La guerra de los Bush - Prólogo


Cuando el presidente Bush invadió Iraq, declaró que la guerra había sido inspirada desde el cielo. Un siglo antes, el presidente William McKinley también había escuchado la voz del más allá: "Dios me dijo que no podemos dejar a los filipinos en manos de ellos mismos, porque no están capacitados para el autogobierno, y que nada podemos hacer, salvo hacernos cargo de ellos y educarlos y elevarlos y civilizarlos y cristianizarlos". Así, las Filipinas fueron liberadas del peligro filipino, y de paso los Estados Unidos salvaron también a Cuba, Puerto Rico, Honduras, Colombia, Panamá, República Dominicana, Hawaii, Guam, Samoa, etc. El escritor estadounidense Mark Twain, autor de La aventuras de Tom Sawyer y dirigente de la Liga Antiimperialista, diseñó una nueva bandera de los Estados Unidos, que lucía calaveritas en lugar de estrellas. Todos opinaron que merecía la horca por traición a la patria, pero sus obras literarias lo defendieron.

Flavio Romero de Velasco, licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras y exgobernador de Jalisco
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 19 de junio de 2010).


Estados Unidos, como parte esencial de todas sus desventuras políticas, ha estado omnipresente, látigo en mano, para que con convencimiento o sin él, sus designios sean acatados y sus órdenes cumplidas sin discusión. ¿Ejemplos? Con unos cuantos basta. En 1915 Robert Lansing, su representante, sostuvo que la raza negra era incapaz de gobernarse por sí misma, y por ello, los EU invadieron Haití, donde permanecieron durante 19 años. Charlemagne Péralte, caudillo de la rebelión, fue clavado en cruz contra una puerta... La ocupación de Nicaragua duró 21 años y desembocó en la férrea dictadura de Somoza, y la de la República Dominicana culminó con la macabra de Trujillo... En 1954 los EU inauguraron la democracia en Guatemala, deponiendo al presidente Arbenz para imponer al coronel Castillo Armas; los bombardeos acabaron con elecciones libres y otras perversiones... En 1964 en Brasil, los generales golpistas recibieron armas, dinero y felicitaciones de la Casa Blanca... Algo parecido ocurrió en Bolivia, donde algún estudioso llegó a la conclusión de que los EU eran el único país donde no había golpes de estado, porque allí no había embajada de EU... El general Pinochet obedeció la voz de alarma de Henry Kissinger para evitar que Chile se volviera comunista "por la irresponsabilidad de su propio pueblo"... Panamá fue bombardeada con cientos de muertos para capturar al presidente Noriega que les fue infiel como informante de la CIA... Volvieron a desembarcar sus tropas en Santo Domingo para evitar el regreso del presidente recién electo Juan Bosch, a la sazón de visita en México... Por ese entonces, Cuba había recibido una misión pedagógica de buena voluntad, enviada por Washington, misma que no pudo pasar más allá de Bahía de Cochinos.

Flavio Romero de Velasco, licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras y exgobernador de Jalisco
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 10 de enero de 2009).


En los 1980s, Washington ayudó al régimen del general Mohammed Zia ul-Haq, utilizando a Pakistán como punto de apoyo para la palanca que sacó al ejército soviético de Afganistán. La política tuvo éxito -pero cuando la victoria estuvo asegurada, los E.U. perdieron interés, mientras que miles de jóvenes extremistas musulmanes que habían sido armados para combatir a los comunistas volvieron sus armas contra Pakistán y los E.U. Con perversa sincronización, Washington abandonó al gobierno electo pero inestable que siguió al de Zia e impuso sanciones económicas y militares a Pakistán por sus esfuerzos para desarrollar armas nucleares. "Ahí es donde empezamos a perder Pakistán", comentó Anthony Zinni, exjefe del Comando Central del Pentágono.

Simon Robinson
(v.pág.17 de la edición internacional de la revista Time del 14 de enero de 2008).


Lo que pasó aquí no sólo es una muestra macabra en la historia de Irak bajo Sadam, sino una anotación horrenda en la política estadunidense, murieron durante la represión del levantamiento chii en el sur de Irak a principios de 1991. Fue una rebelión que, dicen los sobrevivientes, alentó el ex presidente Bush padre después de detener a las tropas estadunidenses en la frontera sur de Irak con Kuwait, a finales de la Guerra del Golfo.

Bush mismo ha dicho que lo que le sucedió a los chiíes es una de las cosas que más lamenta de su presidencia.

De las 200 tumbas masivas que ha registrado el Ministerio de Derechos Humanos iraquí en los tres años posteriores a la invasión de Estados Unidos, la mayoría están en el sur. Se piensa que una, en Mahawil, no muy lejos al sur de Bagdad, podría contener entre unas 10,000 a 15,000 víctimas.

John F.Burns del "The New York Times"
(v.pág.33 del periódico Público del 11 de junio de 2006).


¿Cuántos estadounidenses muertos vale Saddam?

Dick Cheney en un videoclip de 1994 en el que teorizaba acerca de que tomar Iraq llevaría a un cenagal
(v."Verbatim" de la edición internacional de la revista Time del 27 de agosto de 2007).


Febrero de 1998: El presidente Bill Clinton recibe una carta de un grupo de influyentes conservadores -incluyendo a Donald Rumsfeld y Paul Wolfowitz- pidiendo un cambio de régimen en Iraq. En octubre, Clinton firma el Acta de Liberación Iraquí, la que destina 97 millones de dólares a grupos como el Congreso Nacional Iraquí de Ahmad Chalabi.

(V.pág.49 de la edición internacional de TIME del 31 de mayo de 2004).


Hace unos cuantos años, terroristas destruyeron dos embajadas estadounidenses. El Presidente Clinton efectuó represalias contra presuntas instalaciones de Osama Bin Laden. En su discurso televisivo, el Presidente dijo al pueblo estadounidense que éramos blanco del terrorismo porque representábamos la democracia, la libertad y los derechos humanos en el mundo.

En esa ocasión, escribí: "Diga la verdad al pueblo, señor Presidente..., acerca del terrorismo, no acerca de la pobre de Monica. Si sus mentiras en torno al terrorismo no son denunciadas, entonces la guerra terrorista que ha desatado continuará probablemente hasta que nos destruya."

"La amenaza del terrorismo nuclear nos está rondando. El terrorismo químico se encuentra al alcance de la mano y el terrorismo biológico es un peligro futuro. Ninguna de nuestras miles de armas nucleares puede protegernos de estas amenazas. Estos ídolos de plutonio, titanio y acero son impotentes. La adoración que hemos tenido por ellos a lo largo de más de cinco décadas no nos ha traído seguridad, sino sólo un peligro mayor. Ningún sistema de 'Guerra de las Galaxias'... por más técnicamente avanzado que sea, por más billones de dólares que le hayan sido inyectados... nos puede proteger de tan sólo una bomba terrorista. Ninguna arma de nuestro extenso arsenal puede ampararnos de una arma nuclear colocada en un velero o una avioneta Piper Cub o una maleta o un camión de mudanza rentado. Ningún centavo de los 273,000 millones de dólares que gastamos anualmente en lo que llamamos defensa puede en realidad defendernos contra una bomba terrorista. Nada en nuestro enorme establishment militar puede en realidad darnos una pizca de seguridad. Eso es un hecho militar."

