Una página para los "atlistas"

Publicada en el periódico 'Público' el 9 de febrero de 2007


Publicada allá por 1996, quizá en el ya desparecido 'Siglo XXI', después de una 'cogida'

Publicada en el periódico 'Público' el 25 de septiembre de 2001

Publicada en el periódico 'El Informador' el 22 de enero de 2003

Levantando una copa

(Página oficial de las "Márgaras")


Publicada en el periódico 'Público' el 9 de abril de 2002
El Hit Parade atlista en diciembre de 2004:
  1. Un año más sin ti.
  2. Creí.
  3. Mi último fracaso.
  4. Yo sin ti.
  5. Viva mi desgracia.
  6. ¿Dónde estás corazón?
  7. Nunca, nunca, nunca.
  8. Amarga Navidad.
  9. Loca pasión.
  10. ¿Cómo fue?
  11. Cien años.
  12. Respeta mi dolor.

Atlas completó un torneo en el último lugar de la tabla general, en donde se ubican ininterrumpidamente desde la jornada tres del torneo pasado.

(V.pág.1-C del periódico El Informador del 16 de agosto de 2005).


San Cadilla
(v.pág.4 del suplemento "Cancha" del periódico Mural del 28 de diciembre de 2006).
Publicada en el periódico 'Público' el 19 de abril de 2007


17:00 horas: por Gobernador Curiel, camiones cargados de atlistas, enfundados con piercings, rastas, mentando madres a diestra y siniestra, provocando pleito con cualquier mortal con playera de Chivas, escupiendo.

18:00: retando, enfrentando a policías en las inmediaciones del estadio Jalisco, mentándoles la madre y generando cánticos ofensivos a niños, mujeres, policías; agrediendo con cohetones, peleándose con los policías de la entrada.

18:45: personal nefasto de la escalera número 4, enfundado en playeras rosas fosforescentes o naranjas, revisando tontamente, porque los porros de la barra del Atlas pasaron todo lo que se les ocurrió. En especial en esa puerta, el personal de seguridad (ojo, Club Chivas) fomentaba la tranquilidad a las finísimas personas de la barra del Atlas: "¡Orale, cabrones, acomódense!", "A ver, güey, ¿qué traes en la mochila?", "Camínale, pendejo". Mal por el personal.

19:00: el Himno Nacional y los porros cantando y mentando madres; la policía trata de agruparlos y centrarlos, para mejor control. Mentadas y golpes a los chivas que quedaron dentro de la nube rojinegra.

19:45: de manera cobarde, dos juniors arrojan una bola de humo a la espalda de un aficionado, cuando festejó un gol de Chivas; le quemaron la playera, y gracias a su rápida reacción todo quedó ahí. ¿Y si no? ¿Qué hubiera pasado?

21:00: ardidos, violentos, los atlistas salen del estadio en busca de camorra, agrediendo a los chivas que van solos o en grupos de tres o menos.

Las balas de goma son una inocencia, un juego de niños comparado con la organización criminal que representan las barras. ¿No lo cree usted?

Mario Lupercio
(v.pág.17 "correo" del periódico Público del 27 de agosto de 2007).


Una mujer frota una lámpara mágica y aparece un genio que le dice:

-Soy un genio de un sólo deseo. ¿En qué puedo servirte?

Ella señala varios países en un mapa y le dice:

-Quiero que estos países dejen de pelear.

-¡Pero si llevan miles de años en guerras! Mis poderes son grandes, pero no tanto -se queja el habitante de la lámpara-. Pídeme otra cosa.

-Bueno, pues, quisiera que el Atlas fuera campeón.

-Está bien, tú ganas -le dice el genio con un suspiro-. Señálame los países en el mapa otra vez.


Si el Atlas tiene problemas,
no son porque juegue mal,
ni por mala dirección,
ni por su sino fatal.

Según Romano y Marioni,
es por culpa de la prensa
que el equipo esté viviendo
una situación tan tensa.

Mas, no son los periodistas
los que hacen la alineación,
ni los que fallan penales...
¡Debe haber otra razón!

Anflopo
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 5 de septiembre de 2007).
Publicada en el periódico El Informador el 5 de septiembre de 2007


Publicada en el periódico Mural el 6 de septiembre de 2007


Para refrescar nuestras imágenes, lo diré de una vez por todas: es una vil mentira que las Chivas sean el equipo de futbol más tapatío. Ese "honor" le correspondería al Atlas.

Vean si no: ¿cuál otro equipo es propiedad colectiva -de puros jalisquillos- y de entre sus socios surgen también sus dirigentes, quienes dizque no cobran "ni un centavo" (ja ja ja, ¿quién les cree?) por regarla una y otra vez, en una constante mezcla de buena fe e ingenuidad con la búsqueda constante del negocito rápido, a corto plazo? Con otras palabras: ¿qué otro equipo refleja a la perfección nuestra mentalidad empresarial tapatía, de viuda con herencia, tímida y poquitera? ¡Pues el Atlas!

El Atlas es el equipo más tapatío: el de negocios pobres y descapitalizados, pero con dueños ricos, de casotas grandes y coches importados. Y además, desconfiados: cuando les cae una lanita del cielo y se deciden a hacer las cosas bien, invirtiendo en refuerzos... se van al último lugar nacional. ¿Y así les piden que arriesguen?

Claro que no, mejor sacan de la jubilación anticipada a alguna vieja gloria, que los saque del apuro... y van de nuevo a las andadas. Como negocito local, cuando le cae Hacienda, pues.

