Historias del señor gómez y su lucha contra la burocracia (al estilo de las "Historias del señor pérez y su lucha contra la burocracia" de Don Armando Fuentes Aguirre "Catón").


Una mañana llegó una flamante camioneta con los logotipos del Organo Recaudador del Estado hasta la puerta de la casita que el sr. gómez estaba pagándole al Organo Constructor de Vivienda del Estado en un fraccionamiento en la lejana periferia de la periferia de la ciudad.

-¿Es usted el señor gómez?- preguntó el Funcionario bajando de la camioneta propiedad del Estado.

-Para servir a usted.

-Muéstreme una identificación.

El señor gómez sacó de la bolsa del pantalón su cartera y de ésta una credencial del Organismo Organizador de Elecciones del Estado y se la entregó.

Después de examinarla y anotar unos datos el funcionario expresó con voz grandilocuente: -Le traigo este requerimiento por impuestos dejados de enterar a la Hacienda del Estado.

El señor gómez, azorado, empezó a leer los papeles que el Funcionario le extendió.

-No entiendo a qué se refiere- balbuceó.

-No estoy autorizado a darle explicaciones. Haga usted por Internet una cita en la Oficina del Organo Recaudador del Estado que le corresponda y preséntese a aclarar este requerimiento.

-No tengo Internet- dijo con voz lastimera el señor gómez.

-Entonces necesita hacer una cita para hacer una llamada telefónica para hacer una cita en la Oficina del Organo Recaudador del Estado que le corresponda.

-¿Y cómo hago esa cita?

-¡Por Internet, obviamente! El Estado no tiene tiempo para atenderlo cuando a usted se le antoje. Todo está organizado en las Bases de Datos del Estado que se accesan desde Internet.

El señor gómez bajó la cabeza y suspiró.

El Funcionario continuó: -En este momento, y con base en las facultades que me otrogan los artículos 45688, 45689 y 45690 en sus fracciones 78 y 79, procedo a señalar para embargo esta bicicleta que tiene usted aquí, el radio que está sobre la mesa, la mesa misma, la parrilla eléctrica de la cocina y el foco de la recámara, ya que no veo otros bienes a señalar, dado que la finca sigue siendo propiedad del Organo Constructor de Vivienda del Estado. Firme usted aquí, aquí, aquí, acá, acá, acá y allí. Queda usted como depositario de los bienes embargados los cuales no podrá utilizar para no provocarles un mayor desgaste. El Estado le otorga generosamente 48 horas, que empezaron a contar hoy por la mañana, para aclarar y liquidar el requerimiento.

Se alejó el Funcionario en la camioneta propiedad del Estado y el sr. gómez se dirigió, a pie (no podía utilizar ya su bicicleta), a las oficinas del fraccionador, a ver si allí tenían Internet y a suplicarles que le ayudaran a hacer una cita en la Oficina del Organo Recaudador del Estado que le correspondía. Afortunadamente sí tenían acceso a Internet, y la Srita. Chonita -a la que conocía desde que estuvo pagando las mensualidades del enganche- prometió ayudarle una vez que terminara de revisar su Facebook.

Buscaron una cita para el día siguiente, pero no las había sino hasta 3 semanas después. Entonces trataron de sacar una cita para hablar por teléfono para sacar una cita, pero no las había sino hasta 2 meses después.

El señor gómez bajó la cabeza y suspiró. -Hágame por favor usted la cita para dentro de 3 semanas. Dios quiera que las cosas no se pongan peor en ese tiempo. Usted, Chonita, es testiga de que lo intenté y no se pudo.

Llegada la "plenitud de los tiempos" el señor gómez se presentó a la Oficina del Organo Recaudador del Estado que le correspondía, llevando en la mano la hoja donde Chonita le había impreso su cita. Mostrándosela al Guardián de la entrada le preguntó dónde debía presentarse.

