado de Occidente, ve en el terrorismo de ISIS solo una versión más radical que la suya propia. Turquía, no sólo aliado sino interesado en formar parte formalmente de Occidente, ve una amenaza para sí misma en caso de una derrota de ISIS a manos de sirios kurdos. Irán, pese a su nueva apertura hacia Occidente, busca contener a ISIS, pero no tiene interés en exterminarlo, pues no desea que los sunitas puedan retomar el poder en Iraq y regresar con ello al conflicto de los 80. Y Siria, el único que combate a ISIS a ras de tierra y con infantería, indispensable para ganar cualquier guerra, está entendiblemente condenada por Occidente al ostracismo.

En la guerra internacional contra el terrorismo radical islámico, resulta que algunos de quienes son nuestros aliados apoyan a nuestros enemigos; que algunos de nuestros enemigos combaten a otros de nuestros enemigos, por lo que no queremos que ninguno gane, y si acaso uno de ellos es derrotado, es probable que sea sustituido por otros inclusive peores. Todo lo cual nos debe llevar a una conclusión muy simple: hay que escoger bien las guerras en las que uno participa, no sea que se pierdan desde la 1a. escaramuza.

Marco Provencio
(v.pág.4 del periódico Milenio Jalisco del 20 de noviembre de 2015).

ISIS es muy rica. Obtiene hasta 3 millones de dólares diarios de la explotación de los recursos petroleros que están bajo su control. No depende casi de los mercados internacionales porque vende los derivados en el territorio que gobierna.

Su 2a. fuente de recursos es el cobro de impuestos y derechos en una zona que abarca el norte y el oeste de Iraq y el este de Siria. Los dueños de una línea telefónica pagan el equivalente a 4 dólares mensuales. Los camiones que circulan en "su zona" pagan peaje. Sus administradores no utilizan la palabra impuestos, pero éstos generan alrededor de 12 millones de dólares mensuales.

ISIS es el grupo terrorista mejor financiado al que hemos enfrentado, reconoció David Cohen, subsecretario del Tesoro de Estados Unidos.

El Estado Islámico de Iraq y Siria o Califato Islámico nació como una extensión de Al Qaeda en Iraq. Hizo su entrada en escena en abril de 2013 y en 2 años y medio se ha convertido en un actor relevante en la región, además de una pesadilla global. Tiene dominio de un territorio mayor al Estado de Chihuahua y habitado por 8 millones de personas. La mayor ciudad es Mosul, hasta hace poco la 2a. urbe de Iraq, con más de un millón de habitantes. La capital se ubica en Raqqa, una población de menos de 100,000 habitantes, que tiene un emplazamiento simbólico. Su elección es una manera de enfatizar el rechazo de ISIS al mapa trazado por Gran Bretaña y Francia al final de la Primera Guerra Mundial.

Es un comunicador muy eficaz. Su mensaje de terror y fuerza cala fuerte entre jóvenes de 16 a 22 años, entre otras cosas por enfatizar la idea de salvación de cara al Final de los Tiempos. Se calcula en 25,000 el número de extranjeros que se han movilizado para apoyarlos. El Gobierno de Francia reconoce que 1,600 de sus ciudadanos se han convertido, pero la cifra extraoficial podría ser 3 veces mayor. Entre sus "refuerzos" internacionales hay muchos profesionistas, hijos de padres laicos o ateos. Hay ingenieros, doctores y destaca la presencia de expertos chinos en drones. El mensaje de ISIS se propaga en redes sociales y también se apoya en formatos tradicionales. Tienen una revista que se imprime a color, llamada Radicq. Un cineasta islandés hizo para ellos un serie titulada en inglés The clanking of the swords.

La cultura del terror y la intolerancia ha aprovechado fisuras en el sistema educativo francés para crecer, concluía un informe encargado por la administración Chirac, en la década pasada. Desde hace años hay señales de radicalización en alumnos de origen musulmán: rechazo de autoridad de maestras, intolerancia a compañeros judíos, resistencia a trabajar en equipos mixtos y presión de los padres para eliminar materias científicas. Las cárceles son una plataforma de promoción de la vía violenta entre la población musulmana en Francia. Sólo 7% de la población francesa practica esa religión, pero constituyen 70% de los presos en las cárceles.