O como nuestros gobiernos: sin capacidad para planear a futuro, sin grandes planes de crecimiento o proyección más allá de la barranca... lo suyo es prometer al inicio de cada ciclo, para después acabar administrando centavitos y reduciendo las pérdidas lo más posible.

Así, tan tapatío como las ahogadas, bien jalisquillo, es mi Aclas. AAA: Compro bolsa de papel con dos agujeritos, medio uso. Tratadita.

Paco Navarrete
(v.pág.8 del periódico Mural del 27 de septiembre de 2007).


El 22 de abril de 1951 lo recuerdan los márgaras: fue cuando con un penalti contra las Chivas, el Atlas se coronó campeón del futbol mexicano.

Jesús Gómez Fregoso, historiador y catedrático de la Universidad de Guadalajara
(v.pág.22 del periódico Público del 25 de abril de 2008).


Finalmente fueron liberados los mocosos ladrones de la Barra 51 que, en bola, saquearon un centro comercial de Toluca. Lástima que no fueron escuchadas las peticiones de algunos que clamaban que no los soltaran hasta que el Atlas ganara un campeonato.

San Cadilla
(v.pág.5 del suplemento "Cancha" del periódico Mural del 6 de noviembre de 2008).


El mencionado clásico del pasado sábado nos lleva al paradigmático caso del Atlas. Supuestos abanderados del ocasional buen juego, es difícil encontrar vivo a un aficionado a sus colores que sepa lo que es ser campeón. Lo lograron por única ocasión hace 58 años. El grueso de la "Fiel" (que es menos numerosa de lo que llegamos a pensar y, la verdad, ni tan fiel) es virgen en eso de titularse. Al menos en primera división. Acumulan tres descensos y, huelga decirlo, 3 títulos en segunda división con sendos ascensos que tampoco son como para presumirlos. Sus directivas, imbéciles todas, han concatenado históricamente malas decisiones, comprando y vendiendo jugadores y, claro, contratando entrenadores. Como resultado, pasan más tiempo al pendiente del porcentaje para no perder la categoría que pensando en ganar su segundo campeonato. Hace unos meses, recontrataron emocionados, como si encontraran al Mesías, al único entrenador que los aproximó, a la distancia de un penalti, a la gloria. Pero este patriarca hace buen rato que arribó a su otoño. Tiene años hilvanando tropiezos. No importó. La directiva no le hizo caso a Joaquín Sabina, que cantó, sabio como siempre "...al lugar en que has sido feliz no debieras tratar de volver...". Lavolpe llegó, fracasó de nueva cuenta y no tarda en irse. Alguien con más dignidad o menos soberbia habría renunciado tras el 4-1 contra Chivas. El, hábil para endosar culpas, no es de esos. Siempre me ha parecido penoso que haya aficionados del Atlas (aclaro que no creo que sean muchos) que piensen que es mejor ganar un clásico que un campeonato. Pero que alguien sostenga semejante tesis institucionalmente, al grado de ponerla en anuncios espectaculares acompañada por el escudo, explica, en buena medida, porqué el presente del Atlas se sigue pareciendo lastimosamente a gran parte de su pasado. No es lo mismo, ni lejanamente, ganar un clásico, así sea contra el rival más odiado, que ganar un título. Los atlistas, la inmensa mayoría de ellos, no lo saben.

Antonio Salcedo Morales
(v.pág.4 del suplemento "Ocio" del periódico Público del 13 de noviembre de 2009).


El técnico Juan Carlos Chávez le renunció a su directiva el domingo por la noche al término del juego que el Atlas perdió frente al Atlante en Cancún.

Los motivos por los cuales Juan Carlos Chávez renunció al Atlas son estrictamente personales, ya que recibió amenazas hacia su persona y familia de parte de desquiciados que rebasaron el límite de ser simplemente aficionados del Atlas.

Ernesto López Mota
(v.pág.2-C del periódico El Informador del 29 de agosto de 2012).


Bullying al Atlas.

(V.primera plana del periódico Mural del 7 de noviembre de 2013).


Jaime el Tubo Gómez.

Sucedió hace muchos años, en un partido Chivas contra Atlas. El Rebaño le estaba dando tal paliza a los rojinegros (acabó 5-0 el marcador) que Jaime el "Tubo" Gómez, su portero, decidió aventurarse a un gesto de superioridad suprema. Se recargó en un poste y se puso a leer la historieta que le acercó un aficionado. Le tomaron, así, una foto que se hizo histórica. La rivalidad entre ambos vecinos, que ya ardía, recibió con eso otro buen cubetazo de gasolina. Claro: aquellos eran tiempos más venturosos, en los que el Atlas era una potencia (acababa de ganar su único título de liga) y las Chivas iniciaban la era del Campeonísimo.

Antonio Ortuño
(v.pág.2-B del periódico El Informador del 10 de noviembre de 2013).


Esta no será otra carta más. No será otra carta más porque esto ya no es como siempre lo ha sido. Se ha terminado el encanto de la derrota, y lo dulce de la condena es cada vez más amargo y arenoso; ya no tiene chiste perder porque ni siquiera se pierde distinto: a lo Atlas.

Estoy cansado, en verdad que siento fatiga. Una fatiga de esa que concibes cuando son los ojos los que ya han visto demasiados errores, derrotas, tropiezos. El cuerpo no ha hecho esfuerzos gigantescos pero el alma y el corazón sí, y cuando éstos se fastidian, se rompen, se denigran, no hay cómo parirlos de nuevo.