-Fórmese usted en lo que es esa larga cola, la que inicia bajo lo que es el letrero que dice: "Con el Sistema de Citas por Internet acabamos con las colas" para que le otorguen lo que es una ficha y pueda atenderlo lo que es un Alto Funcionario- le dijo el Guardián condescendiente.

Se formó detrás de un grupo de campesinos que, según le explicaron, venían desde un pueblo donde habían salido la noche anterior para venir a aclarar un requerimiento del Organo Recaudador del Estado por no haber declarado en sus ingresos (y enterado el impuesto correspondiente a la Hacienda del Estado) lo correspondiente a una ayuda de $ 800.00 que les había otorgado para sus cosechas el Organo de Solidaridad y Compra de Votos del Estado el mes anterior.

Pacientemente esperó el señor gómez hasta que casi una hora después llegó al mostrador, donde una Funcionaria le recogió su cita impresa y se la canjeó por una ficha con un número escrito a mano, informándole que en una de las pantallas LCD que se encontraban distribuidas por el lugar aparecería el número de su ficha y el número del escritorio del Alto Funcionario que revisaría su caso.

El señor gómez se armó de más paciencia y buscó un sitio donde sentarse cerca de una de las pantallas mientras esperaba a que apareciera su ficha. Entre las esporádicas apariciones de números de ficha, en las pantallas se podían admirar todas las grandes acciones, "las más grandes de la historia", que el Señor Presidente había realizado para el bienestar de sus gobernados, que se mostraban eternamente agradecidos. Al final de cada Acción Presidencial aparecía un letrero en letras muy pequeñas que el señor gómez poco a poco fue decifrando: "este programa es ajeno a cualquier partido político... queda prohibido su uso para fines distintos a los del programa".

Conforme se acercaba su número, el señor pérez miraba con más fijeza, sin parpadear, a la pantalla LCD. ¡Apareció! El 652347288A en el escritorio 192. Casi corriendo el sr. gómez se dirigió al escritorio 192.

Lo recibió un Alto Funcionario que sin levantarse de su silla giratoria de respaldo alto le preguntó: -¿En qué podemos ayudarle?

-Me llegó este requerimiento a mi casa y no entiendo a qué se refiere. Debe haber algún error, porque mi patrón me retiene todos los impuestos que corresponden a mi sueldo.

-El Estado no se equivoca. Permítame los papeles... Aquí dice que usted debía presentarse hace casi un mes a aclarar sus dudas y enterar los impuestos requeridos. Este imperdonable retraso implica que deberá pagar recargos, gastos de cobranza, gastos de ejecución y costas judiciales. Todo ello con su IVA correspondiente.

-Es que no había citas antes-, le explicó el sr. gómez con voz lastimera.

-Eso se debe a la gran cantidad de evasores que creen poder engañar al Organo Recaudador del Estado. No es culpa del Estado sino de sus malos ciudadanos. Por eso fue necesario crear este "impuesto de control". Para que todos y cada uno paguen las contribuciones que les corresponden. El día anterior a este requerimiento el Alto y Honorable Congreso del Estado autorizó una nueva ley que crea un nuevo Impuesto por Todos los Ingresos que perciban los ciudadanos. Ese mismo día el Honorable Ejecutivo del Estado emitió el Reglamento de la Ley del Nuevo Impuesto por Todos los Ingresos que Perciben los Ciudadanos, que entró en vigor ese mismo día. Al día siguiente se empezaron a entregar los requerimientos a los delincuentes y malos patriotas que fueron omisos a su deber cívico-ciudadano de enterar los impuestos generados por los ingresos del día anterior.

-Oiga... pero yo no supe de esa Ley. ¿Cómo podía pagar? Y además a mí ya me llega el dinero rasurado por el Impuesto Sobre la Renta, la cuota del Organismo de Seguridad Social del Estado y el pago al Organo Constructor de Vivienda del Estado. Debe ser un error. Yo no tengo más ingresos- se quejó el sr. gómez.