Son versión corregida y aumentada de Al Qaeda y los talibanes. ISIS rompió en 2014 con Al Qaeda, al considerar demasiado moderado a este grupo fundado por Osama Bin Laden. Su forma de gobierno en las poblaciones que controla es tan severa como la de los talibanes, pero son mucho más hábiles en el manejo de la tecnología.

Los atentados perpetrados en la Ciudad Luz han oscurecido otras atrocidades cometidas recientemente. A principios de octubre detonó bombas en Ankara, la capital de Turquía y mató a 102 personas. En ese mismo mes estalló un dispositivo en un avión ruso que provocó la muerte de 244 personas. El 12 de noviembre, un día antes de los ataques en París, colocó bombas en Beirut, Líbano. Fueron 44 muertos en zonas frecuentadas por miembros de Hizbulá. En cada ataque hay un cobro de factura por la participación de esos países en los ataques contra el territorio del ISIS.

Luis Miguel González
(v.pág.7-A del periódico El Informador del 21 de noviembre de 2015).

Encontrar una ruta política significa la renuncia explícita de Occidente a tutelar los procesos políticos de la región, comprometerse a sólo buscar el respeto de los derechos humanos y no la imposición de dirigentes o de sistemas políticos. De la misma forma, es asumir responsabilidad por los daños ocasionados a la región tras las intervenciones de los últimos años, especialmente la de Iraq, y asumir, de la misma forma, que la guerra de Bush, Aznar y Blair sólo sirvió para hacer de la región un "baño de sangre". También, asumir que Occidente, en especial Estados Unidos, Francia y Rusia, han sido condescendientes con dictadores que les eran funcionales y, cuando estos dejaban de defender los intereses de las potencias, la respuesta de estos países fue armar a sus opositores y construir los cimientos mismos del talibanismo o del yihadismo. No se puede atacar de frente el terrorismo, de forma política y con credibilidad, si antes no se empieza por admitir los fracasos y las miles de muertes que ocasionaron las guerras de los últimos años. Tampoco se puede enfrentar el terrorismo de forma creíble si eres tú el que les vende las armas.

Encontrar una salida política implica incluir a actores de la sociedad civil de Irán, Egipto, Siria e Iraq. Con fuerzas democráticas, que crean en la paz y en el respeto a los derechos humanos. De la misma forma, dejar de medrar con alterar el equilibrio político de la región y, por lo tanto, apostar por un acuerdo global con todas esas fuerzas políticas, tanto gobiernos como oposiciones, que quieren un islamismo auténtico y no la radicalización de los yihadistas. Que quieren democracia, no necesariamente la europea, sino mayor participación local y poder decidir sobre los procesos políticos desde las instituciones que ellos mismos delineen. Las intervenciones militares siempre tendrán el mismo resultado: miles y miles de muertos, la radicalización de las poblaciones que ven a Occidente como enemigo y la ineficacia para derrotar a un fenómeno como el terrorismo, que es más parecido a "cazar sombras" que a las guerras tradicionales de antaño que enfrentaban a estados con estados.

Enrique Toussaint
(v.pág.3-B del periódico El Informador del 22 de noviembre de 2015).

Desde la llamada "Primavera Árabe", escribía sobre las perspectivas que avizoraba en la situación de Oriente Medio, como reflejo indudable de la "Guerra contra el terrorismo", ideada y llevada a cabo por el expresidente norteamericano George [W.] Bush.

Hoy, visto lo visto, el terrorismo vive en su apogeo, fortaleciéndose, multiplicándose y, fundamental, con flujo de efectivo como nunca antes había tenido.

Y no hay que hacer mucha memoria, apenas días atrás, el atentado que cobró la vida de 224 civiles que viajaban en un avión ruso derribado en la provincia del Sinaí. El comunicado de fatales consecuencias que en texto decía: "Los soldados del califato se atribuyen el triunfo por más de 220 cruzados muertos por la gracia de Alá, para que sepan ¡oh rusos!, y cuantos hacen coalición, que no tienen lugar alguno en la tierra de los musulmanes, ni sobre el suelo ni en el cielo, y que las decenas de víctimas que matan a diario sobre la tierra del Chám, -Siria-, serán la causa de sus desdichas futuras; así los mataremos con el permiso de Alá...".

Sabemos lo que ha venido después...