Un equipo de futbol tiene una responsabilidad hermosa que a veces se olvida: la de hacer feliz a sus aficionados. Es orquestador del recreo, dador de lo más bronco y pasional del instinto de competencia, protector de lo que otros corazones han abrazado como suyo y lo que otras pieles se han pintado por siempre. Cuando el aficionado siente, porque el aficionado pocas veces piensa, que se está traicionando ese código -que no está escrito en ninguna parte más que en la honra- el club le habrá faltado al respeto, y habrá fracasado en lo que más importa y en lo único que le da sentido a su estandarte.

A nosotros nos han faltado al respeto por más de 60 años. Desde que mi abuelo, que en paz descanse, presidió el Club Atlas, en el año 1951-1952, no ha vuelto a haber un equipo que bese un título de liga. Pero no nos han insultado por eso, no han sido unos eternos fracasados por no ganar copas. Lo han sido por relegarnos a 3er. plano, por anteponer filias y fobias por encima de los resultados- del éxito deportivo; que al final no es para ellos, sino para nosotros la afición.

Yo ya no quiero que me falten al respeto. Ya me harté de cantar que vivo de la pasión y no de los títulos, porque no es cierto. Todos necesitamos porciones de éxito, y en Atlas no existe ni la más mínima pizca de dulzura. Dejemos de aplaudir el fracaso, de hacernos creer que es la esencia de nuestro equipo el perder siempre. Las esencias no existen, las inventaron los falsos románticos para justificar sus múltiples deshonestidades. Seamos honestos con nosotros mismos para que la institución pueda creer que no nos hace contentos la derrota. Hasta ahora nadie le cree al atlista que no le gusta perder, porque nunca gana y se sigue reproduciendo. Es como si copuláramos gracias al fracaso y el éxito nos intimidara.

No voy a ser inoportuno ante lo que reconozco que es la historia de nuestro equipo, pero me rehúso a que siga siendo la misma. Le voy al Atlas porque me tocó vivir de niño una época mágica en la que no ganamos nada, pero cimentamos desde el asombro. Ya las columnas que justifican el amor al equipo se están cuarteando, perdieron su color y lastiman a la vista. Es increíblemente triste, pero ya nada, más que el orgullo -ese que sólo alcanzan los aficionados porque pareciera que a cuerpo técnico y jugadores no les dan los tamaños- queda para cobijar a la otrora academia.

El domingo vi a un equipo de mercenarios. Eso vi. Vi a jugadores caminar en la cancha por espacio de 65 minutos. Vi a un técnico que no hay que ser brujo para adivinar que los amenazó si salían de su propio medio campo. Vi un planteamiento insultante para los aficionados que se dieron cita, y disfrazaron la esperanza y el júbilo con un hermoso mosaico rojinegro. Vi a un equipo que merece lo que tiene: nada. No tenemos nada, no conocemos absolutamente nada. Desconozco, por completo, a ese equipo que enamoró a todo un país. Ese que inventó un estilo para ganar y hasta para perder.

Una vez escuché a Juan Villoro dar una conferencia en El Colegio Nacional acerca de aquellos literatos que habían inventado, con su obra, distintos géneros. Sería refrescante aleccionar cómo el Atlas inventó un género futbolístico, con su juego, y luego influenció a varios equipos y técnicos. Eso es pasado, ya ni presumiéndolo se compra al precio al que se solía vender. Han dejado de rezar lo que antes se cumplía religiosamente.

Sin caer en los lugares comunes que tanto daño le han hecho a la retórica atlista, sí culpo a los tres niveles: A la directiva -que cómicamente ya es otra, ya no es la que siempre nos daba la espalda vendiendo a los jugadores a mitad de temporada (De Pinho, Colotto, Guardado) para pagar sus deudas- por tener en la banca a un técnico que siempre será mediano. Al cuerpo técnico, porque aunque lo limitado de su estrategia no es culpa de ellos, por imprimirle miedo y pequeñez a un plantel rico y vasto. A los jugadores por no defendernos ante la traición de su director técnico, y sobreponerse al fracaso al que los estaba destinando, con orgullo deportivo y respeto al club, que les paga sueldos estratosféricos para un país como México.

Esta no será otra carta más. Porque para mí ya no es lo mismo que siempre. Porque me niego a ser derrotista, como si no fuese algo que tanto daño le ha hecho a esta idiosincrasia. Porque el Atlas es más que unos jugadores apáticos que les da lo mismo cambiar la historia mientras les paguen por esperanzarnos. Porque los rojinegros merecen un cuerpo técnico de respetuosos sempiternos, y no de esquizofrénicos mediocres que cambian de filosofía cuando la vida se les presenta decisiva y complicada. Porque la nueva directiva tiene que entender que la urgencia en este club es la victoria, y no la estrategia mercantil y amistosa.

Estoy cansado. Mis ojos han visto ya suficiente derrota y decepción. Somos un equipo que se dio el lujo de estar más de 4 años sin calificar a una liguilla; liguilla misma que te 'exige' hacer mínimo 24 puntos en 17 jornadas. Somos un equipo que ha amanecido en el último lugar del descenso, y que no ha dejado la categoría porque había otros que se empeñaban en descender (gracias Tecos).

Nicolás Cuéllar Camarena
(v.periódico El Informador en línea del 2 de diciembre de 2014).