-Primero: es un principio reconocido y aceptado del Derecho que "la ignorancia de la Ley no dispensa de su cumplimiento". Y, segundo, usted miente- aseveró el Alto Funcionario consultando la pantalla LCD de 24 pulgadas de su computadora. -El día por el que se le requiere usted tuvo ingresos por $ 34.00, conformados por 2 monedas de $ 10.00, 1 de $ 5.00, 8 de $ 1.00 y 5 de $ 0.20, mismas que depositó en el bolsillo izquiero de su pantalón.

Se quedó un rato pensativo el sr. gómez, bajo la mirada acusadora del Alto Funcionario. -Creo recordar que ese día descubrí un agujero en el bolsillo derecho de mi pantalón por el que se me estaban escapando las monedas, y por ello las cambié al izquierdo.

-Cambiar las monedas de bolsillo no es un concepto que se pueda deducir de sus ingresos, así que debe enterar el impuesto correspondiente.

-Pe-pe-pero si era mío. No fue un ingreso.

De nuevo el Alto Funcionario revisó en la pantalla LCD de 24 pulgadas de su computadora y le dijo reprendiéndolo: -En el Padrón de Personas y Asociaciones Sujetas de Recibir Donaciones no aparece usted, pantaleón gómez, así que ni siquiera puede considerarse este ingreso suyo como una donación que se hizo a usted mismo. Debe pagar de acuerdo a la Ley.

El señor gómez, resignado, decidió pagar. ¿Cuánto podía deberle a la Hacienda del Estado por $ 34.00?

-Está bien, dígame cuánto debo de pagar.

-En su registro de la Base de Datos de Contribuyentes del Estado aparece que usted ha seguido con su conducta evasora ilícita hasta la fecha de hoy, cuando tuvo ingresos en su bolsillo derecho durante la mañana de $ 4.00 en 4 monedas de $ 1.00.

-¡Ese fue el cambio que me dio el chofer del autobús en que vine aquí!

-¡Ese tampoco es un concepto deducible de ingresos! ¡Debe usted pagar a la Hacienda del Estado!

-Hágame la cuenta para liquidarla- le solicitó el sr. gómez incrédulo.

-Tomando en cuenta las evaciones de casi un mes, más recargos, gastos de cobranza, gastos de ejecución y costas judiciales, todo ello con su IVA correspondiente, y aplicando el factor del artículo 13221 del Reglamento de la Ley del Nuevo Impuesto por Todos los Ingresos que Perciben los Ciudadanos en su fracción segunda... usted le debe a la Hacienda del Estado la cantidad exacta de $ 128,102.97, que se redondea al millar inmediatamente superior, o sea, $ 129,000.

-¡Esto es un atraco! ¡No gano esa cantidad ni en 3 años!- gritó el señor gómez desesperado e incrédulo, a punto de las lágrimas.

-¡señor! usted tiene una actitud totalmente negativa. Nosotros así no lo podemos atender. Nosotros así no trabajamos. Vaya al mostrador y que le den otra ficha para que lo atienda algún otro Alto Funcionario dispuesto a soportar sus majaderías-, dijo el Alto Funcionario mientras se retiraba, indignado, de su escritorio.

El sr. gómez, sorprendido y con un dolor de estómago causado por la preocupación, tomó sus papeles de encima del escritorio del Alto Funcionario y se dirigió otra vez al mostrador de la entrada.

-Disculpe, señorita, el Alto Funcionario del escritorio 192 no quiso atenderme... me mandó de regreso a sacar ficha para que me atienda otro Alto Funcionario-, le dijo el señor gómez a una de las Funcionarias que se encontraban desocupadas en el mostrador, y en un acto desesperado de audacia agregó: -Me gustaría hablar con el Jefe del Alto Funcionario.