"Señor Presidente, no le dijo la verdad al pueblo estadounidense acerca de la razón por la cual somos blanco del terrorismo. Dijo que éramos blanco porque representamos la democracia, la libertad y los derechos humanos en el mundo. ¡Mentiras! Somos blanco de los terroristas porque representamos la dictadura, la esclavitud y la explotación humana en el mundo. Somos blanco de los terroristas porque somos odiados. Y somos odiados porque nuestro Gobierno ha hecho cosas odiosas."

"¿En cuántos países hemos derrocado a líderes electos popularmente y los hemos sustituido por dictadores militares títeres, quienes estaban dispuestos a vender a su propio pueblo a las corporaciones multinacionales estadounidenses? Lo hicimos en Irán cuando depusimos a Mossadegh porque quería nacionalizar la industria petrolera. Lo sustituimos con el Sha, y entrenamos, armamos y pagamos su odiada guardia nacional Savak, que esclavizó y brutalizó al pueblo iraní. Todo ello con el fin de proteger los intereses financieros de nuestras compañías petroleras. ¿Acaso es sorprendente que haya personas en Irán que nos odien? Lo hicimos en Chile cuando depusimos a Allende, electo de forma democrática por el pueblo para introducir el socialismo. Lo sustituimos con el General Pinochet, brutal dictador militar de ala derecha. Chile aún no se ha recuperado."

"Lo hicimos en Vietnam cuando impedimos elecciones democráticas en el sur que hubieran unido el país bajo la batuta de Ho Chi Minh. Lo sustituimos con una serie de ineficientes títeres estafadores quienes nos invitaron a entrar y asesinar a su pueblo, y lo hicimos. (Volé en 101 misiones de combate en esa guerra a la cual adecuadamente se opuso). Lo hicimos en Iraq, donde matamos a 250,000 civiles en un intento fallido por derrocar a Saddam Hussein, y donde hemos matado a un millón de personas desde entonces con nuestras sanciones. Cerca de la mitad de estas víctimas inocentes han sido niños menores de cinco años de edad."

"Y, claro está, ¿cuántas veces lo hemos hecho en Nicaragua y todas las demás repúblicas tercermundistas de Latinoamérica? Una y otra vez hemos expulsado a líderes populares quienes querían que las riquezas de la tierra fueran compartidas por la gente que trabajaba en ella. Los sustituimos con tiranos asesinos que vendieron y controlaron a su propio pueblo con el fin de que la prosperidad de la tierra pudiera ser explotada por las compañías Domingo Sugar, United Fruit Company, Folgers y Chiquita Banana."

"En un país tras otro, nuestro Gobierno ha obstruido la democracia, ahogado la libertad y pisoteado los derechos humanos. Esa es la razón por la cual somos odiados alrededor del mundo. Y es la razón por la cual somos blanco de los terroristas."

"Los canadienses gozan de una mejor democracia, mayor libertad y de mejores derechos humanos que nosotros. Los noruegos y los suecos también. ¿Acaso ha oído hablar de bombardeos a embajadas canadienses? ¿O a embajadas noruegas? ¿O a embajadas suecas? No."

"No somos odiados porque pongamos en práctica la democracia, la libertad y los derechos humanos. Somos odiados porque nuestro Gobierno niega estas cosas a los habitantes de los países del Tercer Mundo cuyos recursos son codiciados por nuestras corporaciones multinacionales. Y ese odio que hemos sembrado ha regresado para perseguirnos bajo la forma del terrorismo y, en el futuro, del terrorismo nuclear."

"Una vez que se entiende la verdad acerca de la razón por la que existe la amenaza, la solución se vuelve obvia. Debemos cambiar nuestros métodos de Gobierno."

"En lugar de mandar a nuestros hijos e hijas alrededor del mundo a matar árabes con el fin de que las compañías petroleras puedan vender el crudo bajo su arena, debemos mandarlos a reconstruir su infraestructura, suministrar agua limpia y alimentar a los niños hambrientos."

"En lugar de seguir matando a miles de niños iraquíes cada día con nuestras sanciones, debemos ayudarles a reconstruir sus plantas eléctricas, sus instalaciones de tratamiento de agua, sus hospitales, todas las cosas que destruimos en nuestra guerra contra ellos y que nuestras sanciones les impidieron reconstruir."

"En lugar de buscar ser un mandamás, debemos convertirnos en miembro responsable de la familia de naciones. En lugar de colocar a cientos de miles de soldados alrededor del mundo para proteger los intereses financieros de nuestras corporaciones multinacionales, debemos traerlos de regreso a casa y ampliar el Cuerpo de Paz."

"En lugar de capacitar a terroristas y escuadrones de la muerte en técnicas de tortura y asesinato, debemos cerrar la Escuela de las Américas (cualquiera que sea el nombre que se use). En lugar de apoyar a las dictaduras militares, debemos apoyar a la verdadera democracia, el derecho del pueblo a escoger sus propios líderes. En lugar de apoyar la insurrección, la desestabilización, el asesinato y el terror alrededor del mundo, debemos abolir la CIA y donar el dinero a organismos de ayuda."

"En resumen, hacer el bien en lugar del mal. Convertirnos en los buenos, nuevamente. La amenaza del terrorismo desaparecería. Esa es la verdad, señor Presidente. Eso es lo que los estadounidenses necesitan oír. Somos buenas personas. Sólo necesitamos que nos digan la verdad y que nos den la visión. Lo puede hacer, señor Presidente. Detenga las matanzas. Deje de justificarse. Detenga las represalias. Dé un lugar preponderante a la gente. Dígale la verdad." Sobra decir que no lo hizo... y tampoco lo ha hecho George W. Bush. Pues bien, las semillas que nuestras políticas han sembrado han producido su amargo fruto. El World Trade Center ha desaparecido. El Pentágono está dañado. Y miles de estadounidenses han muerto. Casi todos los expertos de la televisión están pidiendo a gritos una represalia militar masiva contra quienquiera que pueda haber hecho esto (presuntamente el mismo Osama Bin Laden) y contra quienquiera que proteja o ayude a los terroristas (principalmente el gobierno talibán de Afganistán). Steve Dunleavy, del diario New York Post, vocifera: "¡Maten a los desgraciados! Entrenen a asesinos, contraten a mercenarios, ofrezcan un par de millones de dólares a los cazarrecompensas para que los atrapen muertos o vivos, preferentemente muertos. En cuanto a las ciudades o los países anfitriones de estos gusanos, bombardeen hasta sus canchas de basquetbol." Es tentador estar de acuerdo, pero la represalia no ha resuelto el problema en el pasado, y no lo hará esta vez.