Ser el peor local durante el 2015, al sumar 10 derrotas en fase regular y una más en Liguilla, obligó a la directiva de Atlas a llevar a una bruja a hacerle una limpia al Estadio Jalisco y solicitar al mismo tiempo ayuda divina.

Gustavo Guzmán, presidente de los Zorros, reveló que el pasado sábado, previo al juego ante América, una bruja intentó quitar la maldición que padece la casa rojinegra, sin embargo, esta acción de nada sirvió pues las Águilas los vencieron 3-0.

"Claro que estamos preocupados, deja el juego ante América, ¿cuántos juegos hemos ganado de local en el último año? Es una cosa horrible, parece estadio embrujado, el sábado hice 2 cosas: mandé una bruja a que limpiara (el estadio) e hicimos misa ahí y la llenamos, y no nos salió ni una ni otra. Ni creo totalmente en la brujería, sí soy católico pero voy a misa poco. Pedí al Padre Chayo, hizo una misa hermosa, y por otro lado alguien dijo que el estadio estaba embrujado e hicieron alguna cosa", reconoció el directivo.

(V.pág.8 del suplemento "La Afición" del periódico Milenio Jalisco del 22 de enero de 2016).

Tengo especial aprecio por mis amigos del Atlas. No es un aprecio lastimero, al contrario, es el reconocimiento profundo a alguien que está dispuesto a expresar un afecto sin esperar nada a cambio. Y nada no es una metáfora; nada es nada.

Pocas cosas hay tan tapatías como el Atlas. No sólo es una institución, ya centenaria, que ha acompañado y sido partícipe de lo que hoy es esta ciudad. Guadalajara no se entiende sin el Atlas y el Atlas no se entiende sin Guadalajara. Son indivisibles: el Atlas es parte fundamental de la cultura de esta ciudad y es como es porque está formado por tapatíos, para bien y para mal.

Algunos, los haters, dirían los chavos, los amargados decimos los más viejos, dirán que efectivamente el Atlas representa la mediocridad tapatía, la falta de hambre de triunfo, la incapacidad como norma. Es una visión chata. El Atlas es un club exitosísimo en muchísimas cosas, que ha aportado a la ciudad y al país no sólo algunos de sus grandes jugadores y una forma de ver el futbol, pero sobre todo una manera de ser y estar en la ciudad.

Por supuesto, los atlistas cargan también con muchos de los defectos tapatíos. Resultaron ser malos socios entre ellos, vivieron 97 años peleando los unos con los otros y abusando los unos de los otros. Fueron incapaces de crear un esquema que les permitiera capitalizar al equipo y al grito de "agua que no has de beber hazla lodazal" terminaron por venderlo para evitar una tragedia mayor. No sé si esta característica de malos socios sea sólo nuestra, me temo que no, pues este tipo de pleitos se repiten en todas las ciudades del país y del mundo, pero de que a los tapatíos nos encanta agarrarnos hasta con la cubeta con los socios y tenemos poca cultura institucional no tengo duda. Y si es un prejuicio los atlistas se encargaron de hacerlo realidad.

Diego Petersen Farah
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 18 de agosto de 2016).
Esta vez el dinero no es lo que los tiene hundidos.

Los rojinegros no pueden olvidar que han recorrido el camino del descenso 3 veces: en 1954, 1971 y 1978.

1954

Malos vecinos

De manera increíble, sólo 3 años después de que el Atlas se había convertido en el 1er. campeón jalisciense en el futbol profesional, los rojinegros descendieron a la recientemente creada Segunda División. Con la presidencia de Luis Morales Serrano, la realidad es que los principales artífices de ese título ya no estaban en el equipo. En la última jornada, los del Paradero tuvieron una actuación que resume lo que fue la campaña: perdieron 4-0 con Tampico y dejaron su suerte echada. Un día después, en la jornada dominical, Chivas visitaba a Zacatepec en calidad de favorito. Con el triunfo los rojiblancos forzaban un empate entre rojinegros y cañeros, pero los morelenses vencieron 3-1 al Guadalajara y con eso, más la victoria de Atlante ante Puebla, se consumó el 1er. descenso del Atlas.

1971

La agonía ante Pachuca

La peor temporada en su historia trajo como consecuencia el 2o. descenso de los rojinegros. El Atlas ganó sólo 5 de 34 partidos disputados en esa campaña y sumó 17 partidos sin ganar. La directiva encabezada por Juan de Dios de la Torre no encontró la fórmula para enderezar una nave donde la dirección técnica de Ney Blanco y después de Arpad Fekete no fueron suficientes. Pese a los escalofriantes números, los Zorros no descendieron de manera automática pues para esa campaña se había dispuesto que los 2 últimos lugares del torneo disputaran una liguilla por el no descenso. Atlas enfrentó a Pachuca 1o. de visita y luego en casa con el apoyo de la Porra Popular Guadalajara y los otros clubes de la ciudad. El empate en ambos cotejos forzó un 3er. partido que se jugó en León donde Pachuca ganó 2-0 y consumó la caída de los rojinegros a la Segunda División.