América, por cuanto a los Estados Unidos, y Europa por Francia, Alemania, Reino Unido y España, se significan como escenarios en potencia para que el terror del ejército de "hermanos" del Estado Islámico, ejerza como lo está ejerciendo, el rompimiento total de existencia pacífica, sembrando pánico, muerte y el pavor de qué, cuándo, en dónde y quiénes, serán las víctimas del desquiciamiento mental de una generación de asesinos suicidas, muchos de los cuales no son ni iraníes, iraquíes, sirios o de otros países. En Francia, aún de origen extranjero, nacieron y viven en la París misma o en otros suburbios o ciudades galas, ostentando pasaportes franceses, como estará sucediendo en Reino Unido, Alemania y España, jóvenes apenas entre los 15 y 18 años de edad, viajando a Turquía o por otros destinos para pasarse a Irak o Siria, entrenándose en el manejo de explosivos, en armas y artes militares en campamentos del Estado Islámico, retornando a sus países, resueltos a inmolarse, con los cerebros lavados y un odio que no cabe en sus entrañas, pero, insisto y repito, con pasaportes franceses, ingleses, españoles, alemanes o de otras naciones, para atentar y asesinar en donde viven o les ordenen.

Son, pues, "hermanos yihadistas", musulmanes, sí, pero con nacionalidades francesa, inglesa, alemana o española y más. De ahí la dificultad existente para ser detectados.

El presidente galo Hollande, ha declarado que su nación está en guerra, y decidido a golpear al enemigo para destruirlo en Francia y Europa, en la determinación de perseguir y aniquilar a los atacantes. Que lo logre, aunque anque se cifre el principio de que para conseguir la paz, a veces se tiene que hacer la guerra.

Francisco Baruqui
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 23 de noviembre de 2015).

La planeación de una guerra implica plantearse cómo será el final. La victoria supone siempre establecer un nuevo orden en el territorio y la población sobre la que se impone la fuerza.

La guerra contra ISIS es una guerra distinta porque el enemigo es difuso, cuenta con una estrategia de terror que puede actuar en cualquier momento, y al carecer de rostro se vuelve una amenaza invisible. Vencer a ISIS supone mucho más que simplemente ocupar un territorio.

Habrá que responder a preguntas como a quién se entregará el territorio ocupado ahora por ISIS: al régimen sirio apoyado por Rusia y China, lo que supone entregar una salida al Mediterráneo para el comercio y la energía a estas naciones, lo que aumenta el expansionismo de Putin, luego de la anexión de Crimea a costa de Ucrania.

Otra opción sería la creación de un nuevo Estado. Además está la cuestión de con qué aliados habrá que contar y cómo se les pagará después de la guerra: los kurdos quieren tener su propio país, Turquía pretende ser parte activa pero mantener seguridad en sus fronteras y expandir sus intereses.

Este tipo de preguntas son las que se dejaron en cierta forma de lado cuando se decidió invadir Iraq o Afganistán y produjeron muchos más problemas que soluciones en la zona, que ahora estamos viendo bajo la forma del llamado Estado Islámico. Por otra parte el costo de la guerra convencional en tierra puede ser muy alto en recursos y vidas, por lo que habrá que decidir en qué términos se abordaría y qué se espera por parte de los aliados en la campaña militar al fin de las operaciones.

Luis Ernesto Salomón
(v.pág.10-A del periódico El Informador del 29 de noviembre de 2015).

Según me han revelado fuentes indudables, los más altos oficiales de la CIA admiten off the record que el Estado Islámico es un enemigo al que no han podido diagnosticar ni entienden cómo combatir. No saben dónde se esconden sus líderes, no alcanzan a detectar todos sus brazos reclutadores en Occidente, no conocen sus planes de ataque ni han logrado diseñar un plan para desactivar a los ciudadanos de países occidentales que profesan la religión musulmana, se han enlistado en el grupo terrorista y tienen en la mira a sus propias naciones. San Bernardino [California] lo confirma.

De lo poco que tienen pistas, dicen, es de dónde está llegando el dinero: la recolección de impuestos en el territorio que dominan, el petróleo que explotan y comercializan en el mercado negro, y la transferencia de fondos de multimillonarios de Arabia Saudita... ¡pero este país es parte de la coalición contra Estado Islámico!

La mentada coalición está llena de intereses íntimos: todos quieren que pierda el mismo, pero cada quien quiere que gane uno diferente.

Carlos Loret de Mola A.
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 10 de diciembre de 2015).