La Funcionaria lo miró incrédula. ¡Quería hablar con El Licenciado directamente! Si todos lo solicitaran, El Licenciado no tendría tiempo para llevar a cabo sus muy Altas Funciones. Sin embargo las instrucciones de El Licenciado mismo eran que si algún "contribuyente" quería hablar con Él, lo pasaran a su oficina.

-Pase por ese pasillo hasta el fondo, allí dé vuelta a la derecha y suba la escalera. Pregunte por la señorita Ivette, es la Auxiliar de El Licenciado-, lo instruyó.

La señorita Ivette le preguntó por el asunto que quería tratar con El Licenciado. El sr. gómez le dijo lo mismo que a la Funcionaria del mostrador. La señorita Ivette le pidió sus papeles y entró con ellos al privado de El Licenciado.

-Lo recibirá en cuanto termine su teleconferencia con El Delegado-, le informó la señorita Ivette al salir un momento después. -Tome asiento.

Pasaron desesperantes los minutos y finalmente se abrió la puerta. -Señorita Ivette, por favor ¿podría traerme mi Capuccino con un toque de almendras y unas galletas de Arnoldi?

-No quedan galletas de Arnoldi, Licenciado, sólo quedan Oreo y Mamut.

-¡¿Qué pasa con la Oficina de Proveeduría del Estado?! ¡Voy a tener que mandarles un oficio! Ya son muchas las fallas. Si no hay más remedio, tráigame de las dos-. Dirigió la mirada al sr. gómez: -A ver señorrrrr- bajó la mirada hacia los papeles que traía en la mano- gómez, pase por favor.

Pasó el sr. gómez y se quedó de pie a un lado del enorme escritorio de El Licenciado hasta que éste le señaló con la mano una silla frente al mismo.

-¿Cuál es el problema que los Altos Funcionarios de abajo no le pudieron resolver... señor gómez?- inquirió El Licenciado mientras se arrellanaba en su sillón giratorio de alto respaldo.

El señor gómez hizo un recuento de lo que había pasado con el Alto Funcionario del escritorio 192.

-señor gómez... el problema es que los ciudadanos creen que el dinero es suyo. Por eso se resisten a pagar impuestos. Si desecharan esa visión equivocada y asumieran la realidad de que el dinero es del Estado... el problema dejaría de existir.

En ese momento entró la señorita Ivette con el capuccino y las galletas y dejó todo sobre el garn escritorio.

El sr. gómez, sin encontrar respuesta alguna a la argumentación de El Licenciado y no queriendo molestarlo como al Alto Funcionario del escritorio 192, le dijo derrotado: -Pero no tengo forma de pagar los $ 129,000 que el Estado me está requiriendo... quédense con lo que me señalaron en el embargo si quieren... no tengo lana.

-señor gómez, el Estado en su sabiduría, por iniciativa del Señor Presidente y con la aprobación del Alto y Honorable Congreso del Estado, previó casos como el suyo que, le soy honesto, están siendo abundantes y van a aumentar según le vayamos cerrando las puertas a la evasión. Si le hubiera dado oportunidad al Alto Funcionario del escritorio 192 en lugar de agredirlo, le hubiera explicado que si paga antes de 5 días de la fecha del finiquito, y por un tiempo limitado, el artículo cuarto transitorio del Reglamento de la Ley del Nuevo Impuesto por Todos los Ingresos que Perciben los Ciudadanos, en su fracción primera, otorga un descuento del 90% en recargos, gastos de cobranza, gastos de ejecución y costas judiciales y su IVA correspondiente... o sea que únicamente pagaría la pequeña cantidad de... -se puso a teclear en su computadora y le mostró la cifra en su pantalla LCD de 36 pulgadas- ¡$ 25,308 que redondeados al millar inmediatamente superior sería sólo $ 26,000! ¡Vea usted qué bueno y admirable es el Estado!

-No tengo para pagar eso- dijo con voz triste el señor gómez.