1978

Tropezón de nuevo con la misma piedra

Errores añejos volvieron a poner al Atlas en una liguilla por el no descenso. Ocurrió en 1978, cuando la presidencia de José Martínez Güitron pasó muchos problemas económicos, los atrasos en los sueldos de los jugadores se hicieron comunes y el caos los llevó a tener 3 entrenadores: Odilón Mireles, Alfredo "Pistache" Torres y el peruano Claudio Lostanau. Los rojinegros tenían un buen equipo donde figuraban Alfredo Gottardi, Alberto Cadaccio, Tadeo Galván, Pedro Araya, Pepe Delgado, Jaime Pajarito y un brasileño recién llegado: Ricardo "Tuca" Ferreti. Los del Paradero volvieron a jugar la Liguilla por el no descenso y cayeron, de manera increíble con todo favor, 4-2 con el Unión de Curtidores en el Estadio Jalisco. La crónica para EL INFORMADOR de ese partido la escribió un rojiblanco recalcitrante: Jaime "Tubo" Gómez.

(V.pág.1-C del periódico El Informador del 29 de agosto de 2017).

Buena parte de mis amigos son atlistas. Me enteré tarde de ello, porque la mayoría fueron, en la etapa en que los conocí, bastante esquivos para confesarlo. No, no todos los aficionados del Atlas tienen la fuerza de carácter como para soportar las burlas continuas y más o menos sangrientas que se les hacen todos los días y repetir sin cesar aquello de "Soy del Atlas aunque gane" o "No vivo de copas..." con que se identifican los atlistas más recalcitrantes. Muchos prefieren conservar su afición en la esfera de la intimidad y no darla a conocer más que en ambientes seguros. Y otros tratan de no comprometerse ni siquiera entre amigos y lanzan comentarios al aire del tipo de "No sigo mucho el futbol pero me gusta la camisa rojinegra, por los colores", hasta que el grito se les desborda en mitad de un partido y se descubren como lo que son.

Hay que reconocer que, a lo largo de los años, el Atlas ha exigido de sus aficionados una lealtad descomunal, que se refrenda con cada derrota. Mis amigos atlistas han padecido tormentos dignos de un santo cristiano, de esos a los que los paganos metían en ollas de aceite o desmembraban. Y lo han hecho con una paciencia y un sentido del humor notables. Uno de los más cercanos, que se divorció a los pocos meses de haberse casado, por una serie de problemas que fueron de lo anímico a lo financiero, nos decía, con bastante presencia de ánimo: "Obviamente mi ex mujer se quedó con el depa, los perros y la pensión. Y yo me quedé chiflando en la loma, como buen atlista". No me digan que esto no es muestra de un temple excepcional.

A un viejo profesor, que fue vecino nuestro por años, le detectaron diabetes justo el año en que acababa de jubilarse con una pensión bastante mediocre. A los pocos meses tuvo que sufrir la amputación de su pierna derecha. Me lo topé afuera del hospital, la tarde en que lo dieron de alta, y lo ayudé a conseguir un taxi. Su mujer, abatida, me ayudó a subirlo al asiento trasero. "Soy jubilado, tengo diabetes, me quedé con una sola pata. ¿Pero saben qué? Todo se me hace poco. Soy del Atlas". Nos lo dijo con una sonrisa radiante. Ese profesor (ha fallecido hace años) era, qué duda cabe, un valiente.

La obcecación con la que han resistido tantos años de derrotas es el mejor síntoma de la fe del atlista ortodoxo. El aficionado de hueso colorado del Atlas se queja de sus jugadores y sus dirigentes pero no se aleja. Se obceca más. Y los otros, los que prefieren no sufrir, regresan al mutismo, al disimulo, a no hablar de futbol por el dolor que les causa. Pero tampoco dejan de creer.

Si con un gol los he visto enloquecer de felicidad, con un título saltarían como conejos.