El presidente [sirio] Bashar al Assad responde que su gran pecado fue oponerse con todas sus fuerzas a la guerra de Iraq, que en opinión del partido de Al Assad, el árabe socialista Baaz, está en el origen de la actual crisis.

José Antonio Vera
(v.pág.5-B del periódico El Informador del 13 de diciembre de 2015).

Un vistazo integral al combate al yihadismo de los últimos 14 años muestra que: (a) Bombardear a ISIS puede contener su expansión, e incluso puede apoyar a determinados actores locales para arrebatarle zonas de control. (b) Sin embargo, eso no termina con la organización, lejos de ello. Primeramente, porque la organización se repliega y desencadena, desde las coladeras, nuevas olas de ataques terroristas, y 2o., porque ISIS ha sido capaz de exportarse como idea, como bandera, hacia otras muy diversas regiones del planeta, de manera que combatirle en un sitio, sólo le orilla a trasladarse o mutar. Por último, (c) bombardear o atacar a organizaciones como Al Qaeda o ISIS dentro de entornos ya conflictivos, sin acompañar dichas estrategias con medidas de resolución de conflicto y construcción de paz de raíz, resulta ineficaz en el largo plazo. El entorno de inestabilidad normalmente ofrece oportunidades para que esas organizaciones se reagrupen y reemerjan con nuevas fuerzas en momentos posteriores. Así que, del mismo modo como existe la velocidad para organizar coaliciones para bombardear países varios, deberíamos aprender de las lecciones que las estrategias fallidas de los últimos años nos han aportado en esta materia.

Mauricio Meschoulam, analista internacional
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 23 de enero de 2016).

Los terroristas son jóvenes miserables sin perspectivas mientras que los que les dirigen son generales o altos rangos castrenses de la antigua Guardia Republicana de Saddam Hussein; militares de rangos altos de Túnez, Arabia Saudita, Argelia u otros muchos países del islam. Estos profesionales de la guerra estudiaron en importantes universidades como Oxford o Stanford. Y son ellos los dueños y jerarcas del DAESH, el mal llamado Estado Islámico. Se trata de antiguas jerarquías castrenses cultas y políglotas con un vasto conocimiento de la guerra, los que mandan a estos jóvenes a aterrorizar al mundo occidental.

Para entender todo esto hay que remontarse a algunos antecedentes. Ante el avance del chiísmo, con una Irán cada vez más poderosa que la protege, Rusia, China y en cierto modo el propio Estados Unidos; y con unas ramificaciones en la Siria de Bashar al-Assad, hacía falta aplacarlo otorgándole más fuerza a los sunitas. Ahí es cuando aparece, primero, Al-Qaeda o su sucursal Al-Nusra que opera en Siria y posteriormente el DAESH.

Ante ello, los sunitas ortodoxos que en algún momento fueron sufragados por Qatar o Arabia Saudita intentan bloquear el avance chiíta que cada vez tiene más fuerza.

Pero además, la locura del DAESH está avasallando en Europa como si se tratara de un caballo desbocado.

Para el ISIS los occidentales contaminamos sus creencias, sus dogmas; incluso su manera de ver la vida social y política.

No entienden el concepto de estado o nación que se inventó Occidente en la Primera Guerra Mundial cuando cayó el imperio turco.

Ellos se identifican con el Califato, que es su espacio jurídico-político -lo que para nosotros sería el imperio-. Para ellos la Umma, es decir la unión de todos los creyentes independientemente del país musulmán al que pertenezcan, es lo importante. El resto son intoxicaciones que no van a tolerar.

Pero además de aplacar al chiísmo tienen una guerra pendiente con Europa. El Al-Ándalus -es decir España- es tierra santa para ellos. No en vano estuvieron 8 siglos. Crearon el gran Califato. Pero en la actualidad el Al-Ándalus es toda Europa sin distinción. La excusa es el Al-Ándalus, pero por debajo subyace el Califato europeo. Pretenden tomar Europa como algo propio, como ya pasó con el imperio otomano.

Acuérdense de las palabras que dijo el antiguo presidente Alí Bumedian: "Conquistaremos Europa y lo haremos a través del vientre de nuestras mujeres".

Aquella jaculatoria la pronunció hace más de 50 años y se está cumpliendo.

Alberto Peláez
(v.pág.5-A del periódico El Informador del 28 de marzo de 2016).