El mejor aparato antiterrorista del mundo es, con creces, el de Israel. Medido en términos militares, ha sido fenomenalmente exitoso. No obstante, Israel sigue siendo el blanco principal de los terroristas y sufre más ataques que todas las demás naciones combinadas. Si la represalia fuera eficiente, los israelíes serían el pueblo más seguro del mundo.

Sólo una cosa ha puesto término a una campaña terrorista, el negarle a la organización terrorista el apoyo de la comunidad más amplia a la cual representa. Y la única forma de lograrlo es escuchando y mitigando los resentimientos legítimos de la gente. Si acaso Osama Bin Laden estuvo detrás de los cuatro secuestros de aviones y de la subsecuente matanza, eso implica prestar atención a las preocupaciones de los árabes y de los musulmanes en general y de los palestinos en particular. No significa abandonar a Israel. Pero podría muy bien significar el cese de todo apoyo financiero y militar hasta que abandone los asentamientos de los territorios ocupados y cumpla con su obligación de regresar a las fronteras de 1967. También puede significar permitir que los países árabes tengan líderes que ellos mismos escojan, no dictadores designados e instalados por la CIA dispuestos a cooperar con las compañías petroleras occidentales.

Chester Gillings lo ha dicho muy bien: "¿Cómo contraatacamos a Bin Laden? La primera cosa que tenemos que determinar es qué cosa esperamos lograr, ¿seguridad o venganza? Ambas son mutuamente excluyentes; busquemos venganza y reduciremos nuestra seguridad. Si lo que buscamos es seguridad, entonces tenemos que empezar a contestar las preguntas difíciles: ¿Cuáles son los agravios de los palestinos y del mundo árabe respecto a Estados Unidos y cuál es nuestra verdadera culpabilidad en esos agravios? Donde encontremos legítima culpabilidad, debemos estar preparados para remediar el agravio donde sea posible. Donde no podamos encontrar culpabilidad o un remedio, debemos honestamente comunicar nuestras posiciones directamente a los árabes. En resumen, nuestro mejor curso de acción es abandonar nuestra posición de combatiente en las disputas de la región." El asesinar a Bin Laden ahora lo convertiría en mártir para siempre. Miles de personas aparecerían para tomar su lugar. En un año, enfrentaríamos otra ola de terrorismo, probablemente mucho peor aún que ésta.

La inmensa mayoría de los árabes y los musulmanes son personas buenas y pacíficas. Pero una buena cantidad de ellos, a causa de su desesperación, su enojo y su miedo, se ha vuelto primero hacia Arafat y ahora hacia Bin Laden para aliviar su miseria. Elimine la desesperación, déles alguna esperanza, y el apoyo al terrorismo se desvanecerá. En ese punto Bin Laden estará obligado a abandonar el terrorismo (como lo ha hecho Arafat) o ser tratado como un criminal común y corriente. De todas formas, él y su dinero dejan de constituir una amenaza. Podemos tener seguridad... o podemos tener venganza. No podemos tener ambas.

Doctor Robert M. Bowman, Teniente Coronel jubilado de la Fuerza Aérea estadounidense, dirigió todos los programas "Guerra de las Galaxias" bajo los Presidentes Ford y Carter y voló en 101 misiones de combate en Vietnam. Tiene un doctorado en Ingeniería Aeronáutica y Nuclear del Instituto Tecnológico de California. Preside el Instituto de Estudios Espaciales y de Seguridad y es Arzobispo presidente de la Iglesia Católica Unida.
Este artículo fue publicado en "Space and Security News Home Page"
Traducción: Grupo Reforma/Olivier Tafoiry
(V.periódico Reforma del 13 de octubre de 2001).


Por una elección cerrada en el estado de la Florida, EE UU estuvo en vilo por dos meses, sin saber quién era el siguiente presidente estadounidense, mientras que se hacían conteos en algunos condados (la Corte no permitió que se hiciera un conteo sistemático en todo el estado) además de llevar a las diferentes instancias judiciales las irregularidades identificadas. "Pero es que en los Estados Unidos la población respeta a sus instituciones", me comentó una conductora en una entrevista de televisión. No, le comenté. En el caso de debacle de las elecciones del 2000 no fueron las instituciones que prevalecieron, sino uno de los candidatos que decidió no usar todos sus derechos de pataleo por el bien de los EE UU. El candidato demócrata Al Gore tenía todavía la instancia del Congreso de los EE UU, después de que la Suprema Corte fallará en su contra. Pero, en un gesto de un estadista, y ante fuerte críticas de sus co-partidarios, él decidió tirar la toalla, y así evitar que los EE UU entraran en una crisis constitucional nunca vivida en ese país. No, no fueron las instituciones que resolvieron la crisis, fue uno de los candidatos.

Ana María Salazar, académica del ITAM(v.pág.5-A del periódico El Informador del 8 de julio de 2006).


Si no fuera tan habitual, su hipocresía [del presidente Bush] sería sorprendente."

Editorial del Globe and Mail
(v.pág.36 del periódico Público del 8 de julio de 2002).


El nuevo libro de Ron Suskind, "La Doctrina del Uno por Ciento", hace un certero retrato de los límites intelectuales de Bush. Suskind escribe que Bush "no tiene mucho de lector". Prefiere los informes verbales y con frecuencia hace juicios con una sensibilidad-de-caballo basados en qué tan confiable parece el presentador en lo que está diciendo. En agosto de 2001, la CIA estaba empanicada acerca de un próximo ataque terrorista y elaboró un reporte con el título "Bin Laden Decidido a Golpear Dentro de los E.U.". Cuando un ayudante de la CIA resumió el contenido del informe en una reunión cara a cara con Bush, el presidente encontró al presentador insuficientemente confiable y lo despidió diciéndole: "De acuerdo, te has cubierto el trasero ahora", relata Suskind. Ese resultó ser un bastante desastroso juicio.

Los seguidores de Bush descartan el reporte de Suskind, pero éste concuerda con la imagen que ha emergido de otras fuentes. El relato de L.Paul Bremer III como cabeza de la Autoridad Provisional de la Coalición en Iraq describe a Bush como desinteresado en las cuestiones centrales de reconstruir y ocupar el país.

Pero entre más aprendemos acerca de cómo opera Bush, más nos damos cuenta de que desde el principio estábamos en lo correcto. Sí importa que el presidente dé más valor a sus reacciones viscerales y desdeñe aprender de los libros. No es sólo una cuestión de estilo cultural. Los estrechos horizontes intelectuales del presidente tienen consecuencias reales, algunas veces cataclísmicas.

Es verdad que los presidentes pueden tener éxito sin ser ellos mismos unos intelectuales. El problema es que Bush no sólo no es un intelectual, sino que desdeña a los intelectuales. "Lo que más me molestaba es la forma como esa gente en Yale se sentía tan superior intelectualmente y tan digna", le declaró a un reportero del Texas Monthly en 1994.

Cuando yo iba a la preparatoria en Michigan, ocasionalmente jugué basquetbol con jugadores universitarios de futbol americano. Obviamente se sentían atléticamente superiores a mí. No me molesté por ello... porque sí lo eran.