-El Estado en su sabiduría, por iniciativa del Señor Presidente y con la aprobación del Alto y Honorable Congreso del Estado, también previó esto, y el artículo cuarto transitorio del Reglamento de la Ley del Nuevo Impuesto por Todos los Ingresos que Perciben los Ciudadanos, en su fracción segunda, otorga facilidades de pago, por lo que puede liquidar el finiquito en 24 cómodas mensualidades con un descuento del 75% en recargos, gastos de cobranza, gastos de ejecución y costas judiciales y su IVA correspondiente. Por supuesto que el Estado necesita recuperar el costo del financiamiento que le otorgará, por lo que le aplicará un módico interés de la tasa interbancaria más un módico 30% más el IVA correspondiente a esos intereses. ¡Qué le parece! ¿No vivimos bajo un régimen benefactor con un Padre que cuida de nosotros y que es el Señor Presidente?

-Pues si no hay más remedio... tendré que pagar así- aceptó suspirando el sr. gómez. -Déme Usted los papeles para pasar a pagar cada mes.

-¡No, no, no! ¡Qué barbaridad! ¡En qué siglo vive usted! ¡La cosa es muy simple ya! Entre por Internet al portal del Organo Recaudador del Estado, con su Firma Electrónica Ultra-avanzada, solicite su Línea de Captura y con el archivo XML pague en el portal de su banco. ¡Tan fácil!

-Pero hay varios problemas...

-¿Cómo cuáles?- preguntó dándole un sorbo a su capuccino con un toque de almendras y mordisqueano una Mamut.

-No tengo Internet Licenciado.

El Licenciado abrió unos ojos de sorpresa, como si le hubieran introducido un supositorio del tamaño de un frasco de yogurt sin su consentimiento y tosió para expulsar una miga de Mamut que se le fue por el otro lado: -Pero señor gómez, ¿cómo quiere que yo le resuelva eso? El Estado ha tratado de traer el progreso a todos sus habitantes, pero prefieren gastarse sus ingresos en francachelas en lugar de invertir en su propio progreso. ¡Son un lastre demasiado pesado para La Patria! Yo le sugeriría que mientras hace los arreglos para disponer de Internet, consiga acceso con algún amigo o conocido... o hable con su jefe para que le permita utilizar el de la empresa donde labora.

-No tengo Firma Electrónica Ultra-avanzada...

-Eso no es problema. Haga una cita por Internet para obtenerla. Es de lo más sencillo: tiene que venir en ayunas para que le saquen una muestra de sangre, además de traer muestras de copro y de la primera orina de la mañana. Las huellas, fotografías, registro de voz, muestra de cabello y de las uñas y biopsia de tejido blando aquí los sacamos. También tiene que traer una memoria flash USB de al menos 8 gigas para llevarse su Firma Electrónica Ultra-avanzada.

-No tengo portal de banco para realizar el pago...

-amigo gómez... ¡Todo quiere que se lo resuelva Yo!- tecleó algo en la computadora y aparecieron una serie de datos en la pantalla LCD de 36 pulgadas. -a usted le pagan su nómina con el Banco Extranjero de México, S.A.de C.V. Vaya con ellos y contrate el servicio de Banca Electrónica. Le va a costar cualquier cosa... 50 o 60 pesos más IVA al mes. No es nada a cambio de los servicios que recibirá sin salir de su casa. Yo sé lo que le digo. No se va a arrepentir y se va acordar de Mí y del Estado con infinito agradecimiento por haberle abierto los ojos y ayudado a dar un paso adelante en su evolución dentro de nuestra sociedad.

El señor gómez agachó la cabeza y aceptó firmar el finiquito para pagar en 24 mensualidades. Ahora tendría que hacer creer a Chonita que tenía interés romántico en ella para que le siguiera permitiendo usar su Internet.