El ex 1er. ministro británico Tony Blair admitió ayer que las pruebas que proporcionaron los servicios de inteligencia para justificar la guerra de Iraq en 2003 estaban equivocadas y ofreció disculpas por las consecuencias de su decisión de iniciar el conflicto.

En una comparecencia pública tras la divulgación del informe oficial en el Reino Unido sobre la invasión de Iraq, el político aseguró que "no había ningún compromiso secreto para ir a la guerra" y que tomó la decisión "de buena fe". Sin embargo, el informe que resulta de la investigación realizada desde 2009 por el funcionario John Chilcot, afirma que la invasión "no era el último recurso" disponible.

De hecho, el extenso documento contiene la correspondencia entre el ex 1er. ministro británico y el ex presidente estadounidense George W.Bush, donde el primero le promete su incondicional apoyo: "Estaré contigo pase lo que pase", escribió Blair el 28 de julio de 2002, 8 meses antes de esa guerra.

Y si bien el ex 1er. ministro reconoció que el conflicto se recrudeció, también señaló que desde el 1er. momento sabía que habría que pagar con vidas, ya que de no hacerlo tendría peores consecuencias. "Lo que no puedo aceptar, como dicen algunos, es que apartando a Sadam (Hussein) provocamos el terrorismo de hoy en día en Medio Oriente".

La invasión fue polémica en su tiempo y se llevó a cabo sin un mandato explícito del Consejo de Seguridad de la ONU, con Estados Unidos y el Reino Unido alegando que el régimen de Sadam Husein contaba con unas armas de destrucción masiva que nunca aparecieron.

El actual 1er. ministro británico, David Cameron, señaló que todos los partidos y los parlamentarios que apoyaron la guerra deben asumir su responsabilidad; mientras que el ex jefe del gobierno escocés, Alex Salmond, dijo que habría que castigar a Blair.

Varios antiguos combatientes y familiares de los soldados británicos muertos en la guerra de Iraq indicaron ayer que tratarán de procesar al ex 1er. ministro laborista Tony Blair, al que responsabilizan de un conflicto que califican de "ilegal".

Un grupo de veteranos de esa contienda, que duró del 20 de marzo al 1 de mayo de 2003 y fue seguida, hasta la retirada de tropas en 2009, de una sangrienta posguerra, se sumó a los parientes de los fallecidos para pedir responsabilidades políticas.

(V.pág.9-A del periódico El Informador del 7 de julio de 2016).

La guerra en Irak, que buscaba demostrar el alcance del poder de EU, en su lugar delineó sus limitaciones. [...] Medio Oriente está en llamas.

Phil Stephens
(v.pág.24 del periódico Milenio Jalisco del 14 de octubre de 2016).

He perdido la cuenta de la cantidad de veces que los medios norteamericanos han denunciado las mentiras de Donald Trump. ¿Han sido 2,000, 5,000, 23,000? Día tras día, cientos de personas responden los comentarios del presidente de Estados Unidos con datos e información que desmienten sus tuits.

Me llama mucho la atención cómo el presidente estadounidense puede concentrar tanto la atención de la prensa, los comentaristas y las redes sociales con sus fabricaciones. Pero al mismo tiempo me llama más la atención cómo parece haber crecido una especie de luna de miel moral con George W.Bush.

Es cierto que Trump es una máquina de decir mentiras variadas, mientras Bush hijo, dijo pocas. Pero esta comparación numérica, no refleja el impacto real que éstas han tenido. Aunque no admite comparación en volumen, las mentiras de Bush hijo son más significativas que las de Trump.

O quizás debiera decir "la mentira": Bush hijo comisionó a su entonces secretario de Estado, Collin Powell, al mentir ante las Naciones Unidas aduciendo que Irak tenía armas de destrucción masiva. ¿Recuerdan? Powell mostró algo parecido a una probeta pequeña que parecía contener un gas o un veneno poderoso. Esa mentira, bastó para convencer a millones de personas, prensa incluida, para justificar el lanzamiento de una guerra con miles de muertos, más allá de sus consecuencias sociales, políticas y económicas, en una región inestable como Medio Oriente.

Hay de mentiras a mentiras. Puedes ser una ametralladora como Trump o nada más decir una sola como Bush; la diferencia radical de valor entre unas y otras, inclinará la balanza.

Jacques Rogozinski
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 16 de abril de 2018).