Antonio Ortuño
(v.pág.7-B del periódico El Informador del 26 de noviembre de 2017).
2018: China es la nueva potencia mundial.
2023: La órbita de la tierra tendrá un cambio pequeño.
2025: Europa tendrá problemas demográficos serios.
2028: Se desarrolla una nueva fuente de energía. El hambre se convierte en un problema nuevo para la humanidad.
2033: Sube el nivel del mar por el derretimiento de los polos.
2043: Mejora la economía mundial. Mientras tanto, Europa es dirigida por los musulmanes.
2046: Cualquier órgano humano podrá ser producido en masa, y el cambio de los órganos nuevos por los viejos es una tendencia en la medicina.
2066: Roma, ocupada por los musulmanes, será atacada por USA por medio de un arma climática.
2076: El mundo adopta el comunismo.
2084: El clima empezara a restaurarse.
2088: Nace una nueva enfermedad: Las personas envejecen en segundos.
2097: Nace una cura para esta terrible enfermedad.
2100: Un sol artificial hecho por el mismo hombre brilla en la parte oscura de la tierra.
2111: Las personas se empiezan a convertir en robots.
2123: Empezara una gran guerra entre naciones pequeñas. Los países más importantes están involucrados en ella.
2125: Se reciben señales extraterrestres desde el espacio en Hungaria.
2130: Se empiezan a formar colonias humanas en el mar.
2164: Nacen los humanos mitad animales.
2167: Se crea una nueva religión.
2170: Hay una gran sequía.
2183: En Marte una colonia de humanos se convierte en una nación nuclear y pide ser independientes de la tierra.
2187: Se previenen 2 erupciones de volcanes.
2195: Evolucionan las colonias humanas del mar. La energía y comida son abundantes.
2196: Se completa la mezcla entre los asiáticos y europeos.
2201: El sol baja su intensidad y las temperaturas del planeta bajan.
2221: Encuentran algo terrible en la búsqueda de vida extraterrestre.
2256: Llega a la tierra una nave espacial perdida y trae consigo una terrible enfermedad.
2271: Cambian las leyes de la física.
2273: Debido a la mezcla entre asiáticos y morenos nace una nueva raza.
2288: El viaje por el tiempo se crea. Hay nuevos contactos con extraterrestres.
2291: El sol cambia y brilla de nuevo.
2296: Las estaciones espaciales y satélites viejos caen debido a una gran tormenta solar.
2299: Se levanta en Francia una guerrilla en contra de Islam.
2302: Son revelados las leyes y secretos del universo.
2304: Son revelados los secretos de la luna.
2341: Algo horrible se acerca a la tierra desde el espacio.
2354: Llega una sequía por un accidente en el sol artificial.
2371: Llega la gran hambruna.
2378: Aparece una nueva raza.
2480: La tierra está en oscuridad.
3005: Los planetas cambian su órbita y hay guerra en Marte.
3797: Muere todo lo que está en la faz de la tierra, pero los humanos fueron capaces de empezar la vida en otro sistema solar.
3803: El nuevo planeta tiene pocos habitantes, el contacto entre ellos no es muy común. Debido a las nuevas condiciones climáticas los humanos mutan.
3805: Hay guerra entre humanos por los recursos. La mitad muere.
3815: Se acaba la guerra.
3854: Los humanos viven como bestias.
3871: Nace un nuevo profeta y les enseña a los humanos acerca de religión y valores.
3874: Este nuevo profeta recibe la ayuda de toda la población y nace una nueva iglesia.
3878: Esta iglesia enseña a los demás una nueva ciencia.
4302: La ciencia está muy desarrollada, y los científicos descubren todo sobre enfermedades.
4304: Se consigue una nueva forma de curar todas las enfermedades.
4308: Debido a la mutación previa, los humanos logran usar el 34% de su cerebro. No existe la malicia ni el odio.
4509: La humanidad llega a un nuevo nivel perfecto de desarrollo y logra la capacidad para contactar con Dios.
4599: La humanidad es inmortal.
5076: Se han alcanzado los límites del universo y nadie sabe lo que seguirá.
5078: Pasan los límites del universo y el 40% de la población no está de acuerdo.
5079: Final de vuelta Atlas vs Aliens Solares. 3 aliens se quemaron y el partido comenzo con 8 jugadores. Tenian al alien Solorio Martinez lesionado y no habia mas jugadores, y por una mano inexistente y la vía penal Atlas anotó al minuto 93. ¡ATLAS CAMPEÓN DE LA LIGA BANCOMER MX! AL FIN SE QUITÓ ESA PIEDRA QUE CARGABA DESDE SU PRIMERA VEZ.
5080: EL FIN DEL MUNDO.
5081: Chabelo sigue vivo.

(Recibido por Whatsapp el 26 de noviembre de 2017).


PEORES TORNEOS DE LOS ROJINEGROS ESTE SIGLO

TORNEOPUNTAJE FINAL
Clausura 200511
Apertura 200712
Apertura 201013
Apertura 201112
Apertura 201312
Clausura 2018?

(V.pág.1-C del periódico El Informador del 20 de marzo de 2018).


Comprar al Atlas.

(V.Trino Camacho del 10 de abril de 2019).


¿Ignoraban los porristas del Atlas presentes el viernes en el Estadio Jalisco, que se exponían a que su equipo fuera sancionado con el veto del estadio si insistían, como dicen los elegantes, en "proferir el grito homofóbico" que por años se había institucionalizado y ahora las autoridades deportivas intentan erradicar...?

Por supuesto que no. Lo sabían perfectamente. Lo profirieron de manera consciente y deliberada. Lo hicieron, desde el fondo de su corazón, con toda la intención de fastidiar a sus dirigentes.

La prueba de que los porristas estaban advertidos de la posible sanción que ahora parece inminente, estriba en que hasta los primeros minutos del 2o. tiempo se comportaron correctamente. Los problemas comenzaron a raíz de que el Atlas comenzó a mostrarse incapaz de jugar como se supone que está obligado a hacerlo un equipo que está abajo en el marcador y de repente se encuentra en superioridad numérica: exactamente igual que una semana antes, cuando perdía ante el Cruz Azul pero al tener un hombre más por la expulsión de Pineda, se adueñó de campo y pelota e hizo lo necesario para remontar el marcador y alzarse con la victoria.

Además, desde que comenzaron las insolencias -a las que por las razones que se han discutido hasta la saciedad se ha declarado la guerra-, el árbitro acató los protocolos: advertencia en el sonido local y las correspondientes suspensiones del encuentro al reincidir los aficionados en una conducta a todas luces provocadora, enterados como estaban de sus no sólo posibles, sino casi seguras consecuencias.

A reserva de que una encuesta o un sondeo demostraran lo contrario -cosa muy improbable-, vale aventurar, no por justificarlo, sí por tratar de entenderlo, que se trata de un caso típico de despecho...

Por despecho -ilustra el "tumbaburros"- se entiende "la malquerencia nacida en el ánimo por desengaños sufridos en la consecución de los deseos o en los empeños de la vanidad". Los deseos insatisfechos, en el caso del Atlas, son del dominio público: tantos años de desencantos, de ilusiones frustradas, de promesas incumplidas...