Jonathan Chait
(v.Los Angeles Times del 16 de julio de 2006).


Los futuros secuestradores de aviones fueron detectados antes del 11/9 por organismos del gobierno, incluidas la CIA y la inteligencia militar, y nada se hizo para arrestarlos o poner fin a sus actividades. ¿Por qué habrá sido?

El periodista Patrick Martin acuñó una respuesta: "Hay una sola explicación política seria de este hecho hoy indiscutible: sectores poderosos del complejo militar y de inteligencia de EU querían un incidente terrorista en suelo norteamericano a fin de crear el imprescindible vuelco de la opinión pública necesario para emprender una campaña, largamente planeada, de intervención militar en Asia Central y el Medio Oriente" (World Socialist Web Site, 19-8-05). Las filas neoconservadoras alimentan y cobijan ese programa desde hace mucho tiempo: en 2000 el think-tank de William Kristol lo formuló claramente en su imperial "Proyecto para el nuevo siglo estadunidense". Anthony Shaffer, ex oficial de inteligencia del Ejército de EU, convalida las conclusiones que habían redondeado ya a varios investigadores y periodistas independientes.

El ex militar norteamericano Mike Ruppert señala en su libro Crossing the Rubicon (New Society Publishers, Canadá, 2004): "The Washington Post sugirió expresamente que la verdadera relación entre el gobierno de EU y Osama Bin Laden podría ser exactamente inversa a su apariencia. 'En marzo de 1996 -cita-, el gobierno de Sudán ofreció extraditar a Bin Laden a EU. Los funcionarios estadunidenses rechazaron el ofrecimiento, tal vez preferían usarlo como 'combatiente en una guerra clandestina'". "Si esto significa -agrega Ruppert- que Osama Bin Laden está para 'ser usado como combatiente' del lado del gobierno norteamericano, surge con fuerza la inferencia de que participa voluntariamente en ese esfuerzo y que sigue adscrito a la CIA desde la guerra de los mujaidines de los años 80. Si la misma frase significa que Osama Bin Laden está para ser 'usado' como combatiente del lado terrorista y contra el gobierno norteamericano en la presunta guerra contra el terrorismo, surge con fuerza la inferencia de que el gobierno de EU está empeñado en la tarea de proporcionarse enemigos. Esa práctica se llama 'operativo bandera falsa' y el 11/9 es su mayor ejemplo en la historia". Dicho de otra manera: el atentado contra las Torres Gemelas no se produjo porque los servicios de inteligencia estadunidenses fracasaron.

Juan Gelman
(v.pág.19 del periódico Público del 4 de septiembre de 2005).


Está empezando a hacer olas en Estados Unidos el memorándum de una reunión de alto nivel que tuvo lugar en Downing Street 10, sede del primer ministro Tony Blair, el 23 de julio de 2002, ocho meses antes de la invasión a Irak y mientras W.Bush proclamaba que el ataque era apenas una opción entre otras. Lo publicó The Sunday Times el 1o.de mayo pasado, los principales medios estadunidenses no le dieron importancia, pero viene golpeando las puertas del Congreso.

La minuta "sólo para ojos británicos", sintetiza, entre otras, la exposición del jefe del servicio nacional de espionaje (el novelísticamente famoso M16) Richard Dearlove a su regreso de un viaje a Washington: "Se percibe -dijo- un cambio de actitud. La acción militar se considera inevitable. Bush quiere derrocar a Sadam mediante una acción militar justificada por la conjunción de terrorismo y armas de destrucción masiva (ADM). Pero los datos de inteligencia y los hechos están siendo manipulados en función de la política". Jack Straw, secretario de Foreign Office, manifestó que analizaría el tema con Colin Powell y añadió: "Parece claro que Bush ha resuelto emprender una acción militar, aunque no ha decidido cuando. La justificación, sin embargo, es débil. Sadam no está amenazando a sus vecinos y la capacidad de sus ADM es menor que la de Libia, Corea del Norte o Irán". La imperturbabilidad británica no salió lastimada por eso: la primera conclusión del cónclave fue que Londres "debe trabajar partiendo de la hipótesis de que el Reino Unido participará en cualquier acción militar". Así fue.

Preguntado por el representante Jim Moran por qué EU había derrocado a Sadam Husein si éste no tenía ADM, ni vínculos con Al Qaeda, ni algo que ver con el 11-S, el testigo Ray McGovern, ex analista de la CIA, "declaró que EU fue a la guerra con Irak por petróleo, por Israel y por la instalación de bases militares, ardientemente anheladas por los 'neoconservadores' del gobierno para que 'Estados Unidos e Israel puedan dominar esa parte del mundo'. Dijo que no se debía considerar a Israel un aliado y que Bush servía la voluntad del primer ministro israelí Ariel Sharon" (The Washington Post, 17-6-05).

Ya en el mes de abril de ese año Tony Blair había prometido a W.Bush, en el encuentro que con él mantuvo en su rancho de Crawford, Texas, "que el Reino Unido apoyaría una acción militar para cambiar el régimen" iraquí, pero a la vez se señala que "un cambio de régimen no es per se, en el derecho internacional, un fundamento suficiente para una acción militar". Mientras los especialistas buceaban en "la necesidad de crear condiciones que permitieran [a Gran Bretaña] apoyar legalmente una acción militar" [de EU], la fuerza aérea de los dos países bombardeaba territorio iraquí buscando una respuesta militar a la provocación: 10 toneladas de bombas en julio, 54.6 toneladas en septiembre. En vano. Sadam Husein no reaccionó y hasta permitió que los inspectores de la ONU destruyeran sus misiles Al Samoud, cuyo alcance superaba el límite permitido por las resoluciones del organismo internacional.

Sólo después de la actuación de Colin Powell ante el Cosejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en febrero de 2003, cuando el entonces secretario de Estado vociferó pruebas falsas de las presuntas ADM de Husein, la Casa Blanca invadió Irak y concretó la meta ya fijada un año atrás.

El "embrollo" viene costando la muerte de más de 100,000 civiles iraquíes y de casi 1,600 efectivos estadunidenses, para no hablar de las decenas de miles de heridos y del aumento notorio de las actividades terroristas. Y tal vez los grandes medios de EU poca atención prestaron al memorándum del Reino Unido porque sólo certifica -claro que desde un nivel de gobierno inusitado- una verdad más que sabida a estas alturas: los halcones-gallina mintieron alevosamente al pueblo estadounidense y al mundo.

Juan Gelman
(v.pág.18 del periódico Público del 26 de junio de 2005).


Dice bien Carlos Fuentes que el imperio estadunidense no puede sobrevivir si no tiene frente a sí un poderoso enemigo externo, si no está siempre tras la mítica Moby Dick de Herman Melville. Bush, con la ayuda de los fundamentalistas islámicos, logró unir de nuevo a la nación en torno a ese ideal milenarista. El terrorismo amenaza a los Estados Unidos. Los norteamericanos han confirmado en las urnas que en eso creen, que contra eso están dispuestos a luchar... es el arranque de una profunda transformación ideológica. Es la creación de una forma de vida que aliente el miedo y el patriotismo, los dos pilares del fundamentalismo conservador.