Finalmente el señor gómez se encuentra en paz en su hogar. Ahora siempre lleva el dinero en la mano, lo que le ha ocasionado varios problemas y muchas ocasiones de arrodillarse en el suelo a recoger monedas que se le han caído. Al llegar a su casa lo arroja a un rincón, porque teme que si lo mete al colchón, a alguna bolsa o a un agujero, el Organo Recaudador del Estado lo considere un ingreso...

Pobre señor gómez, todavía no se entera de que el día anterior los miembros del Alto y Honorable Congreso del Estado, mientras degustaban bocadillos de camarón, ancas de rana, alas de pollo y otras exquisiteces teriyaki, mismas que se ayudaban a tragar con muy saludables botellas de agua de Evian, habían ampliado las facultades de fiscalización del Organo Recaudador del Estado, y ahora se consideraba ingreso cualquier cantidad de dinero que se ingresara al domicilio fiscal del contribuyente. De inmediato se publicó en el Diario Oficial del Estado la modificación al Reglamento de la Ley del Nuevo Impuesto por Todos los Ingresos que Perciben los Ciudadanos.

El señor gómez se enterará dentro de unos minutos... ya un Funcionario se dirige en su camioneta -último modelo y con logotipos del Organo Recaudador del Estado- a entregarle un requerimiento por haber dejado de enterar impuestos a la Hacienda del Estado.

Cuento escrito por el webmaster y terminado el 10 de diciembre de 2011.


El Funcionario del Estado hizo llamar al señor pérez y le preguntó:

-¿En qué fecha naciste?

El señor pérez le dio la fecha de su nacimiento.

-Ese día, cada año -le informó El Funcionario-, deberás pagar un Impuesto Especial por Cumplir Años.

El señor pérez se resignó. Pensó que, después de todo, un pago anual no era demasiado.

-Además -le dijo El Funcionario-, a partir de hoy cumplirás años cada mes. Y, si las finanzas del Estado se agravan aún más, después cumplirás años cada semana, y luego cada día.

Fue entonces cuando el señor pérez hizo otra vez lo que muchas veces había hecho: arrepentirse de haber nacido.

Armando Fuentes Aguirre "Catón"
(v.pág.11 del periódico Mural del 8 de marzo de 2012).


El Funcionario del Estado hizo llamar al señor pérez y le dijo:

-A partir de hoy pagarás mensualmente un Impuesto de 10 pesos por cada año de vida que tengas.

El señor pérez tenía 50 años.

-Pagarás por lo tanto -se dignó informarle El Funcionario- 2,500 pesos cada mes.

-¿Por qué 2,500? -se angustió el señor pérez, cuyo sueldo mensual era de 3,000 pesos-. ¡Tengo 50 años! ¡Debo pagar 500 nada más!

-Pagarás 2,500 -reiteró El Funcionario-. Ésta es una Oficina Burocrática, y aquí todo lo hacemos por quintuplicado.

Armando Fuentes Aguirre "Catón"
(v.periódico El Siglo de Durango en línea del 26 de julio de 2012).


Los pocos ciudadanos que hemos sido fichados por el temible Servicio de Administración Tributaria no podemos escapar de sus redes: la única visita de oficial alguno que haya tenido yo en mi casa fue, justamente, la de un representante del antedicho ente para comprobar los datos de mi domicilio fiscal. Un episodio aterrador desde el momento en que se identifica el inspector, porque no sabes si viene a consumar los protocolos de un "requerimiento", a avisarte de una multa descomunal o, de plano, a incautarse de todos los bienes materiales que hayas podido acumular a lo largo de una vida de trabajo. Ah, y doña Hacienda tiene una tal Policía Fiscal, o algo así, para perseguir y capturar a los infractores. En mi caso, como decía, se trataba de una mera comprobación y el hombre resultó ser un tipo afable y conversador, miren ustedes.

Román Revueltas Retes
(v.periódico Milenio Jalisco en línea del 7 de julio de 2013).