Por más que insistan en llamarla "La Fiel", la gente que se identifica con la causa rojinegra está en el plan de dejar constancia de su hartazgo con su destino... y no porque un castigo divino o una maldición gitana lo determine, sino porque estiman que sus dirigentes no han hecho, en años, lo necesario para revertirlo.

Jaime García Elías
(v.pág.6-C del periódico El Informador del 20 de enero de 2020).

La de los porristas del Atlas en contra de su directiva ya es una guerra no declarada...

La demora, ayer, en el anuncio de que el Estadio Jalisco sería vetado a raíz de que los aficionados, de manera reiterativa, emitieron durante el partido del viernes ante el Puebla el grito ofensivo que a algunos les parecía gracioso y al que la Federación Mexicana de Futbol declaró -aquí sí- la guerra, presionada por la FIFA, sugiere que posiblemente a la Comisión Disciplinaria le tembló la mano para pronunciarse por la aplicación de la sanción prevista por los reglamentos y profusamente anunciada desde hace meses: el veto del estadio.

La actitud de los aficionados, el viernes, fue más que elocuente...

Para nadie era un secreto que iban en serio las advertencias de que los estadios en que se insistiera en esa práctica serían vetados. El buen comportamiento de la gente, mientras el trámite del partido no alteró su estado de ánimo, fue sintomático de que estaban en plan de acatar la consigna... Que las expresiones homofóbicas -como han sido calificadas por la FIFA, al margen del amplio debate que se abrió sobre sus connotaciones semánticas- aparecieran como manifestación de irritación por la incapacidad del Atlas para reflejar en su comportamiento futbolístico la superioridad numérica que tuvo sobre el adversario en la última media hora del partido, fue asimismo significativo. Que los mismos aficionados desoyeran abiertamente la petición de su capitán, Hugo Nervo, para que rectificaran su actitud, y, por el contrario, en los minutos finales insistieran en su conducta, por lo consiguiente.

Visto como está que se trata de una actitud de franca rebeldía, de una especie de represalia porque sienten que sus dirigentes no han honrado el compromiso verbal de buscar una mejoría significativa del equipo, sería pertinente que hubiera otra actitud por parte de la directiva rojinegra. Una actitud más enérgica...

De entrada, dialogar con los líderes de sus barras de animación. Después, tomar medidas disciplinarias: prohibir el ingreso de ciertos grupos de porristas al estadio, e identificar, detener y consignar ante las autoridades, por faltas administrativas previstas en el Reglamento de Espectáculos del municipio, ante la imposibilidad de hacerlo con todos, al menos a algunos de los díscolos.

Si hay tibieza por parte de los dirigentes, es previsible que los aficionados seguirán dejando airada constancia de su enojo... cada vez que vayan al estadio.

Jaime García Elías
(v.pág.2-C del periódico El Informador del 21 de enero de 2020).
Atlas campeón 2095... de la 2a.división.

(V.Trino Monero del 22 de enero de 2020).


Árbitro Dorantes.

(V.Trino Monero del 6 de febrero de 2020).


¡Que Dios nos ayude!

¡Que Dios nos ayude!

(V.Trino Monero del 24 de noviembre de 2021).


Mural del estadio Nou Camp de León.

Algunos murales de arte urbano que se encuentran en las inmediaciones del Estadio Nou Camp, fueron vandalizados por supuestos integrantes de "La Barra 51", el principal grupo de animación del conjunto rojinegro.

"Atlas Manda", "51 ZC" y "51 Centro", son las firmas o rayas con las que se estropearon dichas obras realizadas por los colectivos del Instituto Municipal de la Juventud.

Cabe señalar que en estos grafitis se le rinde homenaje a uno de los oficios con mayor tradición en la localidad como lo es el del zapatero; de igual forma, se hizo una representación del Arco de la Calzada, uno de los monumentos emblemas de la capital cuerera y otra pinta que también resultó dañada fue la que realizó hace pocas semanas el artista neoyorquino "Alec Monopoly".

Tras estos hechos, "La Barra 51", que tiene una fracción en el Estado de Guanajuato, no se ha proclamado al respecto, mientras que la gente de León Joven confirmó a este medio que intentará hacer una limpia de la pintura. La obra fue diseñada en 2019 por los artistas Zhot, Brote, Onza, Crook, Jhard, Dante, Borde y Ante.

(V.periódico Esto del 8 de diciembre de 2021).

Decidí explorar qué ocurre en la mente de un atlista. Mi ejercicio de inmersión etnológica tuvo lugar en el Salón del Bosque de Guadalajara e incluye a 3 de estos raros especímenes: El Checo, Gogo y, por vía indirecta, El Padrino.

Por la restricción de espacio, ahorro al lector los rodeos innecesarios y sólo diré que han perdido dientes, han viajado en pobreza extrema a Sudamérica y han llorado en las gradas del Estadio Jalisco.

Todo por ver perder al Atlas.

En estos días, ¿qué pasa por la mente de un atlista?

"Es una semana como si todos los días fuera tu cumpleaños; todos están al pendiente, te preguntan y te desean lo mejor. Y el resto del año no les importas".

La ilusión infantil cede cuando hay que definir la filosofía del hombre, pero atlista: "Hay una frase del Saramago, Pepe Guardiola la citaba mucho, y eso define al atlista y este ánimo para el domingo. Dice: Lo positivo de la derrota es que no es definitiva. Lo negativo de la victoria es que no es definitiva".