Epigmenio Ibarra
(v.pág.23 del periódico Público del 8 de noviembre de 2002).


En el caso del son of a Bush, dado el nivel intelectual del personaje y la capacidad de destrucción que ha sido capaz de conjurar en su corto y controvertido plazo al mando de la Casa Blanca, no dudo que su retórica justiciera le signifique mucho más que una simple coartada, y que el tono maniqueo que elige para sus discursos provenga no sólo de una determinada planeación mercadotécnica al servicio de intereses particulares, sino de sus raíces redentoristas -tan limitadas, de tan mínimo espectro- de petrolero blanco, anglosajón y protestante.

Lo cual resulta inmensamente preocupante, dadas las circunstancias: cerebro pequeño y gatillo grande. Porque, además de que el poder bélico estadunidense es hoy por hoy el mayor del mundo, la presente administración, desde principios del 2001, anunció que el uso de armas atómicas se contemplará en casos donde el enemigo resulte inerme [¿indemne?] a otros ataques. Uyuyuy.

Supongo que por eso Francia y Alemania, los centros de poder de la nueva Europa, ya anunciaron que no apoyarán una incursión militar inmediata contra Iraq. Luego se les sumaron, en lo que anuncia una polarización geopolítica de pronóstico reservado, nada menos que China y Rusia. Dicen que la retórica de la administración Bush les suena a diatriba religiosa, poniendo tácitamente en entredicho no sólo las intenciones y la estrategia diplomática sino hasta la validez de la inteligencia estadunidense. Objeciones comprensibles si contemplamos su crasa inutilidad antes y después del 11 de septiembre: talibanes más, talibanes menos, Osama el orate sigue allí.

Roberta Garza
(v.pág.21 del periódico Público del 28 de enero de 2003).


Enviamos a los marines al Líbano y sólo tienes que ir al Líbano, o a Siria, o a Jordania, para presenciar en primera línea el odio intenso que mucha gente profesa a los Estados Unidos porque bombardean y asesinan sin piedad a civiles totalmente inocentes (mujeres, niños, granjeros y amas de casa) en esos pueblos cercanos a Beirut [...] Nos hemos convertido en una especi de Satán en esas mentes profundamente resentidas. Eso es lo que provocó la toma de rehenes [en Irán] y eso es lo que ha suscitado algunos de los atentados terroristas, que fueron totalmente injustificados y criminales.

Jimmy Carter, expresidente estadounidense, algunos años después de dejar la Casa Blanca


Algunas semanas antes de que iniciara la guerra en Iraq hace tres años, llamé a un amigo israelí, experto en inteligencia que en 1991 me había descrito el curso de la primera Guerra del Golfo la noche anterior a que ésta comenzara. "Esta vez será más fácil que en 1991", me dijo. "Una campaña de tres cuatro semanas. Pero tengo una duda: ¿Ustedes no estarán pensando realmente en ocupar este país, o sí?" Le pregunté si él conocía una alternativa. "Ustedes decapitan al gobierno -Saddam, su familia y amigos, la Guardia Especial Republicana- pero dejan el resto del ejército intacto, y luego buscan un buen Mubarak", explicó, refiriéndose al hombre fuerte egipcio.

Joe Klein
(v.pág.19 de la edición internacional de TIME del 27 de marzo de 2006).


El periodista Bob Woodward en su libro de 2004 Plan de ataque, asegura que funcionarios del gobierno de George W.Bush decidieron invadir Irak antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

(V.pág.35 del periódico Público del 29 de septiembre de 2006).


Antes nos metían en guerras los ambiciosos o los malvados. Ahora nos meten los tontos. Y a veces también nos sacan. O creen que nos sacan.

Arturo Pérez-Reverte
(v.pág. 5 del suplemento "Visor" del periódico Público del 22 de abril de 2007).


En el Pentágono Paul Wolfowitz fue una fuerza insistente detrás de la invasión a Irak, planteándola en la primera reunión del Consejo Nacional de Seguridad de la administración Bush meses antes del 11-S.

Sidney Blumenthal
(v.pág.36 del periódico Público del 23 de abril de 2007).


El ex director de la CIA, George Tenet, afirma en un nuevo libro (At the Center of the Storm) que la Administración de George W.Bush decidió invadir Irak sin estudiar la verdadera necesidad de tal medida ni contemplar alternativas, informó hoy "The New York Times".

"Nunca hubo ningún debate serio que yo sepa, dentro de la administración, sobre la inminencia de la amenaza iraquí" y tampoco "hubo discusión significativa" sobre la posibilidad de evitar una invasión, escribe Tenet en sus memorias.

Tenet se queja de que, cuando la situación en Irak empeoró tras la invasión y la guerra se hizo cada vez más impopular, la Administración le convirtió a él en el "chivo expiatorio".

El ex director de la CIA recuerda con amargura cómo el vicepresidente, Dick Cheney, en una entrevista televisada en septiembre pasado, aludió en dos ocasiones a un comentario de Tenet, antes de la invasión, sobre las supuestas armas de destrucción masiva en Irak.

Cheney recordó que, en una reunión en la Casa Blanca en diciembre de 2002, Tenet utilizó la frase "un mate de baloncesto" en conexión con la presencia de armas de destrucción masiva en Irak y el vicepresidente dejó entrever que esta calificación convenció a la Casa Blanca para invadir Irak.

Tenet sostiene que la frase ha sido sacada de contexto y se refería en realidad a lo fácil que sería convencer a la sociedad estadounidense de la necesidad de invadir Irak y derrocar al presidente Sadam Husein.

Sobre la entrevista televisiva de Cheney, Tenet escribe: "me acuerdo que la veía y pensaba -'como si necesitaras que yo dijera mate de baloncesto para convencerte a entrar en guerra con Irak'".

Tenet reconoce que se equivocó al asegurar en 2002 que el presidente iraquí, Sadam Husein, contaba con armas de destrucción masiva, pero afirma haber acertado al negar que fuera tan claro que existieran vínculos entre Irak y Al Qaeda como pretendían algunos altos cargos de la Administración Bush.

Tenet dimitió como director de la CIA en junio de 2004, en medio de tensiones con Cheney, el entonces "número dos" de éste, Paul Wolfowitz, y con la entonces asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice.

(V.Agencia Efe del 27 de abril de 2007).


Durante dos decenios, europeos y estadunidenses dejaron a Sadam Husein hacer en su feudo lo que quisiera, porque les convenía para frenar al islam radical. No importó que la guerra con Irán en los ochenta cobrara un millón de muertos ni que en sus casi 25 años de gobierno el "carnicero de Bagdad" acabara con unos 300,000 de sus opositores.

Hoy, aunque nadie se pone de acuerdo, en cuatro años de ocupación probablemente ya haya el mismo número de víctimas, y cada día se acumulan más.

Lucía Luna Elek
(v.pág.17 del periódico Público del 20 de mayo de 2007).