El Funcionario del Estado hizo llamar al señor equis y le dijo:

-Deberás pagar un nuevo Impuesto.

El señor equis se azoró.

-Luego -prosiguió El Funcionario- deberás pagar un Impuesto por concepto del pago del nuevo Impuesto.

El señor equis se angustió.

-En seguida -continuó imperturbable El Funcionario- deberás pagar un Impuesto por concepto del pago del Impuesto por concepto del pago del nuevo Impuesto.

El señor equis se echó a llorar.

Le dijo El Funcionario:

-También por llorar deberás pagar un Impuesto.

Armando Fuentes Aguirre "Catón"
(v.periódico El Siglo de Durango en línea del 12 de septiembre de 2013).


-¡Pizzería del SAT, buenas noches!

-¿Pizzería qué, queeé?

-Pizzería del SAT señor, ¿cuál es su pedido?

-Pero este... ¿no era el teléfono de Domino's Pizza?

-Era, así como lo dijo... era... sí señor, pero el SAT administra la caja de la pizzería, y ahora el servicio es más completo... necesitamos cubrir unos pequeños créditos fiscales... usted sabe, cuestiones de chamba.

- Bueno, ¿Puede tomar mi pedido, por favor?

-Cómo no señor Espinoza. ¿desea lo de siempre?

-¿Lo de siempre? ¡¿Usted me conoce, sabe mi nombre?!

-Por el identificador de llamadas, señor Espinoza. De acuerdo con su número de teléfono sabemos que las últimas 53 veces que llamó pidió pizza "Cuatro quesos" y alitas extra picosas y los típicos canelazos.

-Vaya, no me había dado cuenta! Quiero eso mismo...- (Vaya ¡que servicio!, piensa Espinoza).

-Señor, ¿puedo hacerle una sugerencia?

-Por supuesto. ¿Tiene una pizza nueva en el menú?

-No, señor. Nuestro menú es muy completo, pero me gustaría sugerirle la pizza vegetariana especial.

-¿Vegetariana? ¡Noooooo! Odio esas cosas.

-Pero, señor, es bueno para su salud. Además, su colesterol no anda bien...

-¿¡Queeeeeé!?

-Tenemos información del laboratorio donde usted se hace sus exámenes, cruzamos el número de teléfono con su nombre y vimos los resultados de sus pruebas de colesterol.

-¡No quiero pizza que parezca ensalada. Para eso tomo mi medicamento para el colesterol y como lo que quiero!

-Señor, lo siento, pero creo que usted no ha tomado su medicina últimamente.

-¿Cómo lo sabe? ¿Usted me está mirando todo el tiempo?

-Tenemos una base de datos de las farmacias de la ciudad. La última vez que compró su medicamento para el colesterol fue hace 3 meses. Y la caja tiene 30 tabletas.

-¡Pero qué demonios! Es cierto. ¿Cómo sabe esto?

-Por su tarjeta de crédito...

-¿Coooooómo?

-Usted siempre compra sus medicamentos en la Farmacia Benavides de la Alameda que está a 2 calles de su casa, la que le ofrece descuentos si paga con tarjeta de crédito o débito de Banamex. Según nuestra base de datos de sus gastos con la tarjeta, desde hace 3 meses no ha comprado nada allí, pero sí la utiliza en otros comercios, lo cual nos indica que no la ha extraviado.

-¡Ajá! ¿Y no puede ser que haya pagado en efectivo en la farmacia? A ver qué me dices a eso...

-Usted le paga $1,500 semanales en efectivo a su empleada doméstica y el resto de sus gastos los realiza con tarjeta de débito o de crédito, así lo ha hecho los últimos 7 años...

-¿Cómo sabes lo que gana mi empleada?

-Usted la inscribió en el programa "Infonavit para todos" para que pudiera obtener su crédito de vivienda...

-¡Caray!