Un Chiva Hermano colado en la mesa, interrumpe: "Yo no puedo entender ese amor, yo nací con el amor a las copas, no a las ilusiones".

Continúo mi exploración.

La tentación del fracaso. ¿Eso es? ¿En el fondo todos deseamos la paz del fracaso?

"Uno vive en la resistencia, uno vive en el rechazo, siempre al margen. Eso me gusta. Es como en la literatura, como en la vida. El éxito está sobrevalorado. Irle al Atlas es algo más cercano a la realidad. Hay quien prefiere rodearse de triunfalismo. Para mí es un facilismo".

También es una forma de rebeldía desde el seno familiar. En Guadalajara, el talmud tapatío era irle a Chivas, venerar a la Virgen de Zapopan y votar por el PRI.

A Chivas le vas por tradición; al Atlas por convicción.

El Hermano Chiva acota: "Estos traen una lectura muy sesgada, a mí me gustaría que perdieran en penales".

Perder a lo Atlas. Cualquier hincha entiende la expresión. Pero puesto en palabras del nativo de este credo ayuda a los iniciados a comprender el fenómeno. Una imagen lo explica: "¿Qué es a lo Atlas? Que no es contundente desde el principio. Que te puedes ir por la autopista y el Atlas se va por la libre".

Uno hace todo por una mujer. Lo mismo que un atlista por unos boletos para la Final. "Nosotros tenemos un revendedor de cabecera, amigo del vapor del Padrino, el Olaf".

"¿O sea que se conocen a fondo", observa el Hermano Chiva.

El guion, el patrón, la Matrix del partido contra Pumas indicaba que en el último minuto, el árbitro marcaba un penal contra el Atlas.

Pero no ocurrió.

¿Qué pasa si este domingo se rompe el orden establecido y el Atlas queda campeón?

"Va a haber mucho júbilo, pero tampoco es definitivo. La victoria no es definitiva. Vas a volver a ser tú muy pronto".

Jonathan Lomelí
(v.pág.4-A del periódico El Informador del 10 de diciembre de 2021).

Vale señalar, para conocimiento de las actuales generaciones, que la victoria sobre el Guadalajara que dio el título al Atlas, estuvo manchada por la decisión arbitral que otorgó el penalti con que se escribió la historia...

Casi todos los periódicos de México dedicaron a la coronación de los Rojinegros la cabeza principal de su sección deportiva. EL INFORMADOR y "El Universal" fueron las únicas excepciones. "Gran Injusticia Cometió el Cuate Salceda", rezaba el encabezado de EL INFORMADOR; "Marcó un Penalti Imaginario", añadía el sumario. La crónica de "Anotador" (Reynaldo Martín del Campo, quien puso los motes de "Chivas" a los rayados y "Margaritas" a los Rojinegros) se hacía eco del sentimiento de que no hubo la supuesta mano del "Rafles" Orozco sancionada con el penalti que convirtió Edwin Cubero. "El Universal" asentó: "Un penalti indebido dio el cetro al Atlas; parcialidad del 'Cuate' Salceda".

De ahí surgió la maldición de Jaime "Tubo" Gómez, entonces portero del Guadalajara (y años después cronista en estas mismas páginas):

-¡Por chapuceros, nunca volverán a ganar un campeonato...!

Jaime García Elías
(v.pág.15-A del periódico El Informador del 12 de diciembre de 2021).

Hoy, pase lo que pase, Miguel Ángel Huerta está listo para abrir las puertas de su negocio ubicado en la esquina de las calles Francisco Zarco y Ghilardi, en Santa Tere, para celebrar que los Rojinegros llegaron a una final y que por un momento quedó atrás una historia de fracasos.

En "Dogos Furia", Miguel recibirá a todo mundo con alitas, ya sea que los Zorros ganen o pierdan ante el León, sin necesidad de requisitos especiales que otros negocios tendrán y sin que el Atlas logre levantar la copa.

Fiel seguidor Rojinegros desde hace más de 30 años, Miguel ha vivido esta semana de final con calma.

Sabe que una eventual derrota dolería, pero no lo ve como el fin del mundo, eso sí, si los Zorros llegan a levantar la copa, no sabe cómo reaccionaría y quizá algo por lo que es conocido el equipo se perdería.

"A lo mejor sí nos lo saboreamos ese título, pero no tanto. No somos tan argüenderos como los de otros equipos. No hemos ganado nunca un campeonato, no sé qué vaya a pasar si se gana, pero no haríamos mucho escándalo, ganamos un campeonato y ya".

"Si el Atlas es campeón, pues igual y hasta puede perjudicar, porque se va a acabar ese tabú, esa mística del Atlas de años y años sin ganar ni nada".

"Si gana, va a ser un equipo más del que pocos se van a acordar, como un Necaxa o algún otro equipo del montón".

"Si el Atlas es campeón se va a ganar el cariño de nuevas generaciones, pero va a cambiar mucho la historia y el sentido de lo que es el Atlas".

(V.pág.16-A del periódico El Informador del 12 de diciembre de 2021).
Foto del recuerdo.

La prueba del campeonato.


Con una dedicatoria muy especial para el "Johnny".


Trino

Contenido permanentemente en construcción El contenido de esta página está (permanentemente) en construcción.

Fecha de última actualización: 12 de diciembre de 2021.

Regreso a mi página base Regreso a mi página base
El Tesoro de la Jumentud > La página de los juegos y pasatiempos > Una página para los "atlistas"
Powered by Linux