Los talibán fueron apoyados en un principio por Estados Unidos para limitar la influencia teocrática de Irán. Sin embargo, tras los atentados del S-11, Estados Unidos invadió Afganistán por no entregar a Bin Laden y derrocó al régimen Talibán.

(V.pág.6-A del periódico El Informador del 31 de julio de 2007).


Hace cinco años, mientras la administración Bush se preparaba para invadir Iraq, Ryan Crocker y un puñado de funcionarios del Departamento de Estado escribieron un memo de seis páginas advirtiendo de posibles escollos para un ataque dirigido por E.U.

Una invasión podría "desatar tensiones sectarias y étnicas largamente reprimidas", exponía el memo. También advertía que "la minoría sunita no renunciará fácilmente al poder, y poderosos vecinos como Irán, Siria y Arabia Saudita tratarán de meterse para influenciar los eventos".

Lo titularon "La Tormenta Perfecta". Fue notablemente presciente.

(V.McClatchy Washington Bureau del 7 de agosto de 2007).


El presidente George W.Bush y otros altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos no tuvieron la menor consideración por la verdad antes de la guerra en Irak, al mentir 935 veces en un lapso de 2 años, reveló un estudio rechazado por la Casa Blanca este miércoles.

Bush y el entonces secretario de Estado, Collin Powell, hicieron muchas declaraciones falsas mientras buscaban conseguir apoyo para la invasión a Irak que en marzo de 2003 derrocó a Saddam Hussein, dice el estudio.

La investigación del Center for Public Integrity identificó "935 declaraciones falsas por parte de 8 altos funcionarios del gobierno estadounidense que mencionaron la posesión por parte de Irak de armas de destrucción masiva o vínculos con Al-Qaida, en al menos 532 ocasiones diferentes".

"Bush y siete de los más altos funcionarios de su gobierno metódicamente propagaron información errónea durante más de dos años a partir del 11 de septiembre de 2001", dijo el Centro.

Ante la aparición del estudio, el gobierno de Estados Unidos reaccionó con indignación. "No vale la pena detenerse ni un minuto en el estudio", según afirmó Dana Perino, portavoz de la Casa Blanca.

Perino acusó al estudio de ignorar afirmaciones de parlamentarios estadounidenses y "personas en todo el mundo" que reflejaban lo que describió como el conseso de que Irak tenía armas de destrucción masiva.

"Como ustedes recordarán, éramos parte de una amplia coalición de países que depusieron al dictador, basados en una comprensión colectiva de datos de inteligencia", afirmó.

"Otra cosa que no dice el estudio es que después de comprobar que no había armas de destrucción masiva, como colectivamente se creía, la Casa Blanca, el presidente mismo, impulsó reformas en inteligencia para asegurarse que eso no volviera a suceder", declaró.

Según el informe que indignó a la Casa Blanca "las falsas declaraciones aumentaron fuertemente en agosto de 2002, justo antes de la consideración en el Congreso de una resolución sobre la guerra y durante las críticas semanas de comienzos de 2003, cuando el presidente entregó su mensaje sobre el Estado de la Unión y Powell hizo su memorable presentación ante el Consejo de Seguridad de ONU", agregó el Centro.

El estudio también cuestionó "las repetidas afirmaciones de los funcionarios de la administración Bush de que ellos fueron meras víctimas involuntarias de mala inteligencia".

El estudio detectó que Bush hizo la mayoría de las declaraciones falsas al referirse 260 veces a las supuestas armas de destrucción masiva de Irak y a los supuestos vínculos con Al-Qaida.

Le sigue Powell con 254 comunicaciones falsas, según el estudio, realizado por el fundador del Centro, Charles Lewis, y sus investigadores.

Las acusaciones de que Irak tenía un arsenal de armas de destrucción masiva fueron el principal argumento usado públicamente en los parlamentos del mundo y en la ONU para justificar la invasión comandada por Estados Unidos.

Después de la invasión se confirmó que estos cargos no eran verdaderos, pues ningún arma de destrucción masiva fue encontrada por las fuerzas invasoras.

También hicieron afirmaciones falsas el vicepresidente Dick Cheney, la entonces consejera de Seguridad Nacional Condoleezza Rice, el entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld, el ex subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz, y los portavoces de la Casa Blanca Ari Fleisher y Scott McClellan, dice el estudio.

"Este es un informe como ningún otro, que cuestiona más de 900 falsas declaraciones que fueron el sustento del gobierno para la guerra", expresó el director ejecutivo del Centro, Bill Buzenberg.

Cheney, por ejemplo, el 26 de agosto de 2002, en un discurso ante una convención nacional de Veteranos de Guerra, afirmó: "No hay dudas de que Saddam Hussein ahora tiene armas de destrucción masiva".

A fines de septiembre de 2002, al aproximarse la votación de la autorización de la guerra en el Congreso, Bush insistió en un mensaje radial de que Bagdad era una amenaza global.

"El régimen iraquí posee armas biológicas y químicas, está reconstruyendo las instalaciones para hacer más y, de acuerdo al gobierno británico, podría lanzar un ataque biológico o químico en tan solo 45 minutos luego de que sea dada la orden", aseguró Bush.

(V.Agence France-Presse del 23 de enero de 2008).


Después de los hechos ocurridos el 11 de septiembre de 2001 en la Unión Americana, el gobierno decidió anular temporalmente la Cuarta Enmienda -la que protege a las personas de cateos y allanamiento arbitrarios por parte del gobierno-, según un memorando fechado el 23 de octubre de 2001, que se hizo público esta semana y fue escrito bajo las órdenes John Yoo -entonces subprocurador-. En este memorando se estableció que, bajo la justificación de luchar en contra del "terrorismo" dentro del territorio de los Estados Unidos, este mandato constitucional "no tiene aplicación a operaciones militares domésticas". Este memorando es parte de una serie de documentos que se redactaron para la Casa Blanca, que fue la justificación legal que permitió que el gobierno de Bush se embarcara en un programa secreto donde se intervino llamadas telefónicas, correos electrónicos y otras comunicaciones dentro de los Estados Unidos, evadiendo el requisito legal de obtener una autorización por un tribunal federal secreto. Cuando este programa por fin salió a la luz pública, el gobierno de Bush defendió este programa por razones de eficiencia y eficacia en su lucha en contra del terrorismo.

Lo interesante de esto fue cómo salió a la luz pública este programa secreto. Aunque no fue hasta finales de 2005 cuando el "New York Times" publicó varios reportajes, ya llevaba la Casa Blanca 14 meses negociando con este periódico para detener la publicación de detalles sobre este programa. Hacer público esta información, según Bush, pondría en riesgo la seguridad nacional de los Estados Unidos.

El "Times" ha sido fuertemente criticado por el hecho de que sus ejecutivos negociaron con el propio Bush y otros integrantes del gobierno y porque decidió demorar su publicación por 14 meses. El balconear este programa antes de las elecciones, tal vez no hubiera cambiado el resultado de las mismas, pero sí hubiera permitido un debate dentro del contexto electoral sobre la legalidad y lo apropiado de promover estos programas.