-Señor, lo siento pero todo está en mi pantalla. Tengo el deber de ayudarlo y creo que usted debe volver a solicitar la cita a la que faltó con su médico y llevarle los resultados de los exámenes que se hizo el mes pasado para que le ajuste la medicación.

-Mirá cabrón: estoy harto del Internet, de tu computadora, la falta de privacidad, sus malditas bases de datos y de este país...

-Pero, señor...

-¡Cállate! Me voy a mudar a las Islas Caimán o a alguna parte que no tenga Internet, computadoras, teléfono ni gente vigilándome todo el puto tiempo...

-Entiendo señor... pero no se altere, recuerde su presión arterial, en la base del Dr. arcía, su proctólogo, observamos en sus estudios previos que trae presión sistólica en 140/90.

-¡No puede ser! ¿Cómo sabes todo esto? ¡VOY A USAR MI TARJETA DE CRÉDITO POR ÚLTIMA VEZ! Registra esto en tu base de datos: voy a comprar un boleto de avión e irme lejos de mi país.

-Bueno señor Espinoza...

-¡CANCELE MI PIZZA!

-Perfecto: se cancela. Sólo una cosa más señor...

-¿¡Y AHORA QUÉ!?

-Su pasaporte está vencido, ¿quiere que le solicite una cita para renovarlo?

(Recibido por e-mail el 21 de mayo de 2014).


El Funcionario del Estado hizo llamar al señor equis y le dijo:

-Nuestros Registros muestran que ayer vendiste un alfiler.

-Así es -admitió con angustia el señor equis-. Vino a mi tienda una señora, y le vendí un alfiler en 2 centavos.

Replicó El Funcionario con severidad:

-Pero no le hiciste una Factura Electrónica, ni nos reportaste la venta que hiciste. Irás a la Cárcel y te decomisaremos todas tus propiedades.

Preguntó, tembloroso, el señor equis:

-¿Me darán un Recibo Electrónico?

Contestó El Funcionario al tiempo que le volvía la espalda:

-Nosotros no damos recibos.

Armando Fuentes Aguirre "Catón"
(v.periódico El Siglo de Durango en línea del 3 de julio de 2014).


Historias del señor equis y de sus discrepancias con el Régimen actual.

El Funcionario del Estado dijo:

-La pandemia ya está domada.

El señor equis hizo:

-Mmm.

El Funcionario del Estado declaró:

-La situación económica va bien.

El señor equis hizo:

-Mmm.

El Funcionario del Estado manifestó:

-El índice de criminalidad ha descendido.

El señor equis hizo:

-Mmm.

Le preguntó el Funcionario del Estado:

-¿Qué significa eso de: "Mmm"?

Contestó el señor equis:

-Significa que la realidad dice otra cosa.

Dijo entonces el Funcionario del Estado:

-La realidad soy yo.

¡Hasta mañana!...

Armando Fuentes Aguirre "Catón"
(v.periódico Mural en línea del 5 de enero de 2021).


Historias del señor equis y de sus discrepancias con el régimen actual.

El Funcionario del Estado le dijo al señor equis:

-El apagón de ayer se debió a una tormenta invernal.

El señor equis recordó que en tiempos anteriores a los del Funcionario también había habido tormentas invernales y no se había ido la luz.

Seguidamente el Funcionario del Estado le dijo al señor equis:

-El apagón se debió al mal tiempo en Estados Unidos.

El señor equis recordó que en tiempos anteriores a los del Funcionario también había habido mal tiempo en Estados Unidos y no se había ido la luz.

A continuación, el Funcionario del Estado le dijo al señor equis:

-Tengo plena confianza en la CFE.

El señor equis oyó decir eso al Funcionario del Estado y de inmediato fue a comprarse una buena dotación de velas.

¡Hasta mañana!...

Armando Fuentes Aguirre "Catón"
(v.periódico Mural en línea del 16 de febrero de 2021).


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