Los pasados días 19 y 20 de marzo se cumplieron 20 años de la invasión de Irak por una coalición de países encabezados por Estados Unidos, a pesar de una ola de movilizaciones mundiales que exigían detener la incursión militar. El pretexto para invadir ese país árabe es que el dictador iraquí, Saddam Hussein, había apoyado a la célula terrorista de Al Qaeda que había atacado las Torres Gemelas en Nueva York el 11 de septiembre de 2001 y que estaba desarrollando un programa de construcción de armas de destrucción masiva que podría usarse contra Estados Unidos y países aliados.

Ni una cosa ni otra eran ciertas: ni Saddam apoyó a Al Qaeda, ni desarrollaba armas de destrucción masiva, a pesar de que tanto el presidente George Bush, su secretario de Estado Colin Powell, y su asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, lo repitieron decenas de veces en los meses previos a la invasión.

Incluso Colin Powell presentó a principios de enero de 2003 supuestas evidencias del programa armamentístico de Irak ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas basado en presuntos informes de inteligencia. El mismo Powell admitió que esas evidencias estaban sustentadas en mentiras, como una supuesta versión de Saddam Hussein pretendía comprar grandes cantidades de uranio en Níger, e incluso dijo que ese informe ante la ONU fue una mancha en su carrera, según refirió en un articulo reciente Amy Goodman de Democracy Now¡.

A 20 años de esta atroz invasión, hay que subrayar que fue una guerra ilegal, pues la ONU jamás avaló legalmente la incursión, por lo que fue una decisión sin fundamento legal tomada por el Gobierno de Estados Unidos y sus aliados incondicionales en ese momento, los gobiernos de Tony Blair en Gran Bretaña y José María Aznar en España, a los que se añadieron después otras naciones afines a los intereses estadounidenses.

El saldo de la invasión a Irak fue desastroso y extremadamente costoso, especialmente para la población iraquí. El proyecto Costo de la Guerra de la Universidad Brown estima que podrían haber fallecido cerca de 580,000 personas directamente por efectos de la invasión y hasta 3 o 4 tantos más por causas indirectas. Además de los fallecidos directamente por los combates militares, miles más murieron por la tortura, la represión o la desaparición cometidas por las mismas fuerzas de ocupación o por las fuerzas armadas del gobierno títere que instaló el gobierno de ocupación. El recuerdo atroz de esa política represiva fueron las imágenes de prisioneros torturados y vejados por soldados estadounidenses en la cárcel de Abu Ghraib, según reveló el respetado periodista Seymour Hersh. Pero el costo también lo pagó la sociedad estadounidense, con las vidas y heridas de miles de sus soldados y miles más que resultaron con daños a su salud mental. Financieramente la invasión de Irak costó casi 3 billones de dólares a la población de Estados Unidos.

El objetivo declarado del presidente Bush era eliminar el gobierno de Hussein y eliminar cualquier vestigio del régimen del partido Baaz. También se proponía poner a un gobierno afín a los intereses estadounidenses y eliminar o disminuir las amenazas terroristas en Medio Oriente y su propio territorio. Pero eso no ocurrió.

Pero detrás de los propósitos declarados, lo cierto es que la invasión a Irak dejó una estela de ganadores, en primera, las empresas de armamentos, las empresas privadas a quienes se asignaron los contratos de construcción de la nación devastada por la invasión, las empresas de seguridad y las petroleras occidentales, que desplazaron a las petroleras chinas, rusas y francesas.

En cierto sentido, la invasión a Irak fue una guerra por el petróleo y le permitió a Estados Unidos alargar su hegemonía entre las naciones de Europa y Japón al controlar el petróleo de esa nación. A 20 años de la invasión, todavía el gobierno estadounidense mantiene el control sobre las finanzas del petróleo iraquí, según reveló recientemente el periodista francés Jean-Pierre Sereni.

A 20 años de la invasión, el mundo no es más seguro, ni hay menos amenazas terroristas, pero los efectos de la guerra los sigue padeciendo la población iraquí que cambió un régimen dictatorial por un oligopolio de partidos, y una clase política corrupta y criminal. Ahora que se critica, con razón, la invasión de Rusia a Ucrania y que se piden sanciones internacionales contra Vladimir Putin, convendría recordar la cínica postura de Estados Unidos tras haber invadido Irak y varias naciones más por la mera protección de sus intereses. Hay que condenar todas las invasiones, vengan de donde vengan.

Rubén Martín
(v.pág.2 del periódico El Informador del 1o.de abril de 2023).

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