Ana María Salazar
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 12 de abril de 2008).


Cinco días después de septiembre 11, Dick Cheney hizo la famosa declaración de que para combatir el terrorismo "tendremos que trabajar en una especia de lado oscuro". El nuevo libro The Dark Side: The Inside Story of How the War on Terror Turned into a War on American Ideals, de Jane Mayer, argumenta que él sí quiso decir lo que dijo: "Por primera vez en su historia, los Estados Unidos autorizó a funcionarios de su gobierno a atormentar física y sicológicamente a prisioneros de los E.U., convirtiendo a a tortura en ley oficial del país en todo menos en el nombre". La autora demuestra meticulosamente que la administración estaba totalmente enterada de que hasta un tercio de los detenidos en Guantánamo podían no tener conexión alguna con el terrorismo, y aun así procedió con métodos medievales que la Cruz Roja advirtió categóricamente que eran torturas. Su recuento de prisiones secretas, detenciones con capuchas negras en medio de la noche e inexplicadas muertes de detenidos, es una lectura necesaria para quien quiera entender cómo la administración Bush se alejó de la luz.

Andrea Sachs
(v.pág.11 de la edición internacional de la revista Time del 28 de julio de 2008).


Dos exfuncionarios de la CIA negaron que ellos o la Agencia hubieran falsificado un documento de la inteligencia iraquí que conectaba a Saddam Hussein con el atacante de septiembre/11 Mohammed Atta. La Casa Blanca emitió un comunicado en nombre de los anteriores y de la adminsitración Bush acerca de lo afirmado en el libro "The Way of the World", del periodista Ron Suskind.

Suskind afirma que la Casa Blanca fabricó el acta falsa, que según eso provenía de Tahir Jalil Habbush al-Tikriti, director de inteligencia bajo Saddam, en el verano de 2003 para apoyar el caso para la invasión cuando se volvió evidente que no se encontrarían armas de destrucción masiva en Iraq. Esas armas fueron la principal justificación para la invasión. La carta fue proporcionada a un periodista británico por un funcionario del gobierno iraquí, según el libro.

"La Casa Blanca había fabricado una carta falsa de Habbush a Saddam, fechándola el 1o.de julio de 2001", escribió Suskind. "Esta decía que el líder de septiembre/11, Mohammed Atta, se había entrenado para la misión en Iraq, mostrando finalmente que había una relación operativa entre Saddam y al-Qaida, algo que la oficina del vicepresidente había estado presionando a la CIA para que demostrara desde septiembre/11 como justificación para invadir Iraq".

El exdirector de la CIA George Tenet también rechazó el alegato de Suskind de que los E.U.contaban con inteligencia creíble, antes de la invasión, de que Saddam no poseía armas de destrucción masiva.

Suskind declaró que las críticas desde la Casa Blanca y de Tenet eran de esperarse. Comentó que Tenet "carece de credibilidad en este asunto" y que la Casa Blanca "estaba obligada a negarlo, de otra forma, es probable que hubieran tenido que empezar a despedir gente".

Suskind escribió que Habbush le informó al oficial británico de inteligencia Michael Shipster, en enero de 2003, que las fuerzas invasoras no encontrarían armas de destrucción masiva en Iraq. "Cuando se le informó a Bush, éste se frustró, diciéndole a un ayudante: '¿Por qué no le piden que nos dé algo podamos usar para construir nuestro caso?'."

La información de Habbush fue desechada por una administración determinada a invadir.

(V.Associated Press del 5 de agosto de 2008).


George W.Bush es el primer presidente agresivamente religioso de la historia norteamericana. Ni George Washington (protestante episcopálico), ni Tomás Jefferson (deísta anticlerical), ni John F.Kennedy (católico), ni Richard Nixon (cuáquero), ni siquiera Jimmy Carter (bautista), manipularon la fe con propósitos políticos. George W.Bush, en cambio, actúa, según su propia confesión, guiado por la mano de Dios. "Mi misión -declaró a la prensa- es parte del plan maestro de Dios". A su asesor Karl Rove, le dijo: "Estoy aquí por una razón: yo no consulto a mi padre; sería el padre equivocado, yo apelo a un padre más alto". La situación creada por el presidente Bush ha expuesto a su país a ser temido y odiado como nunca antes por toda la humanidad. La situación que ha creado con sus cohortes de cristianos renacidos, neo-conservadores estrábicos, nacionalistas militantes y militaristas, puede aún conducir a una nueva conflagración mayor en la región. Un hombre público poseído de la ebriedad de un Dios, es capaz de profanarlo todo.

Flavio Romero de Velasco, licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras y exgobernador de Jalisco
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 22 de noviembre de 2008).


El diario británico "The Sunday Telegraph" reveló documentos clasificados del gobierno del Reino Unido, que muestran "una serie de errores y mentiras" sobre la guerra en Iraq.

Los documentos, clasificados como confidenciales por el gobierno, ponen en duda la versión del ex primer ministro Anthony Blair sobre las razones de la guerra de Iraq, y muestran que los planes para la invasión que encabezó Estados Unidos en 2003 comenzaron desde 2001.

En su edición dominical, el "Telegraph" afirmó que obtuvo cientos de páginas de informes gubernamentales sobre "lecciones aprendidas" que arrojan nuevas luces sobre "carencias significativas" en todos los niveles de la participación de Reino Unido en Iraq.

En el reporte se incluyen trascripciones completas de entrevistas clasificadas, en las que comandantes del ejército británico expresan frustración e ira contra ministros y funcionarios británicos.

Según la publicación, los informes revelan que Blair mintió a los miembros del Parlamento y al pueblo británico en 2002, cuando dijo que el objetivo de Reino Unido era "el desarme, no el cambio de régimen", y que no había planes previos para una acción militar.

Sin embargo, los planes británicos para una invasión completa y cambio de régimen en Iraq empezaron en febrero de 2002, más de un año antes del inicio de la guerra en marzo de 2003.

(V.pág.29-A del periódico El Informador del 23 de noviembre de 2009).


En el año 2003, Ibn al-Shikb al Libi, dirigente de Al Qaeda, fue torturado, y le obligaron a decir que Iraq lo había entrenado en el uso de armas químicas y biológicas. Acto seguido, el gobierno de los Estados Unidos mostró alegremente su testimonio, para demostrar que Iraq merecía ser invadido. Seguramente los enormes yacimientos de petróleo nada tuvieron que ver.

Flavio Romero de Velasco, licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras y exgobernador de Jalisco
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 2 de enero de 2010).


Bush es uno de los tontos más grandes que la comunicación ha producido y no se quitará el estigma en mucho tiempo, pero nadie lo inventó. Sólo lo potenciaron. Lo hicieron marca, popularizaron sus ilógicas frases.

Ivabelle Arroyo
(v.pág.2-A del periódico El Informador del 13 de octubre de 2010).


Más de 100,000 iraquíes muertos en la guerra hoy estarían vivos si Mónica Lewinsky hubiera mantenido la boca cerrada. Una frase terrible pero cierta (y a muchos les parecerá terrible por la 2a. parte, cuando debería serlo por la 1a.). El escándalo del vestido manchado de semen del incontinente Clinton provocó que los altos niveles de aprobación de los que gozaba el presidente se desplomaran. El que pagó las cuentas fue Al Gore, el candidato demócrata a la presidencia, que terminó perdiendo las elecciones ante George Bush por una nariz. De no haber sido por el incidente sexual se da por sentado que Gore habría ocupado la Casa Blanca.

¿Y eso qué tiene que ver con Irak? La familia Bush tenía una cuenta pendiente con Sadam Husein; cuando este invadió Kuwait en la Guerra del Golfo, George padre, entonces presidente, contuvo el avance de los iraquíes pero nunca los castigó. Durante años, el viejo Bush fue criticado por su blandura. Una década más tarde, cuando Al-Qaeda derrumbó las torres de Nueva York, Bush hijo decidió que ese era el mejor pretexto para saldar la vieja rencilla. A pesar de que el régimen de Sadam no estaba relacionado con Al-Qaeda, de hecho les era hostil, ni llevaba a cabo actos de terrorismo contra occidentales (por lo demás, sin duda era un villano), la Casa Blanca aprovechó el dolor del pueblo norteamericano y sus ganas de tomar represalia para lanzar una guerra en contra de Irak. Se estima que más de 100,000 civiles sin relación con el régimen de Sadam murieron durante el conflicto y varios millones vieron sus vidas afectadas. Ninguno de ellos era responsable de estrellar aviones en suelo neoyorquino. Estarían vivos si Gore hubiese ganado, es decir, si Clinton hubiese mantenido la bragueta cerrada.

Jorge Zepeda Patterson
(V.Sin Embargo del 11 de octubre de 2015).

Un año antes de que iniciara la guerra en Iraq, el ex 1er. ministro británico, Anthony Blair, mostró su disposición para a ayudar a Estados Unidos en una intervención militar en aquel país.

El documento que se da a conocer fue escrito en marzo de 2002 por el entonces secretario de Estado de EU Colin Powell para el antiguo presidente estadounidense George W.Bush, quien encabezó con Reino Unido la invasión de Iraq en marzo de 2003 para derrocar al entonces presidente Sadam Husein.

"Blair estará con nosotros si fuesen necesarias operaciones militares", escribió Powell.

Powell escribió que Blair estaba convencido de que "la amenaza es real" y que un eventual "éxito" ante Sadam Husein permitiría cosechar "más éxitos regionales".

Los argumentos esgrimidos por Blair estaban relacionados con la supuesta existencia de armas de destrucción masiva por parte del régimen de Husein, afirmación que con el tiempo ha quedado desacreditada.

"Él le presentará (escribió a Bush) las frases de relaciones públicas que cree fortalecerán el apoyo global", añade el documento.

La carta fue elaborada una semana antes de la cumbre de Blair y George W.Bush en el rancho de éste último en Crawford, en Texas, y un año antes de que los diputados británicos votasen a favor de apoyar una invasión en Iraq.

El documento, que fue publicado ayer por el rotativo británico Mail on Sunday, es parte de las cartas secretas guardadas en una computadora personal de Hillary Clinton, cuyo contenido la Corte Suprema de Estados Unidos obligó a revelar.

La participación británica en la invasión de Iraq en 2003 es uno de los capítulos más controvertidos del mandato de Anthony Blair (en el poder entre 1997 y 2007), lo que llevó en 2009 a abrir una investigación oficial sobre el conflicto, pero cuyas conclusiones aún no han sido publicadas.

Un portavoz de Blair dijo ayer que no hay nada nuevo en esta información, pues es similar a lo que él ya expuso en su día en la investigación sobre la guerra de Iraq.

(V.pág.18-A del periódico El Informador del 19 de octubre de 2015).

Susan Faludi es una periodista ganadora del Pulitzer y autora de un ensayo titulado La pesadilla terrorista: miedo y fantasía en Estados Unidos después del 11-S (Anagrama 2009) en el que sostiene que la ruidosa salmodia de las verdades, a partir de los ataques, producía una especie de hipnosis cultural entre los estadunidenses, que parecían sonámbulos.

Incapaz de interrogarse sobre la inconcebible agresión y el consiguiente trauma, dice Faludi, la sociedad se encerró en su conjunto (presidente, Capitolio, medios de comunicación) en la crisálida de celuloide de los niños de la posguerra: a falta de hallar cuerpos de víctimas en aquel desastre, el paso inmediato fue buscar héroes, vivos o muertos.

Semanas después del atentado, Bush júnior convocó a Hollywood y a altos ejecutivos de los medios para que contribuyesen a comercializar la nueva guerra contra el terrorismo. El entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo que la nación iba a necesitar más héroes y la prensa comenzó a pintar al general con capa y superpoderes.

Con esa divisa, Estados Unidos acabó tomando represalia contra un país sin injerencia en el 11-S, Irak, conducidos por Bush júnior, un superhéroe disfrazado solo para la foto de piloto de combate. La estrategia del vicepresidente y dueño de empresas de armamento y pertrechos, Dick Cheney, se impuso y nadie lo sacó del guión: "Hice lo que tenía que hacer". Dicho esto, se deduce del libro de Faludi, con la mirada de John Wayne.

Alfredo C.Villeda
(v.pág.2 del periódico Milenio Jalisco del 11 de septiembre de 2015).

Un líder con una clara visión.


Principio: Inicia: La guerra de los Bush.
Continuación: Continúa: La guerra verdadera.
El final se acerca ya... El final: El final se acerca ya...
Mr. Bush. Mr. Bush. Mr. Bush.


"El problema que aqueja al mundo es que los necios y los fanáticos están seguros de sí mismos, mientras que los sabios siempre están llenos de dudas."

Bertrand Russell


"Si Roma y Esparta perecieron, no hay imperio que dure para siempre."

Jean Jacques Rosseau


"Los que cambian su libertad por su seguridad no merecen ni libertad ni seguridad."

Benjamín Franklin


"Un pueblo que valora sus privilegios antes que sus principios, pronto perderá los dos."

Dwight Eisenhower, estratega de la Segunda Guerra Mundial y expresidente de los Estados Unidos


Vínculos interesantes

Weapons of Mass Destruction
The Memory Hole [rescuing knowledge, freeing information]
Michael Moore
George Soros
Veterans for Peace
Veterans for Common Sense
First Amendment Center
GovWatch
Washington Report on Middle East Affairs
Antiwar
Iraq Coalition Casualties
Alex Jones' Infowars
Nieman Watchdog
Iraq Body Count
Frontline: The Dark Side
Information Liberation
Scholars for 9/11 Truth
Reopen 9/11 - Catch the Real Terrorists
Peace Takes Courage
Globalizing Torture: CIA Secret Detention and Extraordinary Rendition
A Message to George W.Bush and Dick Cheney From a Dying Veteran
Publicado en el Informador el 28 de septiembre de 2